GÜNTER WASSILOWSKY "FRANCISCO – OBISPO DE ROMA" Actualización del título más antiguo del Papa Cuando Jorge Mario Bergoglio, recién elegido Papa con el nombre de Francisco, se dirigió a los fieles congregados en la Plaza de San Pedro, se refirió a su persona con el título de ‘Obispo de Roma’. Podría parecer que esta referencia se debía a la espontaneidad de los primeros instantes de su elección. Sin embargo, el Papa Francisco ha continuado refiriéndose a sí mismo como Obispo de Roma. Es más, ha acentuado su papel de miembro y cabeza del colegio episcopal, la máxima autoridad de la Iglesia. El artículo subraya el papel ecuménico del título y el hecho de que este título no solo es el más antiguo del Papa sino que es la base de la identidad de su función eclesial. Esto lo corrobora tanto la Constitución Lumen Gentium del Vaticano II como los primeros años de la historia (o, mejor, prehistoria) del ulterior papel del Obispo de Roma en la Iglesia. Esta actualización del título deja entrever no solo un inteligente contrapunto del Papa Francisco “al problemático proceso de centralización papal de los últimos tiempos, sino que muestra una buena percepción de la primitiva tradición eclesial”. “Francesco – Vescovo di Roma”. Über die gegenwärtige Neubelebung der ältesten Titulatur des Papstes, Communio 43 (2014) 142-147. El punto de partida: el “Anuario Pontificio” de 2013 La regla vigente en el catolicismo de que toda innovación siempre se inscribe en líneas de continuidad que funcionan a largo plazo, algunas veces promueve soluciones altamente creativas. Quien consulte el “Anuario Pontificio” de 2013 encontrará un excelente ejemplo de ello. Se trata del primer “anuario papal” que se publicó pocas semanas después de la elección del Papa Francisco. Este manual del Vaticano que registra todos los miembros de la jerarquía católica -empezando por el Papa y los funcionarios de la curia romana, e incluyendo también a los obispos y a las instituciones eclesiales de la Iglesia católica romana y de las iglesias orientales- se publica cada año de forma impresa desde mitad del siglo XIX y consta de más de 2000 apretadas páginas. Desde hace unos 150 años, se abre con una lista oficial de los Papas. Antes de ofrecer los datos personales de los cardenales y de los obispos, se presenta al Papa que 27