¡Venga tu Reino! Características de una buena dirección espiritual Querido Padre John, ¿cuáles son las principales características de una buena dirección espiritual? Dependiendo del punto de vista, hay tres maneras de contestar a esta pregunta. 1. Desde el punto de vista de la persona que la recibe, la dirección espiritual es una ayuda muy útil (muchos dirían que hasta esencial) para crecer en santidad, lo cual es lo mismo que crecer en la comunión con Dios, o lo mismo que crecer en la auténtica sabiduría y felicidad. Tener un orientador espiritual es como tener un entrenador: nos sostienen en ser objetivos y responsables, nos previenen sobre los obstáculos, nos alientan cuando nos sentimos débiles o desanimados, nos ayudan a aclarar las confusiones y las dudas y se aseguran de que estemos trabajando inteligentemente en nuestros esfuerzos por conocer, amar y seguir a Jesucristo cada día más. Sin embargo, la dirección espiritual no es substituto para la gracia y la fe. La gracia de Dios, que normalmente nos llega a través de los sacramentos y de la oración, es para el cristiano, la fuente y el alimento de la nueva y asombrosa vida en Cristo. La fe es nuestra aceptación dócil y activa, así como nuestra colaboración con la gracia de Dios. La gracia es el alimento sobrenatural, pero la fe es el ejercicio que convierte ese alimento en crecimiento. De aquí podemos entonces deducir las características claves de una buena orientación espiritual: Constancia: Nos debemos ver o comunicar con nuestro director espiritual de manera regular, no sólo cuando estamos en medio de una crisis o cuando nos sentimos con ganas de platicar. Tener dirección espiritual mensual es una buena periodicidad, aunque en algunas ocasiones, tener una breve orientación espiritual cada quince días es útil. Sinceridad: Sería tonto que un paciente que consulta al doctor debido a problemas estomacales hablara sólo de sus dolores de cabeza o de espalda. Igualmente, al no decirle al orientador espiritual nuestras luchas o fracasos morales, emocionales, de relaciones o espirituales estamos atándole las manos y haciendo perder el tiempo de todos. Docilidad: Necesitamos esforzarnos para trabajar con seriedad en seguir las guías del orientador espiritual, de lo contrario, también estaríamos haciendo perder el tiempo de todos. 2. Desde el punto de vista del orientador espiritual, esta interacción es una oportunidad de compartir la experiencia y sabiduría que el propio caminar con Cristo le ha dado. Es también una oportunidad para maravillarse con el trabajo de Dios en las vidas de los auténticos cristianos. El orientador espiritual no es sólo un consultor, sino un hermano o hermana en Cristo, un compañero buscando también la santidad. Las alegrías y las tristezas, los triunfos y los fracasos del orientado son sentidos profundamente por él o ella, pero al mismo tiempo, el orientador sabe que es sólo un asistente del Entrenador - el Espíritu Santo quien es el protagonista principal en el crecimiento espiritual de todos. Centro de Recursos del Regnum Christi www.missionkits.org recursos@regnumchristi.org ¡Venga tu Reino! Los buenos directores espirituales ven su trabajo como ayuda para identificar los obstáculos –hábitos de comportamiento o mentales, ideas confusas, tentaciones no detectadas- que están impidiendo al orientado llegar más rápido hacia un mayor amor a Dios y al prójimo. Pero el orientador no puede remover los obstáculos. Sólo Dios y el orientado pueden hacer eso. Ésta es una de las razones por las cuales no es necesario que nuestros orientadores espirituales sean perfectos. Ellos sólo tienen que ser buenos instrumentos. 3. Desde el punto de vista del Espíritu Santo, la dirección espiritual es motivo de gran alegría porque le permite tener más espacio para trabajar. Dios entiende la naturaleza humana –después de todo, Él la inventó, por tanto Dios comprende cuánto necesitamos de compañía en nuestro caminar espiritual. Cuando, en el camino a Damasco, san Pablo tuvo la visión que cambió su vida, el Señor le dijo «Ahora levántate y entra en la ciudad. Ahí se te dirá lo que tienes que hacer» (Hechos 9,6). Y en efecto, Dios envió a Ananías a visitar a san Pablo en la calle llamada Recta y ahí comenzó a ayudarlo a comprender lo que Dios estaba haciendo en su vida y cómo debería responder. Así es como Jesús hace las cosas, porque así es como nosotros necesitamos que Él las haga. Entonces, cuando alguien toma un humilde primer paso de fe para recibir la guía de un orientador espiritual, el Espíritu Santo se enrolla las mangas y se pone a trabajar. Esta tercera dimensión es lo que hace a la dirección espiritual ser algo mucho más grande que una mera ayuda personal. Si la autoayuda es como correr dando vueltas alrededor de una pista cubierta, el crecimiento en la santidad es como ir de excursión a través de los Alpes. Jesús quiere que veamos mucho más y que hagamos lo que no podemos ni siquiera imaginar. Al decidir dejarnos guiar en la dirección espiritual, le estamos diciendo a Jesús que realmente queremos querer lo que Él quiere. Suyo en Cristo, Padre John Bartunek, LC, ThD Fuente: Artículo del P. Bartunek, L.C. publicado en http://spiritualdirection.com , julio 2009. «Dada la importancia y altura de su cometido, es preciso que la dirección espiritual sea profunda, motivadora, periódica, exigente y concreta. No puede reducirse a una charla insustancial ni a un mero desahogo. Es preciso ir a fondo para descubrir las raíces de las actitudes y comportamientos, y para cimentar la vida espiritual en convicciones hondamente arraigadas.» (Manual del miembro del RC, n. 399). Queridos hermanos, cualquiera que sea su colaboración con la misión de la Iglesia, les pido que sigan promoviendo en sus comunidades una formación cada vez más completa de los fieles laicos, mediante la catequesis continua y la dirección espiritual. (P. Francisco, 16 de agosto 2014) ¡Redescubre el valor y la alegría de la fe, la alegría de ser amado personalmente por Dios! Confía en Jesús y sé constante, sincero y dócil en tu dirección espiritual. Centro de Recursos del Regnum Christi www.missionkits.org recursos@regnumchristi.org