Ferrofluidos. Los ferrofluidos se componen de partículas ferromagnéticas suspendidas en un fluido que las contiene que esta compuesto por un solvente orgánico y agentes tenso activos o dispersantes para evitar que las partículas se aglomeren. Las partículas ferromagnéticas tienen un tamaño de 10 nm normalmente, y son distribuidas uniformemente en el fluido por la agitación térmica. Estas partículas son de magnetita, hematita o compuestas de Fe2+ o Fe3+. Los ferrofluidos no muestran un comportamiento ferromagnético, ya que no conservan una magnetización permanente, y se identifican como paramagnéticos con una gran susceptibilidad magnética. Las partículas rodeadas de tenso activo interactúan entre si como si fueran esferas duras que contienen un dipolo magnético. Un ferrofluido, por ser un fluido, tiene las propiedades de los mismos y posee energía de presión, cinética y gravitacional a las que se le agrega la energía ferromagnética cuando interactúa con un campo magnético. La suma de estas energías es constante, según lo demostró Bernoulli en1738. Cuando se coloca un campo magnético de intensidad suficiente, los dipolos se alinean aumentando así el campo en el interior del fluido, para contrarrestar este efecto, incrementa la energía gravitacional y de superficie libre del liquido, disminuyendo la energía magnética por lo que presenta una superficie corrugada regular al someterlo a un campo magnético . Aplicaciones de los ferrofluidos Gracias a las propiedades que presentan los ferrofluidos se utilizan en una gran cantidad de aplicaciones técnicas. Ya que la suma de las energías debe permanecer constante, se las puede combinar para diseñar tapones magnéticos en un tubo que une recipientes con gas a diferentes presiones. Un tapón hecho con fluido normal se movería hasta que las presiones se equilibren. Un ferrofluido se mantiene en su posición con la utilización de un campo magnético, ya que si se mueve, la fuerza magnética lo sostendrá, ya que el decremento de la energía debido a la presión debe ser compensada por un incremento de energía magnética. Estos sellos se usan en cierres herméticos. Como los ferrofluidos son paramagnéticos, obedecen la ley de Curie, reduciéndose su magnetismo al elevarse la temperatura. Teniendo en cuenta esto, se los emplea en bocinas de altavoces para disipar el calor entre la bobina y el magneto, así como para amortiguar el movimiento del cono. El ferrofluido reside en el hueco alrededor de la bobina, siendo mantenido en posición por el magneto del altavoz que tendera a atraer el fluido frío con más intensidad que el caliente, produciendo el movimiento del fluido hacia el elemento de disipación térmica. Una manera de preparar un ferrofluido “casero” es por medio de pequeñas partículas magnéticas mezcladas con aceite mineral, vegetal o automotriz (SAE 10). No se deben usar limaduras de hierro porque son demasiado grandes. Las partículas magnéticas pueden ser: • Polvo de ferrita • Toner magnético de impresora láser • Partículas de lana de acero quemada • Polvo de inspección magnético, usado en soldadura Debe prepararse con una proporción de 1:1 entre aceite y polvo magnético. Integrantes de la experiencia: Hermoso Gerardo