SUPERINTENDENCIA DE SOCIEDADES

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220-31006, 07 de julio de 2004
REF.: Aportes de derechos hereditarios y nuda propiedad a una sociedad.
Me refiero a su escrito radicado en esta Superintendencia con el número 2004-01-072426, mediante el cual solicita
se le indique bajo qué circunstancias se pueden aportar derechos hereditarios a título universal o a título singular a
una sociedad y de qué tipo de sociedad, a la vez que pregunta también bajo qué parámetros se puede aportar la
nuda propiedad a una nueva sociedad.
Al respecto debe tenerse en cuenta, como primera medida, que de conformidad con lo previsto por el artículo 98 del
Código de Comercio, uno de los elementos esenciales del contrato de sociedad es el aporte en dinero, en trabajo o
en otros bienes apreciables en dinero, y que, concordante con lo anterior, el ordinal 5º del artículo 110 ibidem,
establece que en la escritura de constitución debe expresarse "El capital social, la parte del mismo que se suscribe y
la que se paga por cada asociado en el acto de constitución". (resaltado fuera del texto).
Consecuencia obligada de ello, es que el aporte se vuelve ineludible en cualquier tipo de compañía y, si se considera
que la finalidad de la sociedad es generar utilidades, ello presupone la realización del mismo de manera que permita
el ejercicio de la actividad social y que, a su turno, se convierta en la garantía que requieren los acreedores para
sus créditos, todo lo cual elimina la posibilidad de que se constituya una sociedad cuyo capital se encuentre
integrado por derechos aportados en abstracto, o por meras expectativas.
Ahora bien, le informo que a través del oficio SL-8131 del 9 de abril de 1987, esta Entidad ya se pronunció acerca
de la posibilidad de aportar derechos hereditarios en la sociedad de responsabilidad limitada, en donde manifestó,
"Es necesario tener en consideración que el derecho de herencia es aquél que tiene el heredero de suceder al
difunto en su patrimonio, es decir, es un derecho sobre una universalidad de bienes cuyo objeto lo constituye una
cosa incorporal en donde el heredero es titular, no de un bien o varios bienes en particular, sino del derecho de
suceder al de cujus en esa titularidad la cual sólo se concreta mediante la partición, momento en el que se entra a
ejercer el dominio de uno o más de los bienes que conforman esa universalidad. Por ello es preciso tener en cuenta
que los derechos herenciales no son más que una mera expectativa, esto es, que si bien es cierto se tiene vocación
hereditaria respecto de los bienes del de cujus, la posesión de los mismos sólo se adquiere de manera determinada
una vez cumplido el correspondiente proceso sucesoral y aprobada por el Juez competente la partición definitiva,
siempre y cuando se haya concurrido al proceso con beneficio de inventario, pues de lo contrario puede suceder que
siendo las obligaciones de un valor superior al de los bienes, se termina respondiendo por éstos."
Pues bien, de acuerdo con el mencionado oficio, no es posible realizar un aporte de derechos herenciales en
sociedades de responsabilidad limitada, como quiera que "… la sociedad como cesionaria de los mismos no tendría la
titularidad de los bienes sobre los cuales versen aquellos, sino hasta que se produzca la partición correspondiente,
por lo cual, los bienes constitutivos del aporte propiamente dicho no ingresarían en la época exigida en la Ley… ",
esto es, al momento de la constitución de la compañía, conforme con lo dispuesto por el artículo 354 del Código de
Comercio.
Así las cosas, y aún cuando la ley permite ceder los derechos herenciales, no es posible, no sólo en una sociedad
limitada, sino en ningún otro tipo de ente societario, realizar el aporte consistente en los mismos, como quiera que,
como ya se dijo, dichos derechos no se tienen sobre algo en concreto sino en abstracto, y no son más que una mera
expectativa.
En relación con el punto atinente al aporte de la nuda propiedad, me permito sugerirle que efectúe el mismo
ejercicio analítico que se acaba de esbozar respecto de los derechos herenciales, puesto que el ejercicio profesional,
académico o simplemente ilustrativo, está soportado principalmente en las investigaciones que sobre los temas a
tratar realiza directamente el interesado por muy complejos que parezcan, lo cual indudablemente enriquece toda
actividad intelectual y conlleva al éxito de la misma, que debe ser el fin esencial buscado.
En consecuencia, le invito a consultar, además de los tratadistas que hablan del régimen sucesoral y la nuda
propiedad, los siguientes autores que con bastante éxito han explorado los temas consultados en el campo del
derecho societario, cuales son, Gabino Pinzón en su libro titulado Sociedades Comerciales y José Ignacio Narváez
García en su obra llamada Teoría General de las Sociedades.
Además, igualmente valga anotar que sobre tales temas existen pronunciamientos de esta Superintendencia, los
que podrá también consultar en la pagina Web, (www.supersociedades.gov.co), en donde encontrará conceptos
sobre aportes en los diferentes tipos societarios.
Espero que la anterior información sea de utilidad para los fines perseguidos, no sin antes manifestarle que los
efectos del presente pronunciamiento son los descritos en el artículo 25 del Código Contencioso Administrativo.
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