rubens mitología - Orquesta y Coro Nacionales de España

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RUBENS
MITOLOGÍA
Y LA
Un paseo por dos salas
del Museo del Prado
ORQUESTA Y CORO
NACIONALES DE ESPAÑA
Director artístico y titular,
Josep Pons
temporada
Con el patrocinio de
2005
2006
RUBENS
MITOLOGÍA
Y LA
Un paseo por dos salas
del Museo del Prado
Por Andrés Peláez Martín
Dentro de las actividades extraordinarias en torno al
MITO, eje central de la Temporada 05/06 de la Orquesta
y Coro Nacionales de España, entre las que se ha incluido un ciclo de conferencias programado en la Residencia
de Estudiantes, proponemos ahora un recorrido por dos
salas de la planta alta del Museo del Prado.
Una de ellas recoge la actividad pictórica de Rubens en
su particular y novedosa visión de la mitología grecorromana. La segunda expone una muestra de uno de los programas más interesantes del barroco español: el Pabellón
de caza del Monte del Pardo, llamado Torre de la Parada
que Felipe IV encargó decorar a Rubens con 120 cuadros
de los que más de la mitad serían de tema mitológico.
Con este folleto perseguimos el objetivo de sugerir a
nuestros abonados y público en general, un viaje por el
largo trasfondo iconográfico de los mitos, en la pintura
de uno de los grandes genios del Barroco, de influencia
avasalladora en la pintura posterior: Peter Paul Rubens.
Rubens interpretó el Universo contemplando a los dioses y diosas del Olimpo, en los semidioses y en los héroes
mitológicos: describe a los hombres presentándolos en
sus orgías, en sus placeres y en sus combates por el Amor
–raptando a Europa o a Proserpina, o robando las sabinas–.
Concibió a aquellos, a veces, con la traza cabría de los sátiros…, y en toda esa interpretación, hubo de representarse a
sí y a su raza, con su fe, su voluntad y renovado tesón.
Como consecuencia, ningún otro artista –de los que acuciados por la curiosidad y el amor que animan el Barroco,
se inspiraron en los mitos de Grecia, es decir en las fuerzas
de la Naturaleza o del Universo humanizadas– consiguió
lo que él: una compenetración tan entrañable con el sentido de estos convencionalismos, unas expresiones así de
latentes, un tal desbordamiento de vida o de energías; un
empuje, un brío y una explosión de instintos, como vemos
en estas dos salas dedicadas a Rubens.
Hippolyte Taine, en su Filosofía del Arte, dice refiriéndose a él: "Nadie ha sabido dar a los hombres tan impetuosos
gestos, una carrera tan frenética y desatentada, tal conmoción
y general tempestad de toda la musculatura, tensa y retorcida
por un único esfuerzo. Los personajes de sus cuadros están
realmente hablando; aun el mismo reposo parece estar suspendido en el límite de la acción, y sabemos lo que aquellas
gentes acaban de hacer y lo que harán dentro de un instante.
El presente está proyectado del pretérito y del porvenir. No sólo
los rostros, sino la actitud entera conspira para expresar la ola
cambiante de sus pensamientos y pasiones, de su ser entero…Y
nadie llegó más lejos en el conocimiento del organismo viviente
y del animal humano".
PLANO DEL
MUSEO DEL PRADO
SALAs IX y ix a
PLANTA PRIMERA
entrada puerta alta
de goya
IX A
IX
PUERTA
ALTA
DE GOYA
SALA IX a
RUBENS
MITOLOGÍA
Y LA
PETER
PAUL RUBENS
PERSEO Y
ANDRÓMEDA
(Cat. 1663)
Perseo era hijo de Júpiter y de
Dánae, al que Mercurio había regalado unas alas que le permitían desplazarse de un lugar a otro. También
podía hacerlo, según otros historiadores, a lomos de su caballo Pegaso.
En uno de estos vuelos se encontró a
la bellísima Andrómeda encadenada
a unas rocas en la orilla del mar. La
joven era hija de los reyes de Etiopía,
a quién Neptuno había castigado
con la presencia de un monstruo
marino que estaba llevando el país
a su ruina. Este había prometido
acabar el asedio a la ciudad si se le
entregaba la hija de los reyes para ser devorada. Perseo acaba
con el monstruo y se casa con la joven princesa.
"Había encerrado Eolo a los vientos en su cárcel perpetua, y el
lucero matutino, que llama al trabajo, había aparecido, radiante de
luz, en lo alto del cielo; vuelve él a ponerse las alas, que sujeta por
ambos lados a sus pies, se ciñe su arma curva, y agitando sus sandalias hiende el límpido aire. Tras de dejar atrás innumerables pueblos,
a su alrededor y por debajo, divisa las comarcas de los etíopes y los
campos cefeos. Allí el injusto Amón había ordenado a Andrómeda,
que no lo merecía, pagar el castigo que debía su madre por su lengua.
Tan pronto como Perseo la vio, con los brazos encadenados a las
duras rocas –a no ser porque una suave brisa le movía los cabellos
y de sus ojos manaban tibias lágrimas, hubiera creído que era una
estatua de mármol–, se inflama sin saberlo y queda atónito; embargado ante la estampa de aquella belleza que ha visto, casi se olvidó
de agitar en el aire sus alas. Cuando se detuvo, dijo: 'Oh tú, que
no mereces esas cadenas, sino las que unen entre sí a los amantes
apasionados, hazme saber, porque quisiera enterarme, el nombre de
tu país y el tuyo propio, y por qué estás cargada de cadenas' ".
Ovidio: Metamorfosis, IV, 663-682
PETER
PAUL RUBENS
y Anthony
Van Dyck
la historia
de AQUILES
DESCUBIERTO
(Cat. 1661)
Para evitar que su hijo Aquiles se viera obligado a acompañar a los griegos a Troya, Tetis le llevó a la isla de Esciros.
Vestido de doncella, fue a vivir con las hijas del Rey Licomedes.
Los griegos, sin embargo, descubrieron su escondite y enviaron a la isla a Ulises y Diomedes, quienes disfrazados como
mercaderes, obsequiaron a las hijas del monarca con objetos
considerados típicamente femeninos. Entre ellos, Ulises había
introducido una serie de armas con el fin de despertar la masculinidad de Aquiles, que se traicionó a sí mismo interesándose de
inmediato por el armamento. Ulises se hizo acompañar incluso
de un trompetista para azuzar aún más los deseos marciales de
Aquiles. El héroe griego al oír el sonido de la trompeta, se rasgó
las vestimentas femeninas cambiándolas por la armadura.
Friso Lammertse y Alejandro Vergara:
Peter Paul Rubens: La Historia de Aquiles
PETER
PAUL RUBENS Y
FRANS SNYDERS
CERES Y PAN
(Cat. 1672)
PETER
PAUL RUBENS
y Frans
Snyders
CERES Y
DOS NINFAS
"Y no le bastó esto: sujetando su feroz diestra mi duro cuerno, lo
rompió y me lo arrancó del testuz mutilado. Las Náyades lo consagran rellenándolo de frutas y olorosas flores; y la alegre Abundancia
es rica gracias a mi cuerno. Había terminado de hablar; y una de
su servicio, una Ninfa con la ropa recogida a la manera de Diana,
con los cabellos sueltos por ambos lados, avanzó trayendo en el
opulentísimo cuerno un otoño entero y un segundo plato consistente
en sazonadas frutas".
(Cat. 1664)
Ovidio: Metamorfosis, IX, 85-92
Ceres es el nombre romano de la diosa griega Démeter. Era
hija de Cronos, el tiempo, y de Rea, la tierra. En su culto se
haya estrechamente vinculada a su hija Perséfone (Proserpina)
habida con Zeus, y las dos constituyen una pareja a la que con
frecuencia se llama simplemente "las Diosas". Perséfone fue
raptada, con la ayuda de su padre, por su tío Hades (Plutón) que
se había enamorado apasionadamente de la joven y la llevó al
Infierno. Otra versión afirma que la joven arrancó un narciso o
un lirio y la tierra se abrió, apareció Hades y se llevó a su enamorada al mundo de los Infiernos. Desde ese momento empezó
para Démeter o Ceres la búsqueda de su hija que la obligó a
recorrer todo el mundo conocido.
Pasado un tiempo Perséfone se siente feliz amada por Hades,
pero los duelos y llantos de Démeter, diosa de la agricultura,
dejan la tierra sin cosechas. Ante tan lamentable situación,
Zeus (Júpiter) decidió que Perséfone pasase la mitad del año
con su madre y el resto con su marido. Se originan así las distintas estaciones que coinciden, su abundancia o su sequedad,
con la presencia o ausencia de la hija amada.
Pan es el dios de los pastores y de los rebaños. Se le representa como un genio, mitad hombre mitad animal. De expresión
astuta, su cara está llena de arrugas y su mentón es saliente.
Tiene el cuerpo velludo y los miembros inferiores son los de un
macho cabrío. Está dotado de prodigiosa agilidad. Le placen los
lugares especialmente frescos y la sombra de los bosques. Es una
divinidad dotada de una actividad sexual considerable. Persigue
a ninfas y muchachos con igual pasión e incluso tenía fama de
buscar la satisfacción en sí mismo cuando había fracasado en su
persecución amorosa.
Pan amó a la ninfa Eco, así como a la diosa Selene, cuyos
favores obtuvo a cambio de ofrecerle como presente una manada de bueyes blancos. Se le suele representar, siendo el dios
de los ganados, como lo hace Rubens, junto a la diosa de la
agricultura, Ceres.
PETER
PAUL RUBENS
Jacob Jordaens
MELEAGRO Y
ATALANTA*
(Cat. 1546)
Atalanta era hija de Esqueneo y de Temiste, reyes de la
ciudad de Esquenunte. La joven no quiso casarse porque un
oráculo le había advertido que de hacerlo se convertiría en un
animal. Por eso para alejar a sus pretendientes, afirmó que sólo
se desposaría con el hombre que la venciese en una carrera y
con la condición añadida de que si era ella la vencedora, mataría a su contrincante. Numerosos jóvenes habían encontrado
la muerte de este modo cuando surgió un nuevo pretendiente
llamado Hipómene (que en otras versiones es Meleagro, con
quien mantendría la lucha por el jabalí), hijo de Megareo y de
Anfidamente, y por ello primo hermano de Atalanta. Afrodita
había dado al joven tres manzanas de oro del Jardín de las
Hespérides. Durante la carrera, y en el momento en que iba a
ser alcanzado, el joven fue arrojando una a una las manzanas
a los pies de Atalanta. Ella curiosa –y tal vez enamorada de su
pretendiente- se detuvo a recogerlas, con lo que el joven obtuvo
la victoria deseada. Más tarde en el curso de una cacería, los
dos esposos entraron en un santuario de Zeus o Cibeles, donde
saciaron su sed de amor. Indignado por este sacrilegio, Zeus los
transformó en leones.
*Durante la redacción de este folleto, el Museo del Prado
cedió temporalmente esta pintura.
EL JUICIO
DE PARIS
(Cat. 1669)
A consecuencia del encargo de Júpiter, Mercurio entrega a
Paris la manzana de oro lanzada por la Discordia en la mesa del
banquete donde se celebran las bodas de Tetis y Peleo. Paris es
hijo de Hécuba y Príamo, reyes de Troya. Su madre, estando
embarazada, soñó que daba a luz un tizón ardiendo, lo que se
interpretó como que su hijo causaría la ruina y destrucción de
Troya, por lo que se aconsejó a los padres que se le diera muerte.
Cuando nace el niño, Príamo ordena a un servidor suyo que lo
abandone en el monte Ida y allí lo encuentra Agelao que lo cría
como hijo suyo.
Hermes entrega la manzana a Paris, y las tres diosas sobre
cuya belleza ha de juzgar. Cada una de ellas le ofrece un don.
Minerva promete hacerle invencible; Juno, hacerlo soberano
de los hombres, y Venus, darle por esposa a Helena, la más bella
de las mujeres, casada con Menelao. Paris le da la manzana a
Venus y poco después conoce a Helena, a quién rapta y con ello
provoca la guerra de Troya.
Rosa López Torrijos: Mitología e Historia
en las obras maestras del Prado
"¡Miserable Paris, el de más hermosa figura, mujeriego seductor!
Ojalá no te contaras en el número de los nacidos o hubieses muerto
célibe. Yo así lo quisiera y te valdría más que ser la vergüenza y el
oprobio de los tuyos. Los melenudos aqueos se ríen de haberte considerado como un bravo campeón por tu gallarda figura, cuando no
hay en tu pecho ni fuerza ni valor. Y siendo cual eres ¿reuniste a tus
amigos, surcaste los mares en ligeros buques, visitaste a extranjeros,
y trajiste de remota tierra una mujer linda, esposa y cuñada de
hombres belicosos, que es una gran plaga para tu padre, la ciudad y el
pueblo todo y causa de gozo para los enemigos y de confusión para ti
mismo? ¿no esperas a Menelao, caro Ares? Conocerías de qué varón
tienes la floreciente esposa, y no te valdrían la cítara, los dones de
Afrodita, la cabellera y la hermosura, cuando rodaras por el polvo.
Los troyanos son muy tímidos; pues si no, ya estarías revestido de
una túnica de piedras por los males que les has causado".
Homero: La Ilíada, II, 39-57 y XXIV-XXV
PETER
PAUL RUBENS
LAS TRES
GRACIAS
(Cat. 1670)
Según Hesíodo en su Teogonía, eran tres "Aglaya"
(La Resplandeciente), "Eufrosine" (Gozosa) y "Talía" (La
Floreciente). Las tres eran hijas de Eurínome y Zeus. Y las tres
eran vírgenes y estaban al servicio de Venus. Siempre aparecen
desnudas, ya que la belleza no necesita cubrirse. Son la representación de la afabilidad, la simpatía y la delicadeza. Estaban
presentes en todas las fiestas y banquetes de Apolo, alegrándolas con sus cantos y danzas.
PETER
PAUL RUBENS
DIANA
Y CALISTO
(Cat. 1671)
"Reaparecían los cuernos de la luna en su disco por vez novena,
cuando la diosa Diana, fatigada de cazar bajo los fuegos de su hermano, encontró una fría espesura, de donde se deslizaba con murmullo
un arroyo que iba removiendo límpidas arenas. Encantada del sitio,
tocó con el pie la superficie de las aguas; encantada igualmente de
éstas, dijo: 'Ningún testigo hay cerca; bañemos nuestros cuerpos
desnudos sumergiéndolos en las transparentes aguas'. Enrojeció
Calisto; todas se despojan de sus ropas: hay una que remolonea;
mientras vacila le quitan el vestido; y una vez sin él, al mismo
tiempo que el cuerpo desnudo quedó manifiesta la falta. Mientras
ella, sobrecogida, intentaba ocultar el vientre con las manos, le dijo
Diana: 'Vete lejos de aquí y no mancilles este sagrado manantial', y
le ordenó apartarse del cortejo".
Ovidio: Metamorfosis, II, 453-465
PETER
PAUL RUBENS
EL RAPTO
DE EUROPA
(Cat. 1693)
Europa era hija de Agenor y Telefasa. Zeus la vió cuando
estaba jugando con sus compañeras en la playa de Sidón, o de
Tiro, donde reinaba su padre. Inflamado de amor por su belleza,
se metamorfoseó en un toro blanco con cuernos semejantes a
un creciente lunar; con esta forma fue a tumbarse a los pies de
la doncella. Ésta, asustada al principio, va cobrando ánimo.
Acaricia al animal y acaba por sentarse en su espalda. En
seguida, el toro se levanta y se lanza hacia el mar. A pesar de los
gritos de Europa, que se aferra a sus cuernos, se adentra en las
olas y se aleja de la orilla; de este modo llegan los dos a Creta.
En Gortina, Zeus se une a la joven junto a una fuente y bajo
unos plátanos que, en memoria de estos amores, obtuvieron el
privilegio de no perder jamás sus hojas.
Europa dio tres hijos a Zeus: Minos, Sarpedón y Radamantis.
Zeus además le otorgó tres presentes: Talo "el autómata" que
guardaba las costas de Creta; un perro que no dejaba escapar
ninguna presa y una jabalina de caza que jamás erraba el
blanco.
La obra de Rubens es copia de un cuadro de Tiziano que
fue adquirido por Felipe II y estuvo reservado en sus estancias
privadas. Velázquez se hace eco de él y lo sitúa al fondo de su
composición Las Hilanderas.
PETER
PAUL RUBENS
con frans
Snyders
(los animales)
y jan Wildens
(el paisaje)
DIANA Y SUS
NINFAS
SORPRENDIDAS
POR SÁTIROS
(Cat. 1665)
Diana era hermana gemela de Apolo, nació antes que su
hermano y ella misma ayudó a su madre Letona en el segundo
nacimiento, por lo que era divinidad a la que se invocaba en
los partos. Sin embargo, su característica más conocida era la
de proteger a la naturaleza y a las doncellas, lo que venía de su
vida libre en los bosques como famosa cazadora y de su rechazo
al contacto con sátiros y hombres. La diosa virgen exigía la virginidad a todas sus seguidoras, por lo que huían de la compañía
masculina.
SALA IX
LA TORRE
DE LA PARADA
Para Felipe IV realiza Rubens una de sus decoraciones más importantes, la serie para la Torre de la
Parada, un pabellón de caza situado en el monte del
Pardo en las cercanías de Madrid. Se le encargaron
120 lienzos, de los que 63 debían ser de tema mitológico, inspirados en la Metamorfosis, de Ovidio,
mientras que los demás serían de temas cinegéticos que fueron
derivados por Rubens a sus discípulos especializados en estos
temas: Paul de Vos y Frans Snyders.
Esta magna obra, cuya ejecución fue vigilada por el Cardenal
Infante Fernando, hermano de Felipe IV, fue concluida en 1638
y enviada a España. Gran parte de ella era obra del taller de
Rubens, aunque él realizara todos los bocetos y supervisara y
retocara cada uno de los lienzos. De ahí que todo el conjunto
alcanzase un gran nivel artístico.
La mayoría de estos lienzos se perdieron en 1710, debido
al saqueo del pabellón por parte de las tropas del Archiduque
Carlos durante la guerra de Sucesión. Los cuadros que quedaron pasaron al Palacio del Buen Retiro, y después, al Museo
del Prado.
PETER
PAUL RUBENS
LA FORTUNA
(Cat. 1674)
Este personaje no pertenece a la
Mitología, es una abstracción. La
conocemos con el nombre romano
ya que fue Roma quién le dio más
importancia, consagrando su imagen
de divinidad femenina y sus atributos.
Uno era la cornucopia, o cuerno de la abundancia, para indicar
la riqueza que puede derramar sobre los hombres. El otro era el
timón, para indicar que dirige el destino de la humanidad.
Si en la antigüedad se había representado a la diosa con el
timón de un barco, ahora el timón pertenece al hombre y la
Fortuna tendrá solo una vela para impulsar los vientos en el
navegar humano.
La Fortuna es femenina y atrayente por su belleza, navega
como el ser humano en el mar proceloso de la vida, es voluble y
frágil porque se apoya en una bola de cristal, y resulta benefactora cuando extiende su manto a manera de vela para aprovechar los vientos que lleven la vida a buen puerto.
Rosa López Torrijos: Mitología e Historia
en las obras maestras del Prado
Cornelis
de Vos
APOLO
Y LA
SERPIENTE
PITÓN
(Cat. 1861)
PETER
PAUL RUBENS
DEMÓCRITo
(Cat. 1682)
Del filósofo Demócrito de Abdera (460-370
a.C.) poco sabemos de su vida, aunque sí, por fragmentos de sus obras, que debía poseer unos vastos
conocimientos que aumentó con sus numerosos y
largos viajes. Sus pensamientos, adoptados luego
por Epicuro, han ejercido con su concepción mecanicista una
gran influencia incluso en la física moderna. Por su tendencia
a la ironía y la explicación racional de los fenómenos, fue
llamado el filósofo que ríe o, el optimista, en contraposición a la
vocación trágica de Heráclito, el filósofo que llora.
"La tierra no lo hubiera querido, pero también a ti, gigantesca
Pitón, te engendró entonces, y, serpiente ignota para aquellas poblaciones recién aparecidas, eras su terror; tan grande era el espacio
que ocupabas en la montaña. Dio muerte a esta serpiente Apolo, el
dios portador del arco, que antes no había usado tal arma a no ser
en la caza de gamos y de fugitivos rebecos; aplastada bajo mil flechas
que casi dejaron vacía la aljaba del dios, pereció dejando escapar
por sus negras heridas su veneno. Y para que el paso del tiempo no
pueda borrar el recuerdo de la hazaña, instituyó unos juegos sagrados acompañados de concurridos certámenes, llamados Pitia por el
nombre de la serpiente que destruyó".
Ovidio: Metamorfosis, I, 435-450
PETER
PAUL RUBENS
HERÁCLITO
(Cat. 1680)
Heráclito de Éfeso (540-470 a. C.) formaba pareja
con "Demócrito", el optimista. Procedía de una familia
acomodada, pero renunció a las comodidades de que disponía
por desprecio hacia las muchedumbres. Expuso los principios de
su doctrina en la obra titulada De la naturaleza. Afirmaba que la
fecundidad de la vida estaba en la lucha y el origen del universo
estaba en el fuego. Visionario genial, su concepción del devenir
ha llegado a través de Hegel. Su idea del eterno retorno ha
ejercido también evidente influencia sobre Nietzsche.
PETER
PAUL RUBENS
vulcano
(Cat. 1676)
Era el dios del fuego y de los
herreros. Hijo de Júpiter y de
Juno tenía una terrible cojera
producida, según una versión, por
su madre que cuando nació lo
vio tan feo que no tuvo escrúpulos en despeñarlo por la ladera
del monte Olimpo. A consecuencia de ello se rompió y retorció
los huesos de las piernas por
varios sitios.
Según otra versión, Vulcano
era, efectivamente, un niño poco
agraciado, pero su madre lo acogió con verdadero afecto. El niño
creció hasta que llevado de su
insensatez medió en una discusión entre sus padres, situándose
del lado de Juno. Es entonces
cuando su padre lo arrojó por las
montañas de la isla de Lemmos,
produciéndose entonces su característica cojera.
Fue siempre motivo de burla
y tras su expulsión del Olimpo
fue recogido y cuidado por las
Oceánidas que le proporcionaron
la fragua donde llevaría a cabo sus
apreciables trabajos, con la ayuda
de sus colaboradores los cíclopes. Esta fragua estuvo siempre
asociada al volcán Etna, según
Ovidio y al Strómboli, según
otros. Algunos de sus trabajos
más importantes fueron, el escudo de oro para Venus; el carro
de Helio, el sol; el escudo de Aquiles y los rayos de Júpiter.
Júpiter le había dado como esposa a Venus y, aunque en
principio no lo vio con buenos ojos, debido a su cojera y fealdad, lo aceptó. Sin embargo ésta no abandonó sus amores con
Marte que fueron descubiertos por Apolo. Momento éste que es
recogido en el lienzo de Velázquez, La fragua de Vulcano.
“A un lado de Sicilia, entre ella y Lipara, está una isla célebre,
encumbrada sobre altísimas peñas que humean; debajo de la cual
una gran cueva y muchas otras, como aquella de Etna, con los ciclópeos fuegos carcomidos, retruenan y retumban de continuo. Allí mil
yunques, con valientes golpes heridos, suenan con terribles truenos
que en torno se oyen claros de muy lejos. Rechinan por las cóncavas
cavernas barras y masas de encendido hierro; salen de mil hornazas
vivas llamas: ésta es la casa y fragua de Vulcano”.
Virgilio: La Eneida, VIII, 728-735
Jacob
Jordaens
CADMO Y
MINERVA
(Cat. 1713)
Era un príncipe troyano,
dotado de una rara belleza, hijo
de Tros y la ninfa Callirroe. Fue
raptado por Júpiter y transportado
al Olimpo para sustituir a Hebe
en el cargo de copero de los dioses
y fue favorito de Júpiter.
PETER
PAUL RUBENS
GANIMEDES
(Cat. 1679)
"El rey de los dioses se abrasó en otro tiempo en el amor del frigio
Ganimedes, y se descubrió algo que Júpiter prefería ser más bien que
lo que era. Sin embargo no considera digno cambiarse en ave alguna
más que en la que podía llevar sus rayos, el águila. Y en el acto,
batiendo el aire con falsas alas, rapta al Iliada, que aún mezcla las
bebidas y sirve el néctar a Júpiter contra la voluntad de Juno".
Ovidio: Metamorfosis, X, 155-161
Cadmo es un héroe del ciclo tebano, hijo de Agenor y de
Telefasa. Junto a sus hermanos fue enviado por sus padres en
busca de Europa, después de su rapto, prohibiéndoles el regreso
sin la presencia de la joven. Su madre se une a ellos y abandonan la ciudad de Tiro, donde reinaba su padre. Pero los jóvenes
no tardan en darse cuenta de que la búsqueda es inútil. Cada
uno de sus hermanos se establece en una ciudad. Cadmo y su
madre se trasladan a Tracia. Tras la muerte de Telefasa, Cadmo
viaja a Delfos a consultar al oráculo que le ordena abandonar
la búsqueda de Europa y fundar una ciudad. Para elegir el lugar
deberá seguir los pasos de una vaca hasta que esta caiga desfallecida. El animal le condujo por la Beocia, hasta que se tumbó
en un lugar donde se levantaría después la ciudad de Tebas.
Viendo el cumplimiento del oráculo, Cadmo ofreció a la vaca
en sacrificio a Atenea (Minerva). Un dragón, no obstante, se
interpuso para que no pudiera llegar hasta la "fuente de Ares",
y coger el agua necesaria para la ofrenda. Atenea le ayudó a dar
muerte al dragón.
Cumplido el sacrificio Cadmo llegó a ser rey de Tebas y
Atenea le dio como esposa a una hija de Ares y Afrodita, la
diosa Harmonía. La princesa recibió como regalo de boda un
traje tejido por las tres Gracias. Cadmo reinó en la ciudad con
la protección de Zeus y Atenea, la Minerva romana.
PETER
PAUL RUBENS
MERCURIO
Y ARGOS
(Cat. 1673)
PETER
PAUL RUBENS
SATURNO
(Cat. 1678)
Saturno era hijo de Gea (La
Tierra) y de Urano (El Cielo).
Su padre odiaba a sus hijos y por
esta razón su madre los escondía. Desesperada por este dolor,
Gea exige venganza a sus hijos
y Saturno, que era el menor, lo
castra con una hoz. Saturno se casó después con su hermana
Rea y fueron padres de los dioses más importantes del Olimpo:
Júpiter, Vesta, Juno, Ceres, Plutón y Neptuno. Después Saturno
repitió, con mayor ferocidad, la costumbre de su padre: devoraba a sus hijos al nacer; hasta que Júpiter, el menor de estos, se
vengó igualmente, gracias a las artimañas de Rea, que entregó
en lugar del recién nacido, una gran piedra envuelta en pañales,
que su padre comió.
"Erato, a quién concierne también el mes de Venus Citerea por
tener un nombre derivado del que ostenta el amor, me respondió
así: 'A ti, el mejor de los reyes, te despojará del cetro un hijo tuyo'
Temeroso de ello, el dios va devorando a sus vástagos a medida que
nacen y los mantiene engullidos en sus entrañas".
Ovidio: Fasti, IV, 187-200
"Mas el soberano de los celestes no puede seguir soportando tan
terribles desgracias de Io, la Forónide, y llamando a su hijo, al que
dio a luz la resplandeciente Maya, le ordena dar muerte a Argos.
Poco tiempo le cuesta a Mercurio ponerse las alas en los pies, coger
con su mano poderosa la varita productora del sueño, y cubrirse la
cabellera, y tan pronto como tiene todo esto preparado, el hijo de
Júpiter se deja caer a la tierra desde la fortaleza de su padre. Al llegar
se despoja del sombrero y se quita las alas, sólo la varita queda en
su poder. Con ella conduce, como un pastor, por campos solitarios
unas cabras que ha ido reuniendo a su paso, y va tocando un caramillo que ha construido. Atraído el guardián de Juno por el arte de
aquellos sonidos desconocidos, le dice Argos: 'Quienquiera que seas,
podrías sentarte conmigo sobre esta roca; no hay, en efecto, hierba
más nutrida para el ganado que la que aquí se cría, y estás viendo
una sombra conveniente para pastores'. Se sentó Mercurio, con
su abundante conversación llenó las horas del día que iba pasando,
y con la música de sus cañas ensambladas trata de doblegar los
ojos vigilantes…
Cuando vio que los ojos de Argos habían sucumbido y que sus
pupilas estaban cerradas por el sueño, en el acto interrumpe su relato
y consolida el adormecimiento acariciando con su varita mágica los
ojos lánguidos. E inmediatamente, mientras él cabecea, lo hiere con
su espada curva en donde la cabeza confina con el cuello, lo arroja
ensangrentado desde la roca y tiñe de sangre el escarpado peñasco".
Ovidio: Metamorfosis, I, 668-723
PETER
PAUL RUBENS
EL RAPTO DE
PROSERPINA
(Cat. 1659)
"No lejos de las murallas de Hena hay un lago de aguas profundas, cuyo nombre es Pergo; más cantos de cisne que él no hace
oír el Caístro en sus deslizantes ondas. Un bosque forma cerco por
encima de las aguas rodeándolas por todas partes, y con su frondosidad, como un toldo, impide el paso de los ardores de Febo. Frescor
producen las ramas, flores polícromas la tierra húmeda; perpetua
es allí la primavera. Mientras en aquella espesura está entretenida
Proserpina y coge violetas y blancos lirios, y mientras con juvenil
ardor llena cestas y regazos, y se esfuerza en superar en la tarea a las
compañeras de su edad, casi al mismo tiempo fue vista, amada y raptada por Dis; hasta el extremo es impaciente el amor. Aterrorizada la
diosa y con desmayado semblante grita llamando a su madre y a sus
acompañantes, pero más veces a su madre, y habiéndose desgarrado
el vestido desde el borde superior, los manojos de flores se le cayeron
al quedar suelta la túnica; y, tan extraordinaria es la sencillez de sus
pocos años, incluso esta pérdida causó dolor a la doncella. El raptor
conduce su carro y anima a sus caballos llamando a cada uno por su
nombre, y a lo largo de sus cuellos y melenas va dando tirones a sus
riendas matizadas de negruzco robín. Y se desliza por lagos profundos
y por los marjales de los Palicos, que huelen a azufre y burbujean a
través de hendiduras de la tierra, y por donde los Baquíadas, raza
procedente de la Corinto bañada por dos mares, fundaron sus murallas en medio de puertos desiguales".
Ovidio: Metamorfosis, V, 385-408
PETER
PAUL RUBENS
ORFEO Y
EURíDICE
(Cat. 1667)
"De allí se aleja el Himeneo, cubierto por azafranado manto,
atravesando el cielo inmenso y se dirige a la región de los Cícones,
en la Tracia, y en vano lo llama la voz de Orfeo. […] Eurídice, la
recién casada, durante un paseo en el que iba acompañada de un
tropel de Náyades, sucumbió de la mordedura de una serpiente en
el tobillo. La lloró mucho Orfeo en el mundo de los vivos, tras de
lo cual, para no dejar de probar también con las sombras, se atrevió
a descender a la Estige por la puerta del Ténaro, y, atravesando
multitudes ingrávidas y espectros que habían recibido sepultura, se
presentó ante Perséfone y ante Plutón, que gobierna el repulsivo
reino de las sombras, y pulsando las cuerdas en acompañamiento a
su canto dijo así: 'Oh divinidades del mundo situado bajo tierra, al
que venimos a caer cuantos somos engendrados mortales, si es lícito
y vosotros permitís que yo diga la verdad omitiendo los rodeos propios
de una boca mentirosa, no he descendido aquí para ver el oscuro
Tártaro, ni para encadenar las tres gargantas, provistas de culebras
en vez de vello, de la Medusa; el motivo de mi viaje es mi esposa, en
la que una víbora, al ser pisada, introdujo su veneno, y le arrebató
sus años en crecimiento. […] Ella será de vuestra propiedad cuando
en sazón haya cumplido los años que le corresponden: os pido su disfrute como un obsequio; y si los hados niegan esta concesión para mi
esposa, yo tengo tomada mi firme resolución de no volver: gozad con
la muerte de los dos'. […] Entonces se dice que por primera vez las
mejillas de las Euménides, subyugadas por el canto, se humedecieron
de lágrimas, y ni la regia consorte ni el que gobierna los abismos
fueron capaces de decir que no al suplicante, y llaman a Eurídice. Se
encontraba ella entre las sombras recién llegadas, y avanzó con paso
lento por la herida. El rodopío Orfeo la recibió, al mismo tiempo que
la condición de no volver atrás los ojos hasta que hubiera salido de los
valles del Averno; en otro caso quedaría anulada la gracia".
Ovidio: Metamorfosis, X, 1-50
PETER
PAUL RUBENS
EL BANQUETE
DE TEREO
(Cat. 1660)
Tereo rey de Tracia,
está casado con la ateniense Progne, siendo
ambos padres del pequeño Itis. Cuando el niño
ha cumplido cinco años
llega a palacio Filomela,
hermana de Progne, a la
que por sus ruegos fue a buscar Tereo a Atenas. Al ver a su cuñada sucumbió a la pasión y en un alto del viaje la viola y después
le corta la lengua para que no pueda narrar lo ocurrido. Esta da
a su hermana un tejido en el que ha bordado la terrible historia.
Ambas hermanas traman una venganza terrible: Progne mata
al hijo de ambos y junto a su hermana lo despedazan y con sus
miembros preparan un banquete a Tereo.
"Y en el acto arrastró a Itis. Como un tigre del Ganges a la cría
lactante de una cierva a través de las selvas umbrosas, y cuando se
encontraron en un sitio apartado de la profunda mansión, mientras el
niño tiende las manos y advierte ya su destino y grita '¡madre, madre!'
y busca su cuello, lo traspasa Progne con la espada en el sitio donde el
pecho se une al costado, y no vuelve la cabeza. Incluso un solo golpe
hubiera bastado para su muerte: pero Filomela le corta el cuello; y
aquellos miembros, vivos todavía y que aún conservaban algo de aliento, los despedazan; a continuación unos saltan en capaces calderos de
bronce, otros chisporrotean en asadores: chorrea sangre la estancia.
Con ellos sirve la esposa y madre una mesa a la que invita a Tereo, que
nada sabe, y fingiendo que se trata de un rito tradicional de sus padres
al que solo es lícito que asista el marido, hizo retirarse a acompañantes
y criados. Tereo así, sentado en alto sitial de sus antepasados, va devorando y amontona en su vientre sus propias vísceras, las de su hijo,
que lleva su sangre, y, tan grande es la oscuridad de su alma: 'Llamad
aquí a Itis'. No puede Progne disimular su salvaje goce, y ansiando
ser la mensajera de su propia calamidad dice: 'Dentro tienes a quién
pides'. Mira él a su alrededor y pregunta dónde está; mientras sigue
preguntando y vuelve a llamar, avanzó de un salto Filomela, conforme
estaba con los cabellos salpicados de la infernal carnicería, y arrojó a la
vista del padre la cabeza ensangrentada de su hijo Itis, y en ningún otro
momento habría preferido poder hablar y testimoniar su goce con bien
merecidas palabras. El tracio derribó la mesa con estentóreos gritos e
invoca a las Furias y unas veces ansía abrirse el pecho, si pudiera, y
sacar de allí el espantoso festín y las entrañas sumergidas, otras veces
llora y se llama miserable sepulcro de su hijo…"
Ovidio: Metamorfosis, V, 637-665
PETER
PAUL RUBENS
MERCURIO
(Cat. 1677)
Mercurio, es el dios romano identificado como
el Hermes griego. Es el protector de los comerciantes (de su nombre deriva la palabra mercancía) y de los viajeros. Es también el mensajero
de Júpiter y servidor y cómplice en sus aventuras
amorosas. Sus atributos son el caduceo, el sombrero de alas anchas y las sandalias aladas; finalmente lleva
también una bolsa símbolo de las ganancias que proporciona el
comercio. La mitología lo hace también ser el padre de los lares,
lo que explicaría por qué éstos, como Mercurio, son los dioses
de los caminos y de las encrucijadas.
Jacob
Jordaens
LAS BODAS
DE TETIS Y
PELEO
(Cat. 1634)
"Peleo, rey de Ptía, en Tesalia, es sobre todo célebre por
haber sido el padre de Aquiles. Se casó con Tetis, hija de Nereo,
que había sido pretendida por Zeus y Poseidón, pero Prometeo
les predijo que el hijo de Tetis sería, por voluntad de los Hados,
más poderoso que su padre. Inmediatamente, las dos divinidades
renunciaron a su pretensión y casaron a la nereida con un mortal,
para quién el cumplimiento de esta profecía no significaba ningún
inconveniente. Los dioses resolvieron darle por marido a Peleo,
pero ella lo rehusó. Por su condición de divinidad marina, poseía el
don de cambiar de forma a voluntad, y, usando de él, transformóse sucesivamente, para escapar a los abrazos de Peleo, en fuego,
agua, viento, árbol, pájaro, tigre, león, serpiente y, finalmente,
en jibia. Peleo aleccionado por el centauro Quirón, la sujetó fuertemente, y al final volvió a convertirse en diosa y mujer. La boda
se celebró en el monte Pelión, y a ella asistieron todos los dioses;
las musas cantaron el epitalamio, y todos ofrecieron un regalo a
los recién casados. Entre los más notables se citan una lanza de
fresno, ofrecida por Quirón, y dos caballos inmortales, Balio y
Janto, obsequio de Poseidón. Estos corceles reaparecerán uncidos
en el carro de Aquiles.
Tan solo fue apartada del banquete la Discordia alada, que al
final de la comida arrojó una manzana a la mesa con la inscripción
'a la más bella'. Júpiter entrega la manzana a Mercurio, evitando
así elegir entre la riqueza, Juno; la gloria, Minerva y el amor,
Venus".
Higinio: Fábulas
Sileno es el nombre genérico que se da a los
sátiros llegados a la vejez. Era el personaje al que
se le encomendó la educación de Baco y tuvo
relaciones con el teatro. Se le consideraba como
hijo de Pan, o de Hermes, y de una ninfa. Otras
veces aparece como nacido de las gotas de sangre
de Urano, cuando fue mutilado por Crono. Era
poseedor de una gran sabiduría y se le atribuía la
paternidad del centauro Folo, al que habría tenido
con una ninfa de los fresnos. Otras leyendas lo presentaban como padre de Apolo Nomio, el Apolo
pastor de la Arcadia.
PETER
PAUL RUBENS
SILENO
o SÁTIRO
"Sileno era feo de aspecto: tenía una nariz chata y mirada de
toro. Tenía una gran barriga y se le solía representar a veces cabalgando sobre un asno completamente borracho".
Virgilio: Égloga, VI
(Cat. 1681)
Coordinación general y redacción de textos:
Andrés Peláez Martín
Edita: ORQUESTA Y CORO NACIONALES DE ESPAÑA
Coordinación editorial: Fernanda Andura
Documentación: Rosario Laín y Eduardo Villar
Diseño: Trapping / Imprime: Egraf
NIPO: 556-06-002-0
El acceso al Museo del Prado se realizará según las normas específicas del centro.
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