^r ^^->M""^^ ___._ PA12"LI^^5 OUl: C06fYOn1;N UNA SEMILLA 1?1 principio cíc toda planta, y como consecuencia de tocío cultivo, es, en la gran mayoría de los casos, la semilla. No decimos "en todos" pensando que también se hacen plantaciones de tubérculos, bulbos, rizomas, estacas e injertos..., procedimientos de multiplicación o reproducción asexuada de los vegetales, que logran, sin necesidad de semiilas, nuevos seres ; pero estos casos en la práctica del cultivo son los menos. Tan limitados que constituyen la excepción. Lo general es que sembremos, que entregucmos la semilla a la tierra para que allí germine. Y no hace falta pensar mucho para comprender que no debe ser indiferente ni trivial emplear una tt otra semilla : una semilla joven u otra ya vieja, una llena, perfectamente granada, u otra vana ; una limpia u otra mezclada con toda clase de impurezas o materias extrañas. Puesto que la simiente será la planta, cuidemos de que aquélla se halle en condiciones de formarla, de realizar ]a transformación que se le pide. Y luego, que por su vigor, su sanidad, por todas y cada una de las circunstancias que reúna, sea garantía para el éxito. - 6 - l^,sto 11r^^a :^ clecir :^ll;unas I^airclaras, las preci>u^, rc:I,ccto a como son la^ scmillas. L,^s srmill,^^, quc },roceden, cou^o es sabiclo, de úvulos iccttnel:ulos existentcs en ]a mayoria de Ic^s casos cn csa partc básica y dilatada del órgano femenin^ de la flor llamada ovario, constan, a hran^Ics rasgos, de dos partes distintas: tegumento ^• almendra. 1^,1 tegumento, simple o c3oble, es la cubierta protectr^ra de la semilla. Su superficie, unas veces lisa, brillante í habas, judías), otras opaca y granulosa, presenta en ocasiones verrugas, crestas onduladas, etc. No es raro que sus células se larolonguen en pelr^is ya uniformemente repartidos, como ocurre en las semillas del algocíanero cioncíe forman el algodón, ya ]ocalizados en ciertos lnmtos, de los yue surgen como penachos. A veces, las cuhiertas de las semillas y sus tegumentos modiFcan un cierto número de células v forman alas : membranas finas y delicadas, que son, como los pelos, auxiliares para ]a diseminacibn. Y hay casos-citando sólo los más notables-en clue las células de este tegumento o se gelifican en contacto ^íel agua, dando capas gelatinosas (lino), o engruesan y se llenan de líquidos azucarados y ácidos, formando un tegumento carnoso. Es el caso de la granada. A1 comernos los rubíes de sus granos lo hacemos golosamente atraídos por sus modificadas cubiertas. En el tegumento se aprecian, con mayor o menor claridad, se^ún las semillas, el llamado "hilo", cicatriz formada por la rotura del cabillo o sos- -^tén del óvulo, y el micropiln, aLertura de éste por donde surge ia radícuia en el procesu de ger^uinación dcl ^rano. La almendra, quc orupa casi todo el volumen ^ ^^ ^ ,^ , ^ ^.^^ • r^„ + ^ ^ ^, , ^ ^. ^' ^l ^^ , • ^ ^ Algunas semillas. i^fuy aumentadas y en su tatnaño natttral. rlc la semilla, consta a su vez sólo de embrion en los casos más simples y, generahnente, de tma reserva nutritiva exterior a aquél: albumen o e,^dospermo. El embrión, tmas veces recto, otras curvo, en ocasiones en espiral, es siempre la parte esencial de la semílla, "la planta en míniatura". En él se distingue un cilindrp corto, "tallito", termi- nan^i^^ ^lc un extrcmr> por un pequei`io cono "rr.<iícula" ^^ ^lc ofrr^ por una masa uvni^lea ^^cplastada, re]ativamente cunsiderable, yue cn las plantas dicotile^l^^^neas se separa fácilmente ^•n dc^s mitades, aplicadas una contra otra por su cara plana. Dichas prirtes son los cotiledones. Los que, al germinar muchas semillas y salir el tallo a flor de tierra, constituyen el primer par de hojas de la planta. I-Iojas que se agotan paulatinamente hasta morir, en provecho de] tierno vegetal de que forrnan parte. Fntre ambos cotiledones, pero invisiblc por fuera en tanto que están juntos, se halla el cono terminal del tallito, ora desnudo, ya desarrollado en gémula o yema, o provisto en algunos casos (judías) del primer par de hojuelas. I,as materias que rodean al emhrihn : albumen, endospermn o perispermo, 0 1as que se alojan en sus cotiledones (casos de semíllas sin albunre^n), contienen rnaterias nutritivas diversa5: almidón, aceites, sustancias nitrogenadas, celulosa, dandc^ lugar a reservas amiláceas oleaginosas, córneas etcétera. Las gramináceas, por ejemplo, encierran en sus semillas no sólo almidón, sino una materia nitrogenada, que es el gluten de los cereales. Lo^ granos de adormidera, de ricino, de colza, son ricos en aeeites ; algunos albúmenes de tipo celulósico a córneo, adquieren tal dureza que la industria los utiliza para fabricar diversos objetos. Fs el caso de la semilla de Phytedefans, palmera de América, cuvos granos, del tamaño de un huev0 cie gallina, tienen un albt^men cejujósico, bjan- - 9 - ^o, tan rrsistente que con el n^mbre de "marfil vegetal" ^^ corozo, sustituye a] hueso y al cuern^^ en diversris aplicaciones. Fstas sustancias de reserva necesita ser dil;cridas y asimiladas por el embrión para clue el proceso germínativo se cumpla. Las transformaciones que se originan son, ]a rnayor parte de las veces, desdoblamientos con hidratación, realizaclos bajo el inflttjo de diastasas apropíadas : amilasa, invertina, saponasa, pepsina, etc. Se ve, por lo dicho, que si el tegumento Puede tener en ocasiones al^ún interés como elemento protector, cie imbibición, etc., to fundamental de la semilla es la vulgarmente ]lamada al^nendra y, sobre todo, dentro de ella, el embricm. Una semilla sin embrión o con el embrión mutilado podrá servir para hacer harina, para el consumo de hombres y animales, para aplicaciones industriales, ^ nunca para la siernbra! Y si esencial es 1a presencia del embrión, muy 'rmportante es asimismo que el grano no sufra quebrantos en sus reservas. Son éstas las que han de atender at sustento de esa "planta en pequeño" que se aloja en el interior de la semilla, hasta que el embrión, evolucionando, se transforme en tttia planta con raíces capaces de absorber los jugos de la tierra, y con ta]]os v hojas que, salicndo a la superficie, formando en sus células, con el rnncurso de la luz, la materia verde o clorofiia, nosean armas para cantar elementos de la atmósfera y formar, con éstos y con los que ascienden ^lel spelo. los alimentos que prccisa su ecopomí1.