05-tu.qxd 25/07/06 09:40 p.m. Page 1 La Plata, miércoles 26 de julio de 2006 Suplemento de Justicia, Seguridad y Policiales del diario Hoy en la Noticia Trama URBANA 5 Tirador Las víctimas del bar no fueron de mucha ayuda La chica baleada el 2 de marzo fue a testimoniar junto a su novio. Dijeron que no vieron al agresor, pero el proyectil que le extirparon a ella podría complicar al acusado Sabrina y Mariano. Fueron muy cautos a la hora de hablar de las sospechas El 2 de marzo pasado, una joven de 18 años recibió un tiro cuando tomaba café con su novio en un bar del barrio porteño de Belgrano. A casi cinco meses de aquel incidente, y ante la firme sospecha de que el hombre que la baleó es el mismo que mató a Alfredo Marcenac, la parejita tuvo que declarar ayer ante la jueza que investiga la seguidilla de ataques atribuidos al tirador serial. Ella aportó el plomo que los médicos le extirparon de la rodilla, pero aclaró que no vio al agresor. Su novio dijo lo mismo. Y los empleados y clientes, también. “Estábamos tomando un café tranquilos y de repente apareció, así que no pudimos ver nada. La gente del bar no vio nada y, la gente de alrededor, de cara no lo pudieron ver bien; o sea, pudieron ver la silueta y la bicicleta amarilla pero nada más”, dijo Sabrina Sangiao (18), estudiante de quinto año del secundario. La piba y su novio, Mariano García Tejera (23), estudiante de Ingeniería, accedieron a hablar con la prensa después de testimoniar ante la jueza María Dolores Fontbona de Pombo y el fiscal Mariano Solessio, en la causa que investiga la balacera contra la confitería Balcarce (en Cramer y Juramento). El principal sospechoso de este episodio también es Martín Ríos (27), que vivió a 80 metros de ese bar hasta hace 12 días, cuando lo detuvieron por el fatal ataque en la avenida Cabildo. Por lo pronto, la jueza lo citó a declarar el próximo viernes, en el marco de la causa por ese tiroteo contra la confitería y por otro que tuvo como blanco a un colectivo de la línea 67. La defensa anticipó que Ríos se negará a hablar, tal como lo hizo por la tenencia de la pistola (en la Justicia de San Isi- Antes del fin de semana se harán otras ruedas de reconocimiento. En una participará el amigo de Fredy, Pablo Jagoe dro) y por el homicidio y las lesiones de la avenida Cabildo. En el ataque a la confitería de Cramer y Juramento, un tirador se bajó de una bicicleta amarilla, hizo al menos 15 disparos con una pistola calibre 3.80, y dos de los proyectiles impactaron en una rodilla y en el glúteo de Sabrina. Las cápsulas que los peritos recogieron en la vereda y el proyectil extraído de la rodilla de la chica coinciden con las balas utilizadas en el ataque que terminó con Marcenac muerto y otras seis personas baleadas, y los encontrados en los tiroteos al colectivo y un tren, todos en el barrio de Belgrano. “No vimos nada ninguno de los dos. Empezó a disparar y fue todo muy rápido”, dijo Sabrina, y su novio acotó: “En la posición en la que estábamos no vimos nada. Estábamos mirándonos entre nosostros, a punto de tomar lo que habíamos pedido y no vimos quién nos había atacado”. Por su parte, el padre del joven dijo que les advirtió a los policías de la 33 que se equivocaban al investigar el hecho como un caso pasional, y consideró que el principal sospechoso fue detenido “por casualidad”. “Yo hablé con una de las autoridades de la comisaría que dijeron esto es un hecho pasional. Les dije: Mirá, yo la conozco de chiquita a ella y me parece que se están equivocando fiero. Nunca hay que descartar ninguna hipótesis, pero...”, relató Mario García Tejera. En la misma línea que el padre de su novio, Sabrina desmintió aquella teoría: “Fue una mentira, todo un invento, que me molestó mucho porque me hicieron quedar mal a mí”. Ayer también declararon peritos de la Federal que recogieron en la escena del crimen vainas servidas, proyectiles encamisados, fragmentos de plomo y de encamisado.