Idea y curaduría: Emilio García Wehbi y Ricardo Ibarlucía “Zurich, 2 de febrero de 1916. El Cabaret Voltaire. Con esta denominación se ha constituido en Zurich una asociación de jóvenes artistas y escritores, cuyo fin es crear un centro de divertimento artístico. En principio, el Cabaret estará animado por artistas invitados permanentes que, durante las reuniones diarias, brindarán representaciones musicales y literarias. Los jóvenes artistas zuriqueses, de todas las tendencias, están invitados a unírsenos con sugerencias y propuestas”. De este modo, Hugo Ball, Emmy Jennings, Tristan Tzara, Hans Arp, Marcel Janco y Richard Huelsenbeck anunciaban en la prensa la apertura de un pequeño night-club artístico y literario en la planta de un edificio de la Spiegelgasse 1, una oscura calle de Zurich apenas alumbrada por faroles rojos. 400 kilómetros al noroeste de allí, en la localidad francesa de Verdún, estaba por iniciarse una de las batallas más largas y más sangrientas de la Primera Guerra Mundial. Desertores, objetores de conciencia, pacifistas, emigrados de diferentes países europeos, los jóvenes artistas del Cabaret Voltaire oponían a la matanza poemas sonoros, textos simultáneos en tres lenguas, performances futuristas, música bruitista, danzas cubistas con cascabeles, pinturas infantiles, disfraces, máscaras africanas y canciones rusas . De esas veladas que hoy llamaríamos “contraculturales” nació una palabra, DADÁ, que no significa nada, que es una estruendosa risotada, una formidable protesta contra la autocracia y el militarismo, contra la miseria de los nacionalismos, contra toda forma de segregación y de violencia, contra la moral burguesa, contra la ideología de la cultura, contra el confortable mundo del arte, contra la estupidez de la prensa, contra todo intento de embrutecimiento, de avasallamiento y represión del individuo. DADÁ no fue un movimiento ideológico, ni un movimiento político. Tampoco un movimiento artístico, una escuela, una corriente, una vanguardia entre otras. DADÁ fue sinónimo de rebelión. Llamó a romper con todas las convenciones, a hacer tabula rasa, a edificar desde cero. DADÁ se propuso saltar la brecha que separa el arte y la vida. Contra la belleza eterna, contra las leyes de la lógica, con la rigidez de los principios y las reglas, contra la momificación de los museos, DADÁ exaltó la libertad, la contradicción, el juego, el azar, el caos creativo, el sinsentido, el humor, la poesía como acción. La Bienal de Performance 2017, la Bienal Arte Joven Buenos Aires y el Centro Cultural Recoleta, a partir del proyecto Antihomenaje Dadá (101 años del Cabaret Voltaire) ideado por Emilio García Wehbi y Ricardo Ibarlucía, invitan a todos los artistas jóvenes (de edad, pero especialmente de espíritu) de hasta 34 años, 11 meses, 29 días, 23 horas, 59 minutos y 59 segundos a ser dadaístas con DADÁ, a recrearlo, reactualizarlo, reapropiarse de él frente a la domesticación cultural que lo ha convertido en un “ismo” más, un capítulo de la historia del arte, un conjunto de collages, panfletos y revistas lujosas, presentando proyectos que abarquen y o crucen distintas disciplinas artísticas – performance, música, danza, teatro, cine, literatura, artes visuales, diseño gráfico, diseño de indumentaria, artes culinarias– para ser presentados, durante la Bienal de Performance 2017 en el Centro Cultural Recoleta, entre el 25 y el 28 de Mayo. Un comité evaluador integrado por Emilio García Wehbi y Ricardo Ibarlucía seleccionarán hasta 20 proyectos, que recibirán un subsidio de $15000 para su realización en dicho contexto y que convivirán, en tiempo y espacio, junto a las demás propuestas, buscando de ese modo una relación dadaísta entre lo individual y lo colectivo a través de una puesta en espacio que realizará Emilio García Wehbi para la ocasión. Los proyectos deberán especificar sus características técnicas y artísticas, describiendo el espacio físico necesario para llevarlo a cabo, los recursos técnicos y la cantidad de participantes involucrados. El lunes 26 de septiembre a las 18.30 hs. Ricardo Ibarlucía y Emilio García Wehbi darán una charla orientativa en el Centro Cultural Recoleta para detallar especificaciones histórico-estéticas y referencias sobre la puesta con el fin de transmitir el espíritu de la relectura que se espera de DADÁ un siglo después de su nacimiento. Se recomienda presentarse a esta charla orientativa, en la que los curadores subrayarán, entre otras cosas, la necesidad de evitar el gesto museístico o la reconstrucción arqueológica para dirigirse a la actualización de DADÁ, a su reapropiación y puesta al día en el siglo XXI. Los proyectos seleccionados tendrán un seguimiento por parte de los curadores, que incluirá el asesoramiento de Ricardo Ibarlucía en lo que concierne a la historia de DADÁ y su significación artística. Se fomentará la puesta en relación entre los distintos proyectos de modo de lograr la comunión colectiva de una performance DADÁ. *Los collages pertenecen a Hannah Hoch