96 LA H I S T O R I A N A T U R A L EN ESPAÑA formarse idea de él. Desde luego se destaca, como es natural, el interés por los seres en razón a su utilidad, peligro o curiosidad. Muéstrase conocedor del tigre, Filis onza L . , del galo cerval Lyns rufus Guidents, F. pardalis L . , que llama onza del F. juaguaronaM Fisdh (tezoniztae), del león F. concorlor L . , del Cercoleptus caudivolvus Pall, del coiott Nasua nasica L . y otras fieras. Designa con el nombre indio de tlacuatl, al marsupial más conocido, el que Linneo designa dos siglos después con el nombre de Didelphis marsupialis L . ; le describe con toda exactitud, demostrando un gran conocimiento de él, así como de los apestosos Mephitis mephitica Saw. E s el primer autor que nos habla de la maravillosa ave que llama quetzallototl Pharomacrus mocinno de la Llave, hoy emblema parlante de Guatemala, en cuyos sellos se representa, y uno de los pocos seres que aparecen en la ciencia descritos por un español y dedicado a otro español, aunque ninguno de ambos es el primero que lo describe, pues L a Llave no hizo otra cosa que dar un nombre linneano a lo que era conocido desde los tiempos del Padre Salhagún. También es el primer autor que habla del aura Cathartes aura L . , como de tantos otros seres. E l pavo le conoce con el nombre de totoyi. Describe diversas especies de papagayos y pájaros moscas. También cita a los caimanes con este nombre (Alligator missipiensis Dand), y los axolott, que habían de venir a ser tan famosos en la ciencia con el nombre de Amblystoma mexicanum Cope. Encontramos indicaciones relativas a multitud de formas vegetales, como la tacamahaca, Calophyllum inophyllum L . , la salsaparrilla, Smüax zarzaparrilla L . , el aguacate, Laurus persea L . , el chicozapote, Achras zapo-