Deseos Sus finos cabellos descienden descuidados hacia su pecho pleno, tan sólo una parte de ellos quedan enredados entre sus dedos. Mientras, su otra mano eleva los suyos e incita al deseo hundiéndolos entre los perfumes que hay en su sonrisa, bañándolos en la dulce espuma que ansía mi boca. Una oscura camisa intenta esconderme sus firmes secretos, pero ellos se revelan y empujan esa fútil cárcel y muestran con botones sus incontenibles ganas de asomar su anhelo. Me mira y no sé yo si me provoca o es tan sólo su forma de entender la vida, y en esta bendita mañana saborear su hechizo a mí me toca. Su cuello regala placer infinito a mi vista nublada en forma de sueños de besos y sabores nuevos… sabor a su boca, sabor a su cuello, sabor a sus pechos… Un infierno celestial de parte a parte inunda mi cuerpo, y mientras sucumbo rendido ante sus ojos negros, se elevan impetuosos entre mis piernas toda clase de deseos.