CLAVES PARA COMPRENDER EL DESARROLLO LOCAL José Luis Furlan • Sonia Elizabeth Filippin • GÉNESIS Y METAMORFOSIS DEL DESARROLLO: DEL CRECIMIENTO ECONÓMICO A LA REALIZACIÓN DE LA PERSONA HUMANA. El concepto de desarrollo es relativamente nuevo, ya que tiene poco más de 50 años. Recién apareció después de la Segunda Guerra Mundial como una idea política clave para la reorganización del mundo de ese entonces. A lo largo de esos 50 años, la idea ha evolucionado, ha mutado su contenido y ganado en amplitud y complejidad. El desarrollismo de la posguerra La teoría del desarrollo emergente tras la guerra, por una parte, describe el mundo de ese entonces distinguiendo la existencia de un conjunto de países que han alcanzado ciertos estándares en materia de producción y consumo, el mundo desarrollado, y otro conjunto de países alejados de esos estándares a los que aspiran, que es el mundo subdesarrollado. El paradigma del desarrollo lo constituyen los países industrializados, encabezados por los Estados Unidos, nación que por estar alejada del escenario bélico logró finalmente aventajar a los países europeos y establecer su supremacía económica. El pelotón del subdesarrollo está constituido por los países del tercer mundo, mucho de ellos recién configurados políticamente. Por otra parte, la teoría del desarrollo también explica las razones de ese atraso relativo y prescribe las formas de remover los obstáculos en el mundo subdesarrollado, predicando el logro de una igualación en los estándares correspondientes al modelo universal que constituye la utopía social a realizar. En los albores del desarrollo se piensa que una inyección considerable de recursos, tal como se había hecho en Estados Unidos por medio del New Deal y se hacía en Europa con el Plan Marshall, será el disparador del proceso de superación de las desigualdades. Así, en el terreno de la política práctica se crea un conjunto de organismos internacionales por medio de los cuales se canalizará la ayuda para el desarrollo: la ONU, el BIRF, el GATT, etc. • Licenciado en Historia por la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina) y Magister en Administración Pública por la Universidad de Buenos Aires (Argentina). Se ha especializado en Administración y Gobierno Local, ha ejercido la docencia en varias universidades y publicado libros y artículos sobre esta temática. Actualmente es Director de la Agencia de Cooperación Técnica de la Unión Iberoamericana de Municipalistas. • Licenciada en Administración por la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina) y Consultora en Administración y Desarrollo Local. 1 La ciencia o el arte de generar el desarrollo pasa por el dominio de la planificación para el desarrollo. Esta se aprende en las universidades y es una mezcla o combinación de política económica keynesiana e intervencionismo estatal. El predominio de la economía en el campo de las ciencias sociales y el aumento de su poder tanto en el plano académico como en el terreno de las instituciones internacionales tiene su origen en esta demanda de una “tecnología del desarrollo” científicamente fundada. Para Walter W. Rostow, uno de los autores representativo del pensamiento de esa época, desarrollo es un estado o situación que caracteriza el momento de la modernización de la sociedad tradicional que se alcanza como resultado de un proceso de superación de cinco etapas históricas perfectamente definidas y que se identifican con diferentes estructuras de producción y consumo. Todos los países deben, según Rostow, recorrer ese arduo camino de cinco etapas, que describió en su libro “Las etapas del crecimiento económico”, publicado en 1960. Las cinco etapas son: a) la "sociedad tradicional", en la que predomina la agricultura; hay una baja productividad y se registra una débil movilidad social; b) las "condiciones previas al despegue", que conllevan el desarrollo de las infraestructuras de transporte, el aumento de productividad (por las mejoras en la educación, la tecnología y los valores sociales) y la constitución de una clase de empresarios innovadores; c) el "despegue" ("take off"); un punto de inflexión durante el cual se diversifica la actividad productiva con la aparición de industrias motrices, aumenta la tasa de inversión (inversión/PNB) del 5 al 10 por 100 y se desarrolla la clase capitalista, lo que desemboca en un crecimiento sostenido o autoentretenido; d) el "camino hacia la madurez", en el que aparecen nuevos polos de crecimiento (siderurgia, química, electricidad), vuelve a incrementarse la tasa de inversión hasta alcanzar el 20 por 100 del PNB y se consolida la burguesía, y e) la "era del consumo de masas", período culminante en el que la actividad productiva se reorienta hacia los bienes duraderos de consumo (automóviles, electrodomésticos...), se mantiene el nivel de la tasa de inversión y se consolida una amplia clase media con un alto nivel de vida. Rostow llegó incluso a asignar fechas a las tres últimas fases para varios países del mundo. Por ejemplo, el "despegue" se habría producido en 1780-1830 en Inglaterra y en 1952-63 en la India. La teoría "etapista" de Rostow ha sido criticada por su concepción lineal y también determinista, ya que el punto en el que culmina el proceso es la sociedad industrial correspondiente al sistema capitalista avanzado. Otros autores, partiendo a diferencia de Rostow de la realidad de los países subdesarrollados, tratarán de identificar los rasgos característicos que permitan explicar la situación de atraso en la que se encuentran, realizando interpretaciones menos lineales y evolutivas. Ragnar Nurkse, Arthur Lewis y Paul Rosenstein-Rodan propiciarán distintas estrategias para lograr en los países subdesarrollados un umbral de inversiones que posibilitara la ruptura del “círculo vicioso de la pobreza”, la “industrialización acelerada”, “el gran empujón” del crecimiento industrial. 2 Los teóricos del desarrollo también sostenían la necesidad de una inversión pública selectiva por parte del estado en los sectores industriales estratégicos y de gran repercusión económica: Hirschman, Perroux y de Bernis hablarán de “efectos de arrastre”, de “polos de crecimiento”, de “industrias industrializantes”. Debe reconocerse que, a pesar de la hegemonía intelectual de la perspectiva economicista, los elementos sociales y políticos también comienzan a incorporarse a los análisis en esta temprana etapa de la evolución del concepto de desarrollo. Entre esos adelantados de la perspectiva integral cabe recordar a Dudley Seers, quien a fines de los 60 señalaba que el desarrollo, siendo un concepto normativo y lleno de juicios de valor, debe crear las condiciones necesarias para la realización de la persona humana: alimentación, empleo y equidad. En este último punto, Seers también desentonaba con la despreocupación prevaleciente sobre las consecuencias sociales del crecimiento económico que se propiciaba como equivalente al desarrollo, despreocupación fundada en la creencia de que luego de una fase inicial de desigualdades sociales inevitable tendrían efecto los mecanismos redistribuidores implícitos en los procesos de desarrollo. Desde la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), Raúl Prebisch introduciría la relación centro – periferia en la teoría del desarrollo. En esta perspectiva, el subdesarrollo no es un estado necesario y parte de un proceso evolutivo hacia el desarrollo, sino el resultado de las interrelaciones asimétricas existentes en el sistema capitalista mundial. La explicación de porque la dinámica del sistema mundial crea desarrollo en el centro y subdesarrollo en la periferia recae en la forma en que el progreso tecnológico se difunde en el sistema, afectando la productividad de los sectores, la distribución del ingreso y el ritmo de acumulación del capital. El deterioro de los términos del intercambio que esa difusión asimétrica del progreso tecnológico trae aparejado condena a los países de la periferia al rol de proveedores de materia prima y productos primarios. Y la clave del cambio que propiciará es la ruptura del patrón de desarrollo, pasando del crecimiento hacia afuera a un crecimiento basado en el mercado interno. Aunque el enfoque del desarrollo sigue siendo planteado en clave economicista, el aporte más importante es que lo coloca en una perspectiva global. Celso Furtado, Osvaldo Sunkel, Fernando Cardozo, E. Faletto y A. Gunder Franck en América Latina y Samir Amín en África, analizando el problema de las relaciones entre el centro y la periferia introducido por Prebisch, elaborarían la Teoría de la Dependencia, que consideraba inevitable el subdesarrollo de la periferia en el marco del sistema capitalista mundial. Siendo su concepción del desarrollo de corte economicista, se comprende que la Teoría de la Dependencia perdiera credibilidad cuando, en la década de 1980, países del tercer mundo, especialmente los del sudeste asiático, protagonizaron procesos de crecimiento e industrialización que la desmintieron rotundamente en la práctica. 3 La teoría del desarrollo descrita precedentemente acompaña la época de oro del capitalismo, período que va desde el fin de la Segunda Guerra Mundial hasta la década de los 70. Preside el desarrollo del estado de bienestar y el afianzamiento de la democracia representativa en el mundo occidental hasta que ese mundo entra en crisis. Neoliberalismo y desarrollo A principios de la década de los 70 se produce la llamada crisis fiscal del estado: el estado de bienestar gastaba más de lo que recaudaba, el déficit fiscal producía presiones inflacionarias y estancamiento de la economía, algo que nunca antes se había dado. La estanflación era un fenómeno que los keynesianos no pudieron entender. Propusieron recetas coyunturales. Las recetas coyunturales no dieron ningún resultado. Ese fracaso abre el paso al neoliberalismo 1 . La obra de referencia del neoliberalismo es ¨Caminos de Servidumbre¨ de Friedrich Hayek. En ella Hayek plantea su radical oposición a todo lo que condicione la libertad humana. Fundamentalmente, la discusión de Hayek es con el Estado, teniendo como referencia los totalitarismos que se habían dado en Europa: el nazismo, el fascismo y, fundamentalmente, el comunismo. Hayek, en su polémica contra esos sistemas opresivos y de sujeción de la libertad humana piensa que el Estado debe ser desterrado, porque finalmente todos estos totalitarismos se expresan en el Estado. Lo que hay que dejar –sostienees la sociedad humana autorregulándose a través de los mercados. La libertad – para Hayek - pasa por los mercados. Es la vuelta a la mano invisible de Adam Smith, padre del liberalismo económico. De allí la denominación de neoliberalismo que se da a esta corriente. En 1947 Hayek crea la Sociedad de Mont Pèlerin. De la Sociedad, participaban algunos personajes que después alcanzarían notoriedad, como Milton Friedman, el padre del monetarismo. Obviamente, en 1947, en pleno auge del estado de bienestar, del keynesianismo, y con el boom económico y social que tuvo lugar en la era dorada del capitalismo, la cabida que tenían las ideas neoliberales era nula. Por extensión, los neoliberales también atacaban ese sistema, por entonces exitoso. Sostenían que el estado de bienestar, que había logrado hacer compatible el capitalismo con la democracia y con ciertos niveles de bienestar social, estaba emparentado con el comunismo y conduciría inevitablemente hacia él. En esa etapa el neoliberalismo era un fenómeno acotado al propio círculo. Con la crisis del orden internacional surgido tras la Segunda Guerra Mundial entra en crisis también el concepto de desarrollo. El neoliberalismo, apelando a la economía neoclásica, forjará su propia visión del desarrollo. La 1 Una reseña del surgimiento y desarrollo del neoliberalismo puede verse en Anderson, Perry: “Neoliberalismo.Balance provisorio” en Emir Sader y Pablo Gentili, compiladores: La trama del neoliberalismo, Buenos Aires, CLACSO/EUDEBA, 1999 4 diferencia más notable está referida al rol de los mercados y al del estado. Los neoliberales sostendrán que el desarrollo sólo puede ser obra del libre juego de las fuerzas de mercado y de la inserción de las economías nacionales en el mercado mundial. Estas dos condiciones son las que, a su entender, aseguran el crecimiento, la asignación óptima de los factores de la producción y la equidad en la remuneración entre estos factores. El estado, por lo tanto, debe retirarse de la vida económica limitándose a sus funciones esenciales. En esta perspectiva, el desarrollo sigue siendo equivalente a crecimiento económico. La visión neoliberal plasmó en un conjunto de recomendaciones sobre el desarrollo que los organismos financieros internacionales encargados de promover los programas de ajuste estructural, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional hicieron suyas y explicitaron en el llamado Consenso de Washington. Estas recomendaciones de política económica fueron las que orientaron todo el período de ajuste de la economía mundial y en particular el que se llevó a cabo en América Latina. La experiencia histórica que se trataba de superar con esta receta del Consenso de Washington era para América Latina la década perdida, la década del 80, donde se había dado la crisis de la deuda, la quiebra de un modelo de acumulación en base a la sustitución de importaciones con serias consecuencias a nivel económico y social que significaron un retroceso en todos esos planos, retroceso del cual aún hoy América Latina no se ha terminado de recuperar. Las diez recomendaciones del Consenso de Washington son: disciplina fiscal; prioridad para el gasto público en educación y salud; reforma tributaria que mejore la recaudación basándose en impuestos indirectos; tasas de interés positivas determinadas por el mercado; tipos de cambios competitivos y estables; políticas comerciales liberales; apertura en la inversión extranjera; privatizar las empresas públicas; desregulación y garantizar la protección de la propiedad privada. En los países desarrollados, el neoliberalismo obtuvo tres logros sumamente importante. Primero: la lucha contra la inflación resultó exitosa. El segundo objetivo exitoso fue la recuperación de las ganancias. La combinación de todas las políticas hizo que revirtiera ese ciclo negativo de utilidades que había tenido lugar en la década de los 70 y de 1980 en adelante, las ganancias fueron crecientes. El tercer objetivo alcanzado fue una alta cuota de desempleo. Desde la óptica neoliberal eso no fue un fracaso porque lo que se buscaba era tener un ejército industrial de reserva, como se le llamaba en el siglo XIX, que controlara el movimiento de los salarios. La desocupación acompañada de una política de confrontación dura con los sindicatos era el modo de desarticular la negociación permanente que había llevado a los salarios a la suba y que impedía las tasas de ganancias que debían limitarse para impulsar de nuevo la economía. 5 No obstante, el resultado que buscaban esas medidas no se logró. La reanimación del capitalismo no se produjo en la medida esperada. En el “período dorado” el capitalismo creció un 5,6% anual a escala mundial. En la década de los 90 no pasó del 2,6% anual. Si se produjo una recuperación de las tasas de ganancias, ¿porqué eso no se tradujo en un mayor crecimiento de la economía?. Los capitales encontraron más atractiva la especulación financiera que la inversión productiva, especulación que fue posibilitada por la liberalización absoluta de los mercados propugnada por el neoliberalismo En América Latina tomada en su conjunto, la aplicación de las recomendaciones del Consenso de Washington a partir de la década del 90 tampoco produjo los resultados esperados. América Latina creció entre la década del 50 y el 70 a un ritmo promedio de 5,5%. En los 80 ese ritmo cayó a niveles increíblemente bajos. Y en la década de los 90 alcanzó solamente un 3,2% anual de crecimiento 2 . Cada uno de los puntos del Consenso de Washington es hoy motivo de debate y de discusión 3 . Sin entrar a analizar este debate, es importante destacar que nadie pone en cuestión la orientación a los mercados, sino que el eje de la polémica está en cómo hacer que los mercados sean eficientes, ya que lo que se achaca a la receta neoliberal es que no ha logrado ese objetivo. Es decir que la orientación a la economía de mercado y la apertura no están en cuestión. Lo que se discute es el criterio para lograr que eso opere con eficiencia, que constituya verdaderamente un camino al desarrollo. Las teorías del desarrollo que hemos comentado precedentemente, a pesar de las notorias diferencias apuntadas, tienen rasgos comunes que se derivan de la “soberbia epistemológica” 4 que caracterizó el pensamiento económico convencional. Comparten una misma perspectiva instrumentalista y racionalista, ya que el conocimiento y la técnica son las claves para alcanzar el resultado deseado. También son reduccionistas porque la variable que se considera es la económica y solamente se analiza el crecimiento económico sin considerar otras cosas. Finalmente, en ambos casos se produce una confusión entre medio y fin: el crecimiento económico es simplemente un instrumento para la felicidad humana, la finalidad es otra, el bienestar. 2 Cfr. Ocampo, José Antonio: “Más allá del Consenso de Washington: una visión desde la CEPAL”, Revista de la CEPAL, Nº 66, Diciembre de 1998. 3 Véase, por ejemplo, Stiglitz, Joseph: “Más instrumentos y metas más amplias para el desarrollo. Hacia el Consenso Post-Washington” en revista “Instituciones y Desarrollo”, Nº 1, Octubre de 1998, Instituto Internacional de Gobernabilidad. 4 Cfr. Kliksberg, Bernardo: “El rol del capital social y de la cultura en el proceso de desarrollo”, en Revista Venezolana de Gerencia, Año 4, Nº 9, 1999. 6 El desarrollo humano integral En los 90, tras dos décadas de políticas neoliberales y ante su fracaso para lograr tasas de crecimiento equivalentes a los del período de oro el capitalismo contemporáneo y la multiplicación de las dificultades en el marco de la globalización, la revisión de las teorías del desarrollo precedentes produce una visión superadora de las limitaciones apuntadas en el párrafo anterior: la del desarrollo humano integral. El nuevo paradigma no es un modelo cerrado y aún está en proceso de elaboración. El cambio de perspectiva más importante es que el desarrollo ya no es visto como crecimiento económico, sino como una ampliación de las opciones y de las capacidades humanas para un bienestar integral. Sin dejar de reconocer los antecedentes que constituyen otros autores, como el ya citado Dudley Seers o Max-Neef, Elizalde y Hopenhayn que acuñaron desde una perspectiva multidisciplinar la propuesta de Desarrollo a Escala Humana, el concepto actual del Desarrollo Humano está ligado a los trabajos de Amrtya Sen, Premio Nóbel de Economía de 1998. Partiendo del principio que el ingreso no constituye la razón de ser de la vida humana y, por ende, el progreso humano no puede medirse meramente por el ingreso, Amartya Sen, en colaboración con Mahbub ul Haq, trabajando para el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), elaboró el Índice de Desarrollo Humano, que sirve para categorizar a los países en función de sus adelantos globales. También cumplió funciones protagónicas en la preparación del Índice de Pobreza Humana, medición mixta y polifacética de la pobreza, a diferencia de la pobreza como dimensión única, y contribuyó sustancialmente a la elaboración de los índices de género que se utilizan en los el Informes utilizados por el Programa. El aporte central de Sen a la teoría del desarrollo tiene que ver con el concepto de bienestar 5 . Sen redescubre que el sujeto del bienestar es el ser humano y que el bienestar es cómo este ser humano se encuentra. Este punto le conduce al cuestionamiento de la forma hasta allí aceptada de entender, concebir y, en consecuencia, medir el bienestar. En la visión del bienestar de Sen, superadora del tradicional concepto utilitarista, la atención se desplaza de los medios que tiene una persona, y que supuestamente son un indicador de su bienestar, a los fines que consigue dicha persona. Plantea que la característica fundamental del bienestar es la capacidad de conseguir realizaciones valiosas y define el conjunto de capacidades como los vectores de realización a su alcance; es decir, la 5 Para profundizar el conocimiento de las ideas de Sen véase el trabajo de Fran Equiza: “Amartya Sen y sus aportaciones a la Teoría del Desarrollo: Algunas reflexiones”, Magazine Dhial Nº 23, Instituto Internacional de Gobernabilidad. 7 evaluación del bienestar no se basa en analizar el conjunto de realizaciones alcanzado, sino en analizar el conjunto de realizaciones alcanzable. Consecuentemente, esto lleva a la fijación de un principio para las políticas de desarrollo humano: no es suficiente con ampliar los bienes disponibles para que una persona logre el bienestar, es necesario, igualmente, aumentar las condiciones sociales que convierten dicho conjunto de bienes en capacidades de realización. A principios de los 90 desarrollo el PNUD empezó a medir el estado de desarrollo humano de los diferentes países basándose en indicadores distintos al crecimiento del PBI o del PB per capita. El Informe sobre Desarrollo Humano de 1990 ubicó al ser humano en el centro del desarrollo. El desarrollo humano fue conceptualizado por los expertos del PNUD, entre los que, como se ha señalado, destaca Sen, como un proceso conducente a la ampliación de las opciones de que disponen las personas: esencialmente, tener una vida larga y saludable, poder adquirir conocimientos y tener acceso a los recursos necesarios para disfrutar de un nivel de vida decoroso. El índice de desarrollo humano fue construido de modo que reflejara los aspectos más importantes del desarrollo humano. Es un índice compuesto por tres indicadores: esperanza de vida al nacer, que refleja una vida larga y saludable; nivel educacional, que refleja los conocimientos; y PBI per cápita, que refleja un nivel de vida decoroso. Aunque el IDH es una alternativa viable a los indicadores economicistas y se lo utiliza cada vez más para justipreciar el adelanto de los países, sólo proporciona una fotografía instantánea de la situación de desarrollo en algunas esferas escogidas. No constituye una medición integral del desarrollo humano y debe complementarse con otros indicadores que capten otros aspectos como la libertad política, los derechos humanos garantizados, etc. ¿Cuál es el foco de preocupación en el desarrollo humano integral?. En los paradigmas anteriores los focos de preocupación estaban en el intervencionismo estatal o en el mercado. Con el desarrollo humano integral, el eje se desplaza a la sociedad. Se pone énfasis en un concepto muy importante que es el de la sinergia; es decir, gran parte de la posibilidad de desarrollo está en la capacidad de articular esfuerzos entre los distintos elementos y componentes de la sociedad. Esa articulación es lo que permite lograr el impulso para el desarrollo. En cuanto al modelo de acumulación, no se discute la economía globalizada. Se asume el mercado global como una oportunidad y desafió para el desarrollo, si bien se plantea que debe tener ciertos controles, como por ejemplo, con respecto a los flujos financieros. 8 En cuanto al modelo de distribución, no se plantea la vuelta atrás, al Estado de Bienestar, que demostró ser ineficiente en muchos aspectos. Tampoco se plantea la retirada del Estado, y dejar librado todo a los mecanismos del mercado, el famoso Estado Mínimo, que fue el planteo que acompaño a todo el esquema desarrollista neoliberal. Se asume que el desarrollo necesita Estado. Aceptada esa premisa, la discusión está centrada en los roles del estado y la eficiencia con que el Estado debe cumplir esos roles. El estado debe ser concebido como un estado inteligente; un estado con sentido estratégico en su accionar, con roles perfectamente claros apuntados hacia el futuro, y, además, con mucha capacidad operativa, con mucha eficiencia en su desempeño. Sumada al estado inteligente es importantísima la acción de los espacios de interés público. Como modelo político, lo que aparece en los planteos es la democracia participativa. No solo la democracia representativa, sino una democracia en la cual los ciudadanos estén permanentemente involucrados, en las decisiones y en las acciones. Y esto no sólo como una cuestión de valor político, como una cuestión ideológica. Trabajos del Banco Mundial llegaron a comprobar que aquellos proyectos de desarrollo que involucraban a los sectores directamente afectados, que los comprometían, obtenían mejores resultados que los otros que no lo hacían. Quiere decir que la participación tiene en la comprobación empírica un valor práctico: la participación agrega recursos que de otra manera no se pondrían en juego, y ese agregado de recursos hace muchas veces al éxito o resultado de los proyectos. Finalmente los indicadores de éxito son el índice de desarrollo humano, que es el que se ha trabajado más, y otros que permanentemente se están generando sobre los más diversos aspectos: sobre calidad institucional, sobre calidad de la participación; en fin, se están generando permanentemente indicadores que permitan una aproximación mayor a esta idea del bienestar humano que es el fin en todo caso del desarrollo que ahora se postula. El nuevo enfoque sobre el desarrollo es integral, y esta integralidad tiene dos sentidos: un primer sentido que es la ampliación de las variables consideradas. En los anteriores paradigmas del desarrollo la única variable considerada era el crecimiento económico. En este caso el crecimiento económico no está en cuestión, es una de las variables que hay que considerar. Pero es razón necesaria, más no suficiente. Con eso solo no basta. El crecimiento puede darse sin desarrollo, porque sociedades con altos niveles de exclusión, no consideradas sociedades desarrolladas en la perspectiva que analizamos. Una variable que incorpora el enfoque humano integral de desarrollo es el capital humano. Las personas deben tener salud, educación y un nivel de ingresos que les permita llevar una existencia decorosa. Estas tres dimensiones hacen a la posibilidad que las personas desarrollen sus capacidades y puedan ampliar sus horizontes y sus perspectivas. No hay crecimiento económico sin 9 desarrollo del capital humano. Uno de los más sorprendentes casos de desarrollo, Corea del Sur, hizo una fenomenal inversión en educación. De tasas de analfabetismo sumamente elevadas llegaron a un nivel de educación superior sumamente alto en el curso de veinte años. Y eso está directamente vinculado con el progreso y el desarrollo económico que han logrado. No es que porque crecieron se educaron; es al revés, porque se educaron pudieron crecer como lo hicieron. Otra variable es el capital social. Capital social son los valores, es la cultura de una sociedad. Estudios hechos en el norte de Italia revelan la importancia de esta variable. Entre el norte y el sur de Italia hay una gran diferencia en materia de desarrollo. Robert Putnam, en un trabajo que es ya un clásico 6 , estudió cuáles eran los motivos por los cuales el norte era más desarrollado que el sur. La variable explicativa que encontró fue precisamente el capital social. En el norte de Italia predomina una serie de valores y conductas que explican que hayan logrado articular un exitoso modelo de crecimiento económico. Entre esos valores están la confianza, la capacidad de relacionarse productivamente, de generar sinergias, de armar redes de cooperación, cosas que no existen en el sur. Entonces, el capital social es sumamente importante para el crecimiento. Sin desarrollo social no hay crecimiento económico. Con relación al capital social es necesario añadir que hay claras relaciones positivas entre crecimiento y equidad. Quintil 1 Quintil 2 Quintiles 3 y 4 Quintil 5 África del Norte y Medio Oriente América Latina Sudeste Asiático 6,9 10,91 36,84 45,36 4,52 8,7 33,84 62,94 6,84 11,3 37,63 44,33 OECD y países con ingresos altos 6,26 12,16 41,8 39,79 Fuente: Kliksberg, Bernardo: “Desigualdad y desarrollo en América Latina: el debate postergado” en Revista del CLAD “Reforma y democracia”, Nº 14, 1999. América Latina, por ejemplo, es una de las regiones del mundo más inequitativa: el 20% más rico de la población tiene el 62, 94% de la riqueza, contra el 20% más pobre que tiene solo el 4,52%. En los países desarrollados, en cambio, el 20% más rico de la población sólo tiene el 39,79% de la riqueza, mientras el 20% más pobre tiene el 6,26 %. Como se desprende de lo anterior, la afirmación que es necesario inequidad y que enormes masas de la población 6 Putnam, Robert D.:Making Democracy Work. Princeton, NJ, Princeton University Press, 1993. 10 sufran la pobreza para lograr el crecimiento es una falacia que no se sustenta en ninguna experiencia existente en el mundo. Otra variable es el desarrollo político. El propio Informe de 1997 del Banco Mundial lo plantea claramente 7 . Donde hay gobiernos representativos, buen funcionamiento democrático, transparencia, control de los legislativos sobres los ejecutivos, seguridad jurídica, es mayor la posibilidad de crecimiento económico. Con inestabilidad política no hay inversión y sin inversión no hay crecimiento. La solidez, la madurez, la fortaleza de las instituciones democráticas, hacen al desarrollo. No es, como algunos economistas de prestigio llegaron a sostener en el pasado 8 , que la democracia podía ser un obstáculo al crecimiento económico y que era mejor tener gobiernos totalitarios que forzaran al ahorro para lograr la capitalización. Es al revés: la inversión, el desarrollo, la capacidad de poner en juego recursos emprendedores requieren un marco de libertad y democracia. El desarrollo político es uno de los motores del desarrollo. Finalmente, otra variable importante es la ambiental. Cualquier crecimiento económico no es desarrollo. Para serlo, el crecimiento debe ser sostenible. Las generaciones futuras deben poder seguir viviendo en este planeta. La sostenibilidad ubica al proceso de desarrollo dentro de la capacidad de sustento de la naturaleza y contempla la regeneración del medio ambiente. El enfoque del bienestar humano integral implica una ampliación de las variables consideradas, pero también es necesario examinar un segundo aspecto: la interrelación entre las distintas dimensiones. Ahora no sólo se considera el crecimiento económico, el desarrollo humano, el desarrollo social, el desarrollo político y el equilibrio medioambiental, sino que, cuando se piensa en el desarrollo, en vez de tomar una sola variable a la vez, como se hacía en el modelo epistemológico anterior, se trata de vincularlas a todas. Se piensa en lo económico, pero vinculado a lo político y lo social, ya que forman una unidad indisoluble que es la complejidad en la cual vivimos. Disociar estos aspectos indisolubles es caer en el reduccionismo, mal interpretando la realidad y, en 7 World Development Report 1997: The state in a changing world, World Bank. Dice Stiglitz: “Durante mucho tiempo se ha venido discutiendo la relación entre democracia y desarrollo. En los años inmediatamente posteriores a la Segunda Guerra Mundial se creyó (tal y como muestran los libros de texto clásicos como los de Paul Samuelson) en la existencia de una relación inversa (tradeoff) entre democracia y crecimiento. Se argumentaba que la Unión Soviética crecía más rápidamente que las economías occidentales pero que para ello, tuvo que dejar de lado los derechos democráticos fundamentales. Más tarde, en los años sesenta y setenta, se venía a corroborar una vez más dicha relación inversa, ante el enorme éxito de las economías del Este Asiático y la falta de una completa democracia participativa en muchos de estos países(...)Mientras que los datos pueden dejar abierta la pregunta sobre la relación precisa entre variables, los datos – y la experiencia soviética- han dejado claro que no existe ese tradeoff tan fuerte como se creía. Los países pueden luchar por la apertura y la participación sin miedo a que ello pueda obstaculizar su desarrollo..”. Stiglitz, Joseph: “Participación y desarrollo: perspectivas desde el paradigma integral de desarrollo”, Revista Instituciones y Desarrollo, Nº 7, Noviembre de 2000, Instituto Internacional de Gobernabilidad. 8 11 consecuencia, generando alternativas de acción y de intervención en pro del desarrollo erróneas. EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO DE DESARROLLO Bienestar Desarrollismo Desarrollismo Humano keynesiano neoliberal Integral Posguerra hasta Década de los 80 y Década de los 90 Período mediados de los 90 histórico 70 Ampliación de las opciones y de las Crecimiento económico capacidades Sentido general humanas para un bienestar integral Sustento teórico Keynesianismo Neoliberalismo Enfoques interdisciplinarios Foco de preocupación Políticas públicas Mercados Sociedad Modelo de acumulación Modelo de distribución Indicadores Industrialización Sustitución de importaciones en los países en desarrollo Orientación al mercado interno Estado de bienestar (orientación niveladora) • • Revolución Tecnológica Apertura Orientación a los mercados globalizados Derrame (aceptación de la desigualdad) Crecimiento del PBI PBI per cápita Neo estado de bienestar • Índice de Desarrollo Humano 12 UNA PRÁCTICA EN BUSCA DE SU TEORÍA 9 : LOS FUNDAMENTOS DEL DESARROLLO LOCAL 10 Desde el punto de vista empírico, el desarrollo local surgió como una manera de afrontar los desafíos del ajuste y la reestructuración productiva que conlleva la modernización económica. Las experiencias tempranas de desarrollo local no fueron el resultado de la aplicación de una teoría del desarrollo, sino el resultado del esfuerzo espontáneo de comunidades de base territorial amenazadas por los procesos de cambio que encontraron en la movilización de su potencial local de desarrollo la posibilidad de una respuesta adaptativa. Desde el punto de vista teórico, el desarrollo local es el resultado de los esfuerzos por extraer lecciones de las experiencias exitosas que produjo esa particular estrategia de adaptación al ajuste y la reestructuración productiva. Estas experiencias han alcanzado un grado de desarrollo distinto en Europa y América Latina. Mientras en Europa a partir de los años 80 las iniciativas locales de desarrollo se multiplicaron y tuvieron impacto en el proceso reestructuración, en América Latina se quedaron en un nivel experimental o como casos aislados con escasa repercusión 11 . La actual teoría del desarrollo local se ha nutrido tanto de la economía, como de la sociología y la geografía. Entre las fuentes inspiradoras de los estudiosos del fenómeno del desarrollo local cabe mencionar a los economistas Alfred Marshall, creador de las nociones de distrito industrial y economías externas de aglomeración y a Joseph Schumpeter, que introdujo el tema de la innovación y el rol del emprendedor en el crecimiento económico. Allí inicia la genealogía de los autores que han dado densidad conceptual al desarrollo local, entre ellos: Becattini, Piore, Sabel, Sengenbergen, Maillat, Vázquez Barquero, Garafoli, Alburquerque. Y al igual que la teoría general del desarrollo, la del desarrollo local también estuvo fuertemente influida por el economicismo imperante. No obstante, al igual que la teoría general, ha sufrido la influencia del paradigma integral del desarrollo, generándose una apertura a enfoques multidisciplinarios y más abarcativos. 9 Ha sido Roberto Guimaraes quién se refirió al desarrollo local como “una práctica sin teoría”. Cfr: Boisier, Sergio, “Desarrollo (local) ¿De qué estamos hablando?”, en Vázquez Barquero, Antonio y Madoery, Oscar, Transformaciones globales, instituciones y políticas de desarrollo local, Ediciones Homo Sapiens, Rosario, Argentina, 2001, pág. 58. 10 Seguimos aquí a Boisier, quién concede a lo local un alcance mayor que lo municipal. “Es evidentemente una sobresimplificación asimilar el concepto de desarrollo local a la idea de comuna, a lo municipal. En realidad, lo “local” sólo hace sentido cuando se lo mira, por así decirlo, “desde afuera y desde arriba” y así las regiones constituyen espacios locales miradas desde el país así como la provincia es local desde la región y la comuna lo es de la provincia, etc.”. Cfr: Boisier, Sergio, idem, pág. 57. 11 Cfr. Alburquerque, Francisco: Desarrollo económico local/regional y fomento empresarial en América Latina, Revista Ciudad y Territorio Estudios territoriales, Nº 122, 1999. 13 Cambio tecnológico y desarrollo “desde arriba” Los economistas neoclásicos sostienen que, en última instancia, la gran palanca del desarrollo es el cambio tecnológico, porque sólo el progreso técnico posibilita superar las tendencias al estancamiento a largo plazo derivadas del rendimiento decreciente del capital, que junto con la población constituyen los otros factores que interviene en el proceso. El cambio tecnológico crea nuevas fronteras de producción; es decir, maneras de producir que incorporan lo último en materia de tecnología, industrias de punta, plenamente modernizadas, que incorporan los últimos adelantos. Esas industrias u organizaciones que operan con la tecnología de punta son las que dan la tónica al conjunto de la economía. Ellas logran un nivel de productividad que las otras empresas también tienen que lograr, porque de lo contrario no pueden seguir en el mercado. Es decir, el cambio tecnológico trae aparejados desafíos en materia de productividad y competitividad. Las empresas que no se mueven hacia la frontera tecnológica vigente en su sector de actividad se vuelven obsoletas y terminan quebrando. El cambio tecnológico crea la necesidad permanente de ajustes en materia de productividad y competitividad. Estos ajustes son el resultado de decisiones que se toman al interior de las empresas, de las organizaciones, son decisiones al nivel de la microeconomía: cómo producir, cómo combinar los factores de producción, con qué tecnología, con qué tipo de maquinaria, etc. En la década de los 70 ocurrió una importante revolución tecnológica. Un modo de producción, llamado fordista porque una de sus características más importantes es la línea de montaje y la gran fábrica, fue desplazado por otro paradigma tecnológico que, a falta de mejor nombre, en general los autores coinciden en denominar post-fordismo. Veamos sintéticamente cuáles son las principales características de uno y otro modo de producción: FORDISMO POST-FORDISMO FACTOR CLAVE PETROLEO BARATO MICROELECTRÓNICA ORGANIZACIÓN DE LA PRODUCCIÓN GRANDES PLANTAS PRODUCCIÓN FLEXIBLE Y DIFERENCIADA CADENA DE MONTAJE PRODUCCIÓN MASIVA DE PRODUCTOS ESTANDARIZADOS GESTIÓN PREDOMINIO DEL CONCEPTO DE CALIDAD GRAN EMPRESA ORGANIZADA EMPRESA ESPECIALIZADA CON CAPACIDAD DE 14 EMPRESARIAL JERARQUICAMENTE ADAPTACIÓN AL CAMBIO SUBCONTRATACIÓN INTEGRACIÓN HORIZONTAL RAMAS MOTRICES SIDERÚRGICA, PETROQUÍMICA, AUTOMOTRICES, INDUSTRIA MILITAR MICROELECTRÓNICA, BIOTECNOLOGÍA, NUEVOS MATERIALES. INFRAESTRUCTURA VINCULADA CARRETERAS, ENERGÍA, URBANISMO INFORMÁTICA, TELECOMUNICACIONES Y TRANSPORTE MERCADO DE TRABAJO ESPECIALIZACIÓN Y CALIFICACIÓN MEDIA DE LA FUERZA DE TRABAJO POLIVALENCIA DE LOS RECURSOS HUMANOS LOCALIZACIÓN POLOS INDUSTRIALES CONCENTRACIONES GEOGRÁFICAS DE INDUSTRIAS INTERCONECTADAS (DISTRITOS INDUSTRIALES, MILIEUX, CLUSTERS) CONCENTRACIÓN URBANA INTEGRACIÓN TERRITORIAL JERARQUICA LOCALIZACIÓN DIFUSA Tanto en el fordismo como en el post-fordismo existe un factor clave del cambio tecnológico. En la era del fordismo el factor clave fue el petróleo barato, y así fue que, cuando terminó el petróleo barato a principios de la década del 70 y se multiplicó el precio del crudo, ese sistema entró en crisis. En el caso de lpost-fordismo el factor clave es la microelectrónica. Estos paradigmas tecnológicos también tienen características perfectamente identificables en un caso y en el otro con relación a la organización de la producción. En el caso del fordismo, la forma característica de la producción es en grandes plantas, con utilización de cadenas de montaje y el producto es masivo y estandarizado. En el caso del post-fortdismo, los cambios tecnológicos han transformado esa realidad; la producción ya no está organizada en grandes plantas, sino en pequeñas plantas especializadas, con una gran capacidad de adaptación a los cambios, a las exigencias y a las demandas. En ese nivel de organización de la producción hay dos características que también son importantes: la diferenciación de los productos por un lado, y el predominio del concepto de calidad. Al mismo tiempo, entre un paradigma y otro hay diferencia en cuanto a la gestión empresarial: en el caso del fordismo, la gestión empresarial es la gran empresa organizada jerárquicamente. En cambio, en el post-fordismo, el 15 paradigma tecnológico actual, la empresa es más pequeña, con mayor capacidad de respuesta al medio y con un alto nivel de adaptación. A su vez, estas empresas tienen un nivel tan alto de especialización que tercerizan o subcontratan muchas actividades que antes se hacían dentro de la gran fábrica, y también operan integradas horizontalmente, es decir en redes de empresas que se vinculan entre sí en relaciones de proveedor y de cliente. En un paradigma tecnológico y en otro también difieren las ramas motrices o actividades económicas más representativas: en el caso del fordismo, las ramas motrices son la siderúrgica, la petroquímica, la industria automotriz y la industria militar. En cambio, en la era del post-fordismo, las más representativas, las que tienen la tecnología de punta, las que son paradigma de esta manera de organización son la microelectrónica, la bio-tecnología, toda la industria relacionada con el desarrollo de nuevos materiales. La infraestructura en un caso y en el otro es también diferenciable. En el caso del fordismo, la infraestructura característica son las carreteras, la energía, el desarrollo de centros urbanos, mientras que en el caso del post-fordismo, algunos autores les llaman infraestructuras de segunda generación, son la informática, las telecomunicaciones y el transporte. En cuanto al mercado de trabajo, en un caso y en el otro también hubo importantes cambios: mientras que en el período fordista lo que predominaba era la especialización y calificación media de la fuerza de trabajo, en el período post-fordista, lo característico es la polivalencia y una alta calificación de la fuerza de trabajo. Finalmente, también difieren en un caso y en el otro las formas de localización: mientras que la localización típica del fordismo eran los polos industriales asentados en ciudades, con una integración territorial jerárquica, en el caso del post-fordismo esta localización ya no es concentrada sino que es difusa a través de aglomeraciones, siendo estas aglomeraciones una de las claves que hay que entender para ver como se hace para ser exitoso en esta nueva época, como se puede lograr entrar en este paradigma tecnológico postfordista. A las aglomeraciones algunos autores las llaman distritos industriales, otros las llaman milieux, que son distritos con cierto entorno, o clúster, que es la expresión que ha usado Michael Porter para describirlas. La discusión central es como se logra afrontar este desafío de productividad y competitividad que implica el paso de un paradigma tecnológico a otro. La escuela neoliberal sostiene que creando un entorno macroeconómico adecuado lo demás viene por si solo. Es decir, si se logra equilibrio fiscal, un tipo de cambio previsible ajustado a las condiciones de mercado, si se promueve la apertura de la economía, si se reduce el tamaño del Estado, lo 16 demás, de una manera automática y gracias a la mano invisible de los mercados, se acomoda. Si se crean las condiciones macroeconómicas, las empresas realizan una serie de innovaciones que les permite alcanzar competitividad. Para lograr competitividad, las empresas deben incorporar las nuevas tecnologías. Las innovaciones se pueden dar en tres planos: a nivel de producto, a nivel de métodos de gestión y a nivel de procesos productivos. A nivel de producto, incorporando nuevos diseños, nuevos materiales, mejorando la producción; a nivel de métodos de gestión, mejorando la organización de la producción y los procesos de trabajo y a nivel de procesos productivos incorporando nuevos equipos, nuevas instalaciones y mejoras en la línea de producción. En esta concepción del desarrollo la competitividad es fundamental. La apertura económica conlleva la existencia de un gran mercado mundial en el cual es necesario desenvolverse con eficiencia. Por eso se dice que es en las actividades económicas que apuntan al mercado internacional donde se va generando la modernización. El motor del cambio es la exportación y el modelo es la gran empresa capaz de exportar. Esas empresas actúan al interior de cada una de las sociedades nacionales como una locomotora que tracciona al resto. Porque esas empresas tienen proveedores, tienen exigencias respecto de esos proveedores. Entonces, los proveedores tienen que ponerse a la altura de las exigencias de estas empresas que están jugando en el mercado mundial, que se han modernizado y que han asumido el nuevo paradigma tecnológico. En consecuencia, se va produciendo un efecto de arrastre y el conjunto de la economía finalmente logra adaptarse, reestructurarse, ajustarse a estas nuevas condiciones y reglas de juego. La aplicación de este esquema, de esta concepción del desarrollo desde arriba, impulsado o motorizado por el mercado mundial en base a algunas grandes empresas exportadoras, produce un conjunto de efectos de importancia. Puede decirse que el efecto más importante es el aumento de la heterogeneidad. En el nuevo mundo tecnológico logran entrar algunos pocos mientras el resto es amenazado con la desaparición. Cuando las economías son completamente expuestas a la competencia, muchas actividades no pueden mejorar su productividad y competitividad y entonces sucumben. La heterogeneidad también se da en el plano territorial. Regiones enteras se vuelven obsoletas, inviables. Libradas a este juego de condiciones macroeconómicas y apertura, regiones enteras se quedan sin futuro. Expresión de esto es, por ejemplo, el despoblamiento de muchas localidades. A nivel social predomina una distribución inequitativa del ingreso y la destrucción de puestos de trabajo como consecuencia de la falta de capacidad de muchos sectores económicos de entrar en el nuevo paradigma tecnológico. 17 La competitividad sistémica La primera cuestión divergente que plantea la teoría del desarrollo local es que la competitividad no es algo que logren las empresas actuando aisladamente. Las empresas logran niveles de productividad relacionadas con otras empresas y con un contexto con determinadas características. En otras palabras, no es sólo la decisión microeconómica la que posibilita el ajuste y la competitividad, sino es la empresa operando en un determinado contexto. La observación de este fenómeno ha dado lugar a la concepción estructural o sistémica de la competitividad 12 . Para explicar porqué la competitividad la logran conjuntos de empresas operando en entornos o contextos que tienen ciertas características, la escuela sistémica de la competitividad incorpora a los niveles de análisis tradicionales de la economía, macroeconómico y microeconómico, un nivel intermedio, que es el meso económico, y otro nivel superior, que es el meta económico. El nivel macroeconómico es el gran marco del funcionamiento de la economía: el mercado de factores, la apertura, la estabilidad, las políticas generales, las políticas monetarias, el tipo de cambio. El nivel microeconómico es el nivel que está al alcance de la decisión de cada empresa, nivel de decisión que tienen que ver con los productos, procesos y gestión. El nivel mesoeconómico es el que construye el entorno en el cual se toman las decisiones microeconómicas. El entorno está conformado por las infraestructuras, los recursos humanos, la información, el medioambiente natural y cultural. A nivel meso económico, entre la micro y la macroeconomía, hay todo un campo de actuación, en general ignorado por las estrategias de desarrollo. Y sin embargo, según los investigadores, constituye un factor determinante en el éxito del ajuste y la reestructuración productiva. El nivel meta económico tiene que ver con algunas capacidades que poseen las sociedades. Básicamente dos: la capacidad de pensar estratégicamente y la capacidad de concertar y articular los actores. El nivel meta sería, por ejemplo, la capacidad de una sociedad para definir un rumbo y para acordar y mantenerse y poner todo el esfuerzo en ese rumbo. No tiene un nivel estatal discernible como en los otros casos. En los otros casos, el nivel macro es potestad del estado nacional, el nivel micro es el campo específico de las empresas y de los individuos y el nivel meso tiene como protagonista a los niveles intermedios del estado: las provincias y los municipios. El nivel meta económico impregna a todo el conjunto. La capacidad de pensar estratégicamente, la capacidad de los actores sociales de concertarse y de 12 Un desarrollo de este concepto puede verse en Messner, Dirk: Latinoamérica hacia la economía mundial: condiciones para el desarrollo de la competitividad sistémica, Aportes, Fundación Friedrich Ebert, Buenos Aires, 1996. 18 logra sinergia está presente en todos los planos, tanto en los planos macro y micro como en el meso. En el plano macroeconómico el ejemplo sería la capacidad de un estado nacional para formular un proyecto de largo plazo. Por ejemplo, decidir una forma de inserción en la economía mundial y en los siguientes 20 años desarrollar políticas que conduzcan en esa dirección, logrando el consenso y la participación de todos los sectores en el esfuerzo. Esa capacidad de pensamiento estratégico y de articulación o coordinación de los actores, a nivel microeconómico se evidencia cuando las empresas articulan redes de cooperación, se complementan y hacen acuerdos entre sí para lograr determinadas posiciones en el mercado. A nivel de los gobiernos locales, la capacidad estratégica está dada por la posibilidad de definir con claridad un plan local de desarrollo y por la capacidad de los actores para articularse y vincularse en pos de los objetivos así definidos. En este enfoque sistémico hay que prestarle atención al nivel meso económico. Operando solamente a nivel macro y micro los resultados no son los deseados y la experiencia demuestra que lo más importante de todo es construir, a través del nivel meso económico, el entorno adecuado para que las empresas puedan lograr estándares adecuados de productividad. El desarrollo “desde abajo” La teoría del desarrollo endógeno plantea que el desarrollo es un proceso que se da de abajo hacia arriba y que surge en función de que cada región, cada localidad movilice su potencial de desarrollo. El desarrollo no es algo que viene de fuera, sino que es algo que surge desde adentro mismo del territorio. Entre los elementos de esos procesos, los autores destacan, en primer lugar, la existencia de pequeñas y medianas empresas especializadas. Tienen presente las experiencias de Italia y de España, dónde la base del desarrollo no fue la gran empresa exportadora, sino pequeñas y medianas empresas altamente especializadas. Por ejemplo, en la industria del zapato no hay una que haga la totalidad del producto. Cada pequeña empresa se especializa con en una parte del proceso productivo que ejecuta con alta tecnología. Esto les confiere una ventaja muy grande que es la adaptabilidad al cambio: tienen una gran capacidad de respuesta, que, como veíamos, es una exigencia del nuevo paradigma tecnológico. Las pequeñas y medianas empresas altamente especializadas están concentradas, aglomeradas, en un determinado territorio. Hay concentraciones territorialmente identificables de empresas especializadas en una rama de la producción. Este tipo de aglomeración recibe en la literatura varios nombres, uno de los más frecuentes de encontrar es el de “distrito industrial”, concepto cuyo origen debe buscarse en los trabajos de Alfred Marshall, economista que introdujo el cuarto factor de importancia en la economía: ¨la organización¨. El distrito industrial es el factor organizativo de las empresas en el territorio. 19 Los teóricos del desarrollo local hablan de territorio y no de espacio, diferenciando estas dos concepciones: el espacio es meramente el receptáculo de las actividades económicas, es como el escenario en una obra de teatro, no aporta demasiado. En toda la teoría del desarrollo regional anterior a la década del 80, por ejemplo en la teoría de los polos de desarrollo, el espacio es tan solo un dato, lo que importa es la estructura productiva: la gran empresa, la organización jerárquica del territorio. Los estudiosos del desarrollo endógeno hablan del territorio como la trama de relaciones económicas, sociales, políticas y culturales que establecen los actores en el espacio. El territorio ya no es el escenario, sino que el territorio es un actor más del proceso, un actor complejo. A estas aglomeraciones también se las denominan clusters. Un ejemplo de aglomeración de industria de alta tecnología es el famoso Silicon Valley, en California. Las distintas empresas tienden a relacionarse con aquellas que les son complementarias. Al estar altamente especializadas, necesitan estar vinculadas y montar toda la cadena productiva entre varias empresas. Lo que en el modelo fordista hacía una sola gran empresa ahora lo hacen varias, no grandes, sino pequeñas y medianas, con condiciones internas de mejor escala para manejar la organización y la tecnología. Un aspecto fundamental del desarrollo endógeno son las pequeñas y medianas empresas especializadas, aglomeradas en un territorio con la finalidad de obtener externalidades positivas que les permita lograr estándares adecuados de competitividad. Estas empresas están interrelacionadas; es decir, vinculadas por redes de cooperación donde cada una juega un rol de proveedor o de cliente de las otras. Y esa interrelación tiene lugar en un entorno que facilita el desarrollo de sus actividades. El entorno, que es un concepto clave en la teoría del desarrollo endógeno, es todo aquello que le aporta a la aglomeración de pequeñas y medianas empresas, el soporte tecnológico, de conocimientos humanos e institucional para su desarrollo. Los parques tecnológicos, por ejemplo, son un componente del entorno. Más aún, son un componente de las políticas activas concebidas para generar entornos que posibiliten el desarrollo de aglomeraciones de empresas especializadas. Cabe remarcar que el entorno también comprende los aspectos culturales que deben promover la innovación. Generar aglomeraciones, generar entornos es algo susceptible de ser promovido, de ser realizado a partir de la actuación de los poderes locales. Los teóricos del desarrollo local sostiene que las políticas de desarrollo industrial, cuando se piensan desde el nivel central, tienden a considerar el territorio en forma homogénea. Una ley de desarrollo industrial para todo un país está trabajando con una abstracción, porque dentro de ese país, en términos reales y concretos, habrá innumerables situaciones particulares. Cada localidad, cada región, tiene su especialización productiva, tiene su cultura, su tradición, sus instituciones con cierta modalidades de funcionamiento que son 20 ignoradas en esas macro- políticas. Entonces, el nivel que está más próximo a las particularidades que se dan en el territorio, que puede reconocer esas particularidades y que puede encarar políticas activas tendientes a aprovechar el potencial de desarrollo es el nivel local y regional. Los gobiernos locales juegan un rol fundamental en esta estrategia de desarrollo, como así también todos los actores de la comunidad. La movilización de esta energía social es fundamental. 21 LAS LECCIONES DE LAS EXPERIENCIAS A. Vázquez Barquero, uno de los autores más importantes en el campo del desarrollo económico local, ha elaborado un marco de reflexión y de diseño de estrategias sencillo y útil, distinguiendo cinco planos de actuación para promover el potencial endógeno local 13 . Usando el lenguaje de la tecnología informática los denomina hardware, software, orgware, finware y ecoware del desarrollo. Este esquema también resulta útil para sistematizar las lecciones de las experiencias. El hardware es, por analogía con lo informático, lo material, lo concreto, lo visible, lo más duro de la cuestión. Básicamente: infraestructuras de primera y de segunda generación. La infraestructura de primera generación es la infraestructura física: carreteras, uso del suelo, instalaciones de capital social, etc. La infraestructura de segunda generación, la más moderna, tiene que ver con las comunicaciones y los flujos de información. En contraposición, el software del desarrollo es todo lo inmaterial, todo lo intangible. Aquí se incluye la calificación de los recursos humanos, el know how tecnológico - es decir, el conocimiento de cómo hacer las cosas -, la información y la cultura local. El orgware del desarrollo es todo el componente de organización. Un proceso de desarrollo local necesita una organización que lo sostenga. La organización para el desarrollo son los espacios institucionales de articulación entre los actores y las redes de cooperación formales e informales entre esos mismos actores. Todo proceso de desarrollo requiere presupuesto. No se pueden promover procesos de desarrollo sin realizar inversiones. Con nada no se puede hacer mucho. El finware es el campo de los recursos para el desarrollo, de los instrumentos financieros del desarrollo. Finalmente el ecoware tiene que ver con la sustentabilidad. El desarrollo debe ser sostenible en el tiempo, no debe afectar el derecho que tienen las generaciones futuras a disfrutar de lo mismo que disfrutan las actuales. En consecuencia, hay una dimensión ecológica del desarrollo. Una de las lecciones más importantes de las experiencias es que el gobierno local tiene un rol fundamental que es el de dar vida y sostener el proceso de desarrollo: tiene que liderar a la comunidad, plantear la necesidad de afrontar este complejo proceso y convocar a los actores locales a sumarse tras un esfuerzo colectivo. Y, para ello, primero debe ponerse en condiciones. Es decir, el municipio que necesita un proceso de desarrollo local es un 13 Vázquez Barquero, Antonio: “Desarrollos recientes de la política regional. La experiencia europea”, en Revista Latinoamericana de Estudios Urbanos y Regionales, Vol. XXII, Junio de 1996, Nº 65, Instituto de Estudios Urbanos, Pontificia Universidad Católica de Chile. 22 municipio distinto al tradicional. Las habilidades que esta tarea de promover y gestionar el desarrollo demandan al municipio son distintas que las que le han exigido otras necesidades de la sociedad. Dicho de otro modo, el municipio prestador de servicios no alcanza para esta tarea. Se requieren del municipio otras capacidades porque los instrumentos a utilizar son diferentes a los que se usan en otras funciones municipales. La tarea de promoción del desarrollo local demanda a los municipios una reestructuración. Así como las empresas en el marco de la globalización deben alcanzar nuevos niveles de competitividad y productividad reestructurándose; así también los gobiernos locales tienen que dar respuestas organizativas que les permitan aumentar su capacidad de gestión para promover el desarrollo. También es necesario considerar la importancia relativa que tienen los gobiernos locales en los distintos sistemas institucionales. A mayor descentralización del poder corresponde un mayor protagonismo de los gobiernos locales en el proceso de desarrollo. A su vez, la necesidad de poner en marcha procesos de desarrollo implica la búsqueda de mayores niveles de autonomía para ese nivel de gobierno. ¿Cuáles son las estrategias de reestructuración disponibles para alcanzar esa mayor capacidad de gestión del gobierno local que demandan los procesos de desarrollo?. Las propuestas de reforma administrativa han pasado por tres etapas. En la primera de ellas, históricamente situada en la posguerra, el paradigma era el modelo burocrático eficiente, tal como se había dado en los países desarrollados. La base de esta estrategia estaba centrada en la separación entre política y administración y el perfeccionamiento de esta última en base a normas y procedimientos formales adecuados. La segunda etapa, situada en los ochenta, fue la del management público: en ella, dada la preocupación por obtener resultados, la clave pasó a ser el dominio de las técnicas gerenciales por parte de los directivos. Las proposiciones de la corriente de la Nueva Gerencia Pública, que constituyen un esfuerzo de adaptación de los principios de la gerencia privada a las especificidades del sector público 14 , expresa esta etapa. La tercera, que es en la que nos encontramos, es la de constatación de los límites de las anteriores y de búsqueda de estrategias que posibiliten un cambio más rápido, profundo y persistente. En esa búsqueda se descubre la necesidad movilizar e involucrar a toda la administración en el cambio de mentalidad, aprendiendo a actuar de una manera distinta. Al igual que en el caso de las empresas privadas, la excelencia pública buscada necesita algo más que gerentes, necesita líderes. Se puede pensar el municipio ideal y construir una visión de lo que debería ser, de las condiciones necesarias para satisfacer las demandas 14 Koldo Echevarria Ariznabarreta (“La función gerencial en las administraciones públicas” en Longo F. & Zafra, M.(coord.) Pensar lo público, UIM, 2000) señala 4 aspectos que confieren especificidad a los procesos de gestión pública: la sustitución del mercado por el proceso político como asignador de recursos, el carácter de poder público, la creación de valor y la dificultad para medirlo. 23 ciudadanas. Pero es muy importante saber que no se puede imponer un cambio profundo y duradero desde afuera. Los ciudadanos, los dirigentes políticos y los empleados públicos deben sentir la necesidad del cambio, deben estar – como en general ocurre – insatisfechos con la manera actual de hacer las cosas. Esa insatisfacción es la materia prima básica del liderazgo transformador. A partir de ella los líderes pueden estimular la búsqueda de objetivos comunes y de los caminos para alcanzarlos. El liderazgo necesario para el desarrollo local no se agota en la promoción de la modernización del gobierno local. Las investigaciones realizadas sobre experiencias de desarrollo local coinciden en dos cosas: 1) la importancia del liderazgo en estos procesos, 2) la escasa atención que los estudios le han prestado a este aspecto 15 . Líderes son, en primer lugar, los políticos locales. Su rol de promoción, animación e integración del proceso de cambio es indelegable en razón del poder y la autoridad que poseen. Luego, es necesario un liderazgo extendido y cooperativo. Puede llegar a afirmarse que es necesario que cada actor individual ejerza el “autoliderazgo” para que el proceso sea exitoso. La principal tarea del liderazgo es lograr cierto nivel de unidad de propósito en un marco de pluralidad de actores. En cualquier localidad, como en el conjunto de la sociedad, los actores son diversos y se caracterizan por tener, cada uno, su propia visión de la realidad, muchas veces en contradicción o contraposición con la de los demás actores. En cada uno de esos grupos es posible encontrar referentes: son los líderes fragmentarios que conducen y representan sectores de la sociedad con intereses específicos. Lo que requiere el proceso de desarrollo es un liderazgo integrador, capaz de alinear al conjunto 15 En su reciente trabajo “Reflexiones sobre iniciativas de desarrollo local en Brasil, Argentina y Chile” Francisco Alburquerque sostiene: “En dichas iniciativas de desarrollo local resalta igualmente la importancia del liderazgo asumido por los máximos responsables municipales (compartido en Rafaela por la activa presencia de empresarios locales) en la promoción del desarrollo económico local, asumiendo de ese modo las nuevas funciones de la gestión municipal como animadores y constructores de espacios de concertación de actores locales, públicos y privados, para la elaboración de una estrategia territorial de desarrollo. “ Y continúa:“Este liderazgo en la promoción del desarrollo local merece ser destacado ya que tampoco figura hasta el momento de forma explícita entre las recomendaciones o los contenidos básicos de los procesos de descentralización y fortalecimiento de los gobiernos locales en América Latina, los cuales suelen reducirse, por lo general, al aprendizaje para la buena administración de los recursos financieros transferidos, la descentralización fiscal, la gestión de los servicios sociales asumidos y la privatización de servicios públicos, sin incorporar el nuevo papel de los gobiernos municipales y subnacionales en general, como promotores del desarrollo económico local” Fernando Barreiro Cavestany, en su trabajo Desarrollo desde el Territorio. A propósito del Desarrollo Local, también señala ese déficit: “Para la construcción de nuevas formas de cooperación y para estimular la interacción social en la dirección antes apuntada, es oportuno tratar los conceptos de liderazgo y de gobernabilidad, que adquieren una importancia crucial para el impulso a procesos de desarrollo local y que, lamentablemente, no han sido tenidos en cuenta en la mayoría de las reflexiones sobre el desarrollo local. A menudo, se aborda el problema de la gestión o management del desarrollo local, pero poco o nada sobre el gobierno del desarrollo local, algo bastante diferente”. 24 de la sociedad local tras una definición consensuada del interés común. En otras palabras, el liderazgo integrador facilita la construcción de una estrategia de desarrollo local. En todos los casos que ofrece la experiencia la conclusión más importante es que el arte que debe dominar el líder para el desarrollo local es el de manejar el conflicto y construir coaliciones y redes de responsabilidad que posibiliten el entendimiento de los líderes segmentarios. Para ello resulta imprescindible para los líderes locales: 1) Comprender los intereses, objetivos y programas a corto y largo plazo (tanto superficiales como subyacentes), así como el comportamiento de un amplio espectro de actores sociales. 2) Conseguir legitimidad y construir credibilidad y confianza conectando y comunicando con urgencia una visión unificadora a los actores sociales -- tanto seguidores como opositores -- dentro de un entorno de valores e intereses en discusión y en competencia. 3) Fomentar el aprendizaje recíproco entre líderes y liderados, avanzando hacia un mejor entendimiento y definición de los problemas de la sociedad y motivando a los liderados para que se conviertan en líderes por derecho propio. Además de los gobiernos locales, hay también otros instrumentos importantes en el plano de la organización del desarrollo local. Por ejemplo, las agencias regionales y locales de desarrollo. Una agencia puede ser el primer paso para que confluyan las voluntades y esfuerzos del sector público y privado local, es el espacio institucional por excelencia. Crear una agencia de desarrollo no resuelve el problema del desarrollo, pero es un elemento que puede contribuir. En las distintas experiencias, las formas que adquieren son diversas. En algunos casos interviene más decididamente el sector público. En otros menos. Algunas tienen más autonomía, otras menos. En unas se concentran todos los servicios y todas las actividades, es decir son centralizadas. En otros casos, son descentralizadas. En ese sentido no se puede sacar ninguna conclusión válida. ¿Es mejor una centralizada o menos centralizada?. Las hay exitosas con una u otra característica. ¿Es mejor una agencia pública o una sociedad anónima en la que participen el sector público y el sector privado?. Las hay públicas y también hay sociedades anónimas, exitosas en ambos casos. Los procesos de desarrollo son altamente descentralizados. No se pueden controlar los procesos de desarrollo que ocurren en una provincia desde organismos centrales, por más que sean desconcentrados. Tiene que haber espacios en los que el potencial de desarrollo local pueda ser movilizados por los mismos actores. Y desde los niveles centrales eso no se puede hacer. Las redes formales e informales son otro instrumento de actuación. Redes de ciudades que buscan mejorar su competitividad cooperando con otras para 25 generar y aprovechar economías de escala y de aglomeración. Redes de pequeñas y medianas empresas que se vinculan entre sí de distintas maneras con igual objetivo: mejorar su competitividad. Los programas de mejora del capital humano son actuaciones clave en la promoción del desarrollo local. Desde el punto de vista del desarrollo son importantes dos grupos humanos: por un lado los trabajadores y por otro lado los empresarios o emprendedores. Estas son las dos poblaciones objetivos de estos programas. Con relación a los trabajadores, en algunos casos, se busca la reconversión de sus capacidades. Por ejemplo, en aquellas localidades en las que había una industria que cerró porque se volvió obsoleta en función de la transformación general y quedaron trabajadores con una determinada calificación que ahora ya no tienen donde aplicarla, se busca ayudarlos a reconvertirse. Son trabajadores, tienen experiencia para trabajar en una planta industrial, pero no tiene el tipo de conocimientos necesarios para hacerlo en otra diferente a la que lo hacían. En otros casos es necesario convertir un trabajador manual poco calificado en alguien capaz de operar algún tipo de máquina, con alguna tecnología, que requiere un desempeño algo más complejo. Para ello hay que poner en marcha un proceso de recalificación. Tanto en el caso de los trabajadores como en el de los empresarios, son necesarios los programas de formación. Estos consisten en fomentar a través de la capacitación todas las habilidades que se necesitan para desarrollar esa función. Por ejemplo, el empresario o micro-empresario, para tener una visión más concreta, necesita aprender una serie de cosas que tienen que ver, no tanto con lo que ya viene haciendo con relativo éxito - fabricar algo, brindar algún servicio o desarrollar una actividad comercial - sino con aquellas relacionadas con la administración de esa actividad. Las habilidades de dirección y de administración general son normalmente objetos de este tipo de actuación. Un instrumento frecuentemente utilizado en la promoción del potencial endógeno son los parques científicos y tecnológicos. Por ejemplo, el famoso Sillicon Valley, en California, es un parque científico por naturaleza. Normalmente, en los parques científicos aparece una conjugación de empresas que están trabajando en la frontera tecnológica, junto a grandes universidades con gran capacidad de investigación o centros o institutos de investigación. El Sillicon Valley está asociado a dos universidades importantes que están próximas y le dan el soporte a toda la actividad de investigación, de ciencia y técnica que se desarrolla en ese ámbito: la Universidad de Stanford y la Universidad de Berkeley. Hay otro tipo de parques que no trabajan en la frontera tecnológica, sino que trabajan al interior de la frontera tecnológica. Tratan de generar el corrimiento de la frontera y ganar con lo que se llama la renta tecnológica. Cuando alguien tiene la clave tecnológica de la nueva frontera, al ubicarse dominando esa nueva tecnología, tiene una renta diferencial en ese campo de actividad, gana mucho más que los otros. Esa diferencia es lo que se llama renta tecnológica. 26 Hay otros instrumentos del desarrollo local que tienen que ver con la tecnología, pero no operan en la frontera tecnológica y tampoco buscan el corrimiento de esa frontera, sino que operan en el interior de la misma. Estos instrumentos tratan de volcar los conocimientos, el nuevo kow how que hay en distintos campos a procesos productivos concretos. Entonces surgen los parques tecnológicos. Por ejemplo, puede haber un parque tecnológico dedicado a la robótica y con facilidades para que una empresa que produce una determinada cosa lo haga con esa tecnología. En el mismo espacio físico del parque habrá otras empresas que también están usando la robótica. En materia de parques científicos y tecnológicos, el aporte estatal es muy importante. Durante 5 años, por lo menos entre 1961 y 1965, el gobierno de los EEUU, destinó a empresas ubicadas en el Sillicon Valley el 40% del presupuesto nacional destinado a investigación y desarrollo. El gobierno financia aquellos proyectos de su interés, teniendo en cuenta cual es la orientación o cuál es el objetivo que están persiguiendo. Cuando el proceso de desarrollo está basado en pequeñas y medianas empresas, estas carecen al interior de un conjunto de capacidades; entonces surgen centros de servicios que ayudan a las empresas en esos campos en que carecen de capacidades. Concretamente, una empresa grande puede tener un departamento de comercio exterior que se ocupe de rastrear mercados, de buscar información sobre clientes; una pequeña empresa no estará en condiciones económicas de tener un departamento de exportaciones. Pero requiere exportar para desarrollarse. Los insumos que la gran empresa obtiene de su departamento de comercio exterior, la pequeña podrá obtenerlos en los centros de servicios. Normalmente los centros de servicios tienen aportes públicos, pero además venden sus servicios a las pequeñas y medianas empresas. Por lo menos en la experiencia europea, los más exitosos centros llegan a financiar hasta un 75% de su actividad con lo que recaudan como aranceles por las prestaciones que realizan. Muchas veces desde las agencias de desarrollo se generan centros de servicios: se reúne un grupo de profesionales, de alguna manera se lo incuba y luego se lo autonomiza; es decir, se le deja independencia para que siga operando. Hay dos cuestiones importantes en materia de desarrollo: la emprensarialidad (generar empresas) y la emprendiatoralidad (generar empresarios). La empresarialidad está relacionada con el surgimiento y el desarrollo de nuevas empresas. Cuantas más, mejor. Pero hay una tasa de mortandad elevadísima entre las empresas nuevas. Por eso, para fomentar los procesos de desarrollo, hay que ayudar a las empresas a sobrevivir. Y uno de los instrumentos útil a esa finalidad es el de las incubadoras. Las incubadoras son un centro de servicios especializados a empresas recién nacidas: las ayuda a sostenerse en su fase inicial. No hay, ni debe haber, ningún criterio asistencial en esto. Entran en la incubadora empresas que se evalúan como viables 27 económicamente, que tienen futuro, que son un proyecto que va terminar generando, no consumiendo, los recursos públicos. Debe haber un riguroso proceso de selección. Pero las que entran a la incubadora obtienen todo el apoyo que necesitan para sobrevivir en la primera etapa. Hay veces que el proceso tiene una etapa adentro de la incubadora y después sigue una etapa afuera; es decir que en la segunda fase de su desarrollo están como pacientes externos de la incubadora y siguen recibiendo determinado tipo de asistencia. Finalmente vinculado con el software del desarrollo local, con los elementos intangibles, inmateriales, están las políticas municipales de desarrollo social, esto es todas aquellas acciones públicas locales relacionadas con el capital humano. Vale la pena recordar que el desarrollo no es un mero proceso económico. Es, como venimos sosteniendo, algo mucho más complejo que involucra las dimensiones institucionales, ambientales, culturales. Y que las empresas prosperan y sobreviven en un entorno favorable, que les permita crecer y desarrollarse. Por eso es necesario mejorar los entornos, mejorar las condiciones de vida de las localidades para que el desarrollo local sea posible. Desde el punto de vista del hardware del desarrollo, la infraestructura de soporte, lo más duro, lo más visible, herramientas, instrumentos de actuación que surgen de la observación de la experiencia son los parques industriales y, fundamentalmente, las políticas locales y municipales de desarrollo urbano. Los parques industriales son sitios aptos, espacios físicos dentro de la localidad, que cuentan con la infraestructura adecuada para el desarrollo de actividades de tipo industrial: energía, comunicaciones, seguridad, etc. La infraestructura, por sí misma, no es un incentivo para las empresas. Cuando decide su localización buscan también otro tipo de cosas. Por otra parte, un gobierno local se plantea crear un parque industrial para generarles externalidades a las empresas y con eso atraer la inversión. Este razonamiento parece equivocado. Desde el punto de vista que estamos pensando el desarrollo local, no se trata tanto de atraer inversiones externas, sino de movilizar el potencial de desarrollo local. La solución no viene de afuera, sino de adentro. Muchas de estas estrategias de seducción orientadas a empresas que no tienen compromiso o arraigo con el medio, ya sea facilitándoles su instalación o eximiéndolas de impuestos locales han terminado en el fracaso, generando más costos que beneficios. Aunque no siempre se señala con la claridad necesaria, el desarrollo, como los demás aspectos del orden social que el estado produce, debe ser financiado por medio de su legítima capacidad extractiva. Esto significa que para tener políticas de desarrollo es imprescindible una capacidad estatal primaria: cobrar con eficiencia los impuestos. Luego, la promoción del desarrollo local necesita la redistribución de la riqueza entre grupos entre regiones y grupos sociales. 28 El desarrollo local no sólo se financia con los recursos provenientes de otras jurisdicciones, supranacionales o nacionales. También es importante la recaudación y gestión de los recursos propios de los gobiernos locales. Esto implica un desafío importante, ya que, en general, los municipios son malos recaudadores. En España, por ejemplo, han sorteado esa dificultad incorporando tecnología informática a la gestión tributaria y, en algunos casos exitosos, creando empresas públicas provinciales encargadas de la recaudación de la morosidad. En América Latina, los municipios sólo con capaces de cobrar una pequeña parte de lo que liquidan. En muchos casos, la existencia de un sistema de coparticipación y transferencia entre los distintos niveles de gobierno sirvió de desincentivo para fortalecer esa incapacidad. Y también sirve en la actualidad como excusa para no afrontar las propias responsabilidades. Muchas veces, es más fácil reclamar a los otros niveles del estado que hacer el esfuerzo necesario para superar las propias incompetencias. Aumentar la recaudación de los ingresos propios les ayudaría a muchos municipios latinoamericanos a tener políticas de desarrollo. En materia de financiamiento una cuestión que tiene mucho que ver en la experiencia internacional con el desarrollo local son las políticas nacionales, regionales y locales de promoción de las micro, pequeñas y medianas empresas. Hacen falta políticas consistentes en ese plano. Las micro, pequeñas y medianas empresas, en razón de su importancia social, deben ser promovidas desde el estado, tener un trato diferencial que aliente su formación y desarrollo. Por ejemplo, en términos impositivos. Debemos recordar aquí la importancia que tienen las micro, pequeñas y medianas empresas para la generación del producto bruto y también para la formación de empleo. El razonamiento básico del trato impositivo diferencial a estas empresas es que lo que no se recauda se lo obtiene como beneficio social. Cada micro empresa a la que no se le cobra un determinado impuesto, pero genera puestos de trabajo, está contribuyendo a resolver un problema social y a ahorrar los distintos subsidio, explícitos o implícitos, a los desempleados que ocupa. Al darles un tratamiento impositivo preferencial se liberan recursos para que esas empresas puedan ser viables financieramente. Si el micro o pequeño empresario paga menos impuestos tendrá mayores chances de encarar y mantener su actividad, generar riqueza y puestos de trabajo. También son necesarias fuentes concurrentes de financiamiento para el desarrollo local. En la experiencia europea, por ejemplo, hay una gran masa de recursos públicos volcados a la promoción del desarrollo. La Comunidad Europea tiene fondos específicos para promover el desarrollo local y regional y asigna cuotas a los distintos países, y dentro de los países a las distintas regiones, para que las inviertan en generar nuevas actividades y nuevos empleos. Los estados nacionales, los estados regionales y los municipios también tienen fondos propios para esos fines. No solo hay disponibilidad de recursos públicos, también recurren al esquema del cofinanciamiento. El sector público aporta, pero el sector privado también. 29 La estrategia de desarrollo depende de las características y del potencial de cada localidad. El proceso de planificación del desarrollo local debe comenzar por un análisis de la situación a fin de establecer la problemática particular a enfrentar. En función de eso, los actores locales deben establecer objetivos consensuados, definir los instrumentos y recursos necesarios para alcanzarlos y asumir los compromisos de ejecución que estén dentro de las posibilidades y competencias de cada uno. De los análisis de las experiencias de desarrollo surgen las estrategias que se pueden implementar en función de las diferencias territoriales existentes. Es posible distinguir áreas con alta capacidad innovadora, ciudades y regiones de vieja industrialización, localidades de industrialización endógena, áreas rurales con potencial de desarrollo en donde se han hecho experiencias y, finalmente, territorios con sistemas productivos frágiles y deteriorados. En las cuatros primeras situaciones se puede tener estrategias, hacer algo. En alguna será un parque científicos para apoyar procesos en marcha, en otras serán programas de reconversión de los recursos humanos para permitir el paso de la vieja industrialización a nuevas modalidades de actividad económicas, en otros casos serán incubadoras de empresas para sostener lo que esta surgiendo de la propia localidad, en las áreas rurales se buscará agregar valora los productos primarios impulsando agroindustrias. En los territorios con sistemas productivos muy frágiles, que están muy deteriorados, que no tienen viabilidad económica, que tiene un deterioro social muy grande sólo se puede subvencionar. Esto es, consolidar el capital humano y social de la localidad a través del subsidio. Es muy difícil hacer algo que no sea evitar el despoblamiento. Finalmente, cabe formular algunas reflexiones sobre las diferencias entre los procesos de desarrollo local en América Latina y las experiencias registradas en los países europeos. Al analizar las experiencias de ambas regiones destaca, en primer lugar, las diferencias en cuanto a la intervención pública. El Estado, en los países desarrollados, es un Estado fuerte. Esto significa que tiene capacidad extractiva y redistributiva, que dispone de recursos públicos para la promoción del desarrollo local con sentido estratégico y capacidad operativa en todos los niveles. El gasto público como proporción del PBI, un indicador comúnmente aceptado de la importancia relativa del sector público, es mucho más alto en los países desarrollados que en los subdesarrollados, tal como puede observarse en los cuadros siguientes. La conclusión es evidente: el desarrollo está asociado con una fuerte presencia del estado. En consecuencia, la debilidad del Estado es un condicionante fuerte de los procesos de desarrollo local en América Latina. 30 GASTOS TOTALES DE LOS GOBIERNOS. 1970 –1995 (como % del PBI a precios de mercado) 1970 1980 1990 1995 Austria 39,2 48,8 49,3 52,7 Francia 38,9 46,6 50,5 54,1 Alemania 38,5 48,0 45,3 49,1(*) Occidental Italia 34,2 41,9 53,2 53,5 Japón 19,4 32,6 32,3 34,9 Suecia 43,7 61,2 60,7 69,4 Reino Unido 37,3 43,2 40,3 42,5 Estados Unidos 31,6 33,7 36,7 36,1 (*) corresponde a Alemania Unificada Fuente: Borón, Atilio A:, “Pensamiento único y resignación política: los límites de una falsa coartada” en Borón, Atilio, Gambina, Julio y Minsburg, Naun: Tiempos violentos. Neoliberalismo, globalización y desigualdad en América Latina”, Clacso, Buenos Aires. Argentina Bolivia Brasil Chile Colombia México Perú Venezuela GASTOS DEL GOBIERNO (% del PBI) 1980 –81 1982-84 21,6 23,1 31,5 22,8 12,5 11,5 12,4 11,1 8,8 8,9 7,1 7,3 35,4 35,5 15,0 15,2 1985-89 22,8 22,6 13,5 9,1 7,9 7,6 29,1 13,7 Fuente: Patricio Meller, “Ajuste y reforma económica en América Latina: Problemas y experiencias recientes”, Revista Pensamiento Iberoamericano, Julio 1992 – Junio 1993, págs. 15 y ss. Además de la debilidad del Estado que se acaba de evidenciar, es necesario señalar que, a pesar de los procesos de descentralización que con distinta suerte se llevan adelante en América Latina, los gobiernos locales tienen menos relevancia que sus semejantes en el mundo desarrollado. Este menor protagonismo de los gobiernos locales hace que su capacidad de iniciativa y de movilización de recursos para promover el desarrollo local sea también menor. 31 RELACIÓN PORCENTUAL ENTRE GASTO MUNICIPAL Y GASTO PÚBLICO TOTAL (Datos de 1995 para Europa y de diversos años entre 1992 y 1995 para América Latina) Países de Europa Países de Latinoamérica Suecia 62.3 Colombia 21.9 Finlandia 57.4 Bolivia 18.3 Holanda 39.8 Brasil 17.5 Alemania 29.7 Chile 16.8 Italia 27.7 Ecuador 11.7 Reino Unido 24.0 Perú 9.8 España 19.6 Argentina 8.6 Francia 19.6 Costa Rica 3.0 Promedio 35.0 Promedio 13.5 Fuente: Rosales, Mario; Los secretos del buen alcalde, Una guía para el ejecutivo local, IULA/CELCADEL, versión electrónica. Otra cuestión dominante es la extensión de la pobreza en América Latina y el condicionamiento que establece a la agenda del desarrollo en general y del desarrollo local en particular 16 . Mientras en Europa la pobreza es un problema que afecta a una minoría de sus habitantes, en América Latina, que como ya se ha señalado es la región más inequitativa del mundo, la pobreza es un fenómeno que alcanzaba a principios de este nuevo siglo, en promedio, al 43% de los habitantes, registrándose 11 millones más de pobres que en el decenio de los 90, al que calificados autores ya no vacilan en catalogar como otra década pérdida que se suma a la de los 80. La lucha contra la pobreza, que como la teoría actual señala es un serio obstáculo para los procesos de desarrollo, es una prioridad indiscutible. Por lo tanto, no debe llamar la atención que las experiencias de desarrollo local que se registran en América Latina estén fuertemente asociadas al combate de este flagelo, asumiendo un perfil claramente diferente de las que tienen lugar en Europa. Granada, España, mayo de 2003. 16 Veáse el minucioso análisis de este fenómeno que hace Klksberg, Bernardo: “Desigualdad y desarrollo en América Latina: el debate postergado”, en Revista del CLAD Reforma y Democracia Nº 14, Caracas, 1999. 32