4J2 BOLETÍN DE LA H E A L SOCIEDAD ESPAÑOLA las sales disueltas por la arcilla es grandísima, puesto q u e le basta u n a pequeña cantidad de dichas sales para sedimentarse. La curva que he obtenido pone fuera de duda la atracción i n d i cada por casi todos los autores. Esta atracción es p u r a m e n t e física, s e g u r a m e n t e semejante á la absorción que se efectúa por los cuerpos porosos; eu virtud de ella, la arcilla, que dejamos caer en u n a agua de m a r , se apodera de las sales, las deposita en su derredor y, a u m e n t a n d o densidad, cae. P a r a comprobar este fenómeno medí el título del a g u a , como lo hizo Thoulet en experiencias ya citadas, antes y después de dejar caer el s e d i m e n t o , y en efecto, experimentó aquel factor u n decrecimiento. U n ejemplo práctico que pone de relieve el fenómeno de que vengo t r a t a n d o , es lo que sucede en la desembocadura de los ríos. S u p o n g a m o s que el río, ya cerca de su desembocadura, desciende por u n a pendiente casi n u l a , de tal manera, que la corriente de sus a g u a s sea pequeñísima; y supongamos u n m a r tranquilo, por ejemplo, u n golfo, lo suficiente cerrado para que no penetren en él las c o rrientes. Las aguas del río llevarán en suspensión gran cantidad de partículas de arcilla, las cuales, al llegar al mar, se apoderarán de las sales y se depositarán hasta formar un delta. En el río, á pesar de que la corriente es pequeña, la arcilla no se depositará ó lo h a r á en pequeñísima cantidad; lo que sí podrá fácilmente d e positarse son los granos minerales, de tanto menor grosor cuanto m á s pequeña sea la corrieute. Si comparamos esto con lo que sucede en los deltas que forman los ríos al llegar á los lagos, observamos lo siguiente: que los ríos que desembocan en los lagos son casi siempre torrenciales, y, por lo tanto, al llegar á las a g u a s tranquilas del lago depositan los gruesos materiales y las a r e n a s más ó menos finas que por su fuerza llevan arrastrando ó en suspensión. Pero en cambio, las arcillas se d i s e m i n a r á n por todo el lago formando u n a capa uniforme en todo el fondo y no se d e p o sitarán sino m u y lentamente. Así, p u e s , como conclusión, puede decirse que en los mares los deltas están constituidos casi sólo por arcillas, y deben su formación á la absorción por éstas de las sales disueltas en el agua de [mar; mientras que en los lagos los deltas son francamente arenosos, a u n q u e siempre los gruesos materiales dejan huecos que son rellenados por arcilla, por c a u sas independientes de las que vengo h a b l a n d o . . Según esto, en el m a r los materiales aportados por los ríos d e ben i n t e r n a r s e poco y formarán u n a estrecha faja alrededor de