PARA INSTRUMENTAR LA EDUCACION INICIAL: DESARROLLAR APRENDIZAJES QUE RESPETEN LOS PRINCIPIOS DE LA PEDAGOGIA Dra. Gaby Fujimoto, Especialista Senior de Educación, Oficina de Educación y Cultura, Organización de los Estados Americanos (OEA). Julio de 2010. El cumplimiento e implementación de la tercera Meta 2021: Aumentar la oferta de educación inicial1 y potenciar su carácter educativo, es supremamente importante en la medida que existe una gran deuda con la infancia iberoamericana. Una razón poderosa es porque a nivel mundial se están dando cambios trascendentales respecto de la importancia crucial de los primeros años de vida del niño; y de los factores que condicionan o favorecen su educación y desarrollo. Aunque el informe de Educación para Todos 2007, sobre Atención y Educación de la Primera Infancia (AEPI) de la UNESCO, reporte que la mayoría de los países de América Latina y el Caribe, realizaron sustanciales inversiones y avances significativos de cobertura (62%) de niños de 3-5 años escolarizados en enseñanza preescolar, en la perspectiva de derechos del niño y la niña a una atención integral de calidad y respeto a la equidad, existen brechas profundas de exclusión que los gobiernos deben corregir en los contextos socio-económicos mas vulnerables de Iberoamérica; Poner en la Agenda política la tercera Meta 2021, para alcanzar el 100% de cobertura de la población de 3 a 5 años significa consolidar algunos compromisos políticos que se han aprobado en respaldo a la educación inicial; vienen desde la década de los 70’s con la celebración del “Año Internacional del niño” convocado a propuesta de UNICEF porque existía inequidad en las áreas rurales y marginadas. Por otro lado, la Convención sobre los Derechos del Niño que en 1989, aclara los derechos, las necesidades de los niños, y las acciones con las que se debe proteger; y en noviembre de 2005, su Comentario General No. 7, precisa con mas detalle técnico-político y pedagógico la Realización de los derechos del niño en la primera infancia subrayando que los niños desde cero a ocho años, son portadores de todos los derechos consagrados en la Convención. Llamó la atención a los Estados Partes para ofrecer programas que complementen la función de los padres y se organicen en cooperación activa de los padres, los profesionales y otros para desarrollar "la personalidad, las aptitudes y la capacidad mental y física del niño hasta el máximo de sus potencialidades." Por otra parte; la X Conferencia Iberoamericana de Educación, “La Educación Inicial en el Siglo XXI”, realizada en Panamá, el año 2000, los Jefes de Estado y de Gobierno ratifican el compromiso de los Ministros de Educación subrayando que La Educación Inicial como un derecho, forma las bases del aprendizaje, con intervención de la familia, en procesos de calidad y con miras a asegurar el desarrollo humano sostenible. Finalmente, el “Compromiso Hemisférico por la Educación de la Primera Infancia” aprobado en la Quinta Reunión de Ministros de Educación en el marco de la OEA, en Colombia, en noviembre de 2007, que conglomera los acuerdos mencionados anteriormente; los mismos que se ratifican en la Sexta Reunión de Ministros de Educación en el marco de la OEA, en agosto de 2009, en Ecuador. El compromiso de la Meta 2021 quiere “potenciar el carácter educativo de la educación inicial”, lo que hay que subrayar porque será responsabilidad del sistema educativo junto con las metas de la Conferencia Mundial de Educación para Todos; realizada en Jomtien, Tailandia en 1990, en la cual la visión ampliada de la educación básica señala que se inicia desde el nacimiento y es de carácter 1 Se ubica como el primer nivel del sistema educativo. En todos los países se reconoce su importancia, trascendencia, carácter preventivo, influencia en el desarrollo humano y empieza a considerarse como un derecho fundamental. Existe también información teórico-científica que la sustenta dándole consistencia como un nivel con identidad propia. Se la identifica con distintos nombres: educación inicial, preescolar, parvularia, infantil 1 permanente. La Declaración de Dakar (Abril 2000) sobre Educación para Todos: la ratificó y asumió el compromiso de “Expandir y mejorar el cuidado y educación de la primera infancia”. “Potenciar el carácter educativo de la educación inicial”, implica por tanto, considerar como factores positivos que faciliten los avances en esta dirección, los siguientes: • Promover el desarrollo integral del niño con estímulos y actividades permanentes, diversas, repetitivas y sistematizadas que comprendan la estimulación afectiva, emocional, sensorial, motriz, del lenguaje y social, así como condiciones básicas de nutrición y salud. • Fortalecer y rescatar la práctica pedagógica respetando sus principios (de lo simple a lo complejo; de lo concreto a lo abstracto…). • Aplicar pedagogías flexibles, con diversidad de estímulos exteriores, que ofrezca la oportunidad al niño y la niña de ordenar ideas sin frustraciones, que mediante el juego, con afecto y comunicación, busquen con curiosidad respuestas lógicas; • Fomentar el desarrollo de aprendizajes con situaciones que aumenten el poder del cerebro de los niños, que contengan momentos de concentración, repetición y variación para explicarse e interiorizar nuevos aprendizajes. Que tengan interacción continua con el mundo exterior, que estimule el sistema emocional y los sentimientos para aprender sintiendo felicidad • Fomentar el aprendizaje con vivencias, pensamientos, experiencias contextualizadas y pertinentes, respetando las posibilidades y limitaciones individuales del niño y la niña y las formas como se comunican, con actividades creativas, cooperativas, solidarias y comunicacionales que construyan sus competencias, capacidades, habilidades sociales, hábitos, conocimientos y formación democrática como ser humano. • Ofrecer servicios que se ajusten a las circunstancias, interés, edad e individualidad de los niños con personal debidamente calificado, con programas que complementen la función de los padres para desarrollar su personalidad, aptitudes, capacidad mental y física hasta el máximo de sus potencialidades, como dice el Comentario General No. 7 de la CDN. • Recurrir a modalidades de atención que se ajusten a circunstancias locales y a prácticas cambiantes, respetando los valores tradicionales y la diversidad con servicios adecuados y efectivos; programas no escolarizados flexibles basados en el hogar y la comunidad, que habilite y eduque a los padres; programas de base comunitaria, con marcos legislativos para la provisión de servicios de calidad, suficientemente dotados de recursos, con estrategias sistemáticas para reducir la pobreza y combatir sus efectos negativos en los niños. • Capacitar a los padres, particularmente a la madre, para desempeñarse como "mediadores pedagógicos" en beneficio de sus hijos y para aumentar el clima educacional de la familia. Los nuevos escenarios socio-culturales del siglo XXI están esperando que los gobiernos cumplan con: cerrar la brecha entre las políticas y la realidad, por ahora subsisten desafíos que obstaculizan el progreso en el cumplimiento de la tercera Meta 2021, a los que habría que darles atención inmediata. Entre ellos: instrumentalizar la educación inicial de calidad sin convertirla en preprimaria; formar, capacitar en servicio y especializar profesionales, técnicos, agentes educativos y padres-madres de familia; mayor pertinencia de las políticas relacionándolas con los aportes de las neurociencias e investigación; incorporación de nuevas tecnologías en red y actualización de los currículos de formación de agentes profesionales acordes con las exigencias de los nuevos escenarios neurocientíficos, tecnológicos, socio-económicos y culturales del siglo XXI; ofrecer atención integral a la primera infancia desde la gestación de las madres en estrecha coordinación con los sectores salud, bienestar y otros; y de ser posible con programas que se consoliden a nivel municipal. 2