la indisciplina escolar como producto de las conductas

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Gladis Zulema Acosta Moreno
Víctor Hugo Aguilar Gaxiola
LA INDISCIPLINA ESCOLAR COMO PRODUCTO
DE LAS CONDUCTAS INDIVIDUALISTAS DE
LOS NIÑOS A NIVEL PRIMARIA. EL CASO
DE LA ESCUELA ANDRÉS RIVAS MENDOZA
RESUMEN
La indisciplina es una problemática social que actualmente se vive en la mayoría de las escuelas de educación básica, principalmente en las de las zonas urbanas. Este estudio aborda los factores de la televisión,
internet y, además, el hecho de que ambos padres
trabajen, como condicionantes que alteran las conductas de la vida normal en la escuela y que dificultan
la convivencia y el aprendizaje (González 1995, p.10).
¿Cuáles son los aspectos que influyen de manera directa para que exista la indisciplina dentro de los
salones de clases?, ¿cómo asumen los niños, en sus
hábitos y costumbres, las imágenes que se transmiten en los medios, mismas que les provocan conductas de indisciplina escolar?, ¿cuál es el papel que juegan en el niño las técnicas disciplinarias que utiliza el
maestro?, ¿de qué manera los hábitos y costumbres
del niño, más dominantes, obstaculizan las técnicas
disciplinarias que utiliza el maestro para el control
del grupo?
Las respuestas se construyeron en un proceso
que se inició por convertir las aulas en escenarios
de investigación, donde se cuestionó sobre el tipo
de práctica educativa que desempeñan los maestros
y las conductas que se muestran por los niños del
plantel escolar, siendo analizados desde el punto de
vista sociológico.
PALABRAS CLAVES:
Indisciplina escolar, estereotipos de conductas,
aprendizajes, práctica docente.
METODOLOGÍA
Los procesos de esta investigación están planteados
desde un enfoque inductivo- deductivo, es decir, mixto; al cual se denomina método abductivo, pues es
considerado una opción para la investigación de los
procesos socioeducativos. Se asumió esta metodología porque nos permitió recurrir a procesos generales,
conceptuales, para identificar el problema particular
de la indisciplina escolar; y, también, porque por el
carácter particular del estudio se le pudo ubicar como
una problemática con alcance de generalidad.
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La indisciplina escolar como producto de las conductas individualistas
de los niños a nivel primaria. El caso de la escuela Andrés Rivas Mendoza.
Además, para este estudio se recurrió a los enfoques cuantitativos y cualitativos para el desarrollo
de la investigación, pues como es conocido: “Los
métodos inductivos y deductivos tienen objetivos
diferentes y podrían ser resumidos como desarrollo
de la teoría y análisis de la teoría, respectivamente.
Los métodos inductivos están generalmente asociados con la investigación cualitativa, mientras que el
método deductivo está asociado frecuentemente con
la investigación cuantitativa” (Calderón, 2000, p.11).
Llegando a lo que se conoce como método mixto,
que durante el abordaje de la información genera su
propio dominio teórico, sus propios diseños y propuestas para la recolección, procesamiento y análisis
de los datos.
Las estrategias e instrumentos utilizados proporcionaron datos con alcance holista, lográndose
una suficiente descripción de los rasgos particulares
asociados a los procesos globales. Vale resaltar que
la observación vivencial fue uno de los principales
instrumentos que se utilizaron en esta investigación,
en este caso, al momento de realizar la observación
se colocó en puntos estratégicos que permitieron
la identificación de situaciones relevantes que permitieron la descripción del fenómeno analizado
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(indisciplina escolar y/o teoría que se pretende interpretar); y, por otra parte, la observación permitió
identificar elementos que sirvieron como base para
identificación de los sujetos de estudio, elaboración
de instrumentos de la investigación como entrevistas, guías de observación y encuestas.
El proceso de la investigación se desarrolló en
tres fases, la primera fue de inmersión, es decir, entrar a conocer el fenómeno, identificar sus causas y
así crear variables e hipótesis, los cuales fueron el
punto de partida para el diseño de instrumentos.
La segunda fase fue la aplicación y recolección
de los instrumentos diseñados, como entrevistas,
cuestionario y observaciones.
Como instrumento principal tenemos la experiencia y el conocimiento del fenómeno como
parte de la cotidianidad, como maestra de apoyo
(monitor) a niños especiales incorporados a una
institución escolar regular, lo que permitió describir los procesos cotidianos dentro de las aulas; la
relación: maestro-alumno, maestro-alumno y padre
de familia, alumnos-alumnos.
La tercera fase, y última en la investigación, es
el proceso de análisis de la información registrada
para la construcción de las categorías problematizadas (estilos de vida familiar estereotipados, falta de
compromiso de los maestros y padres de familia, adquisición de conductas estereotipadas reproducidas
en su espacio escolar y, por último, los medios de
comunicación como parte de la cultura hedonista de
los niños).
Para la construcción de las categorías de análisis, se tomó en cuenta lo que se dice, lo que se hace y
el deber ser. También se acudió a la técnica de triangulación para validar los registros, encuestas y entrevistas, valorizando la información real de los sujetos
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La indisciplina escolar como producto de las conductas individualistas
de los niños a nivel primaria. El caso de la escuela Andrés Rivas Mendoza.
de estudio y el contexto bajo la perspectiva teórica
de los autores citados.
DISCUSIÓN DE RESULTADOS
Los estilos de vida estereotipados de las familias
La familia es una institución y, además, un espacio
donde se desarrollan relaciones de parentesco, integración de un “grupo de personas formado por
el matrimonio y los hijos que hayan nacido de esta
unión; este grupo comparte recursos, vivencias, proyectos comunes que comparten un espacio, el cual
se denomina casa; en este espacio se desarrollan momentos importantes, sus conductas, pensamientos,
sentimientos tanto entre pareja como entre los hijos y padre e hijo, siendo la pareja un eje importante
dentro de la sociedad en la que vivimos” ( Cendrero, 2006, p.16). En nuestra localidad, alrededor de
la Escuela Andrés Rivas Mendoza, el tamaño de la
familia promedia entre cuatro y cinco miembros, y
está compuesta por los padres de familia y sólo dos
o tres hijos.
Esta familia tiene como característica que los
cónyuges dedican la mayor parte del tiempo a trabajar (el 95% de los padres y el 66% de las madres
dedican su tiempo completo a las jornadas laborales) para sustentar sus ingresos económicos y, por
lo tanto, mantienen escasa convivencia con los hijos, es decir, aparece el problema de la desatención
y vigilancia hacia ellos. Muestra de ello es lo que encontramos; que los padres usan dos terceras partes
de sus tiempos de casa en quehaceres domésticos y
en mirar la televisión y el resto a otras actividades,
como dormir, prepararse para el día siguiente, etc.,
y mientras los padres realizan estas actividades, sus
hijos se pasan jugando videojuegos y mirando televisión.
Los resultados indican que la televisión e Internet se han convertido en una parte esencial del
quehacer cotidiano de muchas familias, al grado que
existe una modificación de hábitos y costumbres en
donde los padres, una vez que perdieron el tiempo ocio
y el tiempo educación familiar, en vez de jugar y platicar
con los hijos en esos tiempos, les dejan ver programas de TV o páginas de Internet, incluso de manera involuntaria toda la familia va transformando sus
actividades diarias como la forma de comer, vestir,
hablar y estudiar etc. Lo más evidente es que los há-
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de los niños a nivel primaria. El caso de la escuela Andrés Rivas Mendoza.
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hijo más grande porque dice unas
palabrotas: güeyes, chilos; y Kevin,
como lo sigue, también las quiere
decir.”
Cabe destacar que este fenómeno ha sido abordado por estudiosos como Myers, (2005, p. 413),
quien afirma que el “televidente se
va despersonalizando, es decir, dejando de ser él, para convertirse
en un ser moldeado por los patro-
bitos y costumbres que se han modificado son los
horarios de dormir, comer y los juegos; pero también el lenguaje utilizado y las formas de convivencia entre los miembros de la familia. En un extremo
de esto, hay casos donde “cada uno de los miembros
de la familia comen y duermen en diferentes horarios” (entrevista a madre de familia del 4 de mayo
del 2010).
El televisor ha sido identificado como el principal modificador de sus hábitos, costumbres y formas
de actuar; incluso el medio de inculcar en los hijos la
forma de hablar, actuar e incluso pensar; un ejemplo
de ello son las palabras que están de moda, cuya característica es que son fáciles de adquirir y con muchos significados, tales como: perronas, güeyes, chilos,
no mames, palabras que están de moda porque salen
de los programas de televisión o, simplemente, la
población de una cierta generación las toman como
palabras comunes. En una entrevista realizada a una
madre de familia, nos dice: “Yo me enojo con mi
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nes de conducta y las normas de
comportamiento emitidas a través
de los diferentes programas. Este
fenómeno se nota con mayor claridad en los sectores medios de
nuestra sociedad, donde el pequeño por diferentes
razones está bajo la influencia del aparato televisivo
por largos periodos de tiempo.”
Estos hábitos son transmitidos al niño de manera inconsciente tanto por los padres como por los
personajes de la televisión; la adquisición de conductas es un proceso natural, donde el más pequeño
aprende sobre el más grande, como lo dice Guilles
Ferry (1991, p. 50) en su libro El trayecto de la formación:
“La teoría cíclica del aprendizaje social sostiene que
la gente aprende la conducta social apropiada principalmente a través de las observaciones y las imitaciones de modelos, es decir, al observar a las personas.”
La mayoría de las familias en nuestra sociedad, los niños algunas veces imitan el comportamiento de los
padres y de los personajes favoritos de la televisión,
y se observa que en su convivencia diaria los niños
emiten o desarrollan estas conductas. No se puede
afirmar que todas las familias tengan estas características; pero sé un porcentaje mayor de ellas.
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La cotidianidad familiar fue parte esencial en la
investigación, pues para demostrar que la causa de
indisciplina en los niños es la formación de hábitos
y costumbres dentro de estas familias, es parte de la
utilización de la televisión e Internet, ya que es un
instrumento que influye en la formación educativa
de los niños, utilizando una persuasión para la adquisición de ideologías; además, distorsiona la verdadera educación familiar cuando no se le da un uso
debidamente aceptado; los padres utilizan este medio para entretener a los hijos mientras trabajan, o
incluso para que no estén molestando cuando están
descansando, sin saber que están permitiendo que la
televisión enseñe a los hijos los valores que el mundo
televisivo ofrece, mostrando una cultura permisiva
y consumista.
Dentro de las familias se adquiere una formación por medio de la enseñanza de los mayores, en
ellas se adquiere una educación, lo que sabe y cree, la
manera de resolver las diferencias, sus costumbres,
hábitos, formas de vestir, hablar, relacionarse con la
sociedad, en fin, la familia es una de las instituciones
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que forman la personalidad de los individuos y un
mediador entre lo que requiere la sociedad y las necesidades de cada uno de ellos.
Para la investigación de la dinámica familiar de
los niños que son canalizados como indisciplinados,
la intervención del trabajador social es un punto
esencial, ya que el profesionista tiene las habilidades y conocimientos necesarios para identificar la
problemática, así como diseñar una pronta intervención.
En este caso, la intervención del trabajo social
es específicamente con las familias de los niños y tiene como principal actividad la identificación del caso,
en el cual se aplican los principales instrumentos de
investigación, observación y entrevista. El objetivo
de la aplicación es la realización de un diagnóstico
clínico, para después realizar un diagnóstico social
del niño, es aquí donde se inicia la intervención con
la familia.
El diagnóstico social se realiza a los padres de
familia de los niños diagnosticados por la USAER
(Unidad de Servicio de Apoyo de Escuela Regular);
el fin es conocer los aspectos sobre su estructura,
dinámica, nivel socioeconómico y cultural de la familia, ya que esto permitirá conocer el ambiente que
rodea al niño en su hogar, así como el tipo de interacción familiar.
El primer paso en el diagnóstico social es la
entrevista inicial; el objetivo de ésta es la identificación del caso especial, actualización de datos, así
como brindar orientación y apoyo de manera individual.
La coordinación es parte esencial del trabajo
social, en este caso debe existir comunicación con
la Dirección y el cuerpo técnico (Psicología, Servicio
Médico, coordinadora Pedagógica, maestra de Edu-
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cación Especial, lenguaje, etc.). La coordinación es
esencialmente para la canalización y realización del
plan de intervención.
Dentro del proyecto de intervención con las familias, específicamente con los niños que son canalizados por el maestro a la USAER, éstos son principalmente niños que tienen alguna dificultad para la
socialización y adquisición del conocimiento, entre
ellos se incluyen niños con capacidades diferentes,
indisciplinados y de lento aprendizaje.
Una estrategia que se debe utilizar y que en
algunas escuelas se implementa, es el programa de
puertas abiertas, éste tiene como finalidad que los
padres de familia participen en las actividades de sus
hijos, así como se les invita para que se enteren de la
situación del niño dentro del aula, y que reconozcan
la importancia de la continuidad educativa escuelahogar.
El programa es abierto para los padres de familia, pero lamentablemente se observa que son pocos
los que se interesan en visitar la institución escolar;
y en muchas ocasiones no reconocen la verdadera
conducta del niño, hasta que se llega a casos más
extremos, como la expulsión o descanso por varios
días (estrategia que utilizan los maestros en la Escuela Andrés Rivas Mendoza, observada durante la
práctica profesional).
Otra de las actividades de intervención son las
visitas domiciliarias, las cuales se deben determinar
en coordinación con el psicólogo y/o coordinador
Pedagógico, precisando los aspectos que el trabajador social debe observar o preguntar durante la en-
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trevista. La visita se realiza para conocer a la familia del niño, el ambiente en el que se desarrolla, así
como el trato y la atención que recibe el niño; otro
de los objetivos de las visitas domiciliarias es dar información a la familia sobre las condiciones en las
que se encuentra su hijo dentro del plantel escolar,
así como una orientación sobre el trato que se le sugiere se tenga con el niño, en caso de que los padres
accedan a la charla.1
La vigilancia moral y de conocimientos de los
padres hacia los hijos infantes
En tanto que el individuo interactué con las personas de la familia y el mundo que lo rodea a lo largo
de su vida, su personalidad se define y está en un
contaste cambio, ya que no siempre se convive con
las mismas personas; se puede entender esto como
un proceso de formación; según Guilles Ferry (1991,
p. 50), dice que: “La formación es un proceso de
desarrollo individual tendiente a adquirir o perfeccionar capacidades de sentir, de actuar, de imaginar,
de comprender, de aprender, de utilizar el cuerpo,
incluye tanto el periodo de adolescente de la formación como los años de aprendizaje.”
La formación, se presenta como un gigantesco
escenario que los adultos proponen para construir
en los pequeños un conocimiento y espacios para
que puedan ser autónomos en un futuro; los padres
son los arquitectos de la formación de sus hijos, de
ahí la gran responsabilidad que tiene en la crianza de
los hijos, ellos desde el hogar tienen la tarea esencial
Los datos expuestos en ésta página en relación a las funciones del Trabajo Social con los niños indisciplinados fueron desarrollados
en la materia de prácticas institucionales públicas y privadas, funciones las cuales fueron aprendidas en la escuela donde se desarrolló
la investigación.
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Padres democráticos: son padres que muestran altos niveles en control, exigencia,
comunicación y afecto; sus hijos son
personas maduras, con iniciativa y confianza” (Gordon, 1977, pp.3-4).
de inculcar y conservar la estructura social, que bien
refleja la tarea de los padres en la conducta y formación de los hijos.
Los niños reflejan los valores y conductas que
se viven en casa, todo depende de la forma de actuar
o enseñar del padre o tutor, es por ello que existen
diferentes personalidades en cada individuo.
Existen diferentes tipos de características de los
padres, los cuales se presentan distribuidos de esta
manera:
Padres autoritarios: son padres que exigen mucho
a sus hijos, tienen un alto grado de control y
bajo de comunicación y afecto. Sus hijos suelen
ser tímidos, con baja autoestima y mucha dependencia.
Padres permisivos: son padres con altos niveles de
comunicación y relación, pero bajos en control
y exigencia, sus hijos suelen ser inmaduros, con
serios problemas a la hora de resolver dudas o
problemas.
Los padres son un punto clave
en la educación de los hijos, aunque
también debemos tener bien en claro
que hay muchos factores que pueden
condicionar la formación, como son:
las características innatas del niño, así
como la influencia del contexto en el
que se mueve, y también se dice que
no existe una receta educativa que se
pueda aplicar a todos los niños en general, ni tampoco una receta para solucionar problemas.
Puesto que no existe una receta para hacer padres, muchos padres de familia por buscar una mayor
calidad de vida se afanan por tener mayor ingreso en
la familia y se olvidan de la atención de los hijos,
convirtiéndose esto en una carencia de compromiso,
factor clave en la formación del niño, manifestado
en las conductas de los niños, y se ve reflejada en los
espacios de convivencia.
La falta de compromiso del padre es una problemática que la mayoría de las escuelas de educación básica sufre, y no es la excepción la Escuela Andrés Rivas Mendoza, institución donde se ha jugado
un papel de maestra de apoyo de niños especiales; la
estancia dentro de las aulas ha servido para identificar la poca participación de los padres, pues es mínima la población que asiste a las reuniones, preguntar
¿cómo va su hijo?, ¿cuál es su conducta?, ni mucho
menos ofrecerse a participar en las actividades esco-
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lares, pues de las familias donde ambos padres trabajan, los hijos son cuidados por otras personas, como
la abuela y personas de confianza.
Los niños pasan el mayor tiempo del día fuera
de casa, y son cuidados por otras personas que no
son los padres de familia; se puede deducir que las
tareas son hechas en casa de quien los cuida, la
llevada del niño a la escuela y el momento de recogerlo, que les corresponde a los padres, lo hacen
otros.
Con relación al tiempo que dedican a apoyar
a los hijos en sus tareas, es mínimo, sólo le dan la
indicación pero no existe una verdadera vigilancia,
la mayoría de los padres apoya a su hijo sólo media
hora, y el 3% apoya a su hijo algunos minutos, se
puede decir que es mínimo el tiempo dedicado a los
niños.
La respuesta de los niños con relación al tiempo que sus padres dedican al apoyo de sus tareas, la
mayoría de ellos los apoyan menos de media hora y
el máximo media, esto demuestra que los padres a
pesar de que sienten la responsabilidad de apoyar a
sus hijos en sus tareas, hacen muy poco, y se puede
deducir que la atención es muy superficial.
Mientras los padres se dedican a trabajar tanto
fuera del hogar y dentro de él, los niños se dedican a mirar la televisión por horas ininterrumpidas,
adquiriendo inconscientemente conductas que se
emiten por los programas de televisión, esto demuestra que no existe una verdadera vigilancia hacia los niños.
La vigilancia de los padres contrarresta las
conductas inadecuadas de los niños, pero lamentablemente el principal educador es la televisión ya
que los padres no cuentan con tiempo suficiente
para formar a los pequeños de una forma adecua-
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da, aun sabiendo que en muchas ocasiones los niños imitan lo que sus padres hacen.
Los estereotipos de la violencia en las conductas de trasgresión a las normas escolares por los
niños
“Se considera que el juego es “el trabajo del niño” a
través del cual imita modelos de conducta, se ejercita y domina situaciones difíciles, y usa la ficción para
vencer los conceptos que lo asustan. El juego es una
habilidad humana esencial, que utiliza la imaginación
para crear situaciones que el individuo domina mediante la fantasía y una experimentación sin riesgos”
(Renshaw, 1986, p. 12).
El niño, más que asistir a la escuela a estudiar, la
utiliza como un espacio de recreación, considera de
mayor necesidad el salir a jugar que estar dentro del
salón y escuchar a un maestro hablar. Entre menos
posibilidades tiene de divertirse fuera de la escuela,
más se excitará el niño dentro de ella, y cuando menos les interesa que se les enseñe, utilizan conductas
revoltosas para que el maestro se enfade, y cuánto
más ven la televisión más se duermen en clases.
La utilización del juego dentro del aula es parte de la vida cotidiana, sólo que existen formas de
juego que generan conflictos de convivencia entre
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los alumnos, propiciando la indisciplina dentro de
ella misma. Una situación que demuestra el juego
sano es cuando un niño se levanta a jugar con un
papel, mientras otro niño a escondidas está haciendo un avión y otro pequeño hace cuadros de papel y toma fotografías (observación del día 19 de
mayo del 2010), y lo contrario, un juego agresivo,
es cuando un niño le está pegando a otro pequeño y dice “este es arte”, el niño a quien le pega se
levanta y se sienta arriba de él, se acuesta en las
butacas, se levanta y le pega dos veces en la cabeza
“Me rindo, me rindo” (observación del día 17 de
mayo del 2010).
La reproducción de conductas adquiridas de
los programas de televisión, se pone de manifiesto
dentro del aula, convirtiendo el salón de clases en un
campo de batalla pues el desinterés por la escuela se
manifiesta en esas conductas pasivas y agresivas que
se viven dentro del aula. “Nunca ha sido tan aburrida la escuela como hoy en día, del rechazo pasivo:
inercia, inhibición, ensueño, ausencia...al rechazo activo: agresividad, escándalo, rebelión, brota toda una
gama de comportamientos de rechazo, individuales
o colectivos” (Lurcat, 1997, pp.76-77).
El juego, como dice Domeenac Renshaw, es
el trabajo del niño en donde imita modelos de conductas, estos modelos son aprendidos de su hogar
y por los medios de comunicación; estas conductas
son recurrentes en los niños de la Escuela Andrés
Rivas Mendoza, donde los niños juegan a ponerse
nombres de los personajes favoritos. “Yo me llamo
Chico Cola”, “yo me llamo Chico bestia”, “tú serás
Picosin y yo soy Robin, el de los Jóvenes Titanes, el
que sale en Cartoon Neetwork”.
Al momento de comentar que ellos son los
personajes de su serie favorita, también hacen los
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de los niños a nivel primaria. El caso de la escuela Andrés Rivas Mendoza.
movimientos que ellos realizan: ---Yo soy Saigot, y
pone las manos como se forma el robot, “Saigot trae
armas, un escudo, un brazalete y puede volar”, y comienza a volar por todo el salón, otro niño empieza
a jugar, se pone derecho y saca la mano saca hacia
enfrente y hace este sonido: zzzzaaaaa” (observación del día 17 de Mayo del 2010).
Esto demuestra que el niño, por medio del
juego, reproduce las conductas de sus personajes
favoritos; situación que trasgrede las normas de
conducta dentro del salón de clases. Las conductas que ellos reproducen de su personaje favorito,
son adquiridas de los programas de televisión y videojuegos, actividad favorita que realizan de una
hora a más de tres horas. Los programas favoritos
más vistos por los niños son: lucha libre, Naruto;
programas en los que se enaltece la violencia y la
satisfacción del yo por medio de ella. Los videojuegos favoritos son: WWE, San Andrés y Bite City,
mismos que al igual que los programas favoritos
son juegos que muestran la violencia, como los
movimientos primarios de los personajes, acciones
que los niños por medio del control remoto realizan; por medio de esta acción se despersonalizan y
toman la imagen del que controla.
De los videojuegos y programas favoritos, lo
que más les gusta ver a los niños son las acciones que
sus personajes realizan, la forma como se visten y
hablan, así como la adquisición de productos que el
mercado lanza al público, en especial a la población
infantil (ver anexo 8).
Con los objetos adquiridos, los niños imitan a
sus personajes favoritos en los escenarios donde se
pueden personalizar, como es el caso de la escuela, ya que los niños están en constante contacto con
personas de su misma edad y objetivos.
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de los niños a nivel primaria. El caso de la escuela Andrés Rivas Mendoza.
Con esto, la investigación demuestra que en los
niños su principal juego son las imitaciones de su
personaje favorito; estas conductas son el principal
distractor en los escenarios donde se imparte la educación, por lo tanto, los niños no logran la adquisición adecuada de los contenidos de las diferentes
asignaturas impartidas por el docente.
La mediación como metodología de trabajo
para la construcción de compromisos entre los
actores escolares
El aula constituye un lugar de relaciones, encuentros entre alumnos y maestros, cualquier sentimiento, gestos e incluso miradas pueden despertar sentimientos encontrados entre ellos. La convivencia
es diaria, pero existe una brecha generacional que
marca las pautas de convivencia entre autoridad y
obediencia. Continuamente los alumnos son majaderos, no escuchan a los profesores; pero también
existe una hostilidad, despreocupación por parte de
los maestros y un tanto desesperados los profesores
recurren a las reglas de castigo, se valen de las reglas establecidas de la escuela
para ejercer su autoridad para
que los alumnos obedezcan
forzosamente, tal como lo
describe Elena Castellanos
(2001, p. 10), que: “El profesorado suele utilizar el recurso
del castigo como única herramienta para mantener el control del aula”, es decir, cuando
el maestro pierde la capacidad
del manejo del grupo, su autoridad es cuestionada y recurre
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al castigo como la única forma de control, y cuando
un maestro es competente mantiene el orden y la
disciplina dentro del salón de clases.
Acerca del castigo, Barreto maneja el castigo no
como una forma de hostilidad por parte del maestro,
sino que la utilización de este mismo de una forma
positiva, nos dice que aunque esté relacionado con la
enseñanza el castigo no debe considerarse una clase
de la misma; el alumno puede llegar a aprender algo
por medio del castigo, por ejemplo, si llega tarde a su
clase o si es desordenado y se porta grosero con el
maestro o compañeros, pero el castigo como tal no
es el que enseña. Este tipo de castigo involucra que
el maestro hable con el alumno y le haga entender y
razonar que lo que hizo estuvo mal.
Esta práctica es recurrente en el profesorado
de la Escuela Andrés Rivas Mendoza, usan las amenazas de castigo para controlar a los niños ante la
indisciplina que provocan; las frases que usan son las
siguientes: “van a estar en la lista, su comportamiento cuenta para su calificación”, “Bueno, Jesús Ángel,
¿te quieres quedar castigado?”, (observación del 19
de mayo del 2010).
Gladis Zulema Acosta Moreno
La indisciplina escolar como producto de las conductas individualistas
de los niños a nivel primaria. El caso de la escuela Andrés Rivas Mendoza.
revisar, explicar la clase; otro hábito
es salirse del salón a platicar con algún compañero, o hablar por teléfono
mientras los niños trabajan. Las acciones que la maestra realiza en el salón
de clases, son las siguientes:
-
En este caso, el maestro debió utilizar una estrategia donde los niños se interesaran en la actividad, y no hacer tanto desorden como hacer equipos
de lectura, donde se pudiera separar a los niños que
hacen un mayor desorden y ponerlos como “capitanes del equipo”, para que ellos se encargaran de la
organización de las lecturas y mantenerlos ocupados
con una lección que les haya llamado la atención en
clases anteriores.
En este caso, se observó la falta de compromiso que tuvo la maestra para con sus alumnos, no
tuvo la capacidad o no quiso utilizar una estrategia
novedosa para que les interesara a los niños mientras
ella estaba ocupada; además, se afirmó que la única
estrategia que utilizan los maestros para controlar a
los niños es el castigo.
En otro de los aspectos en que los maestros
muestran su falta de compromiso, es en las conductas que presentan durante la clase. Se observó que el
maestro, en su cotidianidad frente al grupo, realiza
conductas que se convierten en hábitos, los cuales
repercuten en el control del grupo y el manejo de
estrategias para controlar a los niños con más indisciplina.
Los hábitos más comunes, son: llegar y sentarse
en su escritorio, y desde ese lugar dar indicaciones,
-
La maestra llega se sienta y da
una indicación: “Júntense de dos
en dos”, y empieza a explicar.
La maestra se levanta a escribir unas cuentas de multiplicar en el pizarrón, y se sienta
de nuevo.
Los niños no hicieron lo que la maestra les
indicó, y sólo jugaron e hicieron relajo, conductas
que la maestra dejó pasar hasta que sonó el timbre
del recreo; tampoco utilizó una estrategia donde los
niños pudieran interactuar o jugar para formar los
equipos (observación del día 17 de mayo del 2010).
En otra de las observaciones, se pudo corroborar que la maestra usa el celular por un largo
periodo, sin darse cuenta de las conductas de los
niños, y sólo dio una indicación, vio que todos trabajaran y se salió del salón de clases por un largo
periodo (observación del día de junio del 2010).
Estas observaciones indican varias acciones
que realizan los maestros constantemente, que provocan indisciplina dentro del salón de clases, lo que
también se puede llamar una indisciplina o falta de
disciplina por parte de los actores escolares.
La disciplina, según Barreto, “es la capacidad
de actuar ordenada y perseverantemente para conseguir un bien. Exige un orden y unos lineamientos
para poder lograr más rápidamente los objetivos deseados, soportando las molestias que esto ocasiona,
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de los niños a nivel primaria. El caso de la escuela Andrés Rivas Mendoza.
ser eficaz en producir resultados.”2 Es, también, la
entrega de lealtad a ciertas condiciones impuestas
por algo o alguien, la indisciplina es la deslealtad o
irrespeto a esas condiciones.
Con las acciones observadas, los maestros también propiciaban la indisciplina dentro del salón de
clases, es decir, su deslealtad a su profesión, la utilización de estrategias innovadoras y la falta de respeto hacia sus alumnos son parte de la indisciplina.
La carencia de compromiso del maestro para
realizar un proceso de enseñanza-aprendizaje de
manera exitosa, genera también la indisciplina de los
alumnos, en especial algunos niños que son los actores principales de la trasgresión; es aquí donde el
maestro opta por utilizar el castigo como forma de
control, e inicia un conflicto entre el niño, maestro y
padres de familia.
La intervención del trabajo social desde el “modelo de mediación”, es un agente importante en la
resolución de conflictos generados entre ambas partes, maestros y alumnos.
La metodología de intervención del trabajo social incluye la acción mediadora entre las distintas actividades que pone en práctica para la resolución del
problema. De esta forma, para el desarrollo de sus
funciones el trabajo social desempeña una serie de
roles que Teare y McPheters (1970), Germain y Gitterman (1996) han descrito como de apoyo/orientación, gestor, defensa o evaluación. De entre ellos,
destacan el papel de mediación como una intervención que pretende identificar las fuentes del conflicto.
Dentro de esta problemática, al trabajador social le corresponde fungir como mediador entre
2
Ídem, p. 10.
76
Gladis Zulema Acosta Moreno
alumno y maestro, así como buscar que el maestro
obtenga un grado de responsabilidad con el aprendizaje de los niños.
La mediación escolar, un modelo de intervención del trabajo social ante la indisciplina
La teoría de la mediación es un modelo desarrollado
en Rennes, Francia, y en la región de Bretaña por el
profesor Jean Gagnepain, lingüista y epistemólogo.
El objetivo de esta teoría consiste en construir una
modelización coherente de los comportamientos
culturales humanos, y de llevar a cabo una reflexión
epistemológica sobre las relaciones que esos comportamientos mantienen entre sí. Por eso, se puede
decir que se trata de un estudio antropológico, es
decir, se hace un análisis del comportamiento del ser
humano y una reflexión en lo que es y lo que se debiere hacer desde las acciones axiológicas.
El trabajo social retoma esta teoría en su intervención en el contexto escolar. Algunas de las
cuestiones en las que interviene el trabajador social
en el ámbito escolar, sirven como actividad mediadora entre la familia y la escuela. En temas relativos
al ausentismo escolar, en conflictos disciplinarios,
entre familias inmigrantes y minorías étnicas, en la
resolución de conflictos entre alumnos y profesorado o entre los propios alumnos. Los objetivos de
la mediación en este ámbito, serían los siguientes:
-
Potenciar un cambio cultural en los centros, que permita tratar el conflicto de forma constructiva y positiva.
Gladis Zulema Acosta Moreno
Que los Consejos Escolares y las Comisiones de Convivencia con:
- La mediación escolar, una forma de
enfocar la violencia en las escuelas.
- Consideren la mediación como un
proceso de resolución de conflictos
educativos, preventivo y útil para tratar la mayoría de conflictos que se
dan en el contexto escolar (y de forma extensiva en la comunidad).
- Promover la construcción de espacios
de negociación en los centros escolares,
donde se aborden los conflictos de forma
constructiva, desde el diálogo y a la búsqueda de acuerdos consensuados.
- Favorecer la participación de las partes implicadas en un conflicto en la resolución/
La indisciplina escolar como producto de las conductas individualistas
de los niños a nivel primaria. El caso de la escuela Andrés Rivas Mendoza.
-
-
gestión/transformación del mismo con la
ayuda de un tercero, el/la mediador/a.
Promover más relaciones horizontales entre los miembros de la comunidad escolar:
padres y madres, alumnado, profesorado y
personal no docente. Esto daría un sentido
más realista y coherente al tema de la participación, y para conseguir estos objetivos
se pueden hacer actividades.
CONCLUSIONES
Construimos el espacio escolar como aquél que representa un escenario de lo cotidiano, donde se presentan con frecuencia conductas, actitudes, creencias y valores que configuran la construcción ética de
estudiantes y docentes. Destacando que en la escuela
el espacio básico es el aula, donde se gestan conflictos, tipos de roces entre maestro y alumno y de
alumno-alumno; son conductas de trasgresión que
aparentemente no significa un factor que desfavorece el proceso de enseñanza-aprendizaje, pero que,
de acuerdo con el resultado de nuestra investigación,
estos eventos afectan de manera directa en el aprendizaje de los niños.
Destacamos que alrededor de la categoría indisciplina escolar se construyen al menos dos grandes enfoques y un consenso: por una parte, ambas
posiciones reconocen que la indisciplina es un conflicto escolar, y es identificada, para unos estudiosos, como una problemática de análisis, para buscar
nuevos métodos y técnicas de enseñanza; para otros,
este concepto no contribuye a comprender la reacción del alumno ante la deficiencia de los docentes
durante las clases y la despreocupación de los padres
en la educación de sus hijos, quienes le han otorgado
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La indisciplina escolar como producto de las conductas individualistas
de los niños a nivel primaria. El caso de la escuela Andrés Rivas Mendoza.
a la escuela la responsabilidad en la resolución de
estos problemas.
Ante estos enfoques, se trabajó en la idea de
Savater, quien expresa que los problemas de indisciplina escolar responden a una crisis de autoridad
familiar, de abandono de los padres, por dimisión
o renuncia, a educar en valores y respetar la escuela, que acaba dejando en manos de los profesores la
educación de sus hijos y que la escuela, y en particular los docentes, no tienen instrumentos para imponer su autoridad.
En el escenario concreto de nuestro estudio,
observamos que este conflicto escolar mete en desgastes a los actores (los docentes, padres de familia y
autoridades escolares) sin lograr disminuirlos, prolongando esta situación al grado de afectar la verdadera
práctica educativa, formativa en lo académico de los
niños y, de manera indirecta, al sistema educativo y al
desarrollo de nuestro país, reconociendo que la crisis
educativa de México no reposa en ocupar los últimos
lugares en las listas de la OCDE sino en la incapacidad de nuestros niños, jóvenes, profesores y autorida-
78
Gladis Zulema Acosta Moreno
des educativas para afrontar y preguntarse acerca de
los verdaderos y graves problemas nacionales.
Otra línea que trabajamos fue considerar los
elementos involucrados en la problemática, tales
como: las formas de enseñanza, familia y medios de
comunicación, ya que éstos influyen para que exista
indisciplina dentro de las aulas escolares. A través de
la investigación inductiva-deductiva y después de la
observación de los datos y el análisis realizado, afirmamos que la indisciplina escolar es parte de una
cohesión de varios factores sociales, enfatizando: la
despreocupación de los padres en la educación de
los hijos, la falta de interés de los docentes y la influencia de los medios de comunicación en los niños.
Se resume que en relación a la falta de atención de los padres a los niños de edad escolar, el
factor principal es la falta de tiempo de los cónyuges
en atender a los pequeños, pues el tiempo dedicado mayormente es de quince minutos a media hora
diario; el resto de tiempo se dedica a trabajar remunerativamente y en las labores domésticas; abriéndose un espacio de tiempo, en el que los niños no
tienen acompañamiento en sus tareas formativas y se utilice en jugar
videojuegos, ver televisión; es decir,
el estudio reafirma que los niños están en “manos” de un aparato televisivo, computadora y controles de
nintendo. Son, pues, los educadores
“inocentes” de los niños los cuales
los reproducen en forma de juego
dentro del aula, provocando una
alteración de conductas de varios
niños.
Con relación a las técnicas que
utilizan los maestros para desarro-
Gladis Zulema Acosta Moreno
La indisciplina escolar como producto de las conductas individualistas
de los niños a nivel primaria. El caso de la escuela Andrés Rivas Mendoza.
llar sus clases, se afirma que existe una despreocupación en atender
los problemas de conductas de los
niños, por buscar técnicas donde se
propicie eficazmente el proceso de
enseñanza-aprendizaje, la verdadera
preocupación son las situaciones familiares y de convivencia con los colegas; además, son los actores escolares quienes en muchas ocasiones
provocan que los niños trasgredan
las normas dentro del salón.
Las causas anteriormente expuestas, fueron los resultados obtenidos de la investigación referente a
la problemática de indisciplina escolar, con relación a las aportaciones
que se pudieran dar a las ciencias sociales y en especial a la disciplina de trabajo social, se considera
que es sólo una pequeña contribución para poder
entender la situación de la crisis educativa en nuestra
región y país.
Es, también, para el trabajo social, una oportunidad de incursionar de una forma significativa a las
áreas educativa y social, con la búsqueda de estrategias de solución para los conflictos suscitados en los
planteles escolares, como lo es la indisciplina.
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