Derecho de Familia. Parejas de Hecho

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Derecho de Familia. Las Parejas de Hecho
No existe regulación legal con carácter estatal en España de las uniones de
hecho (formadas por las parejas de hecho). Sinónimos de “pareja de hecho”
son los términos de “unión paramatrimonial” y convivencia “more uxorio”. Por el
contrario, algunas comunidades autónomas, tienen regulación legal en esta materia.
En total, son 13 comunidades (Aragón, Islas Baleares, Cataluña, Navarra, País Vasco,
Madrid, Andalucía, Valencia, Asturias, Cantabria, Canarias, La Rioja y Extremadura).
Las primeras 5 comunidades autónomas, en las que existen Derechos Forales,
entran a regular todos los aspectos de las parejas de hecho, mientras que el resto de
las comunidades autónomas, se limitan a regular requisitos referentes a: constitución y
acreditación; circunstancias de disolución, relaciones personales y patrimoniales.
En todas estas regulaciones existen requisitos comunes:
-
Unión estable de carácter público, análoga a una relación matrimonial.
Personas mayores de edad o menores emancipados, sin ningún
impedimento para contraer matrimonio.
Demostrar convivencia ininterrumpida por un tiempo determinado o tener
hijos en común.
No tener relación de parentesco (por consanguinidad o adopción en línea
recta; colateral por consanguinidad o adopción dentro del tercer grado).
No existencia de vínculo matrimonial, ni entre sí ni con terceras personas.
No hay impedimentos para que dos personas del mismo sexo, formen una
pareja de hecho.
Empadronamiento en la Comunidad Autónoma (según la regulación de cada
comunidad). Este proceso es la inscripción en el registro municipal (padrón
municipal) donde figuran todos los vecinos que viven o residen habitualmente
en ese municipio, lo que da constancia del municipio de residencia.
Se exige una convivencia ininterrumpida, pero la legislación actual no
establece la duración de la misma. Para esto, recurre a la legislación de arrendamientos
urbanos respecto de las subrogaciones en los contratos de alquiler de viviendas, donde
se establece que cabrá la subrogación del cónyuge o de las personas con quien
conviva maritalmente (como su fueran cónyuges, e independientemente de su opción
sexual), siempre que esta convivencia haya durado al menos 2 años o exista
descendencia en común.
Como puede acreditar la existencia de una pareja de hecho.
A través de los siguientes documentos y pruebas:
a) Capitulaciones “paramatrimoniales” y declaraciones de convivencia
efectuadas ante Notario.
b) Contratos privados celebrados entre los compañeros, que tendrán alcance
similar a las capitulaciones anteriores.
c) Contratos bancarios, de apertura de cuentas corrientes, suscripción de
tarjetas de crédito…etc.
d) Contratos con terceros como arrendamientos, venta de bienes… etc. que
demostrarían la existencia de una vida en común y de una disposición común
de bienes.
e) El empadronamiento y el domicilio fiscal, servirían para demostrar la
convivencia de la pareja en la misma vivienda.
f) Los testigos.
g) Existencia de hijos comunes.
h) La inscripción en el Registro de Uniones de Hecho.
Registros de las Parejas de hecho.
El Registro de Parejas de Hecho está regulado solamente a nivel autonómico,
pero no en todas las comunidades. Cada Comunidad Autónoma tiene una regulación
específica del Registro de Parejas de Hecho, y los efectos de la inscripción varían
desde “simplemente declarativos” (mera constancia de la existencia de la pareja de
hecho) a una “práctica equiparación” con el matrimonio.
Las relaciones económicas en las parejas de hecho.
La principal diferencia se encuentra en si los compañeros han celebrado o no un
pacto por escrito en el que establecen las relaciones económicas que van a regir su
relación de convivencia.
La pareja ha pactado por escrito sus relaciones económicas.
Como en las relaciones matrimoniales, la pareja en la unión de hecho puede
pactar libremente el régimen económico por el que quiere regir sus relaciones,
celebrando pactos para repartir la titularidad y los rendimientos de los bienes que
tengan o adquieran durante la convivencia. Los pactos que la pareja establezca
afectarán de forma directa a sus herederos.
Aspectos comunes de los acuerdos establecidos entre la pareja serían los
siguientes:
-
-
De la vivienda, aunque haya sido adquirida por uno de los convivientes, no
se podrá disponer sin el consentimiento del otro compañero, constante la
convivencia.
Durante la convivencia existe la obligación de prestarse alimentos.
-
Los bienes de ambos compañeros quedan sujetos al levantamiento de las
cargas familiares.
Al finalizar la convivencia, uno de los convivientes podrá solicitar del otro el
pago de una pensión por compensación económica en atención al trabajo
realizado bien para el otro compañero, bien para el cuidado del hogar, el
cuidado de los hijos, etc.
La pareja no ha pactado un régimen económico por escrito.
Al contrario de lo que ocurre en el régimen matrimonial económico, en el régimen
de las parejas de hecho no rige de carácter supletorio el régimen de gananciales, por
lo que el conviviente tendrá que acreditar sus derechos sobre todos y cada uno de los
bienes que compongan el patrimonio común.
Es necesario acreditar (mediante las pruebas pertinentes) que la unión existió,
que la actuación fue la propia de un matrimonio, que fue conjunta la adquisición, el
disfrute y la disposición de estos bienes.
La disolución del régimen económico en las parejas de hecho.
La “unión de hecho” puede extinguirse por las siguientes causas:
-
Por fallecimiento de uno de los convivientes.
Por mutuo acuerdo entre las partes.
Por decisión unilateral de uno de ellos o por abandono del domicilio común.
Si la liquidación del régimen económico no se realiza de forma amistosa (de
manera verbal o mediante documento privado), es necesario acudir a los juzgados.
Este régimen de las parejas de hecho, tiene la siguiente incidencia respecto del
régimen económico que rige los intereses patrimoniales de los convivientes:
1) La vivienda propiedad de uno de los compañeros. Existen las siguientes
situaciones:
En caso de una vivienda adquirida antes de la unión de hecho, La vivienda se
considera bien propio de quien la adquirió, y seguirá perteneciendo al mismo cuando
cese la convivencia. El uso de la vivienda corresponde a ambos mientras dure la
unión.
De forma excepciones, y por resolución judicial, el conviviente no propietario si
queda encargado de la guarda y custodia de los hijos comunes, tendrá derecho al uso
y disfrute de la vivienda.
En caso de una vivienda adquirida durante la convivencia. Si fue adquirida por
uno de los convivientes, con su dinero y para él, le pertenece en exclusiva. Para
considerar que es un bien común, ambos convivientes deben figurar inscritos como
propietarios en el Registro de la Propiedad.
2) La vivienda adquirida por los dos compañeros. Existen las siguientes
situaciones:
El uso de la vivienda durante la convivencia pertenece a los dos compañeros
y a los hijos con los que convivan, con independencia de quien sea el propietario de la
misma.
Si se produce ruptura de la unión, permanecerá en la vivienda quien la pareja
decida y si no alcanzan un acuerdo, quien disponga a autoridad judicial, que valorará
aspectos como: descendencia común, descendencia no común, titularidad del contrato
de arrendamiento de la vivienda (dado el caso).
La herencia en las parejas de hecho.
Los derechos sucesorios de las parejas de hecho se equiparan a los del
matrimonio sólo en el País Vasco, Navarra e Islas Baleares. En Cataluña, la Ley
recoge el derecho a una cuarta parte de la herencia, a la mitad, o a toda ella
dependiendo de que convivan o tengan derecho a herencia, otros miembros de la
familia.
En Aragón la legislación sucesoria permite que puedan residir gratuitamente en
la vivienda habitual durante un año además de tener derecho al ajuar doméstico.
Andalucía reconoce el derecho a residir en la vivienda habitual durante un año desde el
fallecimiento del otro conviviente. En el resto de las comunidades autónomas las
parejas de hecho no tendrán derechos en la herencia de su compañero fallecido,
derechos que ostentarán los hijos o los demás familiares que concurran a la herencia,
salvo que se hubiera realizado un testamento.
Para conseguir que la pareja de hecho herede, es imprescindible realizar un
testamento. En él se deben respetar los derechos de los herederos forzosos (los que
por ley tengan derecho a concurrir a una parte de la herencia, como los hijos, o en su
caso los padres). Pero si no hay descendientes ni ascendientes, el testador puede
disponer de todos sus bienes a favor de su pareja.
La pensión de viudedad en las relaciones de convivencia de hecho.
Además de los requisitos necesarios para el nacimiento de esta prestación
(afiliación, alta y cotización a la Seguridad Social española), es necesario que se den
las siguientes circunstancias adicionales:
-
Que efectivamente haya existido una relación de convivencia.
Que a la fecha de fallecimiento, ninguno de los compañeros estuviese
impedido para contraer matrimonio.
Que los ingresos del sobreviviente durante el año natural anterior al
fallecimiento, no alcanzaren el 50% de la suma de los propios más los del
causante habidos en el mismo período, o el 25% en el caso de inexistencia
de hijos comunes.
La pensión de viudedad concedida por convivencia se extinguirá si el
beneficiario contrae matrimonio, pero no necesariamente si inicia una relación de
convivencia con una tercera persona.
Elementos internacionales en las parejas de hecho.
Ante la falta de regulación internacional de este tema, los tribunales de España
aplican soluciones diversas según la cuestión planteada:
1).- Caso de las “parejas de hecho registradas”, aplican la ley del país en que
se inscribió la pareja de hecho por primera vez. Por esta ley se regirán la existencia de
la pareja de hecho, las relaciones entre las partes y la disolución del vínculo.
2).- Caso de las “parejas de hecho no registradas”, debe aplicarse la ley
nacional común de los sujetos (los convivientes pueden elegir como aplicable la ley
de cualquiera de los ellos; y siendo ambos convivientes españoles, además, por
la “vecindad civil”, que permite determinar cuál de las diferentes leyes españolas
puede aplicarse: en el territorio de Derecho Común, el Código Civil; la normativa
de los Derechos Forales en las respectivas comunidades autónomas). En
defecto de norma común, el criterio más conveniente es el del vínculo más
estrecho, aplicándose la ley de residencia habitual.
3).- Para todos aquellos efectos derivados de la existencia de la pareja de
hecho (efectos hereditarios, alimenticias, etc.), se aplicará la norma de Derecho
Internacional Privado correspondiente, determinándose de este modo el Derecho
aplicable.
Los Tribunales españoles se decantan por aplicar la ley de nacionalidad
del juez que conoce del asunto (Lex Fori, ley del fuero).
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