PABLO NERUDA Pablo Neruda nació en Parral, al sur de Santiago de Chile, el 12 de julio de 1904, Neptalí Ricardo Basoalte, que, años después escogería de dos artistas contemporáneos el nombre y el apellido con el que es conocido. Su infancia transcurrió en Temuco, lugar que supuso un aprendizaje de soledad y naturaleza. Estudió en el Liceo de hombres, hasta 1920. Pablo Neruda es un poeta que ha reflexionado ampliamente sobre su poesía y sobre su biografía, hasta el punto de resultar imprescindibles su textos en prosa para adentrarnos en su mundo poético y conocerla mejor explicación de su génesis poética – en su póstuma autobiografía Confieso que he vivido o en su ampliación Para nacer he nacido. Escribió sus primeros poemas desde los catorce años, difundiéndolos en revistas de Santiago o estudiantiles. La Naturaleza los impregna: los pájaros, los insectos, las peleas con bellotas, un río ancho, riberas montañosas, el mar al fondo. Están escritos en clave de soledad, tristeza, amargura, dolor, desesperación, etc. Entre 1920 y 1923 se genera Crepusculario, con claras resonancia modernistas y decadentistas, que coincide con su traslado a Santiago para seguir estudios de francés en el Instituto Pedagógico. Es una obra llena de sensaciones que quieren dar cuenta del propio vivir. También aparecen poemas en que el adolescente plantea, por primera vez, su aproximación solidaria a los hombres; este momento coincide con su vinculación a círculos juveniles anarquistas en la Universidad de Santiago. En 1923, escribe El hondero entusiasta, partiendo de su experiencia vital: el poeta está enamorado y la noche y la naturaleza fluyen en sus versos. En 1925, publica la obra que cierra este conjunto de incitaciones poéticas que conforman la prehistoria nerudiana: Tentativas de hombre finito. La obra es un conjunto de fragmentos mediante los que el poeta nos entrega una parcela de su mundo de la infancia, de su naturaleza, junto a la conciencia de su enfrentamiento con el espacio y el tiempo. Esta prehistoria literaria se realiza al tiempo que la escritura del amor juvenil, intensificada en el momento esencial de su estancia en Santiago. En 1924, publica Veinte poemas de amor y una canción desesperada, libro con sensibilidad adolescente, posromántico y de gran calado en los lectores de su tiempo y del actual. La biografía consular del poeta, a partir de 1927, le lleva a Java, Singapur, Barcelona, Madrid, Buenos Aires. Son años de viajes, naturaleza, amores y definición de un mundo profundamente original, que hace entrar al poeta en un mundo diferente. En 1933, aparece Residencia en la tierra y hacia 1935 una segunda obra completada con poemas desde 1925 hasta 1935. Al final de la experiencia española catalizará la poesía de Neruda en el ámbito de la Historia, generando la Tercera residencia. En las dos primeras el poeta es testigo de la tierra, en la perspectiva de autorrepresentación, siendo fundamental la conciencia de la materia, descubierta como en una sorpresa, que determina ese mundo de destrucción y descomposición de la realidad que la crítica aisló hace mucho tiempo en esta obra. En este mismo año, conoce a Federico García Lorca. La escritura de Tercera residencia comienza en 1934. Del ámbito de la angustia ante un mundo que se destruía, el poeta va a trasladarse a una comprensión de la historia, como unión de los hombres, como transformación de la sociedad, que genera una nueva creación, entendida por la crítica como conversión de su descubrimiento de la realidad española y su vivencia de la guerra, a cuya plasmación poética dedica España en el corazón, el cuarto apartado del libro. En 1943, visita Perú, reencontrándose de pronto y reconociéndose entre los antiguos habitantes de la ciudad, sintiéndose, a partir de aquí, chileno, peruano, americano, capaz de asumir una nueva profesión de fe en su poesía. La publicación del Canto general en Méjico, en 1950, pilla a Neruda en el exilio. La dialéctica entre la angustia como condición del ser, el amor como salvación entre fracasos y la historia como totalidad a transformar, la dialéctica por tanto entre la angustia, el amor y la historia , ha generado hasta aquí una poética coherente con la literatura del siglo XX. La escritura de la última parte del Canto general coincide con la persecución y el exilio de 1949, cuando el poeta inicia una serie de viajes (Unión Soviética, India, Méjico, etc.), motivados por su pertenencia al Consejo Mundial de la Paz. En 1951, el poeta recorre Italia en medio del reconocimiento clamoroso del mundo intelectual que se enfrenta además a la decisión del gobierno de expulsar a Neruda por sus actividades. Una batalla campal restituye a Neruda el permiso de residencia. Una invitación a Capri (Italia) se convierte en varios meses de estancia en la isla, en 1952, donde surgirán dos libros: Las uvas y el viento, de 1954, que supone un reencuentro personal y político con Europa, a través de la nueva conciencia militante del poeta y Los versos del capitán, publicado en Nápoles en 1952, un regreso a la poesía amorosa en la que la experiencia del amor, Matilde Urrutia, polariza otra tonalidad de creación hasta el punto de hacer de este libro otro ejemplo máximo de la poética nerudiana. En 1952, comienza a escribir Odas elementales, que se continuará con Nuevas odas elementales, en 1956, Tercer libro de odas, 1957 y Navegaciones y regresos, en 1959. Con todos forma un conjunto poético amplio y coherente con la actitud de cantar la materia elemental, que son personas, oficios, objetos, vegetaciones, animales y alimentos, flores, pájaros, árboles; se desnudan y se amplifican, acortándose el verso, haciéndose más sencillo y natural el lenguaje. Gira hacia un reflexión poética que le lleva a la esfera de la intimidad, en 1957 y el resultado es Estravagario, época de gran actividad política en las elecciones chilenas que encontrará su textualización máxima en producciones como Memorial de Isla Negra (1994) o La barcarola (1969). En 1969 es designado por el Partido comunista candidato a la presidencia de la República. Construye el partido Unidad Popular, con el apoyo del Partido socialista, en apoyo al candidato Salvador Allende. El golpe fascista de septiembre de 1973, acaba con la democracia en Chile y con las esperanzas de Neruda, que cierra sus memorias con un homenaje a Salvador Allende, muerto en la defensa del orden constitucional. Doce días después de su asesinato, el poeta, enfermo de cáncer, muere en el hospital de Santiago de Chile. En 1971 recibió el Premio Nobel de Literatura.