COBRO DE HONORARIOS PROFESIONALES Las actuales circunstancias socioeconómicas están generando numerosos problemas derivados del impago de honorarios adeudados por intervenciones profesionales. Sin ánimo de abordar exhaustivamente el procedimiento a seguir para el supuesto de vernos afectados por dicha situación, a continuación queremos informaros de unas reglas básicas a tener en consideración. En primer lugar, es muy importante que recurráis a específico asesoramiento jurídico por Abogado de vuestra confianza, sin perjuicio de que para una primera consulta a nivel general podáis dirigiros a los servicios de la Letrado del Colegio, previa petición telefónica de cita. En segundo término, es muy importante ser conocedores de que por transcurso de tres años prescriben las acciones legales para el cumplimiento de la obligación del pago de honorarios a profesionales, plazo que puede ser objeto de sucesivas interrupciones siempre que se deje debida constancia formal al efecto. Y como tercer extremo a resaltar, antes de emprender una posible reclamación judicial, y en evitación de incurrir en gastos innecesarios, debe tenerse la convicción de que el deudor es solvente, o bien indagar su situación patrimonial, lo que hoy en día resulta bastante sencillo al existir empresas a través de INTERNET especializadas en la verificación de titularidades registrales y situaciones mercantiles. Sentadas las premisas expuestas, os exponemos a continuación aquéllas actuaciones personales que de forma particular tenéis a vuestro alcance: A) De manera previa a acudir a la vía judicial, es muy conveniente proceder a reclamar por escrito el pago de vuestro crédito, dejando expresa constancia de que, transcurrido un término prudencial, se ejercitarán las correspondientes acciones legales. Esta gestión inicial es aconsejable documentarla mediante escrito dirigido por servicio de BUROFAX, y subsidiariamente, a través de correo certificado con acuse de recibo. B) Si la reclamación extrajudicial no surtiera efecto, cuando el crédito no supera los 30.000,00 € la legislación procesal aplicable (Art. 812 y siguientes de la Ley de Enjuiciamiento Civil), establece la posibilidad de que el acreedor pueda instar el cobro en su propio nombre y sin servirse necesariamente de profesionales del Derecho (Abogado y Procurador), mediante el denominado proceso Monitorio, para cuya petición de inicio existe el formulario o impreso que a continuación se os transcribe. Básicamente, la normativa a conocer para formular la demanda que antecede, es la que indicamos a continuación. CASOS EN QUE PROCEDE.Para el pago de deudas dinerarias vencidas y exigibles que no superen los antedichos 30.000 €, y que se acrediten: 1ª.- Mediante documentos, cualquiera que sea su forma y clase o el soporte físico en que se encuentren, que aparezcan firmados por el deudor o con su sello, impronta o marca o con cualquier otra señal, física o electrónica, proveniente del deudor. 2ª.- Mediante facturas, albaranes de entrada, certificaciones, telegramas, telefax o cualesquiera otros documentos que, aún unilateralmente creados por el acreedor, sean de los que habitualmente documentan los créditos y deudas en relaciones de la clase que aparezca existente entre acreedor y deudor. JUZGADO COMPETENTE.Será el de Primera instancia del domicilio del deudor. INICIACIÓN DEL PROCEDIMIENTO.Mediante escrito que cumplimente los datos del impreso o formulario transcrito anteriormente. TRAMITACIÓN.El Juzgado requiere al deudor para que pague al acreedor en el plazo de veinte días, o para que comparezca y alegue sus motivos de oposición a lo reclamado. Si no se produce el abono, ni comparece el deudor, el Juzgado acuerda despachar ejecución por el importe reclamado, ordenando el correspondiente embargo de bienes. Es importante resaltar que se si produce oposición por el deudor al crédito reclamado, éste debe formalizarse mediante escrito en que intervenga Abogado y Procurador, y a partir de conocerse tal situación, el acreedor deberá recurrir a los servicios de un Letrado que pueda asumir sus intereses legales, defendiéndole en la vista o juicio que se señale (si la cuantía no supera los 3.000 €), o interponiendo demanda de juicio Ordinario en el plazo de un mes, ya que caso contrario el proceso monitorio quedaría sobreseído, y se le impondrían al demandante las costas causadas.