A QUIEN ANHELA TOMAR POSESIÓN DE LA TIERRA PROMETIDA Todas las promesas que yo te he hecho son «sí» en Cristo. Así que por medio de Cristo respondes «amén» para mí gloria. Entonces ve y prepárate para tomar posesión del territorio que yo te doy como herencia. Mantente firme e inconmovible, progresando siempre en mí obra, consciente de que tu trabajo en mí no es en vano. Aunque vives en el mundo, no libras batallas como lo hace el mundo. Las armas con que luchas no son del mundo, sino que tienen el poder divino para derribar fortalezas. No seas arrogante ni pongas tu esperanza en las riquezas, que son tan inseguras, sino en mí, que te proveo de todo en abundancia para que lo disfrutes. No ames al mundo ni nada de lo que hay en él. Porque nada de lo que hay en el mundo —los malos deseos del cuerpo, la codicia de los ojos y la arrogancia de la vida— proviene de mí sino del mundo. Yo afirmo tus pasos cuando me agrada tu modo de vivir; podrás tropezar, pero no caerás, porque yo te sostengo de la mano. Olvida lo que queda atrás y esfuérzate por alcanzar lo que está delante, sigue avanzando hacia la meta para ganar el premio que yo te ofrezco mediante mí llamamiento celestial en Cristo Jesús. Quien te ama: DIOS