TEMAS FUNDAMENTALES DE LA NIÑEZ Y ADOLESCENCIA EN LA JUSTICIA PENAL JUVENIL En otros términos, si es obligado examinar cualquier norma infra-constitucional conforme al test de inconstitucionalidad primero, y luego en lo relativo al de convencionalidad, o viceversa. Como acertadamente ha establecido la Sala, en materia de derechos fundamentales, la Constitución y el Derecho Internacional de los Derechos Humanos comparten un mismo sustrato ideológico-valorativo de carácter eminentemente personalista, y cuyas directrices esenciales son la libertad, igualdad y dignidad humana. Por ende, no existe entre ambas materias jurídicas ninguna diferencia esencial, más que las particularidades derivadas de su jerarquía dentro del sistema normativo de fuentes y de su positivización dentro del derecho interno. De ahí que al estar integradas mediante el art. 144 Cn. las convenciones internacionales de derechos humanos y mediante el art. 83 Cn. las declaraciones y otros instrumentos normativos –el denominado soft law–, conviene hablar de un único control o juicio de constitucionalidad por parte del aplicador del Derecho, conforme a la facultad de inaplicar leyes contemplada en el art. 185 del estatuto fundamental. De esta forma, el DIDH tanto en lo relativo a sus normas como en los expuesto en la doctrina jurisprudencial de órganos como la Corte Interamericana de Derechos Humanos, deben tenerse en cuenta de forma obligada en el examen de constitucionalidad que tienen que efectuar los jueces y juezas salvadoreñas. Por ende, es viable hablar de un control de constitucionalidad complejo o integrado –si se quiere puede denominarse gráÀcamente recargado– donde el juez puede optar como parámetro de control sobre la norma secundaria, aquella disposición, sea de la Constitución o del DIDH, que de mejor forma resguarde los derechos fundamentales de la persona21. De ahí la posibilidad de efectuar heterointegraciones interpretativas o interpretaciones dinámicas o expansivas, sea una nueva tarea que se encomiende a la jurisdicción nacional en su tarea de resolver casos22. 21 Así ha sido sostenido claramente por URQUILLA BONILLA: “…En tal sentido se observa que el derecho internacional de los derechos humanos tiene un carácter abierto: instrumentalmente se abre hacia el mismo derecho internacional, sin consideración de jerarquía entre sus propias fuentes, y contemporáneamente se abre hacia el derecho interno, igualmente sin consideración de jerarquías inter normativas. Lo único que pretende es la máxima protección de los derechos humanos. Si existe una ley interna de mayor protección que la que ofrece un tratado de derechos humanos, debe aplicarse la ley interna. Si existe un tratado de derechos humanos que ofrece mayor protección que la ley interna, debe aplicarse el tratado; y entre dos fuentes de derecho internacional de derechos humanos con diferentes alcances en la protección de los derechos humanos, o dos fuentes de derecho interno en la misma condición, debe preferirse la que ofrezca mayor protección”. Al respecto, véase su trabajo: El Derecho Internacional y el Derecho Interno en el ámbito de los Derechos Humanos. En: A.A.V.V., I Certamen Literario sobre Derecho Constitucional, Penal y Social, Comisión Coordinadora del Sector de Justicia, San Salvador, 2006, Pág. 116. 22 Es clave en lo referente a una interpretación progresiva de la Constitución, lo expuesto en la Sentencia de inconstitucionalidad 10/95 –de 31/I/2001–. “[d]esde la Sentencia de 19-VII-1996, dictada en el proceso de Inc. 1-92, esta Sala ha venido insistiendo que las diversas modalidades 20