Ingredientes q Tecnologías Patógenos emergentes De acuerdo a las estadísticas de salud pública, se estima que existen más de 30 diferentes agentes microbianos que pueden causar enfermedades cuando las personas consumen alimentos contaminados. Muchos de estos microorganismos son reconocidos como patógenos que, muy probablemente, han causado enfermedades en los seres humanos por siglos. u Dr. Francisco Diez González (*) Entre los patógenos denominados tradicionales, se incluyen principalmente Salmonella, Clostridium perfringens, Staphylococcus aureus, Bacillus cereus y Shigella. A través de la evolución del ser humano, Salmonella ha sido y, continúa siendo, la bacteria responsable por el mayor número de infecciones causadas por alimentos contaminados. Salmonella serovar Typhi causa una de las enfermedades más serias transmitidas por los alimentos y el agua: la fiebre tifoidea. Otros patógenos tradicionales también continúan causando enfermedades, pero en años recientes se ha visto que microorganismos que no se conocía que pudieran causar enfermedades transmitidas por los alimentos, se han vuelto un problema de salud pública. A estos microorganismos de reciente aparición se los conoce como “patógenos emergentes”. La definición está sujeta a diferentes interpretaciones, y mientras algunos son completamente nuevos, otros ya se conocían pero ahora tienen nuevas características. Entre los patógenos a los que se puede clasificar como emergentes se distinguen la Escherichia coli O157 enterohemorrágica, Listeria monocytogenes, norovirus, Campylobacter y más recientemente otras E. coli enterohemorrágicas productoras de toxina Shiga. Debido al avance de la tecnología para detectarlo, se considera que el norovirus es el patógeno que más infecciones causa debido a alimentos contaminados. Esta presencia de patógenos representa también una importante amenaza para los negocios de la industria de los alimentos, pues estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud, han confirmado que la aparición de las Enfermedades Trasmitidas por Alimentos (ETA´s) ocurren por diversos motivos, desde la introducción de patógenos debido a la distribución de alimentos en distintas áreas geográficas, capacidad de los microorganismos para sobrevivir a condiciones ambientales adversas, generación de nuevas cepas virulentas, entre otros. Con ello, se requiere del esfuerzo conjunto del gobierno, la industria alimentaria y los consumidores para su control. Los tipos de ETA, se dividen en: Gastrointestinales (diarrea, vómito, (*) Docente e Investigador en el Departamento de Nutrición y Ciencias de los Alimentos de la Universidad de Minnesota, Estados Unidos. 40 l Énfasis Alimentación l N˚ 7 l Agosto 2012 dolores intestinales, entre otros) y Sistémicas (afectan otros órganos además del intestino). Si bien, en la industria existen varios métodos de detección, es importante tener claros los factores clave para decidir qué microorganismo debe ser analizado. Algunos son: características del alimento, enfermedades previamente asociadas con el tipo de alimento, tipo de ingredientes, etapas del proceso de producción, población consumidora, manejo post-procesado, requisitos legales/normatividad. La E. coli O157 es, probablemente, el microorganismo que mejor representa la categoría de patógenos emergentes transmitidos por los alimentos. Se puede afirmar que el tipo de enfermedad que causa, no se presentaba antes del año 1982 cuando hubo el primer brote epidemiológico de gastroenteritis hemorrágica. Los síntomas enterohemorrágicos son muy severos, y las toxinas producidas por esta bacteria pueden causar complicaciones tales como el síndrome hemolítico urémico afectando los riñones, lo que puede llevar a la muerte. En los últimos 20 años, las enfermedades con esta bacteria se han hecho cada vez más comunes en diferentes regiones del mundo, principalmente relacionadas con el consumo de carne molida contaminada. Por la severidad de esta enfermedad, la E. coli O157 se la considera como adulterante en carne molida por las leyes de diferentes países y el producto requiere análisis microbiológico. Con ello, es urgente que países como México eleven sus estándares de calidad e inocuidad. El desarrollo de la tecnología ha permitido avances en la detección de microorganismos que proporcionan una serie de tecnologías únicas como es la amplificación isotérmica de ácidos nucleicos (ADN) y la detección por bioluminiscencia, que proveen resultados rápidos y específicos. Dicho sistema(*) permite a la industria de alimentos, sobre todo a los procesadores de productos lácteos y cárnicos, detectar en tiempo real cualquiera de los principales patógenos. 42 l Énfasis Alimentación l N˚ 7 l Agosto 2012 Las compañías procesadoras de alimentos deben adoptar una cultura de inocuidad alimentaria, fundamental para proteger el prestigio de su marca. El uso de sistemas moleculares de detección facilita que las empresas procesadoras de alimentos, así como laboratorios de análisis, sectores agrícolas y de investigación detecten la presencia de patógenos de manera confiable y precisa para brindar seguridad a los consumidores. La Listeria monocytogenes, por ejemplo, es otro caso de un microorganismo que se puede considerar como patógeno emergente, ya que hace 40 años no se conocía que pudiera ser transmitido por los alimentos. L. monocytogenes es capaz de causar una infección que ataca diferentes órganos en el cuerpo, incluyendo el sistema nervioso central y en mujeres embarazadas puede causar abortos espontáneos. En un porcentaje muy alto de pacientes (20 al 30%) la listeriosis causa la muerte, lo cual la distingue como la infección más letal transmitida por los alimentos. Afortunadamente, los casos de esta enfermedad son relativamente raros, pero debido a su seriedad, esta bacteria se declaró como adulterante en productos lácteos y cárnicos listos para consumirse. La aparición de esta bacteria como patógeno emergente, muy probablemente se deba a los modernos métodos de procesado y distribución de productos con vidas de anaquel extendidas. Por su categoría de adulterante, el análisis microbiológico de esta bacteria es probablemente el patógeno que se analiza con más frecuencia en las plantas productoras de alimentos, especialmente de carnes, lácteos, de frutas y verduras. Campylobacter y norovirus son dos patógenos que se consideran emergentes. Sin embargo, debido a las características ecológicas de estos microorganismos, es muy probable que siempre hayan estado presentes en el abasto de los alimentos, pero debido a que no existía la metodología y técnicas para detectarlos, no se les había reconocido. En el caso del Campylobacter, es una bacteria que habita naturalmente el tracto gastrointestinal de muchos animales, entre los que se incluyen pollos, pavos y puercos, por lo que la carne de estos productos es el principal vehículo para su transmisión. La infección causada por Campylobacter no es tan seria, en la mayoría de los casos se recuperan después de síntomas de diarrea por unos cuantos días. Como el norovirus es un parásito obligado del ser humano, el origen natural de este virus son las personas y es muy posible que haya estado presente en poblaciones humanas por tiempo inmemorial. Ni el Campylobacter ni el norovirus están declarados abiertamente como adulterantes, por lo que el análisis microbiológico de alimentos es relativamente poco frecuente. La industria alimentaria debe centrarse en garantizar la inocuidad de los productos que fabrica para que, a través de la aplicación de una serie de factores y condiciones, conlleven a la producción de alimentos que representan un riesgo aceptable para el consumidor. Las compañías procesadoras de alimentos deben adoptar una cultura de inocuidad alimentaria, fundamental para proteger el prestigio de su marca. Se debe romper el esquema tradicional de que las enfermedades del estómago son parte de la vida, los alimentos no deben representar ningún riesgo a la salud del consumidor. z (*) La tecnología a la que se hace referencia es el Sistema de Detección Molecular para Patógenos desarrollado por 3M.