Formación de las Plántulas Eucalipto y Pino La siembra debe ser

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Formación de las Plántulas
Eucalipto y Pino
La siembra debe ser realizada de manera directa, distribuyéndose de 2 a 4 semillas por
envase o recipiente. Las semillas deben ser colocadas en una profundidad correspondiente a
un poco más que su diámetro. Después de la siembra, cubrir con una pequeña camada de
tierra fina o material orgánico (cáscara de arroz o aserrín).
El cantero debe ser cubierto con sombrita hasta el final de la fase de germinación. La
supresión de las plantitas debe ser realizada cuando esta pequeña (3 cm), dejando solamente
la más vigorosa en el recipiente. En esta fase puede ser realizada un repique para
aprovechamiento de las plantitas que pueden ser transplantadas para otros recipientes en los
cuales no ha ocurrido germinación.
Las plantitas pueden presentar gran diferencia de desarrollo, siendo importante la
movilización, apartándolas por tamaño de modo a efectuar nuevos abonos en las plantitas
menores. Después que las plántulas ya estuvieren formadas, por lo tanto, listas para el
plantío en el campo, se recomienda antes de la expedición, de las mismas, realizar la
adaptación para amenizar el estrés del terreno. En la fase de adaptación, la cual dura de 15 a
30 días, son reducidos los riegos y suspendidos los abonos de cobertura. En el inicio de esta
fase, se sugiere la realización de un abono con K (potasio) para auxiliar la adaptación de las
plántulas en las condiciones adversas en el campo.
a)
Control de Fitosanidad
En todas las etapas de formación de plántulas, pueden ocurrir diversas enfermedades, las
cuales aumentan la mortalidad de plántulas. Es importante procurar identificar el agente
causal para decidir por el tipo de control más adecuado.
El aparecimiento de enfermedades, muchas veces está ligado al manejo inadecuado del
régimen hídrico del vivero, asociado a la ocupación excesiva de plántulas por unidad de
área; y al exceso de sombra en la fase de germinación. Medidas como la disminución de la
cantidad de agua aplicada en cada riego, disminución de la sombra y mayor distanciamiento
entre las plántulas, aumentan la aeración, disminuyendo el exceso de humedad en el micro
ambiente y desfavoreciendo la propagación de los agentes patogénicos, especialmente los
hongos.
b)
Expedición de las Plántulas al Campo
La logística de expedición de las plántulas para el campo, es definida en función del tipo de
recipiente utilizado en el vivero. Las bolsas plásticas y laminados de pino pueden ser
acondicionados en cajas plásticas o de madera de tamaño estándar, para facilitar el control
del número de plántulas expedidas. La expedición de plántulas producidas en tubotes,
requiere la adopción de una logística que permita su recuperación después del plantío y su
devolución en el vivero; o aún la expedición de las mismas sin los recipientes, el que
implica en cuidados para evitar que las raíces queden sin agua. Es recomendable un riego
final de las plántulas antes de expedición; y en el caso de largos trechos, repetir la
operación para mantener la humedad del substrato. Al llegar al destino las plántulas deben
ser descargadas, regadas y puestas a la sombra, mientras esperan el plantío definitivo.
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