142 La llave maestra de la profecía Allí está claro: El quebrantamiento del sábado fue causa primordial del cautiverio de Judá. Fue algo tan importante para DIOs que Él castigó de esta manera severísima a su propio pueblo escogido: con la derrota en la guerra y el CAUTIVERIO en un país extranjero. DIOs define el PECADO como infracción de su LEY (1 Juan 3:4), y su LEY dice: "Acuérdate del día del sábado para santificarlo ... el séptimo [día] es sábado para el Eterno tu Dios; no hagas en él obra alguna" (Éxodo 20:8-10). Trabajar el día sábado o profanarlo buscando el placer propio, haciendo negocios, etc., ¡es UN GRAN PECADO, y SU castigo es la MUERTE ETERNA! Advertencia a los judíos Los judíos no tenían excusa, pues ya los profetas les habían advertido. Leamos las palabras de Jeremías: "Así dice el Eterno: Guardaos por vuestra vida de llevar carga en el día de sábado ... ni hagáis trabajo alguno, sino santificad el día de reposo, como mandé a vuestros padres . . . Pero si no me escucháis en cuanto a santificar el día de sábado, y para no traer carga ni meterla por las puertas de Jerusalén en día de sábado, yo prenderé fuego a sus puertas, y consumirá los palacios de Jerusalén, y no se apagará" (Jeremías 17:21-22, 27). Los judíos no hicieron caso de esta advertencia. Veamos lo que ocurrió luego: "Y en el mes quinto, a los diez días del mes, que era el año diecinueve del reinado de Nabucodonosor, rey de Babilonia, vino a Jerusalén Nabuzaradán, capitán de la guardia, que solía estar delante del rey de Babilonia. Y quemó la casa del Eterno, y la casa del rey, y todas las casas de Jerusalén; y destruyó con fuego todo edificio grande" (Jeremías 52:12-13). Cuando Dios advierte, ¡el castigo es SEGURO! ¿Por qué fue derrotada Israel? Ahora veamos lo que le ocurrió a la otra nación, Israel, 117 años antes del cautiverio de Judá. Dios le había dado a escoger al pueblo en tiempos de Moisés, mucho antes de que se dividiera en dos naciones. Esto lo vimos en detalle cuando se habló de Levítico 26. Ahora veamos lo que dijo Dios al respecto por medio del profeta Ezequiel.