Iglesia y economía San Bernardino de Siena expuso la teoría del valor subjetivo, que anticipa las modernas teorías económicas. La historia del pensamiento económico comienza esencialmente con Adan Smith y otros pensadores del s. XVIII. Jean Buridan rector de la universidad de París demostró que este aflora libre y espontáneamente en el mercado como un bien de utilidad y posteriormente fue considerado como un medio de intercambio. De esta manera no surgió por decreto gubernamental sino de un proceso de intercambio voluntario. El dinero, dijo, debe tener un valor, debe ser fácil de transportar, divisible y duradero con valor unitario para facilitar las transacciones. Nicolas Oresne discípulo de Buridan realizó aportaciones a la teoría monetaria erudito físico-matemático, escribió un tratado sobre el origen la naturaleza las leyes y las alteraciones del dinero, calificado como un hito de la ciencia monetaria que en ciertos aspectos sigue vigente sin ser superada. Oresme estableció lo que se llamaría más tarde la ley de Gresham. Oresme sostenía que el valor legal fijo de las metales difiere del valor de mercado de los metales de la moneda subvalorada que se convierte en única. Por ejemplo si el Estado dice que 15 monedas de plata equivalen a 1 de oro y el mercado dice que 16 monedas de plata equivalen a 1 de oro, la gente empieza a pagar todo en plata y no en oro. La plata está sobrevalorada y la gente huye del oro para efectuar todos sus pagos en plata. Uno de los últimos escolásticos escribió (Martín de Azpilcueta), donde escasea el dinero, los bienes y la mano de obra se ofrece por menos. El dinero vale más cuando escasea que cuando abunda. Cuando unas cosas aumentan otras parecen inferiores. El cardenal Cayetano expuso que el valor del dinero en el presente podía verse afectado por las expectativas del mercado en el futuro. El valor del dinero no reside en valores objetivos sino subjetivos. Las teorías de que se atribuía a factores de costes o de producción son por tanto deficientes. El fraile Pierre de Jean Olivi fue el primero en postular una teoría del valor basada en la utilidad subjetiva, que contemplaba el deseo y la utilidad San Bernardino de Siena que adoptó la teoría del valor subjetivo de Olivi. El cardenal Jesuita Juan de Lugo también concurrió a favor del valor subjetivo y San Bernardino de Siena opinaba que el precio de un producto procede de la estima de este y no del coste de producción. El historiador Kauder se propuso investigar porque la teoría del valor subjetivo había afectado a Francia e Italia en cambio gran Bretaña sufrió la influencia de Carl Marx. Y concluyo que Calvino ponía el acento en la economía del trabajo para glorificar a Dios y por este motivo no tuvo tanto existo la teoría del trabajo subjetivo. Para Santo Tomas la actividad económica tiene su origen en el placer subjetivo. Placer propósito de la economía Cuanto placer puede dar un artículo es la forma que había adoptado los países católicos a la hora de calcular el precio en cambio cuanto a costado hacerlo era una manera más Calvinista de calcular el precio. El economista Hugo Grotius citó a los escolásticos en su teoría y adopto buena parte de su perspectiva económica. Muchas otras también estuvieron influidas por el pensamiento escolástico. El abad Ferdenando Galiana cita la abundancia o escasez como factores determinantes del precio. Estos pensadores del s. XVI y s XVII no solo comprendieron y desarrollaron principios económicos fundamentales, también difundieron la libertad económica y el libre mercado y se anticiparon en cuestión de precio, salarios, dinero y teoría del valor. Algunos anticatólicos dicen que surgió en el s. XVIII tergiversando así la historia.