8 4 S O C I E D A D ARAGONESA q u i e r d o , en la que se ven varias figuras de h o m b r e s , coriendo de un m o d o , que más que correr parecen q u e vuelan, en los cuales se aprecia su i n d u m e n t a r i a y útiles de caza y la inmediata al ciervo g r a n d e , en la que un cazador disfrazado con cabeza de a n i m a l intenta sorprender una cierva, ardid que por indicios créese que empleaban los paleolíticos. La nota de más relieve de esta localidad (aparte de la que tanto realce le da, la existencia de tantas y tantas figuras h u m a n a s que por lo regular escasean o faltan en los m o n u m e n t o s paleolíticos) consiste en la perfección con que están pintadas todas las figuras de animales, llenas de vida y con un movimiento q u e raya en lo inimitable. E n t r e ellas sobresalen las imágenes del jabalí y de la cabra q u e está saltando en la parte central baja de la composición; la del ciervo siluetado junto a la c a rrera de h o m b r e s y las dos incompletas cabras y u n ciervo del final de la derecha.en los q u e al realismo m á s acabado únese la elegancia s u m a de sus actitudes. No nos sorprende a d m i r a r tales perfecciones en las pinturas de nuestra cueva; semejantes b u e n a s cualidades, a u n q u e no en el m i s m o grado a excepción de las del Barranco de Calapatá, que han a l c a n zado su grado m á x i m o , se aprecian en todo el arte rupestre del Oriente de E s p a ñ a . Generalmente, en las estaciones prehistóricas que se describen con este arte, como verá el lector en el transcurso de este c a pítulo, m u c h a s de las figuras de animales carecen de aquella vida q u e les i m p r i m e n las actitudes m u y movidas, en u n a palabra, fueron representadas en posición más tranquila y casi de reposo, lo cual no quiere decir que no sean tan buenas obras de arte, pero que no obstante carecen de ese sello de vitalidad que poseen la de esta localidad aragonesa. El contraste a n t e r i o r m e n t e a p u n t a d o se acentúa más en las figuras h u m a n a s por el hecho de p r e s e n tarse desde la p r i m e r a a la última en desenfrenada carrera tras la caza o en pos del e n e m i g o o rival al que tratan de dar alcance.