LA MULTIPLICIDAD EN EL EXPRESIONISMO La Europa anterior a la primera Guerra Mundial, no sólo fue el vivero de una primera catástrofe, sino que lo fue también y en gran medida, un violento cambio de perspectivas culturales que se inició, simultáneamente en Francia, Italia y Alemania. Dejaron atrás una tradición que había caducado, que no expresaba al hombre contemporáneo y se volvía, indistintamente, sobre los orígenes o sobre el mundo técnico que se avecinaba en busca de unas nuevas referencias inéditas o un nuevo punto de desarrollo para el arte. El Renacimiento dejaría poco a poco de ejercer su larga y sostenida influencia y su concepción del espacio plástico sería roto. Se habla por una parte, descubierto a través de Bláise Cendrars la plástica africana y especialmente su arte escultórico. El fermento de descontento, de insatisfacción había encontrado un pequeño punto de referencia, el mismo que sería sometido a unas secuencias insospechadas para la época. Primero los "Fauves" (1905) y luego los Cubistas en el arte y la literatura como lo reseñé anteriormente. Por ese tiempo, en 1904, se fundó el grupo "El Puente" (Die Brücke) en Dresde y conformaría el antecedentes más directo del expresionismo alemán. El futurismo italiano, por otra parte, era el inaudito desafío contra la manipulación burguesa del arte, la iniciación a la destrucción de la cursilería cultural para proclamar la nueva era técnica y la velocidad como el más importante recurso de belleza de la época. El eco de sus manifiestos llegó a toda Europa y también hasta nosotros (ver reseñas anteriores). Sus proposiciones y técnicas están en todas las literaturas y expresiones artísticas de las primeras décadas y hay resultados que se propagan hasta ahora como sucede con el "Ulyses" de Joyce. Son éstos los que difieren del primer punto de partida -vuelta a los orígenes-, pero sus ramificaciones se verán entroncadas en los dos supuestos dentro de la multiplicidad del expresionismo, sobre todo en las elaboraciones técnicas. La revista "La Tempestad" fundada en Berlín en 1910 adoptó el programa futurista en una versión despolitizada, muchos de sus colaboradores y la publicación misma, pasarían a integrar luego las filas del primer expresionismo, el anterior a la guerra. En el aspecto plástico, es tal vez Gauguin y sus desacuerdos con los impresionistas en esos aspectos sobre los cuales alentaba a los mas Jóvenes a no seguir muy de cerca a la naturaleza y no omitir el elemento humano esencial, serán los puntos que ejercerían una marcada influencia sobre los artistas nuevos de Alemania. Estos puntos que darían forma al arte expresionista, tendieron a dar cabida fundamentalmente a las ideas y las emociones antes de convertirlas en impresiones puramente visuales. De modo que el cuadro comprendiese lo imaginado, lo sonado, lo presentido y el hombre pasara así a ser la substancia de la pintura, pero con el agregado que el ejecutor era el centro primordial, porque el sujeto esencial en la pintura expresionista es el artista mismo, sus experiencias, sus emociones, eran la materia a develarse y sobre los cuales actuar. La realidad externa era recreada según un estado de ánimo, así está en las obras de Edward Munch, Emil Nolde, Anton Koling. Oskar Kokoschka, Max Beckmah, Egon Schiele, Paúl Klee, el ruso Marc Chagall y el francés Georges Houault. La imaginación fue la vía para epilogar lo inherente a la nueva visión, al enfrentamiento dual, a la realidad expuesta a la sensación, a la experiencia personal, ahí donde la vivencialidad del operador importaba más que el tema elegido. De tal suerte surge un arte subjetivo y un nuevo sentido de la belleza. El Expresionismo fue un arte libre que descartó las leyes del realismo academicista más allá de lo que hiciera el Cubismo. Modifica las proposiciones generadas hasta ese tiempo, desmonta, en un sentido diferente a los cubistas, los elementos de la realidad para combinarlos de un modo nuevo, susceptible de ser deformada, plegada al "servicio de la verdad interior", cosa que estos artistas valoraban más que la armonía visual. Más que la belleza y sus viejas conceptualizaciones, ellos buscaban la intensidad, la densidad, los contrastes violentos que bordeaban lo grotesco y lo repulsivo, no solamente con la finalidad de inducir a una conmoción, a un choque con el espectador, sino para ser fiel a la transcripción -fueron loa primeros en hacerlode un mundo interior convulsivo, en crisis y en contraste con un mundo aparentemente aletargado. Estos principios fueron sustentados por todos ellos, incluyendo a los que propagaban ideas socialistas, pacifistas y de otro carácter político. Estas representaciones o transcripciones se apoyaban fuera de las figuras y los objetos, en el color que llegaba a la barbarie si se tiene en cuenta las sofisticaciones y refinamientos anteriores. Era la aplicación libre y directa de tonos fuertes, puros, aplicado en su integridad en su violenta vibración. Este recurso adquiría a veces un valor extra, de reflejo de la realidad social, psicológica, hasta tornarse en un uso simbólico. Viene entonces el período de los caballos azules de Franz Marc, los rostros verdes de Ensor, de los dramáticos empastes. Y queda inaugurada una forma de "narrar" que difiere de la pintura pasada. Nada mejor expresado que en este texto de Nolde; "Los gritos de angustia y terror de los animales acosaban el oído del pintor y muy pronto se condensaban en colores, en un amarillo chillón, el grito, en sombríos tonos violeta el ulular de los búhos. Los colores son vibrantes como campanas de plata y sonidos de bronce: ANUNCIAN DICHA PASIÓN Y AMOR ALMA SANGRE Y MUERTE". El color en función del sonido y como en Kandínsky, pero que éste llevará su preocupación durante 30 años, haciendo variaciones para estructurar una visualización de la música. Además toman de la simbología popular del color los significados: el amor es el azul, la pasión es el rojo, etc., y las asociaciones que estaban en las literaturas de los románticos alemanes y en el psicoanálisis de Freud que empezaba a conocerse. El tratamiento del personaje nunca fue para idealizarlo, por el contrario para presentarlo en sus aspectos más dramáticos como el ahorcado (Rouault), el borracho, el enfermo, etc., en sus degradaciones, en sus actitudes de antihéroe como lo haría después la novelística. En el tema y en su representación son también antiacademia por sus testimoniales de lo dramático, de lo antibello: "En el arte, y a pesar de lo que digan los estetas puros, y también esos naturalistas que sólo persiguen la "belleza” este no es un objetivo suficiente" (Kandinky). No fueron de ninguna manera antiliterarios como sucedió en movimientos inmediatamente anteriores o posteriores de la pintura. Fueron eminentemente literarios en el mejor de los sentidos, no por lo tanto ilustradores de textos, sino que cuando el contenido sobrepasa el efecto meramente visual, pasa a ser literatura y la pintura pasa a ser la expresión de un contenido, un contenido traducible más que a una narración a una escritura y tal como hoy se entiende, los pintores expresionistas no se apoyaban deliberadamente en la creación literaria, si bien establecían comunicación y se dejaban motivar e influenciar por escritores como el sueco Strindberg, el poeta R.M. Rilke o en los personajes de Dostoievsky que tienen sobra dos puntos de contacto con algunas representaciones plásticas de la tendencia. Como en los movimientos anotados con anterioridad, aquí los vínculos entre pintores y escritores fueron estrechos y de un estímulo mutuo. Otro hecho facilita este aserto, y es que muchos de ellos escribieron ensayos, poemas, textos, memorias y hasta obras dramáticas, el "Asesino, Esperanzas de Mujeres” de Kokoschka y Hindemith y estrenada con gran alboroto en Stuttgart en 1921. La fecha de inicio es todavía tema de discusión y los juicios en este sentido se aferran a dos grupos, "El Puente" de Dresde y el grupo "El Jinete Azul" formado en Munich en 1912. El primero contaba con Nolde, Pechstein, Kirchner, Heckel y SchmidtRottIuff. El segundo era más internacional y se contaba entre sus miembros con Wassily Kandinsky (ruso). Paúl Klee (suizo), Kubin (austríaco) y el alemán Franz Marc. Estos últimos mantuvieron estrecho contacto con la vanguardia francés y expusieron Junto a Rouault, Braque, Picasso y Delaunay. Por la fecha de iniciación de este segundo grupo se estrenan "El Pierrot lunar" de Schonberg y la "Consagración de la Primavera” de Strawinsky, dos músicos renovadores y de extraordinaria importancia en el desarrollo de la música y dentro del grupo expresionista. La lucha sostenida en el arte se extendió inmediatamente a la literatura y su influencia fue decisiva. Ella se manifestó en una variedad de publicaciones como "La Acción". "El Gallo Rojo". "El Juicio Final", "Las Hojas Blancas", muchas de ellas censuradas durante la guerra. El término "Expresionismo" fue lanzado por el escritor Herwarth Walden que fue director de "La Tempestad", de la galería del mismo nombre que exhibió a los futuristas italianos y luego a los expresionistas e hizo el "Teatro de la Tempestad". Así surgen una serie de nombres y que gracias a la atmósfera de combatividad que habían creado, estaban en el conocimiento de todos en el ambiente intelectual de esos anos, pero la primera guerra los arrastra y fueron desapareciendo algunos de esos nombres y el primer clima de renovación que habían creado. Es el caso entre olvidados muertos o recobrados, los nombres entre otros, de Franz Werfel, Carl Stemheim, Georg Kaiser, Else Lasker Schuler, Karl Krauss y Albert Ehrenstein. Eran los precursores junto a los grupos "El Puente" y "El Jinete Azul". Después viene el drama de la revolución de 1917 y la derrota de Alemania en 1918. Son años de confusión, de declinación. No obstante, el resurgimiento y la clarificación del expresionismo se llevará a cabo entre los anos 1920 y 1930, con la deserción de algunos y la adjuración de otros. El movimiento, empero, se verá fortalecido con el rescate de escritores aislados como Kafka, el escultor Barlach, Locrke, Doblin, Elsc Lasker-Schuler, Jahnn, Lee, Kokoschka, Nolde, Üeckmann y un músico experimental nuevo, Bela Bartok que se suma al "atonalismo libre" de Arnold Schonberg. Recién finalizada la guerra, en 1919 se publica la novela "La Epístola a los Romanos" de KurI Barth, que es muy significativa pura el grupo que queda después del desastre. Se monta en ese mismo año "La Opera de Tres Centavos" de Brecht. Es el resurgimiento entre la duda y la desesperación por el hombre del expresionismo en su segunda y final etapa... Es ya Ia posguerra. Estos Expresionistas admiraban a Kleist, a Rimbaud, a Flaubert, a Bruchner, quienes habían logrado un concepto no burgués de lo bello. Consideran a Freud como un fundador de una estética anticlásica. Y se levanta un axioma del arte nuevo en que lo bello abarca también lo horrendo, lo espantoso, lo incomprensible y la destrucción. Brecht expone esta nueva sensación por boca de Galileo: ¿Sabe usted cómo produce su perla la ostra perlífera?. Envolviendo, en arriesgada enfermedad, un cuerpo extraño e intolerable, un grano de arena por ejemplo, dentro de una bola viscosa. En este proceso casi perece. ¡¡¡ Al diablo con la perla!!! Prefiero la ostra sana”. Había surgido la estética de lo feo, de lo horrendo de la disonancia y la deformación hiriente. Una especie de' engendro de la desesperación por el mundo en que vivían y una glorificación de lo extremo, la perturbación de la simetría. Era la manifestación de lo informe» Else Lasker-Shüllcr afirmaría que las poesías de Paúl Zech "son chimeneas humeantes, donde cada palabra está cubierta de hollín". El pintor Franz Marc, del grupo "El Jinete Azul" escribió una vez: "¡Basta de Platón! ¿Por qué la gente ha de buscar siempre la salvación y el bien detrás del presente? Siempre caminan con muletas con los tiempos pasados; no son hombres creadores. En la actualidad mi idea central es realizar el proyecto de un nuevo mundo”. En Alemania se dieron múltiples grupos y publicaciones y autores. Marinettí con su estada en Berlín y su conferencia, desencadena una marea de manifestaciones nuevas y las mejores de ellas se encargará dentro del naciente Expresionismo. Es tarea casi imposible el reseñar ese momento por su polifacetismo, las múltiples acciones paralelas, las tensiones culturales y las referencias sin numero que surgieron en cada unidad donde se gestó un núcleo expresionista. Aun ahora para los ensayistas que se han ocupado del tema, les resulta por demás gravoso fijar o seleccionar nombres dentro de un conjunto tan variado de participantes. Atenta también contra ello la extensión de tiempo, el movimiento se proyecta hasta 1933. La unidad se produce por los objetivos que he señalado anteriormente y por un deseo vehemente de transformación. La revista "La Tempestad" lo señala: "Nosotros configuramos palabras, bailamos palabras. Luchamos palabras. Martillamos palabras. Sufrimos la causa, lo esencial. El ritmo irrumpe fragoso. Dejemos que las palabras vayan FLUYENDO. Construimos según leyes rítmicas. Creamos el movimiento del universo; arte”. Alrededor de estos principios se gesta la personalidad literaria de August Stramm, un funcionario de Correos que creo su propia escuela, En su obra se nota una concentración radical de la expresión y de la forma, construye frases abreviadas, reduciendo los sustantivos y verbos o construye a través de palabras solas y aisladas; Palos imploran cruces brazos Letra vacila pálido desconocido Flores fresquean polvo tímidamente Lentejuela lloro brillo Olvido Se destaca un discípulo de Stramn y es Otto Nebel que construye "fugas alógicas de carácter rúnico" y es el entusiasmo surgido por la palabra original. Hay otros nombres que se realizan o se pliegan al Expresionismo. Está el de Franz Werfel, autor más conocido por sus novelas, cuentos y dramas, pero dentro de la tendencia se destaca su "Canto de los Tres Reinos". Alfred VVolfenstem es otro de los destacados y Wilheim Klemm en su "Poemas del Campo de Batalla", Hermann Plagge, Georg Heyn. Ernst Stadler, Alfred Lichtenstein y muchos otros. El caso de Georg Trakl alcanza gran notoriedad en la actualidad al punto que el crítico Walker Falk lo sitúa al lado de Rilke y Kafka. Alcanzó a publicar dos libros: "Poesías" y "Sebastián en el Sueño". Se suicida a los 27 años y en víspera de la guerra. El expresionismo literario es en casi su totalidad la obra de escritores Judíos. Else Lasker-Schüler no es la aportadora de cambios formales, es la que trae lo fantástico, lo extraño, lo irracional al campo poético y narrativo, es la que sostiene que "en todo verdadero arte es necesario ser poeta...". Sus creaciones de palabras. sus juegos lingüísticos la señalan como un poeta inigualable. Franz Kafka se presenta como un "expresionista autónomo", si bien algunos textos suyos fueron incluidos en más de alguna revista de la tendencia no mantuvo mayores contactos con los grupos expresionistas. Sin embargo están profundamente en la época sus personajes alucidanos, sus construcciones narrativas corresponden epocalmente. "El estilo de época es como un soberano", dice Walter Falk Bertolt Brecht es otro de los grandes del expresionismo, su testimonio dramático de la época es muy conocido y es el que mejor cubre el teatro de ese movimiento. La novelística, por su parte se inicia antes de la guerra y culmina en la crisis posterior. El tema general es el enfrentamiento generacional que llega a extremos en el "Parricidio" (1920) de Arnolt Bronen. Este tema se desarrolla en otras novelas como "El Hijo" de Walter Hasenclever, "El Día Muerto” de Ernst Barlach y otros autores que lo tocan son: Franz VVerfel, Gearg Kaiser y Kasimir Edschmid. Pero el expresionismo no se queda en la pintura y la literatura o la música o el teatro, llega a la arquitectura y el cine. En las aportaciones de Waltor Gropius, Mies van de Roht, Bruno Taut y Erich Mendelsohn, hay el remanente de las transformaciones auspiciadas por esta tendencia. En el cine de Fritz Lang, de G.W. Pabst y Paúl Leni están marcadas las mismas huellas. La culminación más memorable se dará en la película "El Gabinete del Doctor Caligari" (1919), de Robert Wiene. Como se puede ver a través de esta muy breve nota, el Expresionismo por su variedad, su multiplicidad, no puede ser reseñado globalmente pero el deseo era cumplir con la necesidad de una información general sobre un hecho de enorme interés dentro del proceso de la cultura. Y tal vez, y en mínima parte se ha cumplido.