COMUNICADO DE PRENSA EFECTUADO POR LA SECCIÓN SINDICAL DE CCOO 13-112013 CCOO denuncia que la EMT bordea la quiebra y se ve obligada a endeudarse para acabar el año, ante la falta de presupuesto El sindicato insta al Ayuntamiento de Valencia a firmar un ‘contrato-programa’ con la Generalitat y el Gobierno central para blindar económicamente a EMT, como ocurre en otras ciudades. Un año más continúan los problemas en la prestación del servicio, materiales y de personal, puesto que los trabajadores siguen perdiendo poder adquisitivo y derechos sociales. CCOO en EMT Valencia denuncia que la empresa se ha visto obligada a pedir un crédito extraordinario para acabar el año, a cuenta de los presupuestos de 2014. Ello demuestra que el presupuesto público que destina el Ayuntamiento de Valencia es totalmente insuficiente. Según CCOO, EMT bordea peligrosamente la quiebra técnica, puesto que debe pagar mucho dinero en intereses por la deuda acumulada. Dinero que, para CCOO, se podría dedicar a renovar la flota o a mantener en condiciones técnicas decentes los avejentados vehículos. Un año más se va a recortar y empeorar el servicio ofertado por EMT a los ciudadanos de Valencia. Y todo ello, a pesar del sacrificio que han tenido que hacer los trabajadores, con congelación salarial en 2011 y bajadas de salario de un 10% en 2012 y 2013, por no mencionar la pérdida de derechos sociales adquiridos a la largo de los años. Contrato-programa CCOO exige al Ayuntamiento que reclame a la Generalitat y al Gobierno Central el establecimiento de un contrato-programa, consensuado entre las partes, que dilucide el presente y futuro de EMT Valencia. Este contrato-programa permitiría establecer los objetivos a medio y largo plazo para la consecución del servicio público, así como establecer las distintas necesidades de financiación para su cumplimiento y los compromisos de aportaciones económicas de las partes. Ciudades como Madrid y Barcelona ya disponen de dicho contratoprograma. El sindicato denuncia que, mientras tanto, el Ayuntamiento malgasta dinero en campañas de marketing y planes de movilidad que no solucionan nada. Mientras tanto, no se actúa sobre los problemas de paso con los de lidian cada día los autobuses urbanos, lo que permitiría una mayor velocidad y regularidad. Ello derivaría en un aumento de la confianza del pasajero, lo que redundaría en un resultado económico positivo y una mejora medioambiental para Valencia.