[ 5 º S e m i n a r i o d e A t e n c i ó n F a r m a c é u t i c a ] Problemas éticos en la atención farmacéutica a pacientes VIH Dra. Teresa Requena Caturla Farmacéutica especialista en Farmacia Hospitalaria Magister en Bioética Fundamental y Clínica Servicio de Farmacia Hospital Universitario La Paz Madrid 91 [ 5 º S e m i n a r i o d e A t e n c i ó n F a r m a c é u t i c a ] INTRODUCCIÓN En la última década los farmacéuticos de hospital han cambiado su forma de trabajar para adaptarse a nuevas realidades que le eran requeridas por el sistema de salud. Uno de estos cambios se produjo al ampliar el ámbito de atención de pacientes hospitalizados a los pacientes ambulantes. Una de las primeras poblaciones de pacientes que pasamos a atender fue a los pacientes infectados por el virus VIH, tras la entrada en vigor del PROSEREME V en 1992, que incluía la dispensación de los medicamentos calificados por el Ministerio de Sanidad y Consumo, como de Uso Hospitalario. Todos los antirretrovirales que iban saliendo al mercado o incluso los que aún no lo habían hecho, se dispensaban a los pacientes desde las farmacias de hospital. Ello propició que los servicios de farmacia fueran reorganizando los escasos recursos, tanto humanos como materiales con objeto de mejorar sus competencias y capacidades en la atención a estos pacientes, y que en la actualidad tengamos profesionales farmacéuticos muy cualificados en la farmacoterapia del paciente VIH, que quieren completar su formación técnica, con una formación ética que le permita analizar de forma fundamentada la toma de decisiones, que inevitablemente incorpora los valores no sólo del paciente, sino además los del médico, el propio farmacéutico y en general los de toda la sociedad. El objetivo de esta exposición no es, por tanto, un abordaje completo a los posibles problemas éticos en todo tipo de atención farmacéutica, si no que va dirigido a aquellos que se pueden producir en la relación asistencial del farmacéutico que atiende a pacientes VIH, que conoce a su paciente y que se relaciona además con el equipo médico y de enfermería con el que colabora. ÉTICA CLÍNICA: DEFINICIÓN Y PRINCIPIOS ÉTICOS La ética clínica se considera una subespecialidad de la Bioética y se refiere a la toma de decisiones en el día a día de aquellos que atienden al paciente1. 92 En 1978 la Comisión Nacional para la Protección de las Personas objeto de la Experimentación Biomédica, creada por el Congreso de los EEUU, elaboró el Informe Belmont, en el cual se establecen los principios básicos Problemas éticos en la atención farmacéutica a pacientes VIH de la bioética: respeto a la Autonomía, Beneficencia y Justicia2. Algunas teorías éticas introducen posteriormente el principio de No Maleficencia separándolo del de Beneficencia. Principios de la bioética Los principios son guías que dejan un considerable espacio en la valoración de los casos concretos, pero a la vez permiten la formulación de normas o políticas más detalladas. Los cuatro principios son: 1. Respeto a la autonomía: respeto por la capacidad de decisión de las personas autónomas. 2. No maleficencia: Evitar causar daño. 3. Beneficencia: promoción de los beneficios y evaluación del balance entre beneficios, riesgos y costes. 4. Justicia: Distribución de los beneficios, riesgos y costes de forma equitativa. Los principios de no maleficencia y beneficencia han jugado un papel histórico muy relevante en la ética médica, mientras que el respeto a la autonomía y la justicia no han sido contemplados tradicionalmente en la ética médica y han adquirido un papel prominente en los últimos 25 años. Los principios éticos que rigen la vida pública son distintos de los de la vida privada. Hay dos tipos de deberes, los perfectos o de justicia y los imperfectos o de beneficencia. En bioética, esta distinción ha llevado a diferenciar dos niveles, el público, constituido por los principios éticos de no maleficencia y de justicia, y el privado con los de autonomía y beneficencia. En la relación clínica, los profesionales sanitarios y los pacientes se rigen por los principios de beneficencia y de autonomía, siendo el límite de la beneficencia la propia autonomía del paciente. Y esta relación se establece en un marco delimitado por las llamadas “terceras partes”: Gestores sanitarios, jueces, aseguradoras privadas… que se deben regir por los principios de justicia y no maleficencia. Los principios de no maleficencia y justicia se consideran de primer nivel y los de autonomía y beneficencia de segundo nivel3. 93 [ 5 º S e m i n a r i o d e A t e n c i ó n F a r m a c é u t i c a ] Procedimientos para la toma de decisiones En la ética clínica se ha generalizado el análisis de los conflictos mediante una aproximación basada en los principios éticos anteriormente mencionados, jerarquizando los principios a la vista de las situaciones concretas y de las consecuencias previstas, y sobre todo, muy especialmente, permitiendo en dicho análisis la argumentación ordenada y la discusión de todos los involucrados, especialmente con representación de los afectados. El procedimiento que se sigue es el de la deliberación4. Hemos hablado de los principios éticos y del método para analizar los conflictos, pero es imprescindible para tomar decisiones, establecer el fin. Hace más de dos siglos Kant afirmó que los seres humanos son fines en si mismos y no sólo medios y por tanto merecen respeto. Los seres humanos se caracterizan por tener dignidad y no precio5. Diego Gracia dice que la dignidad es probablemente el concepto fundamental de toda la ética e incluso de toda la vida humana6. Este es el canon moral del ser humano, que se impone la bioética como imperativo categórico. Es un canon formal, el ser humano en su necesidad como ser racional de justificación moral de sus propios actos, va dando contenido a lo largo de la historia a este canon formal, materializándolo en forma de leyes, que a su vez nacen del análisis de los derechos y deberes de las personas y de los conflictos entre los valores de las mismas. No todas las sociedades dan el mismo contenido al canon formal, no hay acuerdo sobre que se considera “ser humano”, ni sobre que significa “respeto” o “dignidad”. PROBLEMAS ÉTICOS EN LA ATENCIÓN FARMACÉUTICA AL PACIENTE VIH 94 Deberíamos ser capaces de diferenciar aquellos problemas en los que nosotros somos los agentes principales en la toma de decisiones, de aquellos otros en los que no lo somos, pero podemos y queremos influir en las decisiones de otros profesionales sanitarios o gestores. Problemas éticos en la atención farmacéutica a pacientes VIH Nuestro papel ejecutor en la relación clínica, es la dispensación y la información de los fármacos prescritos por el médico, la evaluación y seguimiento de los posibles problemas relevantes con la farmacoterapia completa del paciente y con su dieta, la colaboración en la educación para salud de los pacientes y usuarios. Nuestro papel es asesor en la prescripción médica y en la gestión de los recursos farmacoterapéuticos. Para ello mantenemos nuestra competencia con la formación continuada y además realizamos labor docente e investigadora. Tenemos un código de ética que promueve y divulga nuestros valores, para el paciente, para el resto de profesionales sanitarios y para la sociedad, como colectivo profesional7. La estructura y organización de la unidad de atención al paciente VIH es el componente básico que permite la relación con el mismo. En la figura 1 se muestra una clasificación que puede ser útil a la hora de analizar los diferentes problemas en la atención a pacientes VIH, bien sea en el ámbito asistencial o en el ámbito de la investigación. [Figura 1] Problemas éticos en la atención farmacéutica al paciente VIH 95 [ 5 º S e m i n a r i o d e A t e n c i ó n F a r m a c é u t i c a ] 1. Problemas relacionados con la información clínica y con el consentimiento al tratamiento Requiere el estudio del principio de autonomía y de la legislación vigente en España. Respeto por la autonomía del paciente Ser autónomo es poseer la capacidad de autogobierno: entendimiento, razonamiento, deliberación y elección independiente. Se formula como un derecho, así las personas tienen derecho a tener sus propios puntos de vista, a tomar sus propias decisiones y a realizar acciones basadas en sus propios valores y creencias. No respetar la autonomía de una persona, es tratarla como un medio para conseguir unos fines, sin tener en cuenta los fines que se plantea ella misma. La especificación de este principio da lugar a diferentes derechos como el de la libertad, la intimidad, la veracidad y el consentimiento. El límite a la autonomía de pensamiento y de acción es la producción de daños a otras personas. Por ello, es un principio prima facie, es decir no absoluto, y por tanto puede ser no respetado cuando compite con otras consideraciones morales. Este principio no da cobertura a las personas no autónomas: inmaduros, incapacitados, ignorantes, coaccionados o explotados8. La Ley 41/2002 de 14 de noviembre sobre consentimiento informado, historia clínica, intimidad e instrucciones previas9 Expone el marco legal actual. Es una ley básica reguladora de la autonomía del paciente y de los derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica, que surge como respuesta a la importancia creciente que tienen en nuestra sociedad los derechos de los pacientes en cuanto eje principal de las relaciones clínico-asistenciales. 96 Su ámbito de aplicación comprende todo el territorio español y abarca a los pacientes y usuarios, a los profesionales y a los centros y servicios sanitarios públicos y privados, regulando los derechos y obligaciones de todos ellos en materia de autonomía del paciente, de información y de documentación clínica. En investigación clínica ha de cumplirse la legislación específica. Problemas éticos en la atención farmacéutica a pacientes VIH Está orientada por los principios de respeto a la dignidad de la persona, a la autonomía de su voluntad y a su intimidad, derivados de los principios generales contenidos en la Constitución Española de 1978. 1.1 Consentimiento informado Es la conformidad libre, voluntaria y consciente de un paciente manifestada en pleno uso de sus facultades después de recibir la información adecuada para que tenga lugar una actuación que afecta a su salud. Con carácter general, toda actuación en el ámbito de la sanidad requiere de previo consentimiento de los pacientes o usuarios, prestado después de recibir una información adecuada (art. 2.2) Desde un punto de vista legal el consentimiento informado es el exponente fundamental del principio de autonomía y proclama: a) El paciente o usuario tiene derecho a decidir libremente después de recibir la información adecuada, entre las opciones clínicas disponibles (art. 2.3). b) Todo paciente o usuario tiene derecho a negarse al tratamiento, excepto en los casos determinados por la ley*, debiendo constar su negativa por escrito (art. 2.4). ¿ Quién informa? Tiene la obligación de informar el médico responsable, sin perjuicio de que también debe informar el médico que practica la intervención respecto a las especificaciones adecuadas sobre la técnica concreta y otros profesionales sanitarios pueden y deben participar en el proceso de información clínica, aunque dentro del ámbito de su función propia en el proceso de atención. ¿ A quién debe informar? El titular del derecho a la información es el paciente, admitiendo la posibilidad de que sean también informadas personas vinculadas a él por razones familiares o de hecho, en la medida que el paciente lo permita de manera expresa o tácita. *Ley Orgánica 3/1986, de 14 de abril, de medidas especiales en materia de salud pública. 97 [ 5 º S e m i n a r i o d e A t e n c i ó n F a r m a c é u t i c a ] ¿Qué debe informar? El mínimo legal exigible de información al paciente afecta a todas y cada una de las actuaciones asistenciales y contiene: a) Finalidad. b) Naturaleza. c) Riesgos. d) Consecuencias. e) Alternativas posibles a la intervención propuesta. ¿ Cómo informa? La información clínica deberá ser verdadera, comunicarse al paciente de forma comprensible y adecuada a sus necesidades y habrá de ayudarle a tomar decisiones de acuerdo con su propia y libre voluntad. La ley fija ahora, a diferencia de la anterior Ley General de Sanidad de 1986, como regla general que la información se proporcionará verbalmente, eso sí, dejando constancia de la misma en la historia clínica. Consentimiento informado por escrito Será obligatorio el consentimiento informado por escrito en los supuestos recogidos en la figura 2. [Figura 2] Consentimiento informado por escrito en asistencia e investigación (Ley 41/2002 y RD 223/2004) 98 Problemas éticos en la atención farmacéutica a pacientes VIH Excepciones al consentimiento informado (documentado en la historia clínica). 1. Riesgos para la salud pública. 2. Urgencia: riesgo inmediato grave para la integridad física o psíquica del enfermo sin posibilidad de conseguir su autorización. 3. Necesidad terapéutica (antes privilegio terapéutico): existe la posibilidad de limitar la información al paciente, cuando ésta pueda perjudicarle por razones objetivas. Se recomienda la valoración por un comité de ética asistencial. 4. Renuncia a la información: El paciente tiene derecho a no ser informado. Se contemplan límites al derecho a no saber, ya que pueden producirse conflictos con el interés de la propia salud del paciente o de terceros, ello conlleva que la información se limite sólo ante una verdadera exigencia terapéutica. Revocación del consentimiento informado El paciente tiene derecho a revocar por escrito libremente su consentimiento en cualquier momento. Consentimiento informado por representación El consentimiento informado por representación es necesario en los siguientes casos: a) Paciente incapaz de tomar decisiones según apreciación del facultativo, el consentimiento deberá ser otorgado después de ser informadas las personas vinculadas a él por razones familiares o de hecho. b) Paciente incapaz en virtud de declaración judicial, el consentimiento deberá ser otorgado después de ser informado el representante legal. Se dará información al paciente de modo adecuado a sus posibilidades de comprensión. c) Menor de edad emancipado o con dieciséis años cumplidos: tienen que otorgar ellos mismos el consentimiento informado. En caso de riesgo grave según criterio facultativo, los padres serán informados y su opinión será tenida en cuenta para la toma de la decisión correspondiente. 99 [ 5 º S e m i n a r i o d e A t e n c i ó n F a r m a c é u t i c a ] d) Menor de dieciséis años o menor de edad sin capacidad de comprender la intervención según apreciación del facultativo. Si el paciente menor de edad no es capaz intelectual ni emocionalmente de comprender el alcance de la intervención, el consentimiento informado habrá de darlo el representante legal del menor (normalmente los padres), pero si el paciente tiene doce años cumplidos debe escucharse la opinión del menor, antes de que su representante autorice la intervención. 1.2 Derecho a la intimidad La Ley también contempla el derecho a la intimidad, que ya está recogido en la Constitución Española. Por lo que se ha de garantizar la protección frente a cualquier invasión que pueda realizarse en el ámbito de su vida personal y familiar, de forma que se garantice al individuo un ámbito reservado de su vida, vinculado con el respeto de su dignidad como persona, frente a la acción y conocimiento de los demás, sean éstos públicos o particulares. Tampoco es un derecho absoluto, pero para su sacrificio debe cumplirse la regla de proporcionalidad. En cuanto a la confidencialidad de los datos de salud, la ley básica establece que toda persona tiene derecho a que se respete el carácter confidencial de los datos referentes a su salud, y a que nadie pueda acceder a ellos sin previa autorización amparada por la ley. El desarrollo está recogido en la Ley orgánica 15/1999 de 13 de diciembre sobre protección de datos de carácter personal y el Real Decreto 994/1999 de 11 de junio Reglamento de medidas de seguridad de ficheros automatizados. 1.3 Problemas relacionados con la responsabilidad del paciente 100 La Ley 41/2002 establece la obligación de colaboración del paciente: Los pacientes o usuarios tienen el deber de facilitar datos sobre su estado físico o sobre su salud, de manera leal y verdadera, así como de colaborar en su obtención, especialmente cuando sean necesarios por razones de interés público o con motivo de la asistencia sanitaria (art. 2.5). Problemas éticos en la atención farmacéutica a pacientes VIH 1.3.1 Falta de adherencia al tratamiento y comportamientos de alto riesgo Los pacientes toman decisiones sobre sus tratamientos en función de sus creencias y de la información de que disponen. Subsanadas las implicaciones derivadas de una adecuada información clínica que les permita comprender las consecuencias para ellos de este problema y la facilitación de terapias ajustadas a sus necesidades en lo posible, no hay justificación legal para denegarles el tratamiento y la justificación moral habría que buscarla en la necesidad real de racionamiento por escasez o por coste, que veremos más adelante. 2. Problemas relacionados con el acceso a la terapia Requiere el estudio del principio de justicia y de la legislación vigente en España. Principio de justicia En bioética este principio se limita a la justicia social, no incluyéndose el análisis de la justicia criminal o civil. Se refiere específicamente a la distribución de los beneficios, las cargas y los costes en el o los sistemas de salud. Los problemas de justicia distributiva se plantean por escasez o competición de los recursos que permiten ser titulares de nuevos derechos, de tener privilegios, oportunidades. Por ello, es inevitable sopesar las diferentes alternativas evaluando los beneficios, riesgos y costes de cada una de ellas, en cuanto a la población a la que van dirigidas y su proyección a la sociedad. El principio formal atribuido a Aristóteles es que “los iguales deben ser tratados igual y los desiguales desigual”. En nuestro marco legal el acceso a los servicios sanitarios públicos es prácticamente universal y financiado públicamente. 2.1 Racionamiento El racionamiento es la denegación sistemática y deliberada de algunos recursos, aunque puedan ser beneficiosos por considerarse muy caros, o muy escasos. 101 [ 5 º S e m i n a r i o d e A t e n c i ó n F a r m a c é u t i c a ] Un ejemplo excelente de racionamiento es el que organizó la OMS y UNSIDA con su iniciativa “3 by 5”, cuyo objetivo es conseguir tratar a tres millones de personas VIH de países en desarrollo o de ingresos medios con terapia antirretroviral de por vida, al final del año 2005, como primer escalón hacia el objetivo de hacer efectivo el acceso universal del tratamiento a todo el que lo necesite, considerado un derecho humano. El objetivo estratégico sacrifica a muchos más pacientes que requieren de forma urgente tratamiento, por ello, es necesario establecer un procedimiento ético, que asegure la calidad de los criterios de discriminación, inevitables ante la falta de recursos10. En otros países, como EEUU tradicionalmente la sociedad se ha dividido en clases y sanitariamente se presentan programas o servicios públicos dirigidos a pobres, ancianos…, todos los comprendidos en esa clase deben recibir, según el principio de justicia los mismos servicios. Pero ¿es justo denegar los servicios sanitarios a una persona igualmente necesitada que no pertenece a esa clase tal y como se ha delimitado la misma?. Puede ser legal, pero lo justo requiere de principios materiales, no sólo formales que permitan el establecimiento de los criterios moralmente relevantes entre las personas, que las hagan diferentes y por ello provocar diferentes accesos a los servicios de los sistemas de salud. Estos principios materiales analizan la posesión de propiedades relevantes que la persona ha de tener para cualificarse para una distribución particular. Estas se materializan en normas o políticas que deben ser revisadas para no producir discriminación11. 2.2 Discriminación Las decisiones, las normas y las leyes tienden a ser injustas cuando hacen distinciones entre clases de personas que son de hecho similares en aspectos relevantes: discriminación negativa, o fallan, al no hacer distinciones entre clases de personas que son de hecho diferentes en aspectos relevantes: discriminación positiva. 102 Históricamente se han construido diferentes teorías de la justicia, todas ellas aplicables a la justicia social y de los servicios sanitarios, la utilitarista, la libertaria, la comunitaria y la que aplican la mayoría de los actuales estados del bienestar que es la teoría igualitaria de la justicia. Ésta propone la distribución igual de beneficios y cargas en ciertos bienes, como por Problemas éticos en la atención farmacéutica a pacientes VIH ejemplo los servicios sanitarios, aunque es formulada de forma que no todos los beneficios sociales se repartan por igual a requerimiento de la justicia, ya que permiten desigualdades con objeto de beneficiar más al menos aventajado. La justicia como equidad se basa en el principio de igualdad de oportunidades, esgrimiendo que las propiedades distribuidas por el azar de la vida biológica y social no son elementos de partida para una discriminación moralmente aceptable, ya que no son propiedades a las que las personas puedan optar. Es característica de la lotería natural y la lotería social de la vida. Si las personas son realmente responsables de su desigualdad, no tienen derecho a una discriminación positiva. Una argumentación contraria a este principio establece que hay que diferenciar lo “injusto” de lo “desafortunado”. Y que por tanto lo injusto merece compensación y lo desafortunado compasión. John Rawls en su teoría igualitaria de la justicia establece además del principio de igualdad de oportunidades, otro principio subsidiario al mismo que es el principio de la diferencia. Este justifica un tratamiento desigual de las personas o grupos desaventajados por la lotería biológica o social de la vida. ¿Pueden ser excluidas del acceso al sistema de salud las personas con comportamientos de riesgo? La responsabilidad personal en la enfermedad ha sido un problema recurrente que ha originado conflictos a medida que se han ido conociendo los factores de riesgo de muchas enfermedades, o en general de prácticas o actividades que producen daños y que por tanto requieren consumo de recursos sanitarios públicos. Podrían por tanto considerarse comportamientos antisociales: Entre otras las prácticas sexuales inseguras, el tabaco, el alcohol…ya que pueden producir SIDA, cáncer de pulmón o cirrosis hepática… Por una parte aunque claramente son factores contribuyentes, pueden no ser los únicos, por otra parte habría que evaluar si es completa la responsabilidad personal y no ha influido en ella la lotería social, en 103 [ 5 º S e m i n a r i o d e A t e n c i ó n F a r m a c é u t i c a ] cualquiera de los dos casos la investigación requerida de las causas podría consumir muchos recursos. Los fumadores y los alcohólicos pagan impuestos altos y cada vez mayores repercutidos en tabaco y alcohol. Además algunas personas con hábitos de riesgo mueren antes y necesitan menos recursos que otros que mueren más tarde. En general estudios norteamericanos estiman que al controlar los riesgos en salud se producirá un incremento en los costes globales de salud y sociales11. 3. Problemas relacionados con la investigación en países en desarrollo Los problemas éticos en investigación y especialmente de los ensayos clínicos con medicamentos han recorrido ya un largo camino. Los requerimientos éticos expuestos por Emanuel EJ son de aplicación a todo tipo de investigación12,13. En la última década, uno de los problemas más recurrentes ha sido la investigación realizada en países en desarrollo. La investigación de intervenciones para reducir la transmisión perinatal del virus de la inmunodeficiencia humana en países en desarrollo ha dado lugar a un debate ético sobre muy variados aspectos: la utilización del placebo como rama control, la disponibilidad de los fármacos una vez finalizado el estudio14,15, y especialmente las controversias sobre el estándar de cuidados que ha de tenerse en cuenta a la hora de juzgar las experiencias concretas de la investigación en cada país en desarrollo, ya que intentar extrapolar las circunstancias de los países muy desarrollados con las de los países en vías de desarrollo puede ser una actitud imperialista16. Un problema es que la Declaración de Helsinki de la Asociación Médica Mundial. 52ª Asamblea General. Edimburgo, Escocia, Octubre 200017 incluye: “La intervención objeto de experimentación deberá ser comparada frente a los mejores métodos preventivos, diagnósticos y terapéuticos disponibles. Al final de la investigación todos los pacientes que participan en el estudio contarán con los mejores métodos disponibles identificados en el estudio.” 104 En EEUU, The National Bioethics Advisory Commission realizó un informe en el año 2001: “Presidential Bioethics Commission Issues Report on Clinical Trial Research in Developing Countries”18 con objeto de elaborar las recomendaciones necesarias para: Problemas éticos en la atención farmacéutica a pacientes VIH Mejorar la conducta ética de los ensayos clínicos internacionales con objeto de reducir la explotación potencial de los sujetos participantes en países en desarrollo. Asegurar que los estudios responden a las necesidades de salud del país. Vigilar que el acceso, una vez finalizado el ensayo, al producto que ha resultado beneficioso, es mejorado. El epicentro de la epidemia considerado actualmente, es el África Subsahariana, allí al menos uno de cada cinco adultos está infectado, la enfermedad está provocando tantos muertos, que los países están perdiendo la escasa riqueza que tenían. La iniciativa “3 by 5” OMSUNISIDA, acompañada por otras de menor escala, ya implantadas o en vías de implantación combinan el principio de utilidad para la obtención del máximo beneficio social (evitar transmisión maternal, tratar a trabajadores sanitarios…), con el de equidad (tratar a los más vulnerables) y el de eficiencia, a la hora de priorizar el acceso de ciertos grupos a la terapia antirretroviral. Los pacientes que han participado en un ensayo clínico tienen prioridad para acceder a la terapia, ya que se han expuesto a riesgos individuales que pueden derivar en un beneficio para la sociedad10. En la actualidad se están valorando los problemas inherentes a la investigación en países en desarrollo, evaluando las experiencias prácticas en diferentes países, la conclusión es que queda mucho por hacer en cuanto a los siguientes aspectos19: El proceso del consentimiento informado. Los estándares de cuidado (servicios sanitarios y tratamientos). La representación de la comunidad local. Las implicaciones sociales de la investigación. El incremento en las cargas a los investigadores. La necesidad de apoyo a la capacidad de revisión ética local. BIBLIOGRAFÍA 1 Encyclopedia of Bioethics (Edición revisada 1995) CD-Rom. Editor: Warren Thomas Reich. MacMillan Library Reference. USA. 105 [ 5 106 º S e m i n a r i o d e A t e n c i ó n F a r m a c é u t i c a ] 2. The Belmont Report. Anexo 4. Monografías técnicas. Ministerio de Sanidad y Consumo. Madrid;1990. 3. D. Gracia. La relación clínica. Rev Clin Esp 1992,191 (2). 4. D. Gracia. Procedimientos de decisión en ética clínica. Madrid. Eudema. 1991. 5. Kant I. Fundamentación de la metafísica de las costumbres: filosofía moral. Trad. Manuel García Morente. Madrid:Real Sociedad Matritense de Amigos del País, D.L. 1992: 65. 6. D. Gracia. Introducción: Morir con dignidad, dilemas éticos en el final de la vida. Fundación Ciencias de la Salud.1995:8. 7. Código de ética farmacéutica. Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria 1998. 8. Beauchamp, T.L., Childress J.F. Principles of biomedical ethics. 4d Ed. New York. Oxford University Press 1994:120-135. 9. Sánchez-Caro J, Abellán F. Derechos y deberes de los pacientes: Ley 41/2002 de 14 de noviembre: Consentimiento informado, historia clínica, intimidad e instrucciones previas. Granada, 2003. 10. WHO. Guidance on Ethics and Equitable access to HIV Treatment and Care. 2004 11. Beauchamp, T.L., Childress J.F. Principles of biomedical ethics. 4d Ed. New York. Oxford University Press 1994:326-45. 12. Emanuel EJ, Wendler D, Grady C. What makes clinical researh ethical?. JAMA 2000;283:2701-11. 13. Requena T, Santolaya R. Ensayos clínicos con medicamentos: requerimientos éticos y administrativos. Rev Clin Esp 2003,203 (Extr.2):48-52. 14. Lurie P, Wolf SM. Unethical trials of interventions to reduce perinatal transmission of the human inmunodeficiency virus in developing countries. N Engl J Med 1997;337:853856. 15. Angell M. The ethics of clinical research in the third world. N Engl J Med 1997;337:847849. 16. Benatar SR, Singer PA. A new look at international research ethics. BMJ 2000;321:824826. 17. Declaración de Helsinki de la Asociación Médica Mundial. 52ª Asamblea General. Edimburgo, Escocia, octubre 2000. 18. National Bioethics Advisory Commission. Presidential Bioethics Commission Issues report on Clinical trial research in Developing Countries. www.georgetown.edu/research/nrcbl/nbac/clinical/esspanish.pdf (entrada 28/04/05). 19. WHO. Principles and practices: The implementation of ethical guidelines for research on HIV. 2-3 junio 2003. www.who.int/hiv/strategic/mt020603/en (entrada 25/04/05).