COBERTURAS Y DESCOBERTURAS NOTICIA El IASB está preparando un borrador para regular la contabilidad de coberturas, tratando de simplificar/mejorar los criterios actuales. Entre los cambios previstos, el IASB está estudiando la posibilidad de aplicar a las coberturas de valor razonable los criterios que actualmente se aplican a las coberturas de flujos de efectivo. Es decir, recoger las diferencias de valor razonable del instrumento de cobertura en Patrimonio Neto, fuera de la Cuenta de Pérdidas y Ganancias, hasta que la partida cubierta afecte a dicha cuenta, momento en el que se deben traspasar desde Patrimonio Neto a Pérdidas y Ganancias. Puede verse en esta página del IASB http://www.iasb.org/Current+Projects/IASB+Projects/Financial+Instruments+A+ Replacement+of+IAS+39+Financial+Instruments+Recognitio/Phase+III++Hedge+accounting/Phase+III+-+Hedge+accounting.htm ANTECEDENTES Como es sabido, la contabilidad de coberturas consiste en aplicar criterios especiales a determinadas operaciones que son declaradas por la empresa y cumplen los requisitos de cobertura establecidos. Las principales críticas que se han venido realizando a la contabilidad de coberturas son las siguientes: 1) Son opcionales para la empresa Es decir, cuando una empresa realiza una operación que cumple los requisitos establecidos para que sea contabilizada como una cobertura, la empresa tiene dos opciones: a) Declarar la operación como de cobertura y contabilizarla como tal. b) No declararla como tal y contabilizarla como si la operación no fuera de cobertura. 2) Pueden ser redundantes En efecto, las normas actuales de coberturas (FAS 133 e IAS 39), no exigen que la partida a cubrir no esté ya cubierta por otras partidas existentes o previstas. Esta condición existía en el FAS 80 y fue eliminada por razones prácticas. Sin embargo, técnicamente la condición tiene todo el sentido. 3) Producen valoraciones indebidas de la partida cubierta El las coberturas de valor razonable, la partida cubierta, que sin cobertura se valora a coste, desde el momento de la cobertura, recoge en su valoración los cambios de su valor razonable. Es decir, no pasa a valorarse a valor razonable, sino que únicamente incorpora al coste los cambios de valor razonable que se hayan producido desde que pasó a estar cubierta por un instrumento financiero, generalmente un derivado. Esta forma de “aparcar” diferencias produce verdaderas distorsiones en la valoración de las partidas cubiertas. Un ejemplo que suele poner mi amigo Constancio, muestra como un inventario de un commodity cubierto por un derivado puede quedar valorado en el balance por un importe negativo. 4) No está claro qué es cubrir. En la mayoría de los casos en los que se dice que estamos ante una cobertura, la realidad es que estamos simplemente ante un cambio del perfil de riesgo. Si por ejemplo una empresa tiene concedido un préstamo a tipo de interés variable tiene el riesgo de que el tipo de interés suba; por ello, podría contratar una “cobertura” para que el tipo de interés sea fijo. Otra empresa, o la misma, puede tener concedido un préstamo a interés fijo y lógicamente tiene el riesgo de que el tipo de interés baje; por lo tanto, podría contratar una “cobertura” para que el tipo de interés sea variable. Lo mismo podríamos decir respecto a una moneda, una commodity, unas acciones, etc. La realidad es que salvo el caso de las coberturas genuinas –otro día hablaré de ellas- lo que realmente estamos haciendo es cambiar de riesgo simplemente. Desde un punto de vista meramente lógico, carece de sentido que dos operaciones opuestas sean llamadas igualmente de “cobertura”. Si una fuese “cobertura” la otra debería ser de “descobertura”, y no es el caso. En las bases para conclusiones del documento emitido en diciembre de 2000 por el Joint Working Group of Standards Setters (dos de sus miembros son actualmente miembros del board del IASB), aparecen claramente los argumentos que justifican esta posición ya mantenida con anterioridad por el autor de estas líneas. 5) Dan lugar a mecanismos de recycling complejos y difíciles de interpretar por los usuarios Cuando una diferencia de valor razonable del instrumento de cobertura – generalmente un derivado- se aplica a Patrimonio Neto (Other Comprehensive Income), porque la partida cubierta no ha afectado aún a Pérdidas y Ganancias, es preciso que dichas diferencias se traspasen posteriormente de Patrimonio Neto a la cuenta de Pérdidas y Ganancias, en la misma medida que lo haga partida cubierta. LA PROPUESTA TENTATIVA DEL IASB Aparentemente, con la propuesta que está estudiando el IASB de aplicar a las coberturas de valor razonable los mecanismos existentes para las coberturas de flujos de efectivo, se consigue eliminar uno de los problemas mencionados en el apartado anterior, concretamente el punto 3. Al no modificarse la valoración de las partida cubierta por el hecho de entrar en una cobertura, se elimina el problema de que dicha partida cubierta pueda aparecer en el balance con una valoración que no responda a ningún criterio. Lógicamente, los restantes argumentos antes mencionados en contra de la contabilización de coberturas seguirían vigentes. Adicionalmente, el IASB está estudiando los posibles tratamientos alternativos a dar a las diferencias que aparecen entre: a) los cambios en el valor razonable de la partida de cobertura que se valora por tal método y b) las diferencias de valor razonable que se hubieran dado en la partida cubierta desde el momento de entrar en la cobertura. Es decir, lo que podríamos llamar “infracobertura” o “sobrecobertura”. MI OPINIÓN 1) Creo que la medida de aplicar a las coberturas de valor razonable el mecanismo actual aplicable a las de flujos de efectivo sería positiva, ya que al menos se eliminaría uno de los aspectos más “grotescos” del actual tratamiento que origina valoraciones de la partida cubierta que pueden resultar simplemente absurdas, como se menciona anteriormente. 2) Respecto al tratamiento de las posibles infracoberturas o sobrecoberturas, creo que las sobrecoberturas deberían contabilizarse en Pérdidas y Ganancias y no en Patrimonio Neto. Para ello, en cada cierre contable, debería compararse el efecto acumulado de los cambios en el valor razonable del instrumento de cobertura y los cambios acumulados de valor razonable que hubiera experimentado la partida cubierta desde el momento de entrar en la cobertura. Con dicha información, se procedería como sigue, según los casos: a) Ambos importes acumulados coinciden. Los cambios del instrumento de cobertura deben figurar en Patrimonio Neto hasta que pasen a Pérdidas y Ganancias en la misma medida que lo haga la partida cubierta. b) Las diferencias acumuladas de valor razonable de la partida de cobertura son superiores a las que hubiera tenido la partida cubierta desde el momento de entrar en la cobertura En este caso, el exceso debería figurar en Pérdidas y Ganancias, el resto de las diferencias de valoración de la partida de cobertura deben figurar en Patrimonio Neto, hasta que pasen a Pérdidas y Ganancias en la forma indicada en a) c) Las diferencias acumuladas de valor razonable de la partida de cobertura son inferiores a las que hubiera tenido la partida cubierta desde el momento de entrar en la cobertura Si se da esta circunstancia, los cambios del instrumento de cobertura deben figurar en Patrimonio Neto, como en a). Dichas diferencias deben pasar a la cuenta de Pérdidas y Ganancias en la misma medida que lo haga la partida cubierta, pero de forma proporcional. 3) Como puede verse, aunque el cambio produce una mejora, como se ha indicado anteriormente, las complejidades se mantienen. 4) Lo curioso es que el IASB ha decidido ya el modelo mixto (coste amortizado y valor razonable), antes de estudiar detenidamente las coberturas, cuando precisamente un estudio pormenorizado de las coberturas podría llevar a sugerir que deberían ser eliminadas; circunstancia ésta que daría lugar a la implantación generalizada de un modelo de valor razonable. Felipe Herranz 4 de diciembre de 2009