PROPUESTA PARA TRABAJAR CON NIÑOS La personalidad se construye en diálogo continuo con el mundo exterior. Se trata de entrar en diálogo con el mundo que nos rodea y que nos permita descubrir algo de nosotros mismos. Pero el mundo de las ‘modas’ nos alienan, y tantas imágenes de consumo que nos bombardean no nos permiten abrirnos a nosotros mismos. Coloreando estas imágenes, el niño afronta algo externo que le permite descubrir su voz interior. Y de esta manera le permitimos de apropiarse de aquello que es en él, el signo de una Presencia, en un hermoso intercambio de el Don que se recibe y lo que puedo ofrecerle por medio de la alegría manifestada por el color. 1. Leer junto con los niños el relato de la Samaritana (Jn 4), o quizá pueda ser mejor contarlo. 2. Mirar atentamente la imagen y hacerla describir. No hacer enseguida interpretaciones sobre el sentido de la imagen. Dejar que cada uno busque y se interrogue. No hay que hacerse problema de pasar mucho rato en esta etapa, cada detalle tiene su importancia. → Otra posibilidad es contemplar en grupo la imagen por cinco minutos, esconderla y recordarla juntos con todos los detalles. → Se puede hacer ver primero la imagen y luego leer o narrar el episodio. 3. Colorear la imagen. 4. Luego buscar con los niños cuales son las semejanzas y diferencias entre el relato bíblico y la imagen. Que puedan expresar todo aquello que en la imagen resulte ‘extraño’, distinto. Anotar las preguntas que surjan. 5. Tratar de responder las preguntas que surgieron y preguntar a cada uno, qué sentido puede tener para él todo esto. Tener presente que cada cosa puede revelar algo escondido de Dios. 6. A partir de lo compartido hasta ahora, hacer juntos una oración: por ej.: ¿qué le podemos decir a Jesús de todo lo que hemos visto y compartido? 7. Por último se puede buscar un título para la imagen.