Diciembre 1951 ANALES DE MEDICINA Y CIRUGIA 39 11 4- 12 - 1 948 DIAGNóSTICO DE ALGUNAS CARDIOPATíAS CONGÉNITAS Dr. A. Balcells Gorina • • A a. referirse solamente a las cardiopatías congénitas más frecuentes y especialmente a aquéllas que permiten una supervivencia suficiente para poder registrarse en una casuística cardiológica de enfermos adultos. y prescindirá de los modernos métodos exploratorios, inasequibles al clínico general y aun al especialista aislado. Señala primero los rasgos de la semiología general. Sólo un grupo de cardiopatías ocasiona cianosis, que suele acompañarse de acropaquia e incluso> de poliglobulia. A menudo determinan un desarrollo físico defectuoso, a veces. con infantilismo o enanismo marcado. En algunos enfermos dominan los. sigl,1oS de hipotensión: palidez, síncopes, convulsiones. Es característico en la exploración la frecuencia de una riqueza auscultatoria en el foco pulmonar. V Radiológicamente la silueta puede tener varios tipos: a veces parece "mitralizada", pero el espacio retrocardíaco es libre; ot:ras veces recuerda más el "Cor pulmonale" y en otras cardiopatías se parece al corazón aórtico. Otros. rasgos radiológicos frecuentes son las dilataciones "aneurismáticas" de la pulmonar, la danza hiliar y la hipoplasia aórtica. La semiologia electrocardiográfica general está constituída por la posible' present'l.ci6n de alguno o varios de los siguientes hallazgos: onda P alta y puntiaguda, QRS isodifásico o polifásico, onda T invertida y aguda, eje eléctrico desviado hacia la izquierda (coartación de aorta, etc.) o hacia la derecha (co-municación interailricular, ductus arteriosus, dextrocardia, Fallot, etc.); rare-za de la arritmia completa, voltaje exagerado de los complejos y en conjunto,. a menudo, un ECG que llama la atención por raro, desacostumbrado. • Pasa a considerar algunas de las cardiopatías más frecuentes en el adulto~ La comunicación interauricular queda a menudo desapercibida, mucho más si está bicn coml{ensada. En la auscultación destaca la densidad del segundo. tono, que se acompaña a veces de soplos sistólico, diastólico o ambos. La si-lueta radiológica es típica: piriforme con gibosidad a nivel de la arteria pul-monar, hipoplasia aórtica y danza hiliar con dilatación de las ramas de la pul-monar. En el ECG ha registrado frecuentemente un bloqueo incipiente o franco del tipo Wilson, hecho que no ha visto consignado en la iiteratura. En la persistencia del conducto arterioso la banda de matidez (GERHARDT)\ para-esternal con a1,1scultación en este foco pulmonar de un soplo continuo arefuerzo sistólico (GIBSON) suele ser muy característico. Por otra parte, la amplia tensión diferencial, más acusada por caída de la mínima tras ésfuerzo, :39 2 ANALES DE MEDiCINA Y CIRUGIA Vol. XXX. - N.O 78 (prueba de BOHN) sirve para confirmar el diagnóstico. La imagen radiológica demuestra una ampliación del botón aórtico y sobre todo del arco de la pulmonar c:on desaparición de la "ventana" entre ambas arterias en O. A. 1. Y calcificación a veces del ductus; el hilio es también grande y pulsátil. Discute 1a oportunidad del tratamiento quirúrgico, afirmando que aunque teóricamente es el tratamiento ideal deben valorarse en cada caso las ventajas que suponga para la función cardiaca frente a los riesgos operatorios en sí; sin contar con ,que hay casos de obliteración espontánea del ductus, el "shunt" que representa no compromete a veces apreciablemente o sólo muy tardíafnente, la suficiencia .. funcional del corazón, como 10 prueba el mismo hecho de que se haya concebido un procedimiénto operatorio (BLALOCK-TAUSSIG) para remediar la cardiopatía ,de Fallot, basado precisamente en la producción artificial de una anastomosis entre el' sistema aÓi'tico y. el pulmonar. Además la intervención del ductus :supone una seguridad diagnóstica absoluta, pues si se trata de una cardiopatía múltiple, las consecuencias" podrían ser fatales. i La estenosis pulmonar raramente es pura, pues suele asociarse a una comunicación interventricular, persistencia del conducto' arterioso, etc. Se caracteriza clínicamente por tratarse de una cardiopatía cianótica con apagamiento ,del segundo tono pulmonar y soplo sistólico acompañado de estremecimiento en el mis:mo foco, que se transmite hacia arriba y hacia la espalda. El examen radiológico demuestra unos campos pulmonares hiperclaros, pero el arco de 1a pulmonar puede ser hipo o hiperplásico, según la situación de la estrechez. En uno de los casos que refiere, cuyo diagnóstico de estenosis pura es sólo de probabilidad, existe una arritmia completa, hallazgo muy poco frecuente. c¡ La coartación aórtica determina a la larga un corazón aórtico, 10 cual, junto con la auscultación de un soplo sistólico en la base, explica la confusión diagnóstica en el adulto. con una lesión valvular aórtica. Si se piensa en la estenosis ístmica, una serie de datos permiten su reconocimiento: la astenia y daudicación intermitente de las piernas, la hipertensión de brazos con hipoten:sión en miembros inferiores, la usura de los arcos costales, la circulación complementaria arterial en el dorso, etc. El ECG suele mostrar una marcada desviación izquierda del eje. , La enfermedad de Roger suele ser bien tolerada; es acianótica en los casos puros y puede reconocerse por la presencia de un soplo sistólico de máxima in. tensidad en mesocardio que tiende a irradiarse hacia el ángulo xifoideo. La cardiopatía de Fallot y sus variantes de la Corvisart (aorta descendente derecha) y el complejo Eisenmenger (dilatación 4e la pulmonar en lugar de estenosis) son de rara observación en el adulto. Corresponden al grupo cianótico Presentan un soplo sistólico intenso en mesocardio y foco pulmonar y en el caso del Fallot la silueta presenta una concavidad en el arco medio, que le confiere fotma de zueco. • Diciembre 11,51 ANALES VE MEDICINA Y CIRUCIA 393 La dextrocardia ofrece escaso interés clínico, excepto en el caso de que se acompaña de una cardiopatía adquirida como en el ejemplo que presenta, una observación personal de coexistencia de estenosis mitral y dextrocardia} documentada electrocardiográficamente. rr-I2- 1 948 • LA PRUEBA DEL AGUA - HIPOFISINA PARA LA EXPLORACIóN FUNCIONAL DE LOS RI~ONES Prof. Dr. M. Soriano y Dres. A. Carreras y E • J. Campisto! NTRE las múltiples funciones del riñón, para realizar la depuración de la sangre, descuella por su importancia clínic~ la prueba· de la eliminación acuosa y las de concentración y dilución de la orina. La exploración de estas funciones es relativamente sencilla y constituye un· dato fundamental para juzgar el tipo y aún el grado de la. disfunción renal existente el1 un enfermo. La prueba de la eliminación acuosa fué ya establecida por ALBARRÁN} con el nombre de prueba "de la poliuria experimental", con el fin de comparar la permeabilidad de ambos riñones, sacando de ella deducciones de gran valor en las nefropatias unilaterales. V AQUEZ y COTTET aplicaron el método de ALBARRÁN a las nefropatías bilaterales, observando que en sus resultados tenía gran importancia la existencia de factores o influencias extrarrenales. Poco tiempo después KORANYI y su escuela, observaron la gran importancia que tenía explotar independientemente la eliminación del agua y de las moléculas disueltas, sin tener en cuenta la naturaleza de éstas, para lo cual examinaban el punto crioscópico de la orina antes y después de administrar agua en abundancia. STRAUSS, sustituyó la determinación del punto crioscópico, por la del peso específico, siguiendo el cQnse j o de KIS. ALBARRÁN y DEBAINS, elaboraron unas tablas, hoy el;1 desuso, para relacionar la cantidad, con la densidad de la orina en las pruebas de concentración, considerando como exponente de insuficiencia renal, la falta de una densidad suficiente de la orina, en relación con la cantidad excretada. V OLHARD hace notar que la insuficiencia renal depende, no de una desproporción entre la cantidad de orina y las substancias. en ella disueltas (densidad), sino de la incapacidad del riñón para variar ampliamente la densidad de la orina, con el fin de lograr la rápida eliminación de agua o de substancias disueltas, en cada momento. De esta manera llega a establecer las normas que hoy día se consideran como clásicas para explorar las funciones renales: las pruebas del agua por un lado y la de concentración mediante la comida seca, por otro. . La prueba del agua se consideró de poco valor, porque, según la expresión de VAQUEZ y COTTET, ya mencionada, en esta prueba intervienen influen-