EL ARTISTA HABLA: Paul Cézanne sobre Retrato de un campesino Carta a Émile Bernard (Aix, 12 de mayo de 1904): «Avanzo con gran lentitud, pues la naturaleza se me ofrece de manera bastante compleja; pero los progresos son incesantes. Es menester ver bien el modelo y sentir con justeza, y luego saber expresarse con distinción y con fuerza. El gusto es el mejor juez. Es raro. El arte sólo se dirige a un número excesivamente restringido de individuos. El artista debe desdeñar la opinión que no descanse en la observación inteligente del carácter. Ha de desconfiar del espíritu literario, que hace tantas veces que el pintor se aparte de su verdadera vía –el estudio concreto de la naturaleza– para perderse durante demasiado tiempo en especulaciones tangibles. El Louvre es un buen libro para consultar; pero no debe ser más que un intermediario. El estudio real y prodigioso emprendido es la diversidad del cuadro de la naturaleza.» Carta a Émile Bernard (Aix, 26 de mayo de 1904): «… Pero yo siempre vuelvo a lo mismo: el pintor debe consagrarse por entero al estudio de la naturaleza y tratar de realizar cuadros que sean una enseñanza. Las habladurías sobre el arte son prácticamente inútiles. El trabajo, merced a lo cual se hacen progresos en el propio oficio, es suficiente reparación al hecho de no ser comprendido por los imbéciles. El literato se expresa con abstracciones, mientras que el pintor concreta, por medio del dibujo y el color, sus sensaciones y sus percepciones. Nunca se es demasiado escrupuloso ni demasiado sincero ni demasiado sumiso para con la naturaleza; pero se es más o menos dueño del modelo y, sobre todo, de los propios modos de expresión. Penetrar lo que se tiene ante los ojos y perseverar en expresarse uno de la manera más lógica posible.» PAUL CEZANNE Retrato de un campesino, 1905-1906 Óleo sobre lienzo. 64,8 x 54,6 cm Museo Thyssen-Bornemisza Carta a Louis Aurenche (Aix, 10 de enero de 1905): «… Sigo trabajando, y sin hacer el mínimo caso de la crítica ni de los críticos, tal y como ha de hacer un artista verdadero. El trabajo me dará la razón.» Carta a Louis Leydet (Aix, 17 de enero de 1905): «Llegar a formular suficientemente bien las sensaciones que experimentamos al contacto con esta bella naturaleza –hombre, mujer, naturaleza muerta–, y que las circunstancias le sean favorables; eso es lo que yo deseo a todo simpatizante del arte.» Carta a Roger Marx (Aix, 23 de enero de 1905): «Mi edad y mi salud no me permitirán realizar el sueño que he perseguido durante toda mi vida. Pero siempre me sentiré agradecido para con el público de entendidos que han tenido la intuición –a través de mis vacilaciones– de lo que yo había querido intentar para renovar mi arte. En mi pensamiento, no suplantamos al pasado, lo único que hacemos es añadir un nuevo eslabón. Con un temperamento de pintor y un ideal de arte, es decir, una concepción de la naturaleza, se habrían necesitado medios de expresión suficientes para resultar inteligible al público mediano y ocupar un lugar digno en la historia del arte.»