Tema 1: Podemos hablar de dislexia. SESION 1 ¿Podemos hablar de dislexia? 1. 2. 3. 4. ¿Podemos considerar la existencia de la dislexia? Definición de dislexia. Concepto Etiología y taxonomía. Teorías explicativas y líneas actuales de investigación. 5. Otras dificultades asociadas: disortografía y disgrafía. Autor: Gaspar González Rus Tema 1: Podemos hablar de Dislexia. 1. ¿Podemos considerar la existencia de la dislexia? 2. Definición de dislexia. Concepto 3. Etiología y taxonomía. 4. Teorías explicativas y líneas actuales de investigación. 5. Otras dificultades asociadas: disortografía y disgrafía. 1. ¿Podemos hablar de dislexia? Debemos de considerar que lo que nosotros conocemos como lenguaje oral es preceptor del lenguaje interior, el cual a su vez precede también al lenguaje escrito. Por tanto lo primero de lo que hace uso el niño es el gesto comunicativo+intencionalidad, para posteriormente usar un referente de uso común como es el habla (sistema de comunicación secundario), para en momentos posteriores hacer uso de otro tipo de sistemas de comunicación, con códigos más complejos o de representación gráfica. En este sentido y si nos atenemos a los aspectos referidos a las manifestaciones pictográficas, luego las ideográficas y en un momento último las abstractas o también conocidas por nosotros como alfabéticas o fonéticas. Sin lugar a dudas se trata de un último proceso dentro del sistema de comunicación humana, último y en sí complejo. Al hacer uso del lenguaje oral, el niño tan sólo pronuncia sonidos y en donde la relación significante-significado es inmediata, mientras que en la palabra escrita, será el sonido o la combinación de estos con los grafemas o trazados sobre el papel los que den sentido al concepto representado. Tema 1: Podemos hablar de dislexia. Por tanto los sistemas alfabéticos representan los sonidos del habla, la estructura fonológica interna de las palabras, esto cobra mayor dificultad en los llamados sistemas “no transparentes” donde la correlación grafema con sonido es más arbitraria o convencional. Por lo que si la ortografía de una lengua es más transparente mejores prestaciones de aprendizaje se darán y menores serán los motivos de errores lectoescritores. “Leer es crear la forma sonora de la palabra sobre la base de su representación gráfica, por ello la lectura depende de los sonidos del lenguaje. Antes de aprender a leer y escribir, el niño debe distinguir las palabras como unidades separadas en un orden espacio-temporal” (Jiménez y Arteta, 1991). Analizando los procedimientos que hemos de llevar a cabo para dominar el lenguaje escrito, no es de extrañar que puedan darse dificultades en los alumnos que les lleven a presentar retrasos o errores en los procedimientos del aprendizaje de la lectura y la escritura. Hasta aquí bien, pero podríamos considerar retraso en el aprendizaje de la lectoescritura = dislexia. Un gran problema nos surge, por tanto, a la hora de hablar de dislexia, no por el término en sí, sino por la oposición con el concepto “dificultades graves de la lectoescritura”. Son diversos los autores que consideran que la dislexia no existe, frente a los que consideran su existencia, asegurando, de hecho, que el 5 % de la población escolar presenta dislexia. La primera postura es defendida por los que… 1) consideran que el proceso de la lectura no dispone de una base neurológica (Ross 1976) 2) consideran que etiquetar a un niño con dicha palabra supone una limitación en su capacidad de aprendizaje y le otorgará por siempre la concepción de “discapacitado” (Wilson, 1981). Pero debemos de aclarar que la inclinación por una u otra postura pone en entre dicho la presencia de un “cuadro patológico” que va más allá del propio fracaso del niño por aprender a leer pese a los esfuerzos del docente y la aplicación de la líneas metodológicas adecuadas. No olvidemos que ante todo está que todos los estudios se dirigen a identificar y comprender al niño incapaz de aprender a leer pese a una inteligencia adecuada (Hynd y Cohen, 1987). En tal sentido, Pavlidis (1983) aboga por la necesidad de establecer una distinción entre lo que venimos en llamar “lectores retrasados” de los sujetos afectados por dislexia, indicando que un retraso lector se puede predecir a partir de factores de índole psicológica o ambiental1, que lo expliquen, mientras que la dislexia sería el hecho de que ninguno de los factores mencionados fuera causa explicativa. 1 Serían niños con un retraso de dos o más años en el aprendizaje de la lectura, y que padecen algún tipo de problema emocional, motivacional, sociocultural y/o educativo. Tema 1: Podemos hablar de dislexia. Y será definitivamente Pavlidis (1981) quien “zanje” esta disociación al establecer unos criterios de identificación en el trastorno disléxico: Criterios de Pavlidis Una puntuación de CI verbal o manipulativo superior a 90. Al menos dos años de retraso lector. Visión y audición normal. Perteneciente a clases socieconómicas medias. Tener una adecuada motivación. Tener suficiente oportunidad educativa. No padecer enfermedad física que se relacione con el trastorno lector ni lesiones cerebrales. 8. No haber sufrido graves problemas emocionales antes del comienzo del aprendizaje de la lectoescritura. 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. Desde esta situación surge este curso, que ahora vamos a llevar a cabo, con el fin de conocer un poco más las circunstancias o hechos relacionados para esclarecer un poco más el concepto de dislexia, pero postulando nuestro pensamiento desde la teoría cognitivo-lingüística. 2. Definición de dislexia. Concepto. Etimológicamente el término dislexia (lexis = acción de hablar) haría mención a dificultades en el lenguaje de forma general, no sólo de tipo escrito, sino a sus manifestaciones del mensaje: código+canal+información. En sentido general lo consideraremos como un problema para aprender a leer que presentan niños cuyo coeficiente intelectual es normal y no aparecen otros problemas físicos o psicológicos que puedan explicar las dichas dificultades. Pero hemos de buscar una definición más científica tal y como mencionaremos a continuación: La Federación Mundial de Neurología (1968) la define como “un trastorno manifestado por la dificultad en el aprendizaje de la lectura pese a la instrucción convencional, una inteligencia adecuada y buenas oportunidades socioculturales. Depende de discapacidades cognitivas básicas, frecuentemente de origen constitucional”. Denominación que ha recibido la Dislexia Ceguera Verbal Ceguera Verbal Congénita Dislexia Congénita Estrefosimbolia Dislexia Específica Alexia Congénita Alexia de Desarrollo Dislexia Constitucional Dislexia del Desarrollo Trastorno de la Lectura Fuente: Artigas, J. 2000 En este mismo sentido M. Thomson se referirá como "una grave dificultad con la forma escrita del lenguaje, que es independiente de cualquier causa intelectual, cultural y emocional. Se caracteriza porque las adquisiciones del individuo en el ámbito de la lectura, la escritura y el deletreo, están muy por debajo del nivel esperado en función de su inteligencia y de su edad cronológica. Es un problema de índole cognitivo, que afecta a aquellas habilidades lingüísticas asociadas con la modalidad escrita, particularmente el paso de la modalidad escrita, particularmente por el paso de la codificación visual a la verbal, la memoria a corto plazo, la percepción de orden y la secuenciación”. Tema 1: Podemos hablar de dislexia. Mc Critchley (1970) la define como “alteración que se manifiesta por la dificultad en el aprendizaje de la lectura (aunque se hayan utilizado métodos de instrucciones convencionales, que las condiciones socioculturales hayan sido favorables y que se disponga de una inteligencia adecuada) que depende de dificultades cognoscitivas fundamentales a menudo de carácter constitucional”. Pumfrey y Elliot expresan que las dificultades del aprendizaje “son debidas a dificultades de organización o aprendizaje que limitan la capacidad del alumno para el procesamiento de la información, el control motriz fino y la memoria de trabajo, provocando trastornos en el habla, la lectura, la ortografía, la caligrafía, la expresión escrita, las matemáticas y el comportamiento”. Harris y Hodges (1981) postularán por el origen primario de la dislexia al afirmar que se trata de un “término médico para la alexia incompleta, incapacidad para leer, parcial pero severa; históricamente (pero menos común en su uso actual). La dislexia constituye una forma rara pero definible y diagnosticable de retardo primario de la lectura con alguna forma de disfunción del sistema nervioso central. No es atribuible a causas ambientales u otras condiciones discapacitantes”. En el DSM-IV (2002) se determina que “la característica esencial de la dislexia es un rendimiento en lectura (precisión, velocidad o comprensión) que se sitúa sustancialmente por debajo del nivel esperado en función de la edad cronológica, del cociente intelectual y de la escolarización propia de la edad del individuo”. Finalmente Román y otros (2008) tras llevar a cabo una actualización del concepto de dislexia y tras renombrarla como Dislexia del Desarrollo la definen como una discapacidad específica y permanente para adquirir, de forma eficaz, las habilidades lectoras que permitan al niño alcanzar con normalidad los aprendizajes mediatizados por el soporte escrito. Tras analizar las diversas definiciones que se han formulado podemos indicar que la dislexia no es el resultado de un déficit de factor único, sino que estaría determinada por múltiples factores donde cada factor da lugar a diferentes tipos de síntomas. 3. Etiología y taxonomía. Dos son las grandes corrientes de estudio e investigación que centran el origen de la dislexia: de tipo neurológico, interno o primario y de tipo cognitivo, externo o secundario. A. El nivel neurológico de explicación se refiere a la manera en que el cerebro procesa la información. Postula por un origen congénito del fracaso en la lectura. Ha sido Orton (1928) quien tras estudiar que las inversiones de las letras o palabras en la lectura tenían lugar debido a que los encéfalos de los niños disléxicos eran defectuosos en la dominancia cerebral, hecho que ha contribuido al desarrollo de dicha teoría. Tema 1: Podemos hablar de dislexia. En cuanto a las causas de tipo interno, podremos hacen mención: 1) la presencia de células ectópicas. Las células del cortex migran, antes del 6º mes de gestación, desde zonas más profundas del mismo en el curso del desarrollo prenatal. No todas las células llegarán necesariamente hacia su destino: durante la migración, pueden reunirse en agrupaciones (células más implantadas o ectopias). En una investigación la Univ. de Harwad encontraron células ectópicas en todos los cerebros disléxicos que se examinaron, en particular en el lóbulo temporal y en el frontal izquierdo. No obstante mencionar que la ubicación incorrecta de las células se produce también en otras patologías neurológicas, no sólo en la dislexia. 2) Los estudios sobre dominancia cerebral y lateralidad, que señalaban la especialización de los hemisferios cerebrales (el hemisferio izquierdo en el procesamiento lingüístico, analítico, lógico y secuencial o serial de la información y el hemisferio derecho relacionado con actividades de tipo espacial: percepción de la profundidad y de la forma); mencionar los estudios de M. Thomson quien deduce que lo que más apoyo empírico parece tener es que el retraso inicial madurativo puede ser originado por una mala estrategia, lo que daría origen a una disfuncionalidad. Esta disfuncionalidad afectaría a las tareas referidas. O las investigaciones de B. Bakker sobre la asimetría funcional izquierda-derecha, quien determina que en una primera fase es necesario el procesamiento visual de las palabras (hemisferio derecho) y en una fase ulterior lo será el procesamiento de símbolos fónicos (hemisferio izquierdo). 3) Destacar los trabajos de Livingstone sobre la velocidad de procesamiento de la información, tras observar la ruta magnocelular que conecta el ojo con el cortex visual, mientras que Tallal manifiesta la ineficacia en el procesamiento de la información auditiva era comparable al de la visual. 4) Mencionar otras hipótesis de trabajo que hacen hincapié sobre el tamaño del planum temporale2 en el cerebro del disléxico, al que establecen una asimetría entre ambos hemisferios o un menor tamaño en el cuerpo calloso, encargado de unir ambos hemisferios, que viene a aparecer en las últimas fases del embarazo o en las primeras de la infancia. 2 La asimetría alterada del planum Tema 1: Podemos hablar de dislexia. O de tipo externo, que ponen de manifiesto la influencia del entorno en el desarrollo y funcionamiento posterior del cerebro, de tipo fisico-químico, fisiológico, psicológicos o sociales. 1) En tal sentido, nuevamente, destacar estudios llevados a cabo por la Harvard Medical School en este campo: la relación entre los problemas perinatales y la dislexia que han resaltado que los problemas perinatales no incidan en la aparición de la dislexia. 2) Estudios sobre variaciones del electroencefalograma (E.E.G.) por el Instituto Neurológico de Montevideo (1996) donde presentaban alteraciones concretas del ritmo alfa, con áreas de baja reactividad. 3) Las últimas investigaciones de E. Aylward, de la Univ. de Washington, mediante el empleo de la resonancia magnética con el fin de valorar la interrelación entre la forma del sonido, la visual y la del significado de las palabras, por la que formula que el aprendizaje del significado de las palabras mejora la capacidad para analizar el sonido y el aprendizaje de los sonidos facilita la capacidad de análisis del propio significado de las palabras. B. El nivel cognitivo se basa básicamente en el enfoque del procesamiento de la información y se ocupa de procesos que implican representaciones internas, a nivel de pensamiento, memoria, percepción y lenguaje o por factores ambientales: situación socio-familiar empobrecido, problemas emocionales o socioculturales. Para explicar la forma en que interaccionan y se integran estos factores en la lectura se han llevado a cabo diversos esquemas explicativos: 1) Estudios que analizan las dificultades fonológicas al leer ante la incapacidad en la comprensión de modelos sonoros y recurrentes (Hulme y Hatcher han desarrollado el programa “Sound Linkage” o Enlaces de sonidos). En tal sentido Elbro, 1996 postula que se trata de un déficit específico en algún aspecto del procesamiento fonológico lo que le dificulta la comprensión y aplicación de las reglas de correspondencia grafemafonema. Tal es así que Ortiz y otros postular actuaciones en pro del desarrollo de la conciencia fonémica3. 2) Estudios que determinan que el problema no es la dificultad de percepción sino la de relacionar lo percibido con lo que hay que nombrar. Estudios centrados en el rendimiento de las pruebas de figuras y las mediciones del rendimiento en la lectura (de Hirsch, Jansky y Landford, 1966). 3) estudios sobre la discriminación auditiva inciden en que el problema no es la percepción o discriminación auditiva, sino en etiquetar el sonido como igual o diferente. (Birch y Belmont, 1965). 4) Estudios de integración perceptiva de modalidad cruzada auditivo-visual como los llevados a cabo por Pirozzollo (1981) quien aplicó una batería global de pruebas neuropsicológicas a sujetos disléxicos (Wisch-r, Test de Matrices Progresivas de Raven y análisis neurolingüísicos de errores de lectura y escritura). 5) Estudio de los movimientos oculares o sacádicos que se producen en la lectura, pero parece ser que esta no es la causa, sino más bien la consecuencia del mal aprendizaje y las dificultades que el niño tiene. 6) Estudios sobre la memoria a corto plazo y su influencia en la lecto−escritura, donde se ha detectado una cierta debilidad de la memoria corto plazo, de tipo serial y secuencial y la codificación auditivo−verbal, por lo que usan más los códigos de acceso visual. (A. Baddeley, G. Hitch) 7) Estudios de las funciones lingüísticas indican que son inferiores en el uso de la morfología estructural y que hacen poco uso de los rasgos suprasegmentarios (tono, acento...) 3 Habilidad para acceder y manipular intencionalmente los fonemas de las palabras. Tema 1: Podemos hablar de dislexia. Elementos Proceso fonológico de Swank, 1999 Adquisición en el Dislexico Codificación fonológica Metafonología Descodificación fonológica para el acceso al léxico Codificación fonológica en la memoria de trabajo Codificación fonológica expresiva (Artigas, J) Errores en la identificación de estímulos lingüísticos Dificultades en la segmentación-unión de las palabras en sílabas y fonemas Mala capacidad para evocar el nombre de los objetos presentados visualmente Menor capacidad para repetir dígitos, letras, conjuntos silábicos, palabras o frases. Son más lentos e imprecisos en convertir la información escrita en un código fonemático. Pero podríamos tener en consideración, de forma genérica, las siguientes características: Falta de atención. Debido al esfuerzo intelectual que tiene que realizar para superar sus dificultades perceptivas específicas, suelen presentar fatigabilidad y una atención inestable y poco continuada. Por ello sus aprendizajes de lectura y escritura les resultan sin interés, sin motivación. Presentan además de forma asociada desinterés por el estudio con bajas calificaciones escolares. Lo que con frecuencia se les asocia con niños con retraso evolutivo (o intelectual) y otras como vagos. Inadaptación personal. Es frecuente encontrar niños disléxicos con cierto desajuste emocional. Estudios realizados hablan de tres tipologías: sentimiento de inseguridad, compensado por una cierta vanidad, terquedad para entrar en el trabajo y la motivación que requieren los tratamientos. Pero una cosa que nos ha de quedar clara a la hora de observar las manifestaciones es el hecho de que si estas se dan, no se dan siempre en su totalidad. 4. Teorías explicativas y líneas actuales de investigación. a) Corriente de desarrollo perceptivo-motriz. Quienes la apoyan establecen que las dificultades y los errores específicos en lectoescritura son debidos a errores de tipo perceptivo (auditivo o visual) o motrices (dificultades de control oculo-manual). Establecen que los errores de confusión de las letras (p, q)o de la alteración de la secuencia en el orden de las mismas (pata por tapa) son considerados problemas de estructuración espacial. Esta idea ha prevalecido durante muchos años y ha tenido como consecuencia que los alumnos les entrene en dichos procesos, muchas de las veces hasta la saciedad. En su contra manifestar que a lo largo de numerosas investigaciones se ha encontrado que el entrenamiento perceptivo-visual y motor no trasfiere positivamente en crecimiento lector. En este sentido Vellutino (1985) demuestra que son los problemas lingüísticos y cognitivos los que explican la aparición de esos problemas más que los de carácter visoespacial: 1) porque cuando aparecen errores de secuencia en el orden de las letras (los – sol) suele ocurrir que la transcripción fonética es correcta e incluso cuando se le pide que copie la palabra, no así cuando la pronuncia. 2) Se han utilizado otros sistemas de escritura desconocidos para el niño demostrándose que son capaces de reproducir la secuencia de signos respetando la orientación espacial de éstos. Lo que significa que son capaces de percibir y reproducir trazos simétricos y no confundirlos. Tema 1: Podemos hablar de dislexia. b) Corriente cognitivo-lingüística. Como expresamos anteriormente en las investigaciones de Vellutino (1985), las dificultades y errores en lectoescritura, residen en problemas de codificación lingüística, ya que si el niño no llega a utilizar bien los sonidos ligados a los caracteres alfabéticos, se impone un esfuezo a su memoria visual, lo que le provocaría problemas en la lectura (ejemplo lee “tombar” por “tambor”). 5. Otras dificultades asociadas: disortografía y disgrafía. La dislexia va unida en ocasiones a otros problemas de aprendizaje escolar, tales como la disgrafía (dificultades en el trazado correcto de las letras, en el paralelismo de las líneas, en el tamaño de las letras, en la presión de la escritura...) y en fases posteriores aparece la disortografía (dificultades para el uso correcto de las reglas de ortografía, desde las que se llaman de ortografía natural a las de nivel más complejo.) Mientras que en otras ocasiones la dislexia va unida a dificultades de pronunciación, con mayor incidencia en la dificultad de pronunciación de palabras nuevas, largas o que contengan combinaciones de letras del tipo de las que le producen dificultades en la lectura. 5.1. Disortografía. Podemos considerar la disortografia como la dificultad significativa en la trascripción del código escrito de forma inexacta debido a errores en la asociación entre el sonido y la grafía, a la integración de la normativa ortográfica o a la unión de ambas. Si tuviéramos que establecer una etiología de la misma, podemos citar las siguientes: a) de tipo intelectual. b) de tipo lingüístico: errores en la adquisición del lenguaje de tipo articulatorio y/o semántico. c) de tipo pedagógico: no todos los métodos de enseñanza pueden ser útiles ante niños con dificultades de aprendizaje o con neae. d) de tipo perceptivo, ya referido anteriormente. Luria (1980) y, posteriormente, Tsevetkova (1997) establecen hasta siete tipos: de carácter visoespacial, relacionada con la orientación espacial, donde se evidencian errores en la escritura de las letras: rotaciones en la grafía. de tipo perceptivo-cinestésico, relacionada con las dificultades de articulación de fonemas y la discriminación auditiva de los mismos. A modo de ejemplo la confusión entre fonemas alveolares. la disortocinética, se encuentra alterada la secuenciación de los elementos gráficos, dando origen a unión o fragmentación de palabras inadecuadas. la temporal, relacionada con la percepción del tiempo, con el ritmo y los errores se producen en la unión y fragmentación de palabras, a la hora de llevar a cabo la transcripción escrita. la semántica, se observan dificultades en el análisis conceptual de las palabras, produciéndose errores en el uso de las señales diacríticas o signos ortográficos. la cultural, relacionada con el uso de las reglas ortográficas arbitrarias: acentuación, uso de h, la b/v, etc. Dinámica o disgramatismo, las dificultades se presentan en el orden de las palabras y en la omisión de alguno de los elementos de la oración, así como a una posible falta en el uso de la concordancia, género y número, entre sus elementos. O incluso la omisión de alguno de los elementos de la oración. Tema 1: Podemos hablar de dislexia. A la hora de llevar a cabo un tratamiento satisfactorio ante los problemas de disortografía, debiéramos de establecer una serie de requisitos: el desarrollo del procesamiento visual de la información. Nos estamos refiriendo a la memoria visual, tanto en la escritura de las palabras, en la copia o en la propia lectura. el desarrollo del procesamiento auditivo de la información. Se trataría de la memoria auditiva, que nos permitirá establecer el sonido y asociarlo con la grafía correspondiente, además resultará fundamental a la hora de trabajar con palabras largas y desconocidas. Sin olvidar la ejecución de la estimulación de la conciencia fonológica. La integración espacio-temporal, que nos permitirá la separación de palabras y la disposición espacial de letras y frases. Teniendo en cuenta también los aspectos orientación espacial y madurez perceptiva con el fin de evitar rotaciones o inversión de letras en la escritura espontánea, en el copiado y en los dictados. Como cierre de este apartado manifestar que la detección de uno de los tipos de disortografía expresados anteriormente, no significa que se de de forma aislada, sino que se pueden presentar de forma combinada, con lo que hace aún más difícil su diagnóstico y tal vez su tratamiento educativo. 5.2. Disgrafía. La escritura es un sistema de comunicación en donde se reproducen símbolos de pensamiento manifestados a través de procesos grafo-motores. La escritura es indisociable del lenguaje, no obstante es posterior a este pues requiere de un aprendiaje especial: decodificación de las unidades acústicas (fonemas) y su trascodificación en unidades opticas-visuales (grafemas), teniendo en cuenta el significado del mensaje y la maduración motriz fina para la ejecución correcta y clara de los trazos. Problemas de Lectura Dislexia Disgrafía Disortografía Problemas visuales (hipermetropía, miopía o ambliopía) Baja ingesta de Nutrientes Y hierro. Situaciones Desfavorecidas o Desarraigo familiar Retraso en el Desarrollo del Lenguaje Inmadurez para la lectura Problemas de Atención o Hiperactividad Alteraciones en el desarrollo motor grueso y fino Métodos dispedagógicos. Velocidad lectora lenta. Dificultades en la comprensión del texto escrito. Disfunción cerebral Antecedepntes pre-, peri y post- natales de Daño cerebral Agnosias Auditivo y visuauditivo. Dificultades para la identificación y discriminación visual de los grafemas. Sustitución de fonemas, sílabas y palabras. Dificultades en la comprensión del texto escrito. Dificultades inconsistentes en la identificación y discriminación de los fonemas para con su representación escrita (grafemas). Sustitución o inversión inconsistente de letras en la escritura espontánea o al dictado. Mala disposición espacial de la escritura. Dificultades en la rotación de las letras (orientación espacial) Errores en la pronunciación y audición de determinados fonemas, sílabas y palabras. Unión-separación indebida de palabras. Errores en la utilización de las reglas de ortografía. Dificultad en el uso de la coordinación de los elementos de la oración Tras esta ubicación, podremos definirla como un problema para aprender a escribir, originado por una disfunción cerebral mínima, que presentan niños cuya capacidad intelectual es normal y no presentan ningún tipo de déficit de tipo físico o psicológico que sean el origen de su dificultad. Se diferencia de la dislexia, en que mientras esta se relaciona directamente con una disfunción cerebral, la disgrafía es una consecuencia de diversas variables de carácter no congénito ni orgánico como por ejemplo el uso de métodos de enseñanza inapropiados o “dispedagógicos”. Has los 9 años Ed. Infantil Tema 1: Podemos hablar de dislexia. LENGUAJE ORAL LECTURA ESCRITURA CALCULO OTROS Retraso en aprender a hablar con claridad: confusiones en pronunciar palabras semejantes fonéticamente. Dislalias: omisión de fonemas y sinfones. Omisión de la última sílaba. Confusiones de fonemas. (lenguaje borroso, jergafasia). Pobreza de vocabulario. Dificultad en retener secuencias: meses, días de la semana… Fonología: aumentan las inversiones y confusiones de fonemas (confusión entre p,b y m y en ocasiones confusión también con la n). Expresión verbal pobre. Dificultad para aprender palabras nuevas. Lectura con vacilaciones, omisiones, adiciones, confusiones de letras… Movimientos gráficos invertidos (difíciles de realizar, alineación irregular, espejo). Dificultad en las secuencias temporales. Dificultad en recordar el nombre de series de objetos (colores) Dificultad para leer y escribir: en aprender el alfabeto, confusiones en las letras con similitud morfológica o fonética, confusión estática en letras que se diferencian por simetría o pequeños detalles: d/b; p/q; b/g. Omisión de sílabas o cambio del orden en las palabras. No prevée los hechos de la lectura. Lectura sin ritmo, lenta, mecánica, asincrónica con la respiración. Dificultad en saltos de línea y pérdidas de continuidad. Errores en lectura, lagunas en comprensión lectora: lectura vacilante−mecánica, no se motivan en los aprendizajes escolares ni en la lectura como distracción o complemento. Se entretiene en descifrar las palabras, se cansa. A veces lectura sileciosa. Dificultad para seguir instrucciones orales. Dificultad de uso del diccionario y en ortografía. Baja comprensión lectora. La frustración se convierte en aversión a la lectura y la escritura. Sílabas: inversiones, reiteraciones y omisiones, sobretodo en sinfones e inversas. Letras en espejo. Mezcla mayúsculas y minúsculas. Agrupación y separación de palabras incorrectas. Torpeza y coordinación manual baja. Postura inadecuada de mano y papel. Números en espejo o con orientación inadecuada. Dificultad en las tablas de multiplicar. Inversiones de cifras en números de dos cifras y más frecuencia con 3 o más cifras. Aspecto desordenado en las operaciones: incorrecta alineación de cifras en las operaciones. Alternancia de días “buenos” y “malos” en el trabajo escolar. Retraso en el reconocimiento del esquema corporal. Torpeza motriz. Aptitud para la manipulación de objetos y juguetes. Confunde derecha e izquierda Falta de atención. Frustacción y posibles “problemas de conducta”. Dificultades gráficas y de orientación espacial. Dificultades de seriación. Más de 12 años Entre 9 y 12 años Problemas de comprensión del lenguaje oral e impreso. Dificultades para elaborar y estructurar correctamente las frases, para estructurar relatos y exponer conocimientos de forma autónoma. Dificultad en el uso adecuado de tiempos verbales. Pobreza de expresión oral. Tendencia a confundir las instrucciones verbales y los números de teléfono. Gran dificultad en el aprendizaje de lenguas extranjeras. Dificultad en percepción del lenguaje: seguir instrucciones … Escritura extraña (omisiones de letras, alteración del orden de estas). Dificultad en ordenar las frases. Torpeza motriz (agarrotamiento y cansancio) con dificultad en copiar de la pizarra y el cuaderno. Se puede dar fobia. Se puede hablar incluso de disortografía. Escritura descuidada, desordenada, inconsistencias gramaticales y errores ortográficos. Material Complementario: Documento 1: DITT (2002): Traumatismos del Lenguaje – La dislexia y el desarraigo cultural. Bélgica: DITT En general es desorganizado. Conducta: impulsividad, escasa atención e inmadurez. Desorientación espacio−temporal: en localizar y establecer las coordenadas geográficas y puntos cardinales. Conductas disruptivas o de inhibición progresiva Tema 1: Podemos hablar de dislexia. Bibliografía: -. Artigas, J (2000): Disfunción cognitiva en la dislexia. Rev. Neurol Clin. Nº 1, pp 115124. -. DITT (2002): Traumatismos del lenguaje. La dislexia y el desarrollo cultural. Bruxelas: Dislexia International Tools and Tecnologies. Documento on-line. -. Hynd, G. y Cohen, M. (1987): Dislexia. Teoría, examen y clasificación desde una perspectiva neuropsicológica. Buenos Aires: Panamericana. -. Jiménez González, J.E. y Artiles Hernández, C. (1991): Cómo prevenir y corregir las dificultades en el aprendizaje de la lectoescritura. Madrid: Sintesis. -. Ortiz González, M.R., Guzman Rosquete, R. y García Espinel, A.I.: Intervención psicopedagógica en la dislexia evolutiva”. Documento Online en http://psicologiaonline.com. -. Román Lapuente, F. y otros (2008): Actualización en dislexia del desarrollo. Guía para orientadores y profesores de Primaria. Murcia: Consejería de Educación.