«El cerebro humano procesa lenguaje y no sonidos o signos» Karen Emmorey Lingüista El lenguaje es una prioridad para el cerebro humano. Lo dice Karen Emmorey, investigadora de la Universidad de San Diego (…). Emmorey explicó lo que la lengua de signos enseña sobre el cerebro, centro de sus investigaciones. – ¿Qué enseña el lenguaje de signos sobre el cerebro humano? –Nos enseña cómo está organizado para el lenguaje y por qué. La zona del cerebro que está involucrada en la producción del habla está cerca de áreas asociadas con la boca, pero distante de las que se vinculan con las manos. Sin embargo, cuando se produce la lengua de signos, se utiliza la misma zona del cerebro vinculada al habla, y no a las manos. Ello nos dice que en el cerebro hay una zona general del lenguaje, independientemente de cómo se produzca. – ¿Ocurre lo mismo con la comprensión? – Las áreas del cerebro vinculadas a la comprensión del lenguaje están pegadas a las vinculadas con el oído. Existe otra zona del cerebro asociada con la vista. Para las personas que hablan con signos, la comprensión del lenguaje es visual, pero al comunicarse no utilizan las áreas del cerebro vinculadas a la vista, sino las asociadas a la comprensión, que está cerca del oído. Al final se trata de zonas vinculadas al lenguaje y lo importante es que hay zonas del cerebro dedicadas al lenguaje, independientemente de que éste se produzca por signos o de forma oral. – ¿Qué enseñan esos descubrimientos? – Que la parte izquierda del cerebro domina las cuestiones del habla y la parte derecha está asociada con capacidades espaciales y visuales. Si miramos las lenguas de signos, que son visuales y espaciales, vemos que el procesamiento se sigue produciendo en la parte izquierda del cerebro. El cerebro procesa lenguaje y no sonidos o signos. – ¿Y cuando hay daño cerebral? – Tanto la lengua oral como la lengua de signos muestran el mismo tipo de vulnerabilidad frente al daño cerebral. Si pensamos en la distinción entre la lengua de signos, que es un sistema lingüístico, y los gestos o pantomima, que puede hacer cualquier persona, sabemos que se procesan en partes distintas del cerebro. Una prueba muy clara de esto es que hay pacientes que, por un accidente cerebral, pierden su capacidad de hablar por el lenguaje de signos, pero pueden gesticular, realizar pantomima o comunicarse con gestos. Pero han perdido su capacidad lingüística. –Ha estudiado el bilingüismo bimodal: personas que hablan una lengua oral y otro de gestos. ¿Tiene eco en el cerebro? –Una cosa que aporta saber lenguas de dos modalidades diferentes es una mayor capacidad de crear imágenes mentales y de imaginar situaciones espaciales. También ayuda a poder rotar en la mente objetos o escenarios. Otra ventaja es la mayor habilidad para obtener información de una cara. – Se habla de intrincados debates sobre la ‘guarida’ del lenguaje en el cerebro. ¿Sus investigaciones aportan nueva luz? – Sí y no. Los trabajos sobre la lengua de signos demuestran la importancia del lenguaje en la zona izquierda del cerebro, y consolidan las áreas cerebrales vinculadas con la emisión y la comprensión del lenguaje. Sin embargo, el debate continúa porque sabemos que estas dos zonas son importantes para el lenguaje, pero no son las únicas que están vinculadas con él. Hay muchas más. Cada vez hablamos más de redes de procesamiento y la lengua de signos puede hacer aportaciones. Por ejemplo, qué zonas que vemos activadas en el uso del lenguaje lo están porque tienen que ver con el habla oral y qué zonas son comunes al lenguaje, independientemente de la forma en que éste se produzca.