OBLIGACIONES 331 • Contratos reales. En los cuales se requería la entrega de la cosa material para que tuviera existencia legal. Tales eran: Mutuo, comodato, depósito, prenda. • Contratos simplemente consensuales. Que se formaban por el solo consensu, esto es, por el solo consentimiento de los contratantes, manifestado en cualquier forma. Tales eran: compraventa, locatio conductio (arrendamiento), la sociedad y el mandato. Además, se clasificaron los contratos en derecho romano en contratos de: Derecho estricto. Aquellos que informados en los rigorismos de los primeros tiempos, debían cumplirse según los términos del contrato, por toda o sobre toda consideración de equidad. Tales eran: nexum, mutuo, sponsio, stipulatio. De buena fe. Todos los demás contratos en los cuales debía primar la equidad sobre los principios técnicos del derecho civil. Además se han clasificado en: Unilaterales. Aquellos en los que surgen obligaciones a cargo de uno de los contratantes. Bilaterales o sinalagmáticos aquellos contratos que generan obligaciones recíprocas a cargo de todos y cada uno de los contratantes. Tales son: compraventa, arrendamiento, sociedad. Estos contratos se dividen a su vez en perfectos o sinalagmáticos: aquellos que desde el momento de su perfección generan obligaciones a cargo de todos los contratantes: compraventa, arrendamiento, sociedad. Imperfectos o sinalagmáticos imperfectos: aquellos que en el momento mismo de su perfección no generan obligaciones sino a cargo de una sola de las partes, pero que accidentalmente y con posterioridad al contrato, pueden hacer surgir obligaciones a cargo de la otra parte. Ejemplo: depósito y comodato. Además existían contratos solemnes que necesitaban de ciertas formalidades. Eran en el derecho romano nexum, stipulatio, contrato litteris. No solemnes. No necesitaban de formalidades especiales, ejemplo: compraventa, arrendamiento, la sociedad, el mandato, en los cuales era suficiente el consentimiento de los contratantes para que tuvieran vida legal.