ANALES DE MEDICINA Y CIRUGIA Vol. XXVII ]\'.0 55 total y la vagotomía desde el punto de vista de la prevención de las recidivas de la úlcera y de las indicaciones ,para la intervención quirúrgica. En el hombre, la vagotomía cOlntrarresta los efectos nocivos ,de la tensión, que provoca excesiva acid,ez y motilidad gástricas. Por otro lado, la vagotomía falla, por lo menos en parte, en lo que se refiere a la protección contra las influencias ho'rmonales estimulantes de la secreción gástrica, tales 'como histamina, caf,eína, alcohol y nicotina. De estas consideraciollles parece deducirse que la vagotomía puede esperarse que proporcione una protección menos completa que la gastrectomía subtotal y que el grado de protección depende de la causa de la hipersecreción en un individuo determinado. La mortalidad quirúrgica en la experiencia de los principales ciruja'noses tan baja, que pude considerarse como insignificante. Incluso después de una operación eficaz, debe encarecerse al paciente la necesidad de que observe un régimen médic0' profiláctico, más después de la vagotomía que después de la resección gástrica sub total. • FACTORES QUE CONTRIBUYE1\" A LA BAJA MORTALIDAD DE LA APENDICECTOMÍA POI{ APENDICITIS AGUDA Dr. A. B. McGRAw Henry Ford Hospital, Dctroit, Mich. que el hecho de que en 1945 hubiera en los Estados Uni,dos G.697 fallecimientos causados por apendicitis indica que se requieren aún 'esfuerzos para mejorar los métodos de tratamiento de esta enfermedad. Ha revisado el autor las historias de su clínica dura1nte el período de diez años, comprendido entre 1938 y 1947, inclusive, con el propósito de deducir las ¡enseñanzas que puedan aplicarse para mantener encero o poco más la mortalidad entre los pacientes tratados por esta enfermedad. Duralllte el período en cuestión {u,eron operados por apendicitis aguda 1.411 pacientes en 'el Henry Ford Hospital, de Detroit. En 1.365 pacientes (97 por 100) la operación fué apendicectomía. En 46 (3 por 100) ,consistió en simple drenaje de un absceso apendicular sin apendicectomía. Una cuarta parte de los apéndices extirpados presentaban gangrena; en el 28 por 100 de los apéndices gangrena,dos se encolntró perforación. La mortalidad hospitalaria general de toda la serie fué de 0,64 por 100 (nueve fallecimientos). Entre los 46 pacientes que tenían abscesos tratados por drenaje hubo dos casos de muerte, lo que representa una mortalidad en diez años ,de 4,4 por 100. Entre los 1.365 pacient,es que sufrieron apendectomía hubo 7 casos de muerte, una mortalidad en diez años de 0,5 'por 100. Los nueve fallecimientos se produjeron entre los 824 pacientes (1,1 por 100) operados durante el primer quinquenio, mientras que durante los últimos cinco ~~ños la mortalidad fué nula. Sobre la base de un cuidadoso a1nálisis de sus casos llega el autor a la c0'nclusión de que, a pesar de la indiscutible ayuda que han prestado las sulfona- C ONSIDERA MOGRAW Archives 01 Surgery, sS: 171-181, febrero de 1949. -lit Enero 1950 ANALES DE MEDICINA Y CIRUCIA midas y los antibióticos, los factores primordiales en la supresión de la mortalidad en la apendicitis aguda son: 1. La rapidez con que se reconocen los síntomas y signos de la enfermedad. 2. La prontitud con que es sometido el paciente a la operación después del diagnóstico. 3. El uso constante de una técnica operatoria de fundamento racional y aplicable sin riesgo, tanto para el caso difícil como para el no complicado . • EL EMPLEO DE LA HIALURONIDASA CON AGENTES ANESTÉSICOS LOCALES EN EL BLOQUEO NERVIOSO Y LA ANESTESIA POR INFILTRACIÓN. Dres. J. E. ECKENHOFF y J. P. LOOBY, University of Pennsylvania Y sus colabo,radores, el uso de la anestesia regional ha estado limitado a causa de la dificultad para depositar soluciones anestésicas con precisión y uniformidad a lo largo de los troncos nerviosos. La hia, lumnidasa, la ,enzima mucolítica que actúa sobre el polisacárido ácido hiarurónico, está generalmente admitidO' 'en la actualidad que es un factor de diseminación, y se ha sugerido su empleo con los anestésicos locales. Los autores describen ensayos experimentales y clínicos rderentes al empleo de hialuronidasa con agentes anestésicos lo.cales. So.bre la base de estosestudio.s llegan lo.s auto.res a la conclusión de que la adición de hialuronidasa a los anestésicos locales inyectados por vía subcutánea aumenta la zona de piel anestesiada, pero disminuye la duración de la anestesia, al parecer como co.nsecuencia de una abso.rción acelerada. Cuando se añadió adrenalina a los agentes anestésicos locales, la duración de la anestesia fué aproximadamente la misma con y sin hialuronidasa. En la mayoría de los casos, la adrenalina aumentó el efecto. difuso.r de la hialuro· nidasa, pro.bablemente por retrasar la abso.rción. Se presentan datos que sugieren que la hialuronidasa puede resultar útil en la producción de anestesia regional y por infiltración en pacientes quirúrgicos y o.do.ntológicos. S EGÚN KIRBY Sw'gen)', 25 101-104, enero de 1949 . • 6