torio han demostrado que ¡as C. pitayensis, conforme avanza en su área de distribución, del norte al sur, disminuye notadel blemente su contenido de Á.T.C., pues la C. pitayensis Azuay, no coatiene ni c! 0 . 5 % de A.T.C., sin que sepamos hasta ahora las causas. L a C. officinalis, es así mismo muy variable en su constitución química, pues, según (as localidades donde procede, osci.a entre 0.1 al 4 . 0 % de A.T.C. L a composición química do t stas especies y según el lugar donde proceden, dan el valor comercial a las «cascarillas». Sobre este último asunto, véase el capítulo especial que trati, de las Cinchonas comerciales del Ecuador. 2. — L A TOPOGRAFÍA Y LA TIERRAS NATURALEZA DE LAS C1NCHONERAS Los bosques naturales ¿ e Cinchona en e' Ecuador, están situados a lo largo de las estrivaciones exteriores de ambas cordilleras, es decir en las laderas montañosas de los Andes. Casi nunca se encuentran borques de cinchona en las estribaciones que miran hacia la Región Interandina; pero sí se encuentran pequeñas asociaciones y plantas aisladas en los valles o en las gargantas de entrada hacia la Región Occidental o hacia la Región Oriental, como por ejemplo en Jas entradas naturales al Oriente por la provincia del Carchi, Huaca y San Gabriel; en la provincia de Imbabura, por Pimampiro y Mariano Acosta; en la provincia de Pichincha, en la entrada natural por Aloag, a los bosques del Occidente; en la entrada al Oriente por el valle del Pastaza, en la provincia del Tungurahua; etc. etc.. E s t a s entradas naturales donde se han encontrado Cinchonas, son siempre húmedas y laderosas; en las entradas naturales a la Costa o al Oriente, pero secas, como por ejemplo la entrada por Alau«í y Sibambe, siguiendo la línea férrea, no se ha localizado Cinchona. Tampoco se ha localizado Cinchona en los sotobosques de los nudos interandinos (elevaciones que separan una hoya de otra); este autor, por ejemplo, excursionó el Nudo de Mojanda (que separa naturalmente