6.1. Nutrición Los individuos con SPW nunca son capaces de controlar su propia ingesta de comida, y no es realista esperar que lo hagan. La obesidad tiende a aumentar cuando los programas ocupacionales y las actividades independientes permiten un mayor acceso a la comida. Esto requiere mayores restricciones de movilidad en la comunidad y en las actividades independientes, lo que es frustrante para las personas con SPW y sus familias. Es necesario que se pese con frecuencia y cualquier aumento o ganancia marcada de peso en un periodo de tiempo corto requiere la reevaluación de la cantidad de supervisión. Hay una gran diversidad en los tipos de dieta utilizados por diferentes especialistas. En general, una dieta de 1.000 kcal/día hará que pierdan peso, y una por encima de 1.400 kcal/día tendrá como resultado una ganancia de peso, a menos que se lleve a cabo un riguroso programa de ejercicio. Las dietas de 600-800 kcal/día pueden ser necesarias para una pérdida rápida de peso y se llevan a cabo con más eficacia con un ingreso hospitalario o con un estrecho control. La inclusión en un programa de internamiento muy estructurado está indicado cuando la salud está deteriorada. En este tipo de programa ha de asegurarse que se cumplen dietas muy bajas, de tan sólo 600 kcal/día, que estimulen el ejercicio físico apropiado y que controlen el comportamiento. Deben garantizarse los suplementos de vitaminas y de calcio. 6.2. Aspectos de conducta Los problemas de conducta típicos (argumentación, perseveración, cambios de humor, impulsividad, compulsividad, desobediencia, rigidez y rabietas) tienden a persistir. Debe ofrecerse tratamiento psiquiátrico y conductual de mano de profesionales con conocimientos sobre el SPW. Las medicaciones psicoactivas junto con programas de modificación conductual son útiles. Algunas personas con SPW muestran sólo problemas leves de conducta y son trabajadores productivos en talleres ocupacionales o en empleo protegido. Una minoría de adultos con SPW desarrolla síntomas psicóticos. Puede ser necesaria la hospitalización psiquiátrica. Curiosamente, el impulso de comer desaparece en algunos casos cuando aparecen los síntomas psicóticos. Los problemas de conducta a menudo disminuyen cuando un adulto comienza a vivir en una situación de grupo estructurada en la que hay personal entrenado en el control del SPW. La mayoría de los individuos afectados desarrollan amistades platónicas con personas de ambos sexos. La actividad sexual es poco común, pero en algunos casos es de naturaleza coercitiva, con las personas utilizadas como víctimas a cambio de comida. 178