Negocio de fijación I Roque Molla. 1.4. - Rev. AEU., vol 82, Negocio por el Esc. ESCRIBANO HÉCTOR MEDERO PIN TO.- Continuando con el Ciclo de Conferencias organiza la Asociación de Escribanos del Uruguay a través del Instituto de Investigación y Técnica Notarial, en la noche de hoy vamos a tratar el tema "Negocio de Fijación". Esta que disertación estará Derecho Civil, a cargo de la Comisión de especial, de su Coordinador, quien evidentemente en el Escribano Roque Molla, no necesita presentación. de n° 1-12, p. 49 - 60 (ene./dic. 1996) fijación. Roque Molla recepción, por ejemplo, en nuestro Código, no podemos hablar de una categoría ontológica, con una existencia legislada, como es el caso del contrato. Bien; decimos que negocio jurídico es, por un lado, de acuerdo con la teoría subjetiva, esa manifestación de voluntad dirigida a un fin práctico tutelado por el ordenamiento jurídico. Allí ubicamos, básicamente, a Cariota Ferrara. A su vez, según la posición objetiva que es la es un precepto de la auto que más nos seduce nomía privada por el cual los particulares autorregulan sus intereses, pero no con carácter de disposición jurídica, sino de creación, de fuente de relaciones jurídicas, cuyas conse cuencias pertenecen al ordenamiento. Entonces, es la razón de esta connotación, esta calificación de objetiva para esta posición de este gran ju — Con ustedes, el Escribano Roque Molla. — ESCRIBANO ROQUE MOLLA.- El Nego cio de Fijación es uno de esos temas hacen que dad a tratar de lado, se venga con que, por cierta un tranquili aportar algunas ideas y, por otro, generan la preocupación de que el fruto del estudio y, en definitiva, del trabajo inte lectual, tenga alguna razón de ser. Lo primero es así porque se trata de un tipo de negocio jurídico adelantando ya lo que consideramos es la categorización que corresponde a esta figura que, hoy por hoy, todavía sigue siendo — — uno de esos orgánica, son su muy temas que como se dice numerosas naturaleza, no están en características y sus situación doctrina, por cuanto las posiciones en cuanto a en sus conse pretensión es ubi género "negocio jurídico", corresponde someramente referir el concepto Lógicamente, se si nuestra tenemos, más allá de las definiciones han dado. Como negocio jurídico, también — teorías voluntad jurídico puede interesar al ordenamiento para otro tipo de situaciones que de ben deslindarse del concepto de negocio jurídico. Es así que tenemos actos hay carlo dentro del que Básicamente, entonces, en las dos situa apreciamos algo que se llama manifes tación de voluntad, dirigida a un fin. Porque la ciones actividad humana justamente, porque — para los cuales el De recho prescinde, no toma en cuenta la voluntad, cuencias. que de él rista italiano Emilio Betti. en saben, situación aún subjetiva en básicamente y objetiva no materia de se enfrentan definida- las de esta categoría, a pesar de manos. actos ser — actos de personas, de seres hu Por ello lo de actividad humana. Son en los que hay una situación que trae consecuencias jurídicas; es el caso aparejadas concreto de la construcción. Sabemos que la un bien en un terreno provoca construcción de una situación jurídica que se llama la accesión. situación, el ordenamiento no tiene Para esta cuenta la como en el que no tiene en muchos sistemas nuestro una recepción legal; por eso su discu en sión con respecto a su validez como tal. Pero, sin duda, en función de lo que ha sido el trabajo, jurídico sobre todo de la doctrina italiana de este siglo y de la alemana del anterior, se trata de una ca tegoría lógica indiscutible, en virtud de la gene Pero hay otro tipo de actos y aquí está un poco el linde con el concepto de negocio jurídi co, que está vinculado con el tema que trata ralización del concepto, que permite la in ferencia de una cantidad de conclusiones con Y decimos respecto a situaciones concretas. evidentemente, al no tener una remos — — lógica porque, es voluntad; lo la actividad. Por eso lato sensu, único que le interesa esta calificación de acto o en sentido amplio. — de exponer o que, al menos, pretende presentar, porque evidentemente amerita más de una exposición en los cuales hay ac tividad, como en el caso anterior, pero en los mos — 50 REVISTA DE LA A.E.U.- T. 82 (1-12), 1996 que el Derecho toma en cuenta la voluntad, pues le interesa. Me refiero a la situación que la ocupación, no en el sentido, quiere, ciudadano, de ocupar una finca, sino entendido como modo de adquirir el domi nio. Lo propio en situación ya más dentro de conocemos como si se — lo que es nuestra actividad común o diaria de posesión. La posesión es un acto jurídico en el — cual tiene un rol importante — porque el or denamiento así lo establece la voluntad. Por ello, lo calificamos como un acto jurídico síricfo — sensu. En lo que hace a la situación del negocio de fijación, quiero destacar que es un término que no ha sido depurado todavía por la ciencia civilística y, consecuentemente con ello, hay dos caminos que se pueden tomar. Uno de ellos es desde ya prescindir de varias situaciones o de las figuras diario — muchas de las cuales tratamos a hace importante y autorizada doctrina, ubicarlas dentro de este género de ne gocio de fijación. El otro camino, quizás más riguroso en cuanto a afiliarse a una concepción de este tipo, más estricto, entiende que estas figuras de las que vamos a hacer un pequeño — y, como — Como podrán apreciar, todavía no estamos hablando de este término aparentemente impor tado — evidentemente lo es — , que corresponde manejar categoría, repito, por lo menos lógica, en el sentido de elemento utilizable por la ciencia jurídica: la manifestación de la volun tad dirigida a un fin, tutelada por el ordena miento. Porque existen actos en los que también tenemos, en la vida de relación jurídica, bastante trato que suponen justamente una actividad, pero no una situación negocial. Es el caso, por ejemplo, de una intimación, o de la muestreo — no pertenecen a esta clasificación o subespecie negocio jurídico, que es el negocio de fijación. como — — confesión. El negocio de fijación es lo que se llama un negocio de segundo grado, porque supone tie la existencia de una rela ne un presupuesto ción jurídica previa. De allí lo de segundo grado, — — sabemos que no ocurre con muchos ne gocios que son los que el operadorjurídico trata como en su vida de profesional, en cuanto son situaciones primer grado, porque directamente son los determinada situación jurídica. que Más llanamente, digamos, sabemos que el con crean una Observen que ahora estoy tratando de acer un poco a lo que nos ha convocado, carme porque la confesión evidentemente es una trato cia a es la fuente de obligaciones por excelen contractual, y nivel del Derecho llamado porque para nosotros las rela ciones de fuente cuasicontractual y legal tam digo "llamado" la que se aprecia una manifestación de voluntad. Lógicamente, dirán bién deben que estamos dentro de la bre todo en cuanto a responsabilidad de Derecho situación jurídica en posibilidad de cali ficarlo como un negocio jurídico; vamos a tratar de dejar este punto de lado por un momento en nuestra exposición, por cuanto es uno de los más controvertidos en doctrina — sobre todo en Comparado en lo que respecta a si el negocio de fijación tiene como especie la llama da confesión extrajudicial. Derecho — seguir las pautas de regulación, so Contractual. Como dije, se trata de un negocio de segundo grado porque hay una relación jurídica preexis tente que necesariamente, además, requiere una actividad de quienes participaron en ella, vinculada a despejar una incertidumbre. Este concepto de incertidumbre hace verdadera Podrán apreciar que esa posibilidad, induda blemente, traería aparejada gran relevancia a este tipo de negocio por cuanto, sin duda, la circunstancia de contar con un medio de prueba como sería la confesión de esta naturaleza sin más está dando la pauta de extrajudicial — — , la importancia del problema. mente honor a terminología, a su etimología, es exacta para ubicar o no distintas situaciones en esta categoría de negocio de fijación. Porque de se puede hablar en sentido sub jetivo y objetivo; es una incertidumbre para un incertidumbre acreedor que Por supuesto que ni medianamente vamos a entrar en lo que es típico campo de Derecho Procesal, sobre el que no tenemos un conoci su aquí donde convergen las distintas posiciones que pretenden arrogarse la noción porque su deudor le vaya En la situación de a concordato, pagar. por ejemplo, evidentemente hay una incertidumbre, una si de que podamos dar algrnia opinión tangencial, tuación que pudiere pretender ubicarse en la noción que hemos dado de negocio de fijación, en cuanto actividad que pretender eUminar la si incertidumbre. Si fuera así la expresión, miento profundo respecto a este tipo se quiere. para tomar posición con de situaciones, sin perjuicio como hay vm 51 DOCTRINA cumplimiento de los presupuestos para ubicar este tipo de situaciones dentro del llamado ne gocio de fijación. Sabemos que la transacción es categorizada Código Civil como un contrato. En esto, por el sin perjuicio de como que, sabemos, el nombre no hace a la cosa, hay que respetar esa ubicación del codificador porque, además, responde a la explicación dogmática de la figura y, consecuen temente, hay ubicación Código y la verdadera califica tipo de negocio jurídico. Lógica conocemos en error que incurre en Narvaja, inducido por toda la civilística francesa del siglo pasado y también por la de este siglo, en cuanto a que trata de se un seduce la cuando refiere, si el contrato de del expresión art. en su transacción, Código 2160, Civil que por la a transacciónno se trasmiten, sino que se declaran o reconocen los derechos que hacen el objeto de las diferencias sobre el que ella recae, parecería y fue Carnelutti quien inauguró el camino — — que recta vía, no hay dificultades para ubicar a este tipo de contrato, llamado transacción, den tro de concepto de negocio de fijación. ese entre la el en ción de este mente, correspondencia una Lógicamente, como contrato que, aparentemente, no tiene la característica típica Carnelutti, gran procesalista y civilista, ubi la transacción como negocio de fijación, porque considera que es el símil extrajudicial de la sentencia. Y el propio Código Civil parece darle la razón, por cuanto el artículo siguiente, ca a el 2161, establece que la transacción, en cuanto extingue los derechos y obligaciones que las de los contratos del Derecho Positivo urugua son fuentes de obligaciones. partes hubiesen renunciado, tiene respecto de yo, que solamente ellas toda la autoridad de la No tenemos, como sí lo tienen otros regímenes, desde el punto de vista terminológico, contra esto extintivos, más allá de existir situaciones en el propio ordenamiento, que permiten por acuer do de voluntades y esa es la esencia dogmáti tos — ca de des un — , contrato; es un acuerdo de volunta provocar una situación, no de nacimiento obligaciones. Allí ubicamos sino de extinción de cosa juzgada. En también, más allá de que sea o no reconoci da la posibilidad de los negocios procesales punto que, reitero, no es de nuestra modesta no hay duda de la naturaleza incumbencia — — , de la sentencia en cuanto situación — para no posición alguna que fij a defi nitivamente el estado, de acuerdo con el desa rrollo del procedimiento. embarcarnos en — al mutuo disenso. Entonces, Carnelutti En definitiva, a nivel terminológico legal, no podemos hablar de la existencia del contrato como posibilidad de extinguir, pero sí ubicando el término contrato en la concepción que dog máticamente corresponde, podemos hablar de contrato extintivo. Hacemos esta salvedad un expresa que simple correspondencia entre dos ámbitos y, por lo tanto, no hay duda alguna en ubicar a la transacción dentro de los negocios de fijación o, si quieren, como un estadio an terior, dentro de los negocios declarativos y, dentro de éstos, como negocio de fijación. mente se trata de una porque, lógicamente, hay que respetar la termi Cómo nología legal. Sin embargo, en la transacción se da una situación que parece sí contradictoria dogmáti camente, y no susceptible de ser relevada, como la que acabo de exponer. En la medida de tra tarse de un negocio declarativo, la expresión contrato declarativo ser una cuestión — más allá de que terminológica — necesariamente la situación de anterior, por cuanto está pueda debe definir una no situación de incertidumbre; que va a esa es cumplir este negocio: certidumbre. lógico, fue la enorme autoridad de 1942 rectifica la expresión del anterior y, defini tivamente, le da la razón ala doctrina dominan te — a que la transacción es un contrato esto estamos de acuerdo, inclusive, hasta cuanto en en terminológicamente con el Código — , pero no tiene efecto declarativo. referencia negocio declarativo constituir, no modificar, ese pretendiendo extinguir, sino declarar una situación. Esto está vinculado a nuestra figura de hoy, es decir, al negocio de fij ación, en tanto está pretendiendo declarar que en algo que preexiste medra una no es Carnelutti la que abrió paso a esta posición du rante mucho tiempo. El Código Civil italiano de la función eliminar esa in Y podrán decir y bien que estamos República Oriental del Uruguay, con un Código Civil uruguayo, que será del siglo pasado, pero que sigue vigente; consecuentemente, lo en me — — la otro Sin comentario anecdótico y nada más. embargo, la referencia viene porque de la es un propia disposición del Código Civil, de su elenco de artículos surge sin duda una contradicción; no digamos ya una definición en cuanto a negar 52 REVISTA DE LA A.E.U.- T. 82 la naturaleza declarativa de la transacción pero, por lo menos, surge una contradicción. también los negocios constitutivos y los abdica tivos. Y quedan en el otro segmento de esta lla ve primer lugar, es común entender que si un negocio no es traslativo y digo negocio traslativo en forma abreviada, porque sabemos que en nuestro Derecho, para que sea posible la traslación dominial, es necesaria la yuxtapo sición de dos negocios: uno causal y otro dispositivo que, en función de actividad o de mere trasmisión derivada, es la trasmisión ce, justamente, un antecedente, que es el con (1-12), 1996 negocios declarativos. de clasificación los En — — que contrato más tradición cons tituyen lo que, a mi juicio, se denomina fenóme trato. O sea no, pues es la yuxtaposición de dos categorías. Esto provoca un resultado que se llama tras misión de derecho o, si se quiere, trasmisión del Como podrán apreciar, entonces, parece que la transacción se va desprendiendo del extremo inferior de la llave y, en definitiva, por lo menos, se acerca función de la combinación de dos negocios; pero "traslativo" no se opone necesaria o única mente a "declarativo". Hay otras situaciones que se oponen a "declarativo" y que no son en función propia reglamentación que del instituto hace el Código Civil en el art. 2159, inciso 2°. Allí establece que la renuncia general de dere chos no se relación se de extiende con el a objeto otros que a los que tiene los objetos sobre los que o transige. Como observarán, está hablando renuncia, de disposición, que no tiene nada que la traslación. ver con Entiendo que hablar de renuncia traslativa antinomia. Es imposible pensar en una derecho de propiedad. Es un fenómeno traslati vo en mucho al extremo superior, de la es una renuncia traslativa; la renuncia tiene esa conno tación esencial de ser un negocio abdicativo. tras propio art. 2166 refiere a cuando una de partes ha renunciado el derecho que le corresponde por un título; nuevamente aparece la expresión "renuncia". Desde el punto de vista de la capacidad que se requiere para este tipo de actividad, el art. 2148 exige una capacidad máxima: la de disponer. El lativas. las Aquí es menester manejar con prudencia la propia sistematización que realiza el Código Civil de la transacción porque, justamente, hay lugar para ubicar otro tipo de negocio, que no es traslativo reitero, con la licencia que me to — ni de mé para exponer más abreviadamente clarativo y, sin embargo, se ubica en la misma — el categoría superior del traslativo, que gocio abdicativo; me refiero a la renuncia. Los dos, es decir, el traslativo y el abdicativo o renuncia, junto con los negocios constitutivos, se ubican dentro de los llamados negocios dispo es ne sitivos. Es bien conocida la famosa clasificación Por lo tanto, sin pretender ción no tiene naturaleza ha sido prudente lación abre la en posibilidad de las tidumbre objetiva, sino que situación la de precaver un ningún contrato tiene la aptitud de provocar un desplazamiento; no tiene eficacia real, como se dice, sino que prepara para ese efecto, con la ayuda de otro negocio jurídico, que es la entendido tradición. A la vez, dentro de esa posibilidad o categoría mayor de negocios dispositivos, tipo ya vinculado a lo que venía exponiendo, es decir, a la producción de un tenemos otro mos desplazamientopatrimonial de una trasmisión. ello, dada la pobreza del lenguaje, se habla de negocio dispositivo en el sentido amplio para el contrato, y de negocio dispositivo en sentido estricto para este tipo de negocios, como por ejemplo, la tradición, en cuanto determinan Por esta situación de derecho real. Allí se ubican que la transac dos opciones- ubicar esto, lo que sí corresponde establecer es que en una situación de riguroso tratamiento, pero no a los contratos en general, por ejemplo, de otros regímenes, como el italiano porque en nuestro ordenamiento, — más allá de ha declarativa, Gamarra la transacción no sería — a señalar que la propia legis de Cariota Ferrara que ubica los negocios dis positivos en sentido amplio; allí tenemos a nuestro contrato — ber tomado posición en cuanto que no cumple con el negocio de fijación, por requisito de la incer se trata de ima litigio o la de ter de incertidumbre subjetiva, en el de que aun aquél que tenga la con — minarlo — vicción absoluta de que va a tener un desarrollo feliz en el proceso que está en curso y celebra este tipo de contrato, va a llenar el presupues transacción, que enerva la posibilidad to de la de actuación cuando el mismo no se da. Este punto también ha provocado grandes discu siones en doctrina en cuanto a que sucede si, bajo el rótulo de una transacción, con una even tual situación de litigio o por la precaución o prevención de un evento judicial, se realizan las llamadas recíprocas concesiones y, luego, descubre que realidad se existía tal presu había eventualidad de litigio ni liti puesto, no gio pendiente. en El no ejemplo más claro que se cita 53 DOCTRINA si es posible este funcionamiento del instituto es situación de sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada en la que, evidentemente, el en litigio terminó con un fallo inapelable. Por allí transitan las teorías que entienden en virtud de la situación de incertidumbre que, subjetiva, sería posible lo digo con reservas negocio transacción. Pero observen que lo que puede venir en ayuda y entonces así hacemos el puente ala figura de la fij ación — — ubicar al — — en se merecer atención en otra esfera, que no es la del sino la del legislador. intérprete, situaciones cumple con como esta, en que claramente no el presupuesto de la transacción, situaciones o en tencia de un en que se ha simulado la exis litigio o de una diferencia que po im litigio que, reitero, es un dría provocar — presupuesto para el funcionamiento de la tran es lo siguiente. Determinada la sacción — , inexistencia del presupuesto y con un trata miento riguroso, o sea, tomando una posición distinta la que venía manejando con respecto decir, manejando estric juzgada tamente los requisitos que exige el orde namiento para que pueda actuar la transac a quien corresponde la ción el intérprete tarea podría pretender calificar ese negocio, no como una transacción, sino como un negocio de fijación. a palabras de Cariota Ferrara, porque tienen plena vigencia en lo que es nuestro ordena miento jurídico. Es, en definitiva, lo que co rresponde tener presente en situación de inter pretación; el intérprete tiene que tomar al Derecho como una ciencia empírica; debe tomar el dato que le da el legislador. Las soluciones que no están establecidas o que no surjan del trabajo de interpretación, solamente pueden la a cosa — es — — , — Es difícil, inclusive para quien está tra bajando prácticamente a diario con esta figura, mantener incólume esa ubicación de la partición como negocio declarativo. Todos los argumentos que se dan para rebatirla, sobre todo por auto rizadas doctrinas, son en principio, por lo menos, efectistas. Se dice que, en realidad, de lo que se trata es de un negocio traslativo que simple mente tiene merece una explicación con figura que manejamos corrientemente, que es la partición. La partición es un negocio declarativo; esto parecía algo absolutamente definido, consagrado, esclerosado, si se quiere, en cuanto a que ese es el lugar que correspon de a este especial negocio jurídico llamado partición. Lógicamente, digo esto porque sin otra más, últimamente hemos visto en distintas sentencias, y en trabajos de doctrina, la puesta a prueba de la naturaleza declarativa de la partición y de su principal efecto, que como sabemos, es el retroactivo. Todo esto está vinculado, como también hemos visto, al pro blema del embargo trabado a alguno de los copartientes con anterioridad a la partición, en función de la pretensión básicamente de ino- ponibilidad de esa medida judicial que bargo, con respecto a lo que ha sido resultado de la es el em luego el favor el funcionamiento de ficción llamado tamente, por una situación de condominio virtud de haber mediado de Esto también a su legal por la cual se borra ese estado provisorio que medió antes de la parti ción, es decir, el estado de indivisión, ya sea ésta de fuente hereditaria, poscomunitaria por disolución de la sociedad conyugal o, direc una una en relación anterior adquisición de determinado bien por dos o es decir, un condominio de origen más personas, contractual. Todas ellas terminan — en la adjudicarse el o los bienes que inte graban la indivisión a alguno de los copartien en un negocio que, a nuestro juicio, so tes lamente puede calificarse como partición. medida de — Queremos hacer la salvedad de que esta no es opinión del Profesor Arezo Píriz; lo hemos discutido reiteradas veces, inclusive aquí, en esta sala, y en distintas consultas. El opina que la puede perfectamente tratarse la situación de indivisión entre los coindivisarios por medio de otros negocios, como la compraventa, la per muta, etcétera. En nuestro concepto, todos deben recalificados negocios u opera explica do fundamentalmente porque están en jue go el derecho de propiedad y el orden público; consecuentemente, hay una indisponibilidad ser ciones de partición — como esto lo hemos — , de la utilización de las demás categorías para en esa situación. Pa partición. los que están involucrados Con relación a la pretensión de ubicar a la negocio declarativo, a nivel distintas posiciones; sostuvieron se dogmático básicamente, la de que se trata de un negocio en partición como reahdad constitutivo, la de que se trata de un de que se trata de un ne negocio traslativo y la tomo las gocio declarativo. En esto siempre ra o nosotros, esto es refrendado por la situación el carácter de irrenunciable de la acción de rescisión por lesión. La partición, para la posición que pretende dar al negocio de fijación la posibilidad de apre hender, de atrapar figuras particulares en las REVISTA DE LA A.E.U.- T. 82 54 que hay incertidumbre a tan rigurosos en exigir dumbre secas que — esto es, sin ser sea una incerti objetiva—, tipifica también a la parti ción dentro de la fijación. posibilidad de Es lo que hace, un negocio de ejemplo, Messineo cierto, y sim plemente como ejercicio dialéctico, retomando aquel ejemplo de una incluso llamada parti ción transaccional que es un negocio, para algunos, híbrido, mientras que para nosotros por Italia. Si tomamos esto en como — debe la calificado ser figura como transacción; transacción absorbe ción y, entre otras cosas, lesión — , detectada no es una la a o sea que figura parti rescindible por porque, justamente, faltó el presupuesto pa el camino que funcionara la transacción , — puede existe ser ir a la calificación del negocio que sí y no quiero decir "disimulado", porque tratarse de otro tipo de situaciones , — puede que subyace; entonces, la calificación podría ser cambiarlo y, de una pretendida situación de nulidad, recalificarlo no digo convertirlo, que es otra situación; no encuentro otro instituto que sea de recibo en nuestro Derecho, aunque — — el Profesor Arezo Píriz entiende que sí lo es la conversión del negocio jurídico nulo, tal como lo ha desarrollado con su trabajo publicado un claridad y brillantez en la Revista en la me en — , dida de existir los elementos que me permiten ubicar un tipo de negocio partición. Esa debe ser la conclusión. algo insalvable: no solamente poder calificarlo como negocio de partición, sino también como de negocio no típicamente de partición, pero sí fijación, por el cual las partes entendieron terminar con esa sino y Mabel Rasines— , para Arezo Píriz, tal solamente que puede también entiende que la soulte to aceptarse en situación de inevitabihdad de lotes. Entonces, ambos coin cidimos en que es viable esta situación de par tición con soulte total. Sin embargo, en el ejemplo que estábamos manejando, no toma se ese camino sino otro, uno discutido, sobre todo por el Doctor Arezo Píriz. Me refiero al camino de constituir un derecho real menor; concretamen empleo la expresión "dar" "adjudicar" a uno de los cónyuges la nu da propiedad y, al otro, el usufructo. te, y se trata de dar no — — Se preguntarán si es o no posible. En nuestro concepto, sí lo es; en cambio, para el Doctor Are aforra a la exigencia requiere tradición o testamento. Nosotros ubicamos a la tradición, justamente, en cuanto a un negocio que despla za o constituye, pero no vinculado necesa riamente a alguno de los negocios que sabemos están prohibidos entre cón3aiges, como es el caso de la compraventa, la donación, la permu ta. Aquí estamos, precisamente, en el final del camino; estamos terminando algo y no comen zándolo, como hace la compraventa del Código. zo Píriz del incertidumbre. no lo es Código: el porque se usufructo Sabemos bien que la compraventa pura, la del Código Civil vengo predicando sosteni — damente la conveniencia de volver usarla Debe tenerse cuidado, porque puede suceder un Crottogini situación anormal — ra (1-12), 1996 como tal, es decir, como a ella para fuente de obli gaciones, porque es el contrato más antiguo y no es posible entre cónyuges mejor tratado porque hay una falta de poder normativo para llegar a ese negocio. En este caso, la situación es diferente: aquí están terminando una relación, y ese negocio sí es posible, como lo sostuvimos en alguna consulta, criterio que fue comparti — , do por el Doctor Arezo Píriz. advertencia, señalo A modo de que puede tratarse de un negocio de liquidación, que no es partición, que pone fin a la indivisión, pero que no tiene naturaleza declarativa. Aquí nos es taríamos yendo de la figura o, por lo menos, del cumplimiento de los requisitos que exigíamos para ubicar la situación como negocio de fijación. Nos estamos yendo del aspecto o del carácter declarativo. Sería, por ejemplo, una situación en la que los dos cónyuges, en virtud de una conyugal, tienen un úni co bien, y resuelven no hacer una partición con soulte total. Esto es viable, sin duda alguna, no disolución de sociedad solamente para mí, que admito la soulte en haya la cantidad de bienes que todos los casos, haya — siguiendo adelante, en a en toda la este siglo, a esto, desde Pothier para exégesis Vaz Ferreira, del siglo pasado y, Miranda, Curbelo, Por supuesto, la posición última que es muy bien elaborada y tiene un argumento sóli do para tratar de vulnerar el rubicón que había — puesto Arezo Píriz es la de las Profesoras Ma bel Rasines y Dora Bagdassarian, quienes en tienden que además de poderse en la medida de — nuestro pretendido primer paso, es partición y yo lo llamé, negocio de liquidación. ¿Dónde ubican ese requisito de la tradición? Cuando ingresó el bien a la sociedad conyugal; no, como ya sea que hayan adquirido los dos te uno, el bien ingresa por el título o solamen compraven ta —por ejemplo— y por el modo tradición. Allí está la tradición que reclama el Doctor Arezo Píriz. Al final, simplemente se trata de hacer DOCTRINA funcionar la 55 partición como tal. Borra la indi visión y aparece o, mejor dicho, queda porque nunca se fue el antecedente, el justificativo — — del derecho, que es el título causal. Sobre esas bases, también podría ubicarse a la partición como un negocio de fijación. cuanto — se da en los Derechos modernos la transacción — , hecha, por supuesto, en escritura pú puede blica pero, también, en acta judicial o en docu mento privado. Y digo que esto es una licencia porque, evidentemente, la razón fue la urgencia que a veces suponen los litigios y, entre los dos valores posibilidad de terminar y solemnidad en escritura pública Narvaja optó por el pri mero. A nuestro juicio, se equivocó; con todo respeto lo decimos. A la vez, eso puede provocar una situación no subsanable, porque si hacemos esa recalificación de que hablábamos, nos topamos con algo que sí es absolutamente impo ser — — , sible de penetrar, que es la forma solemne en escritura pública para todo tipo de partición ex trajudicial. Entonces, este esfuerzo, situación supuesto, forma escritura pública, naufraga. Bien; decíamos que se pretendido ubicar ha distintas situaciones de nuestra vida práctica, de nuestra vida de relación; es por eso que he a manejar el punto de vista teórico, tratado de tema es — duro que, desde el a través de — situaciones concretas, para tratar de perfilarlo en definitiva, para intentar algo que creo y, que, una en la actualidad, es lo que debe merecer investigación, una utilidad. En la ubicación exacta de la es en la que esto en por porque estos personajes través de sus obras que, se — mantienen vivos situación de hay ausencia de causa; el negocio simulado. es en Ferrara dice a — en simulación, se trata de esa famosa máscara que todos conocemos, pero que hay además un negocio de fijación. El negocio de fijación es, ni más ni menos, que la contra declaración, lo que los franceses llaman las con traletras, los contradocumentos. Dice Ferrara que lo que hacen las partes a través de manifestación de voluntad esa negocial que, por negocio verdadero, porque el acuerdo simulatorio es un negocio verdadero es fijar la verdadera relación. La crítica que le a hace, sobre todo Furno un autor italiano Ferrara, es que en realidad aquí no se trata de fijar, porque si de fijación hablamos, como negocio de segundo grado para despej ar una in certidumbre, no se está despejando ninguna; simplemente se está estableciendo cuál es la verdadera situación, en función de que hay una apariencia que no es la real. otra parte, — es un — — — , En otro esfuerzo por ubicar también al la medida de en tratarse de un negocio que no había revestido la cuál el consentimiento y, por ejemplo, Betti la ubica en la causa. Para este último autor es una El tema de la transacción, en cuanto a esa recalificación que hicimos, puede naufragar por otro motivo: puede naufragar porque, como saben, en lo que catalogué como una verdadera es una situación que no licencia de Narvaja a situación de simulación. Ferrara la ubicaba ne gocio de fijación, se ha pretendido por la doctri na mercantilista, sobre todo, entender que la letra de cambio o el vale, el título valor llama do abstracto, y no causado, es un negocio de fijación porque está estableciendo o fijando la obligación sin referencia a su relación base, a los efectos de permitir, justamente, el funcio namiento de la actividad circulatoria; inclusi ve, en situación de controversia o de litigio, se trata de permitir el funcionamiento de la llama da acción cambiarla. actitud de definitiva, se trata de resolver si este llamado negocio de fijación presta o no utilidad. posición también ha merecido críticas negocio de fijación el negocio causal es, por ejemplo, una com praventa, si se quiere, con un saldo de precio, es el vale, la que se instrumenta en un vale pregunta es: ¿dónde se ubica exactamente esa figura, porque el vale es también es contro vertida su naturaleza jurídica sin duda, un documento literal autónomo e independiente para la posición mayoritaria, manejando la teoría de la incorporación que tiene incorpo rado en el documento su propio valor. De mane ra que, ¿dónde se ubica el negocio de fijación? En definitiva, es un juego de palabras: se con funde con el propio vale; no se aprecia dónde Esta porque observen que si el — Se habla también de expresión tiene una fijación ambigüedad — ven, la producto de como las vacilaciones doctrinarias, de las elaboracio nes que han venido surgiendo a lo largo, funda mentalmente, de este siglo en situación de si — mulación. Francisco Ferrara es el autor de La simulación de los negociosjurídicos, que es una de esas obras que denomino "pie de elefante", absolutamente in porque ha puesto una traza deleble y, sobre todo, prácticamente ha impedi do una reelaboración, dado el agotamiento del tema, más allá de que hay reformulaciones en — — — , — — , REVISTA DE LA A.E.U.- T. 82 (1-12), 1996 56 está esa posibilidad de ubicación de esta especial figura. Hablamos de la naturaleza declarativa para el que tiene el pre de eliminar la incertidumbre. Sí es negocio de fijación. Dijimos supuesto posible esto; es posible que determinadas situa ciones, relaciones jurídicas, una vez conveni de determinada situación. Esta situación no era la querida pero, por mérito de ese negocio de fijación, pasa a ser la querida; ahora sí se eliminó ción y, advertidos de ello, pretenden "asertar" origen es el Derecho Tributario- de este famoso negocio accertamento de que hablan los italianos; quieren "asertar", quieren fijar, quieren eliminar la in Y tomo la palabra — cuyo certidumbre. tan correctos en cuanto a verdadera su ca lificación porque, reitero, aquí se vuelve a la discusión de la incertidumbre objetiva o sub jetiva. Puede tratarse, sí, concretas ^las hemos visto de situaciones muy en que la volimtad — — trasladar el dominio de es una unidad deter ejemplo, de propiedad horizon produce un error; más allá de que materialmente lo cometa el profesional ac tuante, jurídicamente lo cometen las partes. Hay un error en la declaración, una divergen minada tal — cia , — pero con por se respecto a la voluntad. Hubo una tras misión del bien que efectivamente se quiere trasmitir pero, reitero, hay una discordancia, sometida otro negocio que no va a pro ducir una transferencia, sino que va a declarar que la verdadera situación es la que las partes quisieron y que, por error, establecieron en forma distinta a la querida. Allí se ubica, para autorizada doctrina también, una posibilidad para el negocio de fijación. Y es negocio de fijación; es un negocio declarativo, porque tiene una referencia a una relación jurídica anterior, que es a que fue la que creó y, después, cumplimiento, provocó la nial. Sin duda que es en situación de trasmisión patrimo así, pero el Derecho tiene que manejarse globalmente. Aquí es donde co mienza esta pretensión de dar gran relevancia la tiene que negocio naturalmente, merece un enfoque, no solamente desde el pun a este — — , donde partes funciona en forma total el efecto declarativo, no to de vista de la relación inter traslativo; allá que se está fijando es que ahora se que tiene que Por lo tanto, sin perjuicio de esta llamada si declaratividad, y sin arriar banderas a dicho carácter, es menester, sin duda, respetar el efecto que produjo la aparien cia y, por ello, es necesario tener en cuenta la infección que pueda tener el derecho que ahora tuación de en cuanto se ha produjo — , — la situación sino también en lo los terceros, que tienen a la vista lo único que pueden tener: la apariencia ver con pretendido volver a su situación verdadera. podrán apreciar, es negocio declarativo, Como no es una y pero Los ejemplos que se dan como de negocio de fijación sí eliminan una incertidumbre; no lucen situación de incertidumbre y se en directa corres pondencia con la situación querida. Pero está jugando, está privando, el principio de autorresponsabilidad de las partes. das, no establezcan el fiel reflej o de la voluntad, esto es, que haya una divergencia o una dis cordancia entre la voluntad y la declaración. Las partes quisieron algo, declararon otra situa esa llevó la situación declarada — contradicción — no tiene lo que posee el adalid del negocio declarativo que manejamos, que es la partición: no tiene el efec to retroactivo el verdadero sentido; no tiene que es la que nos interesa, en retroactividad real, la que provoca caída, el cese, la — como si nunca Ferreira, eficacia Allí se dice el art. 1151 de la — la indivisión, hubiera existido. Como dice Vaz efecto que borra la indivisión, a todos, inscrita o no. es ese con como desaparición real, frente las vacilaciones producen jurispruden ciales. En la reunión del sábado 12 de agosto, a la que fueron convocados Magistrados y Actua rios, con todo respeto expresamos que no se tra ta de un problema de pretender manej ar la ver dad; es la regulación que da el ordenamiento al instituto. Le da tricta, inscrita norma — como una o retroactividad real irres no, porque sucede en aquí no tenemos regímenes— otros que realice alguna diferenciación en cuanto a particiones; sin renegar de su efecto retroacti vo, las han postergado con respecto a los de rechos de terceros, en función de la inscripción o no dentro de determinado tiempo, y de la existencia o no, antes de la inscripción, de otro tipo de derechos que estaban privando sobre los efectos de fondo o sustanciales. En nuestro Derecho, esta situación mentado en no existe. Se ha argu base al art. 12; lo explicó muy bien el Profesor Arezo Píriz: es cierto que hay que inscribir, pero no toda inscripción tiene el ca mino mos o el efecto de la en situación de inscripción negocios que maneja que provocan trasmisión de propiedad. Se inscribe porque es lo decía Polacco necesaria, sobre todo en — — los pretenden llegar al folio real, la países configuración del estado civil del inmueble. De aUí, ese tipo de publicidad, que se llama "noticia", que no provoca ningún cambio en la situación sustancial, como sucede, por ejemplo, con las que DOCTRINA 57 declaraciones de monumento histórico, las tencias declarativas de sen y la prescripción parti embargo, no ocurre lo mismo con este negocio de fijación. ¿Por qué? Porque no tenemos norma que lo diga. ción. Sin En materia de propiedad horizontal, también se utiliza la básicamente, de expresión "negocio fijación", por quienes participamos de lo que consideramos la verdadera teoría que ins pira la propiedad horizontal, más allá de las expresiones de nuestra ley madre, la N° 10.751, y de las que le sucedieron en el tiempo; me refiero a la propiedad colectiva y no a la posición exista el fenómeno y de que perdure en el tiempo; pero siempre tiene ese estigma, que es la posibilidad de retornar a su estado natural. Y el retorno al estado natural es el funciona miento de este efecto retroactivo de la partición. propiedad horizontal se da por eso algunos autores hablan de copropiedad forzosa que sí hay algo de forzoso: es impartible. Eso es lo forzoso; no funciona la partición en la propiedad horizontal, lo que no quiere decir que los bienes que se posean en régimen de propiedad hori En cambio, cambio un en en la el sentido de — —■ zontal por varias personas en situación de con dominio ordinario no puedan ser objeto de que entiende que hay copropiedad en los bienes comunes, y propiedad solitaria en los partición. Supongamos llamados bienes individuales En la tesis brillan con temente sostenida por Miranda y Curbelo de la propiedad colectiva, receptando lo que había dad horizontal; por supuesto que puedo partir porque estoy saliendo de una situación de con dominio ordinario, o sea, de la propiedad común dualista, . explicado, también con lucidez, Pothier en Bél la que lo que se comparten son los poderes. Estos son exclusivos, y se ubican en la posibili Código Civil. Lo que sucede es que el objeto que estamos partiendo está regido por un sistema que es el de la propiedad horizontal. Yo dad de disponer de los llamados bienes estoy hablando déla propiedad horizontal como gica, se trata de que soy titular, junto otra persona, de dos unidades de propie un único bien, una propiedad en en forma solitaria, o son comunes compartidos. Allí ubica la situación de los llamados bienes munes. Esta distribuciones de poderes se co rige un inmueble sometido a ese especial régimen; esa propiedad es impartible. situación que deter mina que estamos en presencia de una forma distinta de propiedad, que no es la propiedad solitaria nuestra del Derecho común, con una fenoménica que es la copropie posibilidad del — Entonces, ¿qué sucede? Por parte, ha manejamos en materia de transacción, hay argumentos para ciendo el paralelismo los dos lados a con otra lo que nivel de texto. Claramente se ve fatal, que es la vuel ta a la propiedad solitaria. Y digo vuelta a la propiedad solitaria fatal haya o no partición, porque es cierto que por siglos pueden perdu rar los condominios, pero siempre hay una posibilidad -en virtud del carácter irrenunciable de la acción de partición- de volver ala propiedad la actuación de la teoría monista solitaria. Y esto también los materiales. En funcionamiento normal dad — , pero puesto, en con un destino la medida de es posible, enajenarse por su por todos los integrantes del condominio el bien a un due siempre existe la virtualidad del derecho de propiedad; la teoría de la pro piedad del Derecho uruguayo es de la propiedad solitaria. No existe la categoría copropiedad. Al no existir esta categoría que es la pretensión de quienes participan de la teoría o de la natura no se puede leza traslativa de la partición ño. Es decir que — — , entender el instituto. Y ahí está el expliqué error que el sábado anterior. El error está en no conocer cuál es la teoría de la propiedad del Derecho uruguayo; es abso lutamente indiscutible que es de la propiedad solitaria. Aclaro que estoy hablando del Código horizontal. Reitero Civil, y no de la propiedad más allá de que es de la propiedad solitaria, que en situación de vetustez, de reedificación o de reconstruc se produce una caída de esos poderes soli ción; tarios y, simplemente, se da el funcionamiento de los poderes colectivos por medio de las mayorías que pueden mente requieren se reconstrucción o suceder para optar por una por la demolición y venta de — y lo vemos bastante común modificaciones de las unidades; por amplía una unidad, en detrimento de un bien común. Allí es necesario, por su puesto, un plano y modificar, en su caso, el reglamento de copropiedad, en el que debe lucir un especial negocio que, para los que parti cipamos de la posición de la propiedad colecti va o la teoría monista de la propiedad horizon tal, no es traslativo, sino un negocio llamado de fijación o, más propiamente, de radicación. ¿Por qué? Porque los poderes que teníamos com partidos en ese bien que ahora se integró a una unidad o bien por así llamarla propio, ahora no son más compartidos, sino exclusivos del titular de esa unidad. ¿Y cuál es su título? Su título es por el que ingresó a esa copropiedad; — ejemplo, se — no tiene otro título; — es el mismo título. De ahí la 58 REVISTA DE LA A.E.U.- T. 82 expresión de sérvese que "fijación" falta nos o "radicación". Pero ob algo; nos falta una dis como lo hace posición legal que establezca este llamado efecto retro para la partición activo real, porque el personal es muy fácil: perfectamente podemos convenir un contrato y decir que regirá desde el siglo pasado, pre tendiendo una vida longeva. Es una llamada retroactividad obligatoria, que no luce ni agre de absolutamente ningún principio de orden público; por lo tanto, es perfectamente posible. En cambio, la retroactividad real es para noso tros la verdadera, la que tenemos que manejar, porque ella sí está posiblemente lesionando — — otros valores. Por ello ponde aplicarla es que solamente con norma nosotros mente Esto lo vimos haber que va a manejamos en su momento en con respetarlas. la discusión que tu los Profesores Cau- mont y Gnazzo acerca del famoso problema del poder verbal. Se dan situaciones en que, por más que la teoría construya en forma perfecta de acuerdo con los datos que le brinda el ordena miento, debe respetar también la situación que trasluce en a nivel de definitiva, a reflejo del negocio que sale, la vida jurídica. participa de esta naturale negocio de fijación. No ubica a la división, por ejemplo, dentro de este tipo de negocio. Lógicamente que adhiere, por imperio aunque no dogmática legal, como él dice a la teoría de negocio declarativo y mente Cariota Ferrara situación, entonces, también pode un negocio de fijación, pero no si ubicamos, con la particularidad que tiene como Messineo, a la partición como negocio de fijación nuestra partición, que pone fin a la hablar de — — propiedad verdadera, corres expresa. En esta indivisión de la dispositivo; pero en la medida de darse hechos que agreden a la situación que está apareciendo como aparente za mos declarativo y no es (1-12), 1996 declarativa del — — , con efecto retroactivo. común. negocio de fijación como una de las posibilidades del negocio jurídico, con una característica de negocio jurídico decla rativo. El compañero común del declarativo, es el efecto retroactivo, para la teoría tradicional, con carácter de esencial, o sea, imposible de disociar uno de otro. El negocio declarativo necesariamente va con el efecto retroactivo, co mo sostiene, por ejemplo, la doctrina francesa del siglo pasado y de éste. La doctrina italiana, en cambio, disoció los dos conceptos. Es posible un negocio declarativo que no tenga efecto retroactivo. Allí, por supuesto, encontraron Rescatamos al La referencia a la confesión extrajudicial es importante tenerla en cuenta, porque en doc trina procesalista y civilista es muy discutida esta posibilidad de obtener extrajudicialmente algo que es la panacea para cualquier actor en un juicio: no hay mejor prueba que la confesión. Es la prueba por excelencia, y ni qué hablar de la confesión extrajudicial. Aquí, sim plemente menciono porque no es ni media namente mi especialidad que es muy contro vertida la posibilidad de la existencia del con trato de prueba, porque se considera que la prueba es indisponible. No es posible imponer le al Juez una prueba cuando, justamente, debe — — el campo fértil los sostenedores de la ausencia de ser efecto retroactivo para la partición, preten diendo ubicarla como un negocio declarativo, ámbito del contencioso. pero sin este efecto retroactivo. Reitero que en nuestro Derecho, este problema no se plantea. que sí, que es perfectamente posible un negocio no lo tipifican de este tipo, pero obsérvese establecida el contrario — formas, si este negocio es decla rativo porque no está constituyendo, sino de lo está acertando; no está intro clarando algo en función duciendo ningún elemento nuevo del respeto al principio de apariencia y a la situación de la responsabilidad que compete a las partes por esa actividad primera que provo es decir, la có la posibilidad del negocio — — , — incertidumbre romance , se tiene que arriar en buen el resultado o con las consecuen derivan de haber brindado, de haber — con cias que hecho salir que — — no era a la luz una querida. determinada situación Por esto, entonces, para desarrollada solamente Hay opiniones procesalistas de nota — — , en que, por entienden — de fij ación. Lo ubican en una cate negocio goría inferior, porque el negocio de fijación es, como tal, una manifestación de voluntad que tiene una causa, que no es, por supuesto, una de como De todas o las que conocemos; no es la causa onerosa, ni la gratuita. Tiene una causa, y hay que ubicarla para pretender mantenerlo en la categoría. Yla lo dice magistralmente Cariota Ferra causa — eliminar la incertidumbre. Esa es la del negocio de fijación: eliminar la incerti dumbre. Por ello es de segundo grado, porque tiene que estar vinculado a otro, en el que sí hay que ubicar la causa onerosa o o si se ra — es causa gratuita, quiere —si se trata, por ejemplo, de una DOCTRINA partición que, 59 — , la la ley. No olvidemos concepto, la partición tiene causa en nuestro en siguiendo a Messineo, y tal como también lo expresa el Profesor Arezo Píriz en su trabajouna causa que es neutra. No es ni onerosa ni eliminó la de incertidumbre, palabras. sin ser esto un juego — gratuita. Este es un argumento a mi juicio in discutible, incontestable, para entender que la acción pauliana no puede en modo alguno pre tender ir contra un negocio de este tipo, porque le falta la posibilidad de ubicarse dentro de los negocios gratuitos o en los onerosos. Como habrán apreciado, este es un tema que simplemente planteo con carácter de apertura a la discusión y al diálogo. Muy lejos está y creo que es una manifestación que puedo hacer con bastante seguridad este negocio de llegar — — situación a una orgánica, o sea, a una situación consolidada, indiscutible. Todavía continúan las teorías pretendiendo llevarse la verdad sobre el tema. De que si el negocio de fijación tiene como causa la eliminación de la incertidumbre, manera haber una necesidad: inexorablemente de be ir a vincularse con un negocio de primer gra va a do que, por supuesto, como sucede en el Derecho continental enormemente mayoritario con la — excepción de Alemania — , no será abstracto, materialmente hablando. Rescato la utilidad para entender y explicar concretamente estas situaciones que manejé materia de propiedad horizontal, que son como una especie de doble discurso se maneja la teoría dualista, pero se aplica en general por los operadores que somos nosotros quizás inconsciente en muy útiles por cuanto — — — — , mente, la teoría monista. Cuando La doctrina comercialista entiende que el vale es un negocio abstracto, o sea que no tiene causa. En mi concepto y esto lo he dicho nes varias veces del — — , esto entra dentro de lo que es un principio de coherencia. Y un para mí, implica la existencia de cau sa. La abstracción la entiendo, pero no desde el punto de vista material o sustancial, sino circu latorio y procesal. sistema, sistema, como situaciones de cambios — to de prueba, con todas las reservas que he hecho sin embargo no lo ubican como negocio de fijación. ¿Por qué? Porque no tiene esa ca racterística que posee el negocio de fijación: es un negocio que termina, que elimina, que declara que no hay más incertidumbre. Esa confesión extrajudicial va a tener necesariamente que ir a algún lado. ¿A dónde? A un procedimiento, y ahí va a poder de alguna forma ser rebatida; en definitiva, no tiene esta característica del negocio de fij ación que, ala vez permite también — , , eliminar las teorías que lo toman como un ne gocio constitutivo. Porque un negocio consti tutivo supone fuente de algo, de una obligación. Para los que adhieren a la teoría del negocio constitutivo, se dice que en el negocio de fij ación hay una obligación: la de respetar que se eliminó la incertidumbre cuando, en realidad, la si tuación es la contraria. La situación es que la función que cumplió la causa, como dice Cario ta, es realmente la eliminación de la incerti dumbre, y no la obligación de entender que se se dan estas las áreas de los bie que integran la copropiedad, generalmen te culminan en algo que se llama "modificación reglamento de copropiedad" Adviértase que allí, en general, no se aprecia lo que pare cería debería exigirse si se mantuviera acérri mamente la misión de De Decía que, en cuanto a la confesión extrajudicial, los que entienden que es posible este tipo de negocio o de contrato llamado contra en posición dualista, que es una tras patrimonio a otro. un manera que ahí ubico — y creo que no es utilidad para el negocio, con poca aplicación práctica; por supuesto, esto vale para todas las situaciones en las que se detecta una cosa — una discordancia entre la voluntad y la declaración. No se que trata de hay que "revender", por fijar el negocio. así decirlo, sino Algunas aplicaciones, que no son típicamen negocio de fijación, se ven también sobre todo, esto funciona en forma hermé tica cuando se está fijando un negocio que, a la vez, es declarativo; hablando claro, me refie ro a cuando se está fijando una partición an terior. En muchas particiones hay situaciones mal manejadas desde el punto de vista técnico; inclusive, perfectamente puede tratarse de si tuaciones en las que haya mediado un tipo de vicio que impida la llegada al tipo partición. te del — — Puede darse una situación de conflicto entre padres e hijos, partiendo uno en contra del otro, por ejemplo; todo esto, a la vez, con una situación de partición clara de ese mismo padre con los otros hijos mayores. No es típicamente un negocio de fijación, pero hace las veces o, de al guna forma, permite —a través de un tratamien- 60 to de la situación REVISTA DE LA A.E.U.- T. 82 en una declaración ulterior- rescatar algunos elementos de negocio para culminar en otro negocio complementario, que va a permitir el efecto querido. Se le llama en general ratificación; más que ratificación, mu chas veces sucede que es la verdadera partición, porque si aquello no pudo llegar a la categoría, en el mejor de los y simplemente quedó como es el de casos, decir, aquel que actuó por sí una propuesta que no pudo ser aceptada por la otra voluntad en virtud de la colisión, se puede pretender que hay inexistencia como consen timiento, pero que hay existencia como elemento del consentimiento, como propuesta. Luego, a través de este negocio, que se llama "ratifica ción", sobreviene la aceptación. En la medida de participar todos los integrantes de aquel pretendido negocio, no hay duda de que no hay retiro de la oferta que, como sabemos, de ese — — (1-12), 1996 principio es revocable. Y como se trata de "fi jar" porque, reitero, no es técnicamente un negocio de fijación un negocio que era decla rativo, aquí sí, sin duda, no hay ningún tipo de injerencia o de aplicación del principio de autorresponsabilidad de que hablaba, que impide el — — efecto retroactivo. En este caso, por la naturale del negocio, es una partición; funciona de corrido la naturaleza declarativa y el efecto retroactivo. za Creo que de esta forma, por lo menos, queda Esta es una de esas charlas planteado el tema. en las que no me animo a preguntar si se tiene alguna duda todos deben tener un centenar, como quien habla porque no me parece que contestar. pueda — — , Muchas gracias.