(63) de Setiembre maduran mas presto, porque la tierra entonces está mas callente, y madura mas presto que en el invierno que está fria. Quieren cuando chiquitos estiércol bien podrido , ó ceniza en las tierras frias; y los que en el invierno se trasponen, y porque ellos ocupan mucho tiempo la tierra, pueden poner los entreliños, q u e son como eras, melones, cebollas, berzas, rábanos y otras hortalizas que se arrincan antes que ellos crescan mucho. L o s que dejan para simiente, quítenles siempre todos los hijuelos porque crescan bien y crien la simiente bien medrada, y cuando vienen los grandes calores cubran la copa del alcarehofa con algunas hojas, q u e el sol quema la simiente; mas esto es mas necesario en las tierras mas callentes que aquí en T a l a v e r a , y en las m u y lluviosas las cubren con a l g o , que no entre el agua en aquella copa, que pudre la simiente; y después de haber cogido la flor dellos, que es m u y buena para cuajar la leche, q u e esté bien seca la simiente, quebranten las alcarehofas encima de una sábana, y allí la limpien como pan, y guárdenla en lugar enjuto. L o s cardos para simiente sean de pencas gordas , anchas y tiernas. Quieren bien regarse, ó estar en lugar húmido, y ese mismo dia que los sembraren los han de regar. A esta hortaliza dañan y destruyen mucho los topos y ratones , porque andan so tierra, y comen las raices y tronco, y luego perescen: para ellos es bueno regar mucho la tierra, que se harte bien de a g u a , porque el agua los a h o g u e , y tener gatos en la huerta entre el cardo, y aun gozques, q u e caven las topineras ó comadrejas mansas; mas lo mejor es el agua, ó mirar donde los topos c a v a n , y cavar un poco tras ellos u n buen h o y o , y junto con la boca del agujero pongan un arcaduce ó cántaro enhiesto, puesta la boca del cántaro ó arcaduce junto á la topinera, ó un poquito mas bajo, y por encima de la boca y agiijero unos palos y hojas que lo cubran, como esté escuro y h u e c o , para que por bajo, que vienen reculando por el agujero caigan en el arcaduce, y requiéranle cada mañana; y desta manera en pocos dias no quedará ning u n o , y ponerle á la beca unos espartos envueltos en masa y rejalgar, y luego lo roen y mueren; mas guarden no lo tope perro ni g a t o , que lo comerían y morirían. D i c e Paladio que también h u y e n mucho si les hinchen la boca de las to-