Otros conceptos gestálticos

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Andoni Durán Plazaola
ALGUNOS CONCEPTOS GESTALTICOS
La terapia Gestáltica es un enfoque existencial, lo que significa que no
se ocupa únicamente de tratar síntomas o estructuras de carácter, sino, más
bien, se ocupa de la existencia total de la persona. La intención la de trabajar
en el aquí y ahora. Si bien se toman en cuenta sucesos o fenómenos
ocurridos en el pasado, el objetivo se centra en cerrar la gestalt en el presente.
Eso que sucede en el presente no se analiza ni se interpreta, mas bien se
integra, basándose en la relación de transparencia y facilitando un proceso
dialogal, en la que la relación es un yo-tu alineados en un mismo nivel. Esa
posición se basa en la creencia de que es el paciente el que más sabe de si
mismo.
Darse cuenta
Para Fritz Perls. este era el concepto central de la Terapia, ya que se
considera que los cambios terapéuticos se inician cuando tomamos conciencia
de nosotros y por nosotros mismos. Por ello es un concepto más complejo de
lo que puede parecer.
El darse cuenta de la Terapia Gestalt va más allá de la consciencia
racional o reflexiva (que solo aporta una explicación de la situación) y toma en
cuenta a todo el organismo en este proceso. Desde ahí, entiende que el darse
cuenta es un proceso, en el que participa todo el organismo, y que lleva
consigo el cierre de alguna situación inconclusa de un modo inmediato y
holístico.
En otras palabras, el darse cuenta es entrar en contacto con, natural,
espontáneo, en el aquí y ahora, con lo que uno es, siente y percibe. Se
asemeja en cierta medida al concepto de insight, aunque es más amplio; una
especie de cadena organizada de insights.
El darse cuenta de una situación modifica totalmente la situación.
Ese darse cuenta se da en tres niveles o zonas:
Darse cuenta externo: Contacto sensorial con objetos o eventos que se
encuentran fuera de uno en el presente; lo que en este momento veo, toco,
palpo, degusto o huelo. Es lo obvio, lo que se presenta de por sí ante nosotros.
Darse cuenta interno: Es el contacto sensorial actual con eventos
internos, con lo que ocurre sobre y debajo de nuestra piel. Tensiones
musculares, sensaciones, escozores, respiración, etc.
Darse cuenta intermedio: (o de la fantasía): Es el contacto con toda la
actividad mental. Recuerdos, ensoñaciones, etc.
Polaridad
La terapia Gestalt percibe a la persona como un todo compuesto de
elementos polarizados que interactúan entre sí, por lo tanto, la salud y la
enfermedad son partes opuestas de un mismo todo que es la persona en
contacto con su entorno. De la fuerza que tenga un extremo de la polaridad
depende el equilibrio o desequilibrio funcional de la persona. El autoconcepto
saludable significa, por tanto, que la persona tiene conciencia de las
muchas fuerzas que se oponen en su interior.
Es por ello que dentro de ese todo, no se concibe a la persona como
parte de una polaridad, sino con todas. La persona no es esto o lo otro, sino
más bien esto y lo otro.
Neurosis
Según Perls un neurótico puede ser definido como un individuo incapaz
de asumir la completa identidad y responsabilidad de su conducta madura.
Hará cualquier cosa por mantenerse en el estado de inmadurez, incluso, actuar
el rol de un adulto (es decir, su concepto infantil de cómo es un adulto). El
neurótico no puede concebirse a sí mismo como una persona autosuficiente ,
capaz de movilizar su propio potencial al enfrentarse al mundo. Busca apoyo
ambiental a través de la dirección, ayuda, explicaciones y respuestas. No
moviliza sus propios recursos, sino sus medios de manipulación del ambiente
(desamparo, adulación, estupidez, y otros controles mas o menos sutiles) para
obtener apoyo.
Una neurosis se desarrolla en un ambiente que no facilita
adecuadamente la maduración (entendida como un proceso de crecimiento
personal en el que el apoyo ambiental se transforma en auto-apoyo). El
desarrollo degenera en una formación de carácter, en un conjunto de patrones
de conducta destinados a controlar el ambiente mediante la manipulación. La
neurosis nos permite, de esta manera, ser irresponsables en tanto que
alienamos parte de nuestra personalidad.
Andoni Durán Plazaola
Por lo tanto, la neurosis para la Terapia Gestalt no es una enfermedad,
es una forma de ser y de estar en el mundo. Una forma de existir. No tengo una
neurosis, soy un neurótico. No existen las neurosis, existen los neuróticos. Esa
neurosis, es la máxima riqueza de una persona, y a la vez, su máxima pobreza.
Su máxima riqueza porque es la forma en la que logró sobrevivir a lo largo de
su vida. Y es su mayor límite porque le impide vivir plenamente su vida.
Impasse
En el centro de cada neurosis yace lo que Perls denominó como el
impasse. El impasse existencial es un punto el que no hay apoyo ambiental
próximo, y la persona, es o cree serlo, incapaz de enfrentarse por sí solo a la
vida. De modo que hará cualquier cosa por seguir o mantener las cosas como
están, en vez de crecer y usar sus propios poderes (cambiará de pareja, pero
no de expectativas, cambiará de terapeuta pero no su neurosis, aumentará la
sutileza de sus manipulaciones, etc). en ese momento la persona entra en un
remolino en el que impera el miedo.
Detrás del impasse se oculta la amenaza que mantiene clavada a la
persona en su neurosis. Esa amenaza es la expectativa catastrófica (se
imagina lo peor) que, así lo imagina ella, la previene de tomar riesgos y tolerar
los dolores que le puede traer su maduración.
Según Perls, es aquí donde el pensamiento racional halla su lugar: en la
posibilidad de ver el grado en el cual la expectativa catastrófica es pura
imaginación o exageración de un peligro real.
En la terapia, el objetivo será que el neurótico descubra que el mundo no
acaba si él se enoja, se excita sexualmente, se alegra, se apena, etc.
Ciclo de la experiencia
El ciclo de la experiencia es un ciclo psicofisiológico que se lleva a cabo
continuamente en toda persona, y está relacionado directamente con la
satisfacción de las necesidades. Es decir, es un ciclo mediante el cual se
explica el proceso de satisfacción de las necesidades, un modelo que intenta
dar cuenta de los diferentes flujos y cortes existentes en el presente de la
experiencia.
Este ciclo fue inicialmente descrito por Perls, Hefferline y Googman
(1951), en cuatro subfases de contacto: pre-contacto, contacto, contacto final y
post contacto. En los últimos años el Instituto de Gestalt de Cleveland
(fundamentalmente Zinker) ha desarrollado el ciclo en seis fases.
Fases del ciclo:
Zona interna
1. Reposo: La persona se encuentra relajada y ha resuelto una gestalt o
necesidad anterior. No apremia ninguna necesidad y la persona se
encuentra autorregulada, dándose un equilibrio entre uno mismo y el
ambiente.
2. Sensación: La persona siente físicamente algo que aún no logra
diferenciar. Es el surgimiento de una necesidad que provoca una tensión aún
no definida y que distrae a la persona de su reposo anterior. Significa una
experiencia sensorial del mundo. Proviene de los datos captados por los
sentidos, es a partir de donde comenzamos a organizar nuestra actuación.
Zona intermedia
3. Darse Cuenta, formación de figura o conciencia: La persona sabe a
que se debe la sensación que tiene y, en este momento, ya le puede dar un
nombre. Las sensaciones corporales se convierten en conciencia, y se
comprende lo que se necesita aquí y ahora. En este momento también se
identifica en el mundo exterior un posible satisfactor de la necesidad.
La formación de figura es un proceso de elección entre varias alternativas.
Se trata de hacerme responsable de las consecuencias de esta elección. La
función de la conciencia es ayudar al organismo a orientarse y actuar.
4. Movilización de energía: La persona reúne la fuerza o concentración
necesaria para llevar a cabo lo que su necesidad le demanda. Se
potencializa la energía, planteando diferentes alternativas, hacia la acción.
Zona externa
5. Acción: La persona moviliza su cuerpo y hace lo que sea necesario para
satisfacer la necesidad. Lleva a cabo la acción que le sirve para tomar
contacto con aquello del medio ambiente que necesita para satisfacer su
necesidad.
6. Contacto: Se establece el contacto pleno con el satisfactor y se
experimenta la unión con el mismo. Es la propia experimentación. Es el final
del ciclo. Termina cuando la persona experimenta que se siente bien, que ha
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satisfecho su necesidad, que puede comenzar otro ciclo y despedirse de
este.
Al finalizar esta etapa se vuelve a obtener el estado de equilibrio
momentáneo llamado también indiferencia creativa (ver Friedlander), punto
que identifica el nacimiento de una nueva experiencia de gestalt.
La idea es la de poder identificar en cada momento cual es la fase del
proceso en el que uno se encuentra, para poder fluir plenamente en el
mismo y también para darnos cuenta de las resistencias, las cuales pueden
frenar la libre circulación de la energía.
Interrupciones en el ciclo de la experiencia
Son mecanismos que bloquean o interrumpen el proceso de la
experiencia, auto-interrupciones que la persona presenta y que le sirven para
evitar el contacto con el satisfactor y el cierre de su experiencia en función de
los esquemas neuróticos adquiridos a tempana edad, evitan que la persona se
haga responsable de las necesidades que tiene.
No son solo formas de evitación del contacto, sino formas complejas y
diferenciadas de entrar en contacto con el mundo y con uno mismo. Son estilos
de relación y, por lo tanto, puedo evaluarlas en función a su capacidad de
satisfacer mis necesidades actuales.
Estos bloqueos tienen también una parte bio-positiva o saludable que
permite al organismo adaptarse al medio y le permite nutrirse de alguna
manera.
Cada una de ellas está relacionada con las fases que se han descrito en
el ciclo de la experiencia. Si bien, pueden darse cambios a la hora de
entenderlos en función de las diferentes perspectivas que han ido surgiendo
dentro de la Gestalt.
Retención:
Se da en la fase de reposo y evita el proceso e asimilación de la
experiencia, por temor al fracaso. Con este mecanismo el sujeto pretende
mantenerse en una situación tratando de no llegar nunca al final.
Sirve para impedir la continuidad natural de cada momento, evitando el
proceso de asimilación de la experiencia e impidiendo el reposo.
Desensibilización:
Se da en la fase o antes de la fase de sensación. La persona niega el
contacto sensorial de su necesidad, por lo que supone una negación entre el
organismo y la necesidad emergente. Por medio de este mecanismo se evitan
las sensaciones. No se siente algo o se distorsiona lo que sentimos. Permite no
prestar atención a las necesidades correspondientes a una necesidad sin
resolver, la cual nos resulta inaceptable.
Proyección:
Se da en la fase de formación de figura. La persona atribuye a algo
externo lo que le pertenece. La tendencia a hacer a otros responsables de lo
que tiene origen en la persona misma, implica una renuncia a los impulsos,
deseos conductas, colocando lo que pertenece al sí mismo en el exterior.
Introyección:
Se da en la fase de movilización de la energía. En el proceso psicológico
se asimilan conceptos, datos, patrones de conducta y valores morales,
familiares educativos, etc, que provienen del mundo externo. Introyectar es
tragar todo sin comprenderlo y asimilarlo. Es el mecanismo por el cual se
incorporan prototipos, actitudes, creencias, etc, que no nos pertenecen.
Retroflexión:
Se da en la fase de acción. Retroflexión significa doblar hacia atrás.
Mediante este mecanismo, la persona se hace a sí misma lo que le gustaría
hacer a los demás. Está en relación con la energía agresiva.
Cuando la persona hace a los demás lo que le gustaría que le hiciesen a
ella, Latner lo llamó Proflexión. Normalmente está en relación con la energía
amorosa.
Deflexión:
Se da en la fase de acción o pre- contacto. Es una maniobra tendiente a
soslayar el contacto directo con otra persona, un medio de enfriar el contacto
real. El organismo evita enfrentar el objeto relacional dirigiendo su energía a
objetos que son alternativos o no significativos, la acción pierde fuerza y
efectividad.
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Confluencia:
Se da en la fase de contacto. En la confluencia la persona no distingue
límite alguno entre el sí mismo y el medio, lo cual hace imposible un ritmo sano
de contacto y retirada. La confluencia prohíbe cualquier contacto verdadero.
Fijación:
Se da en la fase de post-contacto. Consiste en la necesidad de no
retirarse del contacto, lo que lleva a la persona a ser rígida en sus patrones de
conducta. Se intenta repetir una y otra vez el recorrido del ciclo de la
experiencia, tratando de volver a experimentar una vivencia en la que
quedaron. Es una manera de anclarse a lo que ya ha pasado con la intención
de no enfrentarse al momento presente y correr riesgos.
BIBLIOGRAFÍA REVISADA:
Libros:
Stevens, B. (1979) No empujes el río. Santiago de Chile. Cuatro Vientos.
Starak, Y. (1992) El riesgo de vivir. México. Manual Moderno.
Zinker, J (1979) El proceso creativo en terapia gestáltica. Buenos Aires.
Piados.
Polster, E y M (1976) Terapia Gestáltica. Buenos Aires. Amorrortu.
Perls, F (1974) Sueños y existencia. Santiago de Chile. Cuatro Vientos.
Stevens, J.O. (1978) Esto es Gestalt. . Cuatro Vientos
Satir, V. (1989) El primer paso para ser amado. México. Pax.
Artículos:
Vásquez, C.
Psicoterapia Gestalt: Conceptos, principios y Técnicas.
Psicología Online.
El ciclo de la experiencia de Joseph Zinker . Clinica de los Artesanos.
Consultorio psicológico.
Pastorini, G (2002). Terapia Gestalt. Red Científica.
Pastorini, G (2002). Neurosis en Terapia Gestaltica. Red Científica
Zinker, J. (1979) El proceso creativo en Terapia Gestáltica. Buenos Aires.
Paidos.
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