ADQUIRIR AUTONOMÍA TAMBIÉN ES SABER ACEPTAR LAS REGLAS Los niños necesitan conquistar su autonomía para construirse bien… pero progresivamente, a su ritmo. La psicoanalista Etty Buzyn nos advierte contra la tendencia de nuestra sociedad a empujar a crecer a los niños demasiado pronto, demasiado rápido. Y ayuda a los padres a encontrar el compromiso adecuado para que el niño logre el objetivo de alcanzar su autonomía. ¿El niño tiende naturalmente a la autonomía? El niño está programado genéticamente para convertirse en un individuo completo y autosuficiente. Durante el primer año de vida, el bebé es totalmente dependiente. Cuando empieza a andar, manifiesta por primera vez su deseo de independencia. Desplazarse le permite no sólo descubrir su entorno, sino también tomar distancia respecto de las personas que se ocupan de él. Los tres años marcan otro punto de inflexión. El niño tiene ya plena conciencia de sus posibilidades y quiere probarlo todo. ¿Adquirir autonomía es fácil para todos los niños? No. A algunos les cuesta más, les produce angustia. Por eso es necesario darles mucho amor y atención para tranquilizarlos. El niño que siente que está recibiendo lo suficiente de sus padres asumirá más fácilmente las separaciones, que son la base de la autonomía. Después, los padres deben acompañar a su hijo en su búsqueda de independencia. Lo más descorazonador para un niño es la indiferencia. Necesita que sus esfuerzos sean valorados y la mirada de sus padres. Para darle confianza y animarlo no hay que hacer las cosas por él, sino estar a su lado mientras las hace él solo. Así estará mejor preparado para afrontar el colegio, donde va a tener que existir por sí mismo en medio de un grupo, desarrollar sus propias capacidades y defenderse si es preciso. En definitiva, los padres deben establecer límites: lo que está permitido, lo que es negociable y lo que está prohibido. L.C.E. Karla Galindo Betralét Coordinadora de Primaria Información extraída de rinconmaestro.es