ARQUITECTURA EL J U E G O E N L A ARQUITECTURA. I S O Z A K I BARCELONA ACTUALMENTE LA ARQUITECTURA JAPONESA ESTA ADQUIRIENDO UNA INDISCUTIBLE IMPORTANCIA. ISOZAKI RESUELVE SUS PROYECTOS EN OCCIDENTE CON FIDELIDAD A SUS PRINCIPIOS ORIENTALES PERO SIN OLVIDAR EL MUNDO OCCIDENTAL. PABELL~N SANT JORDI. BARCELONA. ARQUITECTURA *. $,e ' : "'%. z- ' 3'.J 1 ARQUITECTURA ntes de ~adesi~nación, por parte del Comité Olímpico Internacional, de Barcelona como la ciudad que alojaría la convocatoria de los próximos juegos de verano de 1992, la ciudad condal sentía la irrenunciable necesidad de recuperar el recinto deportivo que, anteriormente, había motivado la construcción del Estadio en el contexto de urbanización de la montaña de Montjuic, que se había llevado a cabo durante los últimos años de la década de los veinte. De este modo, el Estadio junto con el Palacio Nacional se convierten en los dos últimos símbolos que, tras la Exposición Internacional de Barcelona de 1929, pierden su condición de arquitectura efímera y perduran hasta el inicio de nuestra década: los años ochenta. Una vez resuelto el concurso internacional restringido, convocado para urbanizar el nuevo sector llamado Anillo Olímpico, la ciudad de Barcelona recibe el veredicto del jurado: la remodelación del Estadio correrá a cargo de los arquitectos Alfonso Mila, Federico Correa, Vittorio Gregotti, Joan Margarit y Carles Buxadé; la construcción del INEF (Instituto Nacional de Educación Física) a cargo de Ricard Bofill y su Taller de Arquitectura, y, por último, el nuevo Palacio de Deportes a cargo del arquitecto Arata Isozaki. Arata lsozaki nació en 1931, en Oita, Kyushu, Japón; alumno predilecto de Kenzo Tange, colaborará en los proyectos que éste realizará para los Juegos Olímpicos de Tokio, 1964, en especial en el proyecto del Palacio de Deportes, en Takamatsu, de 1962 a 1964. Los primeros esbozos que lsozaki hará para Barcelona partirán de esta colaboración. Muy pronto surgirán nuevas versiones, nuevos diseños, nuevas ideas que configurarán poco a poco un edificio con profundas raíces en la cultura oriental pero aceptando el reto de la necesaria aproximación al mundo occidental. lsozaki sabe cómo sintonizar con la arquitectura catalana. Sin duda buscará en la cultura catalana contem- poránea el nombre de Antorii Gaudí y de su discípulo Josep M. Jujol. De Gaudí utilizará aquellos elementos estructurales y formales que dejen un gran margen de libertad en el proceso creativo y, al mismo tiempo, que reconozcan su vinculación a la arquitectura catalana. lsozaki quiere que su arquitectura quede vinculada al lugar, no sólo por sus afinidades formales con arquitecturas catalanas, sino más bien porque le interesa recuperar y conjugar la alta tecnología con el proceso artesanal en aquellos elementos que, por su fuerza cromática o por su repercusión en el resultado final, tengan suficiente protagonismo y, en definitiva, un reconocimiento que vinculará, una vez más, Oriente y Occidente. E l Palacio de Deportes Sant Jordi ( 1986- 1 990), con unas dimensiones próximas a 140 x 120 metros y una capacidad de 17.000 asientos, acoge un elemento que lo sitúa en una cota muy elevada en el "ranking" de la arquitectura internacional actual: la cúpu- ARQUITECTURA la cubierta que se resuelve con un procedimiento articulado y móvil llamado Pantadome. Citamos este elemento porque durante todo el proceso creativo tuvo muchas formas, perfiles y soluciones. Con todo, debe señalarse su asimetría con respecto del eje longitudinal que quiere ser una transposición del perfil de la montaña de Montiuic, perfil muy vinculado, por otro lado, a la ciudad de Barcelona. Otras consideraciones que cabe realizar sobre el Palacio pueden ser las fachadas de las cuatro caras, que se resolvieron con unos plafones modulados de fina textura y correcta ejecución; el espacioso vestibulo con vidrieras que dan a la plaza que acogerá una sofisticada escultura de Aiko Miyawaki, y desde el que se puede apreciar el movimiento sinusoida1 de la cubierta; las grandes dimensiones para la correcta distribución del público asistente, al margen de la constelación de orificios de la cúpula, característica peculiar por su doble condición deportiva y urbana según se contem- ple, por la noche, desde el interior o desde el exterior. Aprovechando la ocasión de tener a lsozaki en Barcelona, el regidor de una pequeña población muy cercana al litoral de la zona norte de Barcelona, Palafolls, le encargó el proyecto de un pabellón polideportivo. Fruto de este encargo, edificará una figura circular de 67,5metros de diámetro, ubicada en un contexto de nueva expansión urbana. Es sorprendente la simplicidad en la resolución de este proyecto; la mitad del circulo será propiamente el pabellón, mientras la otra mitad estará destinada al acceso y, en definitiva, a resolver todo un rito de cómo debe entrarse y en qué condiciones debe presenciarse un espectáculo deportivo. Después del dintel, flanqueado por unas pérgolas, se llegará al interior por un pavimento duro y, tras el acceso al interior, un pavimento blando, que nos .advierte de la necesaria relaiación ante un acontecimiento en el que se ha de prestar atención al esfuerzo de los pro- tagonistas de cualquier deporte que pueda practicarse en su interior. Una vez más debe señalarse la cubierta de este pabellón. Perfectamente asentada en el perímetro, dibuja un perfil ascendente-descendente en forma de frontón que da a la fachada principal la importancia que merece, sin olvidar su orientación hacia el norte. Una discreta abertura en la zona posterior facilita la iluminación de la pista con rayos de sol difuminados para compensar el calor necesario en cualquier edificio situado junto al Mediterráneo. Actualmente, la arquitectura japonesa está adquiriendo una indiscutible importancia. Una arquitectura con una voluntad de claridad y contundencia que la hace esencial y paradigmática. Isozaki resuelve sus proyectos en Occidente con fidelidad a sus principios orientales pero sin olvidar que el mundo occidental puede también enseñarle a utilizar las cartas indispensables para hacer un juego perfecto: el juego de la arquitectura culta.