DEL COLOR DE LA LUZ A LA LUZ DEL COLOR María Jesús Aparicio González “Afirmamos ahora que, aunque pueda parecer extraordinario, los ojos no ven forma alguna, ya que son la luz, la sombra y el color conjuntamente los que constituyen aquello que hace que nuestra visión distinga un objeto de otro y las partes de un objeto entre sí. A partir de estas tres cosas, al mismo tiempo, las que hacen posible la existencia de la pintura, un arte que tiene el poder de producir sobre una superficie plana un mundo mucho más perfectamente visible que el real”. (Teoría de los colores. Goethe) Van Gogh comenzó a investigar seriamente con el color y la ausencia del mismo desde sus inicios, “paradójicamente, el origen del color en Van Gogh hay que buscarlo en su negación…su primera época cuando se empeñó en pintar prácticamente a base de blancos y negros, rechazando cualquier color”. En 1882 la preocupación por el cromatismo que va infiltrando en sus obras va cogiendo carrerilla y siente la necesidad de compartirla con su mejor amigo además de hermano Theo. “El negro absoluto no existe, a decir verdad. El negro, como el blanco, existe casi en todos los colores y forma la infinita variación del gris, diferentes de tono y de vigor. Y tanto que en la naturaleza no se ve, a decir verdad, otra cosa que esos tonos e intensidades. Los colores fundamentales no son más que tres: rojo, amarillo, azul. El anaranjado, el verde y el violeta son tonos “compuestos””. Del primer manual que hemos citado, Van Gogh extrae varios principios que constituyen las bases teóricas de la noción de los colores complementarios (rojo-verde, naranja-azul, amarillo-violeta) ideas que concuerdan con las investigaciones realizadas por Chevreul en Ley de contraste simultáneo de 1839. La distinción entre el color y el tono (el color en sí y su valor), la idea de la exaltación del color por la yuxtaposición de sus diferentes tonos y hasta las líneas dinámicas que expresan los sentimientos. “Estoy completamente preocupado con estas leyes de los colores. ¡Ah, si nos las hubieran enseñado en nuestra juventud! “Si se combinan dos de los colores primarios, el amarillo y el rojo, por ejemplo, para componer un color binario, el anaranjado, este color binario alcanzará su máximo de brillantez cuanto más se aproxime al tercer color primario no empleado en la mezcla. De igual modo, si se combina el rojo y el azul para producir el violeta, este color binario, el violeta, resaltará por la vecindad inmediata del rojo. Se llama con razón complementario, a cada uno de los tres colores primitivos, por relación al color binario que le corresponde. Así el azul es complementario del anaranjado, el amarillo es complementario del violeta, y el rojo, complementario del verde. Recíprocamente, cada uno de los colores compuestos es complementario del color primitivo no empleado en la mezcla. Esta exaltación recíproca es lo que se llama la ley de contraste simultáneo”. Van Gogh, no puede resistirse relación a esta lectura que impresionado. y escribe le había a Theo, en dejado muy “Te adjunto algunas líneas interesantes acerca del color; se trata de las grandes verdades en las cuales Delacroix tenía fe. Agrega a esto; los antiguos no iban por la línea, sino por el medio, es decir, que es preciso atacar las bases elipsoidales o en círculo de las masas en lugar del contorno. Sobre este tema he descubierto el libro de Gigoux, que lo dice muy exactamente, pero el hecho mismo me preocupaba desde hacía mucho tiempo. Los antiguos no han admitido más que tres colores primarios, el amarillo, el rojo y el azul, y los pintores modernos no admiten otros. En efecto, estos tres colores son los únicos in descomponibles e irreductibles. Todo el mundo sabe que el rayo solar se descompone en una serie de siete colores que Newton ha llamado primitivos: el rojo, pero está claro que el nombre de primitivos no podría convenir a tres de esos colores, que son compuestos, ya que el anaranjado se hace con el rojo y el amarillo; el verde con el amarillo y el azul; el violeta con el azul y el rojo. En cuanto al índigo no podría contarse tampoco entre los colores primitivos, puesto que no es más que una variedad del azul. Es preciso pues reconocer, con la antigüedad que no hay en la naturaleza más que tres colores verdaderamente elementales, los cuales, mezclándose a pares engendran otros tres colores compuestos llamados anaranjado, el verde y el violeta. binarios; el Estos rudimentos desarrollados por los sabios modernos han llevado al conocimiento de ciertas leyes que forman una luminosa teoría de los colores, teoría que Eugene Delacroix poseía científicamente y a fondo, después de haberla conocido por instinto…” Autorretratua Vincent Van Gogh. 1889 http://www.angelayala.ceu.es/documentos/Doc.%20n%C2%BA2%20Seri e%20ARTE%20%28IHAA%29%20%28interior%29.pdf