El Romanticismo 4º ESO El Romanticismo. El Romanticismo no es una simple corriente literaria, sino un amplio movimiento que abarcó los más diversos sectores de la cultura y de la vida europeas. En realidad es el producto de una profunda crisis de base social y política, cuyas manifestaciones abarcan desde lo ideológico a lo estético. Desde un punto de vista social y político, El Romanticismo es una protesta contra el mundo burgués. El sentido de esta protesta será de signos muy diversos y aun contradictorios pero su fuente es común: una profunda insatisfacción ante los valores impuestos por el triunfo de la burguesía. Y esto es así, tanto por parte de quienes habían puesto en ese triunfo sus ilusiones, como por parte de quienes lo temieron y lo rechazan. Con tales bases la crisis del Romanticismo es, ante todo, vital. El romántico se no aparece como un hombre disconforme, en medio de un mundo con graves problemas políticos, sociales y metafísicos. Perdido y angustiado en una sociedad que no le satisface, le opone una orgullosa negativa, que se extiende tanto a sus fundamentos ideológicos como a su arte. En lo ideológico, en efecto, el Romanticismo supone la crisis del racionalismo. Desde fines del siglo XVIII se pierde la fe en la Razón para explicar y ordenar el mundo, y dirigir la política, la moral, las artes. Se pasará a afirmar el poder creador del espíritu y a reclamar los derechos de la imaginación, del sentimiento, de la pasión. En lo estético se rechazan las formas neoclásicas cuyos cánones estéticos no permitían la imaginación ni la libertad creativa del espíritu. Deja de interesar el equilibrio, el orden, la perfección de las formas y se buscará el dinamismo, la intensidad expresiva, lo irracional, lo misterioso. Por encima de todo, el “yo” del creador reclama una total libertad para volcarse en su creación. Los grandes temas del Romanticismo. 1º.- El sentimiento de no plenitud. El rasgo central del hombre romántico podría ser la angustia ante lo incompleto de la existencia humana. La vida parece un problema insoluble: su fugacidad, su inconsistencia son sus rasgos constitutivos. De ahí el significado de un tema tan frecuente como el de las ruinas, símbolo de la caducidad. De ahí también la obsesión por la muerte, coronamiento de la angustia vital del romántico. Naturalmente, estos temas tendrán una proyección distinta según el talante religioso del poeta, y abarcarán desde la desesperación del ateo hasta el misticismo del creyente. 2º.- El desacuerdo con el mundo. Está como se ha visto anteriormente en la base del Romanticismo. El romántico es un eterno descontento: sus ideales (ansias de libertad, de infinito) no encuentran cauce en la realidad cotidiana. Las grandes ilusiones abocan en el desengaño. Varias actitudes surgen de ese desacuerdo con el mundo: en unos casos la rebeldía política; en otros, la evasión, ya sea en el tiempo (retorno al pasado, evocación de la Edad Media etc) ya sea en el espacio (gusto por las lejanas tierras exóticas). Una forma de evasión sería el suicidio, solución frecuente en la literatura y en la vida, pero también cabrá el retiro ascético del mundo. 3º.- La exaltación del “yo”. Es otra cara del conflicto entre el individuo y la sociedad: el artista se siente superior al mundo que le rodea (es el “genio”) y se aísla orgullosamente. De ahí el sentimiento de soledad, con la que el romántico se complace unas veces y sufre otras. Esa exaltación del “yo” supone un individualismo o un subjetivismo que son rasgos esenciales de la época. Ello implica la importancia que la 1 El Romanticismo 4º ESO intimidad del poeta adquiere en su temática. Con esto se relaciona el desbordamiento de sentimientos y pasiones. 4º.- La libertad. Su exaltación es una prolongación del individualismo. Al igual que el político rechaza las barreras económicas y sociales, el romántico salta por encima de las normas de comportamiento, y el artista rechaza la tiranía de las reglas. Como reverso de estas ansias de libertad, encontramos la obsesión por el destino, que refleja el frecuente sentimiento de frustración de aquel anhelo. 5º.- La naturaleza. Se ha dicho que los románticos descubrieron el paisaje. Cobra una especial importancia y adquiere un papel que antes no tuvo: se adapta a los estados de ánimo del poeta o del personaje, mostrándose melancólica, tétrica o turbulenta, según los casos. A la angustia y la obsesión por la muerte responde el gusto por la noche o los paisajes sepulcrales. La soledad del romántico encuentra marco adecuado en yermos desolados, paisajes recónditos o jardines abandonados. En fin, resulta explicable la preferencia por una naturaleza “en libertad”: bosques intrincados, ásperas sierras, etc. 6º.- La Historia, el Pueblo. El interés por la Historia y el desarrollo del Nacionalismo son otras grandes preocupaciones de la época. Se cultivará la novela histórica, los romances o las leyendas sobre viejos tiempos. Se interesan por lo popular, tradiciones, costumbres, cantares etc. Temas y formas en la poesía romántica. La exaltación del “yo”, el intimismo y el desbordamiento afectivo encuentran su máxima realización en el lirismo. Los poetas románticos dan salida a su frenesí vitalista y a sus frustraciones, cantan sus esperanzas y desengaños amorosos, proclaman su dolor de vivir y exhiben su melancolía o su hastío. Las descripciones son abundantes y los sentimientos encuentran marco adecuado en la noche, los lugares apartados, los cementerios, el mar embravecido, la tormenta etc. También adquiere especial desarrollo la poesía narrativa, frecuentemente inspirada en temas históricos, legendarios o exóticos (sobre todo orientales). Con todo no puede trazarse una frontera precisa entre lo narrativo y lo lírico porque el lirismo lo impregna todo. En lo formal, se advierte el desprecio por la creación meditada, pulida. Al contrario, se endiosa la “inspiración”, la espontaneidad. Con ello se consiguen tonos sinceros, auténticos; pero, como contrapartida, la falta de contención hace inevitables las impurezas: trivialidades, expresiones de relleno, excesos retóricos que hoy nos parecen rozar en lo ridículo. En la versificación, los románticos realizaron una notabilísima ampliación de formas. Sus ideales de libertad, una vez más, explican que no se contentaran con los moldes métricos más utilizados: rehabilitaron formas casi olvidadas (como el romance) y, sobre todo, crearon muchas otras. Acudieron a nuevos ritmos acentuales e inventaron nuevas combinaciones de versos. Con un gran sentido musical, lograron variadísimos efectos. La métrica romántica es un claro antecedente de la modernista. 2