Fiesta de la Presentación del Señor MONICIONES 1. Monición de entrada Hermanos y amigos, sed bienvenidos a ala Eucaristía de esta Fiesta del Señora, conocida y celebrada con diversos nombres: La presentación del Señor, la purificación de María, la fiesta de la luz, la fiesta de las Candelas o Candelaria, es decir, fiesta de la luz. Tal como mandaba la Ley, María y José acuden con el Niño al templo de Jerusalén para cumplir un doble precepto: presentación del primogénito varón al Señor, para su rescate, y purificación de la madre a los cuarenta días del parto. En unión con el Niño, con la Virgen y con san José participemos intensamente en esta Santa Misa. 2. Acto penitencial Tú, el Mesías anunciado y esperado: Señor, ten piedad. Tú, Sumo Sacerdote que intercedes por nosotros: Cristo, ten piedad. Tú, descubierto por el anciano Simeón como el Mesías prometido: Señor, ten piedad. 3. Monición a las lecturas Las lecturas de esta fiesta se centran en el Masías salvador, anunciado por el profeta Malaquías en la primera lectura, y que la segunda lo presenta como el Sumo Sacerdote compasivo y fidedigno en lo que toca a Dios. Ese Mesías y Sumo sacerdote no es otro que el niño que presentan en el templo los dos jóvenes esposos, de los que habla el evangelio proclamado. Escuchemos bien las lecturas que, por ser Palabra de Dios es Dios mismo quien nos habla. 4. Oraciones de los fieles 1. Por la Santa Iglesia de Dios: para que, por la vida de sus fieles y el ministerio de sus sacerdotes, haga brillar ante los hombres la luz de Cristo, Salvador de las naciones. Roguemos al Señor. 2. Por nuestros gobernantes: para que su labor sea siempre de servicio, de justicia y de paz. Roguemos al Señor. 3. Por las madres de familia: para que reciban en sus hogares el honor, la ayuda y la gratitud que merecen sus afanes de cada día por el bienestar su familia. Roguemos al Señor. 4. Por los enfermos y todos los que sufren: para que perseveren en la llamada de atención a la responsabilidad de todos. Roguemos al Señor. 5. Por nosotros mismos, los aquí reunidos, y por todos los miembros de nuestra parroquia: para que la manifestación del Señor en la carne sea causa de edificación y vida, y no ocasión de caída y escándalo. Roguemos al Señor. 5. Presentación de las ofrendas La Virgen y San José llevaron al templo unas ofrendas para rescatar al Niño. Nosotros presentamos ahora el pan y el vino, ofrendas que se convertirán en el Cuerpo y la Sangre del Señor, del Niño presentado en el templo. 6. Oración después de la comunión Te bendecimos, Dios Padre, Dios de la luz y del fuego, porque hoy tu Hijo, Cristo Jesús, es presentado en el templo en ofrenda a ti; y por el Espíritu es proclamado ante el mundo como gloria de tu pueblo y luz para iluminar a las naciones. ¡Gloria a ti, Señor! Por manos de María, se ofrece Jesús para cumplir tu voluntad como víctima agradable de expiación. Por eso va a ser piedra de tropiezo, una bandera discutida, va a tener que pasar por la pasión y muerte en la cruz Purifícanos, Señor, con el fuego de tu Espíritu, para que, renovados por tu gracia y fieles a los compromisos bautismales, optemos siempre por Cristo y gastemos nuestra vida anunciando el Evangelio en nuestro mundo moderno. Amén.