E X P O SI C I O N E S t empor a le s Núm. 2 | mar z o | 2012 Los encantos de Flandes Sara Baz Munal Parece que están “fuera de contexto”, pero algunas de las obras novohispanas del acervo del Munal se encuentran más cómodas al abrigo de ciertas pinturas flamencas que, gracias a la colaboración del Museo Real de Bellas Artes de Amberes, hoy podemos exhibir al público mexicano. T odos tenemos en la mente una imagen de Rubens. Vaya, si no nos suena el apellido del artista, sí reconocemos que hemos visto, por lo menos alguna vez, sus rubicundas y desbordadas figuras: las Tres Gracias, el Rapto de las sabinas, alguna mujer de la mitología que ya no encaja en nuestros estándares de belleza contemporáneos… Peter Paul Rubens, pintor flamenco que desarrolló varios encargos para la Monarquía Hispánica a lo largo de su vida, es famoso también por haber pintado escenas religiosas, tales como el Descendimiento de la Cruz o la Lamentación sobre Cristo muerto. Rubens provenía de una familia originaria de Amberes que, si bien le dio oportunidad de cursar estudios y conocer el aporte de los clásicos griegos y latinos, tuvo que pedirle a sus hijos varones que abandonaran esta vida regalada para buscar acomodo y ganar dinero. Peter Paul fue enviado al servicio de una condesa; no obstante no apreciaba su empleo por considerarlo servil. Rubens se entrenó en las maneras de corte, lo que le ayudó considerablemente a desenvolverse años más tarde, cuando tuvo que realizar encargos diplomáticos que le funcionaron también para promover su trabajo como pintor. Rubens estudió en su juventud en el taller de Otto van Veen, uno de los maestros más reputados de Amberes; copió los grabados que la tradición de Holbein y Durero dejaron como signos del arte característico del norte de Europa y conoció los aportes de la pintura holandesa en lo que se refiere al detalle. Sin embargo, Rubens estaba llamado a cumplir otro destino. La influencia de la pintura italiana se hizo cada vez más evidente en su obra: se amalgamó con su estilo propio y fue del gusto de los monarcas españoles. Cuando ya había constituido su taller, Rubens fue ayudado por pintores en formación, cuyos nombres después brillarían con luz propia. Tal fue el caso de Anthony van Dyck, quien tuvo éxito en la corte inglesa y se hizo famoso pintando retratos y asentando un estilo de pintura áulica que en Inglaterra se tuvo en gran valor. Otro de los ayudantes destacados en el taller de Rubens fue Jacob Jordaens, pintor nacido en Amberes que se nutrió de influencias como las de los italianos Caravaggio y Jacopo Bassano. Estos tres artistas: Rubens, van Dyck y Jordaens, están bien representados en la exposición que ahora se presenta en el Munal, gracias a la colaboración entre el Palacio de Bellas Artes de Bruselas, el Museo Real de Bellas Artes de Amberes y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, a través del inba y del Munal. Los tres pintores implican el asentamiento de los cánones de la tradición propiamente flamenca. Los encantos de Flandes se hacen evidentes en la medida en que descubrimos cada obra y rela- Peter Paul Rubens, Descendimiento de la cruz (detalle), Siglo XVII. Colección Real Museo de Bellas Artes Amberes© Lukas – Art in Flanders vzw. Photo Hugo Maertens 6 1483 Peter Paul Rubens (atribuido), El pintor Peter Paul Rubens (detalle), Siglo XVII. Colleción Museo Real de Bellas Artes Amberes© Lukas – Art in Flanders vzw. Photo Hugo Maertens El 23 de marzo de 1483 (se dice que) nació en Urbino, Italia, Rafael Sanzio, pintor y arquitecto del Renacimiento; a los 25 años, elaboró el fresco La escuela de Atenas en el Palacio Vaticano, Ciudad del Vaticano.