UNIVERSIDAD NACIONAL DEL NORDESTE Comunicaciones Científicas y Tecnológicas 2000 Escenarios alternativos paleoambientales basados en la variación de las posiciones relativas de los continentes Torra, Roberto Centro de Geociencias Aplicadas - UNNE. Av. Las Heras 727 - (3500) Resistencia - Chaco - Argentina. E-mail: rtorra@ing.unne.edu.ar - roberto_torra@arnet.com.ar ANTECEDENTES La posición relativa de las masas continentales y su influencia en la biosfera terrestre ha sido estudiada desde hace varias décadas por científicos de diferentes disciplinas en todo el mundo (Haq et al., 1987, 1988, Haq y Van Eysinga, 1998). Fenómenos como la Corriente del Niño/Niña (ENSO, SOI) originan nuevos desafíos entre los investigadores del mundo científico ya que las consecuencias por estos producidas sobre las actividades del hombre son demasiado importantes (movimientos colectivos, inundaciones, sequías, incendios, etc.). El presente resumen expone sucintamente la evolución de la corteza y la biosfera desde el Devónico medio (“Frassnian age”) basada en la bibliografía internacional más reciente y disponible aportando algunas ideas sobre evolución y predicción de fenómenos físicos globales. DISCUSION El análisis de las Figuras 1, 2, 3, 4, 5, modificadas de Kissling et al. (1998), indica que el 90% de la mayor concentración de zonas cálidas se desarrolló siempre dentro la faja tropical, hecho señalado por la presencia de paleoarrecifes coralinos carácterísticos de estas zonas cálidas. Hace 390 hasta 300 MA AP los arrecifes de corales se encuentran exactamente dentro de esta zona. Hace 290 MA AP la faja coralina muestra un leve ascenso al actual hemisferio norte (30ºN). Hace 220-240 MA AP los corales irrumpen hasta los 40º N en el hemisferio norte. Hace 65-70 MA AP los arrecifes coralinos llegan hasta los 50º N en el hemisferio norte. En el hemisferio sur algunos escasos hallazgos de arrecifes coralinos se pueden registrar hasta los 40-45º S, notablemente inferiores en cantidad a los del hemisferio norte. En el Mioceno medio, hace 15 MA AP la distribución de arrecifes coralinos resulta ser bastante semejante a la actual, pero el predominio en el hemisferio norte sigue siendo significativo. La distribución espacial de los arrecifes coralinos como paleoindicadores de condiciones paleoclimáticas y de la biosfera en general constituyen un elemento de gran valor para el soporte de hipótesis de evolución de condiciones paleoclimaticas en el pasado geológico. Debido a la escala de tiempo que se emplea en esta situación la misma resulta, por el momento, moderadamente satisfactoria para el modelamiento matemático en cuanto a simulaciones ambientales temporales, especialmente relacionadas con condiciones de cambios de climas a escala de vida humana. El hecho que la posición relativa de las masas continentales haya cambiado en los últimos 400 MA AP de manera sustancial influyó en la distribución y circulación de los elementos biosféricos como son las masas de aguas y las masas de aire, las que condicionan directamente la existencia, desarrollo y evolución de las especies vivientes. Fenómenos como los del ENSO se produjeron en tiempos geológicos en grandes sectores del globo terrestre. Por ejemplo la intensa sequía que afectó la mayor parte de las tierras emergidas hace 250 MA BP (“massive biotic extintion”) produciendo una extinción masiva de especies vivientes (la más importante conocida hasta el presente) puede ser deducida a partir de cómo era la distribución de las masas emergidas y a partir de esta evidencia como era la circulación atmosférica y la circulación de las corrientes marinas. En ese tiempo, la vulnerabilidad de las especies era sorprendentemente alto debido a la escasa dispersión de masas continentales hecho ya señalado por Dichfield et al., (1994); Golonda y Gahagen, (1997); Kuznetov, (1997); Morrieds, (1996); Mutti y Weissert, (1995); Whalen, (1995). La época en que se desarrolla la especie humana presenta un cuadro significativamente favorable para su supervivencia y evolución. Los últimos acontecimientos geológicos-climáticos de los 2 MA AP solamente probaron la excelente capacidad de adaptación de los homínidos a estos ambientes naturales. En un lapso de UNIVERSIDAD NACIONAL DEL NORDESTE Comunicaciones Científicas y Tecnológicas 2000 tiempo de escala de vida humana, altamente tecnificada como no se tiene registro histórico alguno, los escenarios posibles que pudieran poner en peligro la especie humana ya no se relacionan directamente con la posición de las masas continentales. Sin embargo, un paulatino proceso de calentamiento global podría producir, por ejemplo la inversión de la corriente del golfo en un lapso de aproximadamente 100-200 años lo cual cambiaría casi por completo la configuración de la circulación atmosférica y marina de la tierra. CONCLUSION Si bien los programas de modelación de uso civil están alcanzando una elevada sofisticación, sólo podrán predecir, por el momento, los sitios más vulnerables a situaciones de catástrofes como incendios, sequías e inundaciones. Por ahora, el tiempo de predicción resulta ser breve aunque a escala humana empieza a ser significativo. De cualquier manera esta herramienta deberá mejorar y seguramente esto ocurrirá en pocos años, su estimación temporal con el propósito que el sistema económico mundial sepa a que condiciones deberá exponerse en un lapso de 20 a 30 años promedio. Dos importantes variables geológicas como lo son el vulcanismo y los movimientos telúricos, sin embargo, en pocas horas pueden cambiar el destino de la humanidad. A este respecto los estudios de predicción se encuentran notablemente atrasados con respecto a los de evolución climática y movimiento de masas continentales. Figura 1. Frasnian age (390 MA AP) Figura 2. Asselian age (290 MA AP) UNIVERSIDAD NACIONAL DEL NORDESTE Comunicaciones Científicas y Tecnológicas 2000 Figura 3. Norian age (210 MA AP) Figura 4. Kimeridgian age (70-65 MA AP) UNIVERSIDAD NACIONAL DEL NORDESTE Comunicaciones Científicas y Tecnológicas 2000 Figura 5. Middle Miocene age (15 MA BP) BIBLIOGRAFIA Dichfield, P. W., Marshall, J. D. y Pirrie, D. (1994) High latitude paleotemperature variation: new data from the Tithonian to Eocene of James Ross Island, Antarctica. Paleogeography, Paleoclimatology, Paleoecology. 107: 79-101 Golonda, J. y Gahagan, L. (1997) Tectonic model of the Mediterranean terranes (abs). 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Paleomagnetism and tectonics of the Mediterranean region. Geological Society of London Special Publication. 105: 311-324 Mutti, M. y Weissert, H. (1995) Triassic monsoonal climatic and its signature in Ladinian-Carnian carbonate platforms (southern Alps, Italy). Journal of Sedimentary Research. B-65: 357-367 Stanley, G. D. y Awart, P. K. (1995) Evolution of the coralzooxanthellae symbiosis during the Triassic: a geochemical approach. Paleobiology. 21: 179-199 Whalen, M. T. (1995) Barred basins: a model for eastern ocean basin carbonate platforms. Geology. 23: 625628.