LA PREPARACIÓN DE SOLICITANTES DE ADOPCIÓN INTERNACIONAL ©Generalitat Valenciana Autores: Crespo, T, Legaz, E. y Meseguer, A. Edita: Conselleria de Bienestar Social, 1999. LA PREPARACIÓN DE SOLICITANTES DE ADOPCIÓN INTERNACIONAL I. INTRODUCCIÓN. La adaptación a las necesidades que presentan los menores que pueden ser objeto de adopción plantea en la actualidad la necesidad de buscar nuevos modelos de selección de familias. Tras el análisis de los distintos modelos, podemos afirmar que el modelo más completo y que indica mayores factores de buen pronóstico en la adopción es el que introduce, previo a la valoración psicosocial, la preparación/formación de las familias que van a adoptar. El énfasis en la selección de padres adoptivos pasa, por tanto, por la aproximación a través de la preparación con el uso de grupos educativos. En estos grupos educativos los solicitantes pueden aprender y examinarse ellos mismos y sus sentimientos. Se trata de generar un conjunto que parte tanto de la psicología del desarrollo como de aproximaciones sistémicas. Los grupos educativos proporcionan un mayor autonocimiento acerca de los propios recursos y límites, los sujetos pueden aprender sobre sí mismos, sus motivaciones y necesidades y poder aproximarse hacia expectativas más realistas sobre su propio proyecto adoptivo. El mayor exponente en el uso de los grupos de preparación de padres adoptivos fue H.D. Kirk (1.964). Este autor exponía que los padres adoptivos van a desarrollar un rol con unas tareas diferenciadas respecto del resto de los padres: a. Ellos hacen frente a dificultades distintas de las propias de cualquier tipo de paternidad. b. Ellos no están preparados para estas dificultades. c. Sin esta preparación para el rol, los adoptantes afrontarán innecesariamente tensiones en sus relaciones con sus hijos. Por tanto, la constitución de estos grupos tiene como objetivo la preparación y educación de los adoptantes para el rol que van a ejercer, ya que muchas de las familias pueden ser adecuadas para atender un niño una vez preparadas para ello. Los objetivos que se establecen con la introducción de los grupos educativos son los siguientes: a. Ayudar a los candidatos a explorar la naturaleza de la paternidad/maternidad adoptiva y a compender sus propios sentimientos sobre ello, así como las principales dificultades que pueden presentarse en las relaciones adoptivas. b. Facilitar a los candidatos la realización de una valoración de su propia motivación, de sus necesidades y de sus capacidades. c. Proporcionar a los candidatos una formación en las habilidades necesarias para la educación de un niño/a adoptado. Siguiendo a Fuertes y Amorós (1.997), los grupos de formación suelen atender a tres aspectos de los participantes: 1. Aspectos actitudinales y emocionales, como es la disposición a aceptar el pasado del niño, sus sentimientos y recuerdos sobre su familia, la disposición a mostrar respeto hacia la familia biológica y las circunstancias que llevaron a la separación definitiva, a ayudar al niño a conservar y valorar su propia historia, a aceptar los sentimientos del niño de ambivalencia, inseguridad y sus deseos de conocer más acerca de su genealogía, etc. 2. Desarrollo de habilidades que permitan afrontar de forma competente la tarea de adecuar a un niño adoptado o a un niño con problemas de comportamiento, en su caso. 3. Aspectos cognitivos relacionados con el proceso de la adopción y sus implicaciones, los problemas más habituales, los recursos existentes en la comunidad, etc. A través de las sesiones se utilizan los grupos de discusión y entrenamiento, donde el profesional desarrolla un conjunto de temas por medio de actividades eminentemente participativas (juego de roles, lluvia de ideas, trabajo en grupo, videos, fotografías, dibujos, etc.). Debe quedar claro que estos grupos educativos no son en esencia grupos terapeúticos, aunque indirectamente, las interacciones de los miembros del grupo puedan dar lugar a este tipo de efecto. Pero ello es un subproducto más que un objetivo. Por último, se reconoce que la preparación puntual para la paternidad adoptiva no es más que un eslabón dentro de la cadena formada por la fase previa de Información, y las posteriores: Valoración, Seguimiento y Servicio PostAdopción. II. METODOLOGÍA. La estructura de cada Ciclo Formativo está compuesta por tres sesiones, dos de 3 horas y una de 4 horas de duración, separadas por un tiempo para reflexión entre una y otra de, aproximadamente, dos semanas. Los contenidos a tratar son los que se consideran básicos en una primera preparación de los solicitantes de adopción. Este diseño, lejos de ser el óptimo, intenta aunar los requerimientos técnicos del programa a desarrollar con las posibilidades de recursos humanos y materiales con que la Conselleria de Bienestar Social cuenta, siendo conscientes de las limitaciones que ello conlleva . Cada grupo queda configurado por un número máximo de 30 participantes conducidos por un coordinador. Es de destacar que la opinión técnicamente aceptada al respecto es que el grupo, compuesto por un máximo de 20 participantes, debería contar con dos coordinadores, que se apoyarían alternativamente en las actividades con las funciones de observador y conductor. Las actividades que se proponen llevan una sistemática general de tal manera que primero se realizarán en pequeños grupos, para posteriormente, realizar una “puesta en común” del grupo general. El apartado que denominamos devolución contiene las ideas principales a las que, tras cada actividad, el grupo debe ir accediendo, conducido por el coordinador. La composición de los grupos de trabajo pequeños, estables para las tres sesiones, que se propone es la siguiente: ⇒ proponer al grupo general la constitución de cuatro grupos pequeños, separando a los dos miembros de cada una de las parejas; en la primera sesión se concederá un tiempo reducido para que se conozcan, nombren un portavoz y cada miembro del grupo se presente al grupo general, o bien, sea presentado por su compañero. La forma de presentación puede variar a juicio del coordinador del Ciclo Formativo en función de las primeras interacciones que vaya observando. Con la finalidad de realizar una evaluación del programa, en orden a la contínua mejora tanto de procedimientos como de contenidos, al cierre de la Tercera Sesión se pasará un Cuestionario de Valoración de la Formación Recibida a cumplimentar por parte de los asistentes de forma anónima. De igual manera, con el ánimo de coordinar esta fase de preparación con la de valoración psicosocial, al finalizar cada Ciclo Formativo, el profesional docente cumplimentará un Cuestionario de Valoración de los Solicitantes donde se pretende reflejar el grado de conocimiento que los participantes han alcanzado a lo largo de las sesiones. Así pues, el equipo psicosocial valorador podrá orientar más acertadamente su evaluación profundizando en aquellas áreas en las que los solicitantes denoten mayores dudas o carencias, motivándolos a la reflexión, continuando, por tanto, con el objetivo de preparación de los mismos y de prevención de fracasos posteriores a la adopción (ambos cuestionarios figuran en el Anexo I del presente documento). III. DESARROLLO DE LAS SESIONES. PRIMERA SESIÓN: “PADRES Y MADRES ADOPTIVOS” SEGUNDA SESIÓN: “NUESTROS TEMORES” SENTIMIENTOS, ESPERANZAS Y TERCERA SESIÓN: “PATERNIDAD PSICOLÓGICA: EL ENCUENTRO INICIAL Y LO QUE VIENE DESPUÉS” PRIMERA SESIÓN: “PADRES Y MADRES ADOPTIVOS”. I. ESTRUCTURA DE LA SESIÓN. INTRODUCCIÓN (15 minutos) 1º EXPLICACIÓN DEL PROCESO DE FORMACIÓN-VALORACIÓN 2º EXPOSICIÓN DE LOS OBJETIVOS DEL CURSO Y DISTRIBUCIÓN DE LAS SESIONES 3º CONSTITUCIÓN DE LOS PEQUEÑOS GRUPOS ACTIVIDAD NÚMERO 1: MOTIVACIÓN PARA LA ADOPCIÓN. Trabajo en pequeño grupo (30 minutos): Motivos generales para adoptar. Gran grupo (45 minutos): Recoger opiniones expresadas y confrontar. ACTIVIDAD NÚMERO 2: PATERNIDAD ADOPTIVA. Trabajo en pequeño grupo (30 minutos): . ¿qué se requiere para ser padre/madre? . ¿qué se requiere, además, para ser padre/madre adoptivo? Gran grupo: Recoger y confrontar (45 minutos). CIERRE DE LA SESIÓN (15 minutos) Resumen de las ideas principales. Despedida. II. CONTENIDOS DE LA SESIÓN. INTRODUCCIÓN Y OBJETIVOS Se tratará de desarrollar las ideas expuestas en la introducción general del presente documento apoyándose en la transparencia que expone todas las fases del proceso. Además de ello, con el fin de relativizar nuestra postura, que puede ser percibida como figura de autoridad cuestionada, frenando en consecuencia la participación de los asistentes, se presentará la transparencia que denominamos “Hudson”. Cabrá destacar nuestro rol como preparadores diferenciándolo de aquél que desempeñan los valoradores. El objetivo general de la formación podemos establecerlo en la prevención de fracasos en la adopción, esto es, facilitar que la adaptación e integración familiar se produzca felizmente. Como objetivos específicos enumeramos los siguientes: 1. Aproximar a los solicitantes hacia expectativas realistas respecto de lo que significa ser padres y madres a través de la adopción. 2. Aproximarlos, asimismo, hacia la realidad de los niños adoptables. 3. Facilitarles estrategias de solución de problemas cotidianos en las primeras etapas de crianza de sus futuros hijos. ACTIVIDAD NÚMERO 1: MOTIVACIÓN PARA ADOPTAR. Grupos pequeños: Preguntas a comentar entre todos los componentes del grupo pequeño: 1ª. ¿Qué razones o motivos nos pueden llevar a plantear una adopción? 2ª. ¿Por qué razones o motivos se desea tener un hijo? 3ª. ¿Qué aspectos de la adopción resultan atractivos o positivos? 4ª. ¿Con qué dificultades o inconvenientes nos podemos encontrar? 5ª. ¿Qué diferencias puede haber entre una adopción nacional y otra internacional? Gran grupo: Introducción a la decisión de adoptar: puesta en común de las opiniones expresadas en el pequeño grupo. El formador no realizará valoraciones positivas ni negativas de las mismas, enfatizando la participación. DEVOLUCIÓN Los padres adoptivos pueden expresar un abanico amplio sobre posibles motivos diferentes para desear la adopción. Es importante no prejuzgar que detrás de cualquier opinión expresada pueda haber una motivación negativa. Sólo hay que tener claro, en cualquier caso, que dicha motivación no puede ser perjudicial para el niño, cosa que se dará en la medida en que se busque tener un hijo en sí mismo. Entre otras, los participantes pueden referir las siguientes posibilidades, que, en caso de que aparezcan, habrá que trabajar con todos las posibles implicaciones que pueden tener: - resolver un problema o desajuste de pareja, - tener un heredero, - satisfacer a un tercero, - promover una causa social, - sustituir a un hijo fallecido, - ‘consolarse’ de la infertilidad (estando a la base la concepción de la adopción como una paternidad de “segunda clase”). Cualesquiera que sean los motivos expresados, el niño debe ser buscado en sí mismo, sin que se le instrumentalice como medio para satisfacer necesidades de otros. La adopción está al servicio del niño y no de los adultos. Pero una primera opinión que no se adecúe claramente a este criterio no es rechazable per se. Más importante será la reflexión sobre las repercusiones de cada postura, y tener la capacidad para flexibilizar criterios, y para asumir que ciertos planteamientos, diferentes a los propios, pueden tener algo que aportarles e incluso pueden llegar a ser más beneficiosos que los propios para responder a las necesidades de la otra persona, que va a ser su hijo. ACTIVIDAD NÚMERO 2: PATERNIDAD ADOPTIVA. ? Pequeño grupo. Técnica a emplear: Lluvia de ideas alrededor de las siguientes preguntas: . ¿qué se requiere para ser padre/madre? . ¿qué se requiere, además, para ser padre/madre adoptivo? Al introducir la lluvia de ideas, es fundamental que el formador transmita adecuadamente la idea de que no existen respuestas certeras ni respuestas erróneas. Con la finalidad de que el clima de confianza genere la suficiente participación recordaremos lo expuesto al inicio sobre lo relativo que es enseñar a ser padres, apoyándonos en la transparencia denominada “hudson”. Solamente una vez finalizada la tarea correspondiente a la primera cuestión, se introducirá la segunda. ? Gran grupo: A continuación se recogerán todas las aportaciones anotándolas en pizarra, visible para todos, a medida que se vayan dando. Puede suceder que algún participante niegue la existencia de tareas adicionales para la paternidad adoptiva, lo cual será aceptado positivamente, agradeciendo la participación, para pasar a trabajar el concepto con la ayuda de ejemplos y de las aportaciones del propio grupo. DEVOLUCIÓN Los padres adoptivos tienen que enfrentarse a tareas que no son comunes al resto de padres, dado que la adopción conlleva una serie de circunstancias que hacen de la vinculación familiar adoptiva un hecho diferencial. De entre estas tareas destacamos las siguientes (Kirk, 1964 y otros): a. La ausencia involuntaria de hijos puede producir diversas emociones que pueden afectar al equilibrio personal y de la pareja: - duelo por la pérdida del hijo que se deseó y que no se ha tenido; - culpa por la propia esterilidad; - vergüenza ante los familiares y el entorno social; - autopercepciones negativas por sentirse incompleto o inútil. Otros sentimientos negativos pueden ir dirigidos hacia el miembro de la pareja identificado como estéril provocando una culpabilización o suscitando tanto la ira como el resentimiento. La pareja tendrá que diferenciar entre fertilidad, salud, sexualidad y competencia para ser padres, hechos que en ocasiones, y erróneamente, se identifican. El duelo por la infertilidad necesariamente ha de haber sido elaborado y resuelto, aceptando la imposibilidad de tener hijos biológicos, pero a su vez, aceptando que la capacidad para ser padres es algo diferenciado de lo anterior. En este sentido, se mencionará a las familias que en la siguiente sesión se abordará más específicamente el tema del duelo, tanto el que se da en el caso de los padres, como el que también existe en el caso del niño. b. Una vez adoptado el hijo, tienen que hacer frente a circunstancias que no son habituales en otras familias, tareas de crianza y educación de unos hijos que, en mayor o menor medida, cuentan con un pasado difícil. Esto supone situaciones de estrés adicionales a las lógicas en la construcción de todo sistema familiar. c. El embarazo tienen una función de preparación emocional para el papel de padres, y produce en el entorno social de familiares y amigos un efecto de puesta en situación en relación con este nuevo estatus. Sin embargo, en el caso de los adoptantes, no existe esta circunstancia, y la asunción del papel de padre/madre se hace de una forma repentina, pues no se puede predecir el momento en el que el niño va a llegar. d. Los padres adoptivos se ven sujetos a una observación y estudio permanente. Tienen que someterse a un proceso de aceptación y aprobación, en el proceso de selección. Su intimidad se ve amenazada y pueden percibir que su capacidad para educar a un niño es cuestionada. En este sentido deben ser conscientes de que la institución de protección de menores necesita conocerlos en profundidad, pues su responsabilidad estriba en buscar a aquellas familias que mejor se adapten a las necesidades concretas de los niños adoptables que tiene bajo su tutela. e. No hay ritos, ceremonias religiosas o sociales establecidas que marquen la llegada del nuevo miembro al hogar y faciliten la transición. f. No siempre los familiares de la pareja adoptante y la comunidad aceptan bien la adopción, lo que puede ser fuente de conflictos importantes y de pérdida de apoyo. g. La revelación de la condición de adoptado es un tema especialmente difícil para la mayor parte de los adoptados. Teniendo en cuenta que el niño va a necesitar cada vez más información en función de su desarrollo cognitivo, es bueno que los padres estén preparados para irle proporcionando explicaciones adaptadas a su nivel evolutivo. Si algo no se oculta, nunca habrá de ser revelado. Quizás si desde el principio se habla de la adopción con naturalidad, no generará ansiedad anticipatoria el momento de su hipotética “confesión”. Se explicará a las familias que en la Tercera Sesión se abordará específicamente este tema en el que, por otro lado, confluyen otros como el Duelo por la Infertilidad, los Motivos de Abandono y el concepto que se tiene respecto de la Familia Bilológica. CIERRE DE LA SESIÓN Resumen de las ideas principales. Trasparencia con cuadro comparativo entre la paternidad biológica y la adoptiva (tomado de Kirk, 1964)). Propuestas para la próxima sesión. SEGUNDA SESIÓN: NUESTROS SENTIMIENTOS, ESPERANZAS Y TEMORES I. ESTRUCTURA DE LA SESIÓN. INTRODUCCIÓN (30 minutos) - Resumen de la sesión anterior. - Objetivos de esta sesión. - Aclaraciones a posibles dudas. ACTIVIDAD NÚMERO 1: MANEJO DE EMOCIONES ? Fantasía guiada: Ponerse en lugar del otro (15 minutos) - Pase de la grabación. - Reflexión personal. ? El problema del duelo en general, el del solicitante de adopción y el del niño adoptable (15 minutos) - Pase de transparencias. - Reflexión personal. ? Puesta en común de las emociones expresadas (30 minutos) ACTIVIDAD NÚMERO 2: EXPECTATIVAS. ? Trabajo en grupo pequeño (30 minutos) El niño imaginado: “podría ser, quisiera que fuera…” ? Trabajo en gran grupo (45 minutos) Puesta en común y reflexión sobre repercusiones de los distintos planteamientos, al encontrarnos con el niño real. CIERRE DE LA SESIÓN (15 minutos) Resumen de las ideas principales. Propuestas para la próxima sesión. II. CONTENIDOS DE LA SESIÓN. ACTIVIDAD NÚMERO 1: MANEJO DE EMOCIONES. PRÁCTICA DE EMPATÍA. Se proponen dos actividades sucesivas, de las que se hará al final una puesta en común conjunta. En ese momento, cada uno será libre de aportar o no lo que desee, debiendo generar el formador un clima de confianza. Para cada caso se les dará papel y lápiz para ir anotando aquello que les sugiera. El objetivo es que cada persona, en base a lo que se le propone, pueda identificar emociones, sensaciones fisiológicas, cogniciones que vaya sintiendo o descubriendo, y que les vaya poniendo nombre, que las vaya describiendo; no hace falta que encuentren la palabra justa, ni que valoren si es adecuado que lo sientan así, o que desde fuera se pretenda que sientan una cosa u otra. Con ello se pretende la consecución de dos objetivos: 1. Por un lado, que descubran la lógica y la normalidad de la existencia de ciertas emociones que quizás ellos hayan sentido alguna vez; 2. Y por otro, ayudarles a empatizar con lo que pueden sentir los niños adoptados, quienes posiblemente no lleguen nunca a ser capaces de verbalizarlo, pero que los padres y madres sí que tienen la responsabilidad de comprenderlos y ponerles palabras. También es posible que algún participante piense o sienta que la actividad carece de sentido, o que no tenga nada que ver con su caso. Puede expresar algo en este sentido, o puede no decir nada. No es necesario intentar convencer a nadie de lo contrario, a no ser que él quiera comunicar su situación o que demande una explicación. Y entonces se puede plantear la cuestión al gran grupo. Pero, en todo caso, ése también es un sentimiento posible a expresar y que deberá ser aceptado. ? Fantasía guiada: Ponerse en lugar del otro . Durante la audición pueden ir anotando cosas, y después se dejará un tiempo más para completar lo que deseen. - Pase de la grabación. - Reflexión personal. ? El problema del duelo en general, el del solicitante de adopción y el del niño adoptable. - Pase de transparencias acompañado de la lectura del siguiente texto (se puede leer textualmente o comentarlo de forma más libre, pero procurando no extendernos más del tiempo marcado): 1ª. Cualquiera de nosotros, a lo largo de nuestra vida, es normal que haya perdido a personas próximas y queridas, o una posición ventajosa, o un buen trabajo, o alguna cosa por la que tenía un apego especial, o un estado de salud satisfactorio, o bien nos tememos que pueda pasar algo malo y, de pronto, se nos confirman nuestras sospechas. También la pérdida puede ser en el sentido de algo que se esperaba o se necesitaba conseguir o recibir, y no llega a lograrse. Es más una carencia que una pérdida, pero las vivencias y consecuencias derivadas de ella son similares. Cuando pasa algo así, se ha de iniciar un proceso, costoso a veces, de reorganización de nuestro funcionamiento habitual: además de sentir pena, rabia o un montón de emociones más, muchas veces contradictorias, tendremos que acostumbrarnos a tomar decisiones que antes tomaba otro, o fijarnos más en lo que gastamos, o acudir a tratamiento al hospital, o a defender lo que nos queda con más ahínco. Hasta que la pérdida en cuestión y la necesidad de un nuevo funcionamiento se asuman como partes normales de la existencia, estaremos en proceso de duelo. 2ª. Como tal proceso, es habitual atravesar una serie de fases, no necesariamente sucesivas, ni siempre en el mismo orden, pero sí que es importante llegar a la aceptación de la nueva situación, ya sea resignándose a ella porque no quepan más posibilidades, ya sea reorganizando y reconstruyendo nuestra existencia de una manera realista. Pero a veces llegar a esa última fase supone un esfuerzo difícil de realizar, si no se cuenta con el apoyo suficiente; o incluso en ocasiones resulta poco gratificante. Puede suceder entonces que la persona se quede estancada en la negación de la pérdida, como si no hubiera sucedido, en la hostilidad o culpabilización de su entorno, o en una depresión difícilmente superable. A veces se llega a la pérdida del contacto con la realidad. En definitiva, no se consigue elaborar la pérdida. 3ª. Existen señales que nos indican que el proceso de duelo no se está siguiendo satisfactoriamente. Hay personas que habitualmente son poco expresivas, muy reservadas, y otras, en cambio, son exageradas en sus expresiones o muy sentidas, y cada una tendrá su forma peculiar de manifestar sus sentimientos. Los rasgos de personalidad peculiares de cada uno no son per se ni buenos ni malos. El problema llega cuando se toman actitudes extremas, cuando se mantienen durante mucho tiempo o cuando impiden retomar las actividades de la vida diaria. También hay factores concretos que pueden dificultar más el que se consiga readaptar la situación: que sea una pérdida especialmente dolorosa, grave o inesperada, o que suponga un cambio drástico, o que amenace la propia existencia… 4ª. Cuando una pérdida o carencia se produce a una edad muy temprana, las consecuencias pueden ser especialmente dramáticas por dos motivos: - porque en los primeros meses y años se depende totalmente de los demás para seguir vivo y madurar adecuadamente; - y porque, además, todavía no se ha tenido tiempo de aprender a reaccionar positivamente ante situaciones complicadas, no se cuenta todavía con habilidades propias para desenvolverse por uno mismo. El niño que está en situación de ser adoptado frecuentemente ha tenido que pasar por situaciones de pérdida o de carencia, ante las cuales lo normal es que no sepa cómo reaccionar. Dependiendo de múltiples condiciones, según cuáles hayan sido las carencias o pérdidas más significativas, su reacción puede variar enormemente. El mismo niño puede irse de un extremo agresivo a otro pasivo en poco tiempo, o puede volverse cada vez más inexpresivo, desconfiado o miedoso, o puede buscar de forma exagerada el contacto físico o el agradar a los demás. 5ª. Muchas personas que se deciden a solicitar la adopción de un menor también han tenido que pasar por un proceso de duelo, que, según las circunstancias de cada uno, puede variar enormemente en su intensidad, en su duración, en las reacciones que pueda provocar y en lo costoso de su elaboración. Se puede tardar muchos años en llegar a la certeza de que no se va a poder tener descendencia biológica, o se puede perder en un accidente fortuito a un hijo de manera repentina. Pero cualquiera de los distintos duelos tiene que estar cerrado si se quiere acceder a la adopción en condiciones adecuadas de recibir al nuevo hijo. - Reflexión personal. ? Puesta en común de las emociones expresadas. Las reacciones esperables ante las dos exposiciones previas pueden ser muy variadas. No se pretende en esta puesta en común que se aclare porqué se producen todas las diferentes emociones. En todo caso se puede trabajar con aquellos puntos de la exposición con los que alguien no esté de acuerdo o no haya entendido. El objetivo fundamental será enfatizar el hecho de que es normal que se den una gran variedad de emociones, y que ponerlas en común puede ayudar a algunos a reconocer sensaciones que no se había parado a observar o a explicar en sí mismo o en otros. En el caso de que se cuestionara la utilidad de esta actividad, se puede lanzar el tema al resto del grupo, agradeciendo a la vez la intervención. Si no quedara claro, se remitirá a la actividad siguiente, en la que se trabajará con las repercusiones tanto de emociones como de expectativas personales a la hora de entrar en contacto con el nuevo hijo. ACTIVIDAD NÚMERO 2: EXPECTATIVAS Y REPERCUSIONES DE LAS MISMAS. El objetivo principal de esta actividad, como ya hemos dicho, es señalar la importancia que tienen las ideas, creencias y expectativas propias en el momento de establecer una nueva relación con un niño del que desconocemos gran parte de su historia previa y de sus antecedentes familiares y sociales. En primer lugar se plantean cuestiones para trabajar en grupos pequeños, referidas al niño imaginado o deseado, a su historia previa y a sus necesidades. Y en la puesta en común se aprovecharán las aportaciones hechas para explicar la importancia de la mediación de las ideas que cada uno tenga, a la hora de situarse delante del niño que va a ser el nuevo hijo. Nuestro propósito es únicamente introducir el tema de que, según cómo se plantee cada uno la adopción, su forma de situarse ante su nuevo hijo puede variar significativamente. En la siguiente sesión se trabajará más a fondo sobre las repercusiones que se pueden dar en distintos tipos de situaciones con el niño real. ? Trabajo en grupo pequeño El niño imaginado: “podría ser, quisiera que fuera…” Preguntas 1ª. ¿Cómo podemos imaginar al futuro hijo adoptado? 2ª. ¿Qué sería bueno conocer sobre sus orígenes, su historia o su pasado? 3ª. ¿Con qué niño se imaginan en sus brazos o cogido de su mano? 4ª. ¿ Por qué circunstancias puede haber pasado el niño antes de llegar a estar con ustedes? 5ª. ¿Qué cosas creen que puede necesitar el niño? 6ª. ¿En qué medida consideran que pueden influír las ideas propias y las expectativas a la hora de relacionarse y establecer vínculos afectivos con un nuevo hijo? ? Trabajo en gran grupo Se empezará recogiendo las opiniones expresadas y haciendo un resumen de todas ellas, para poder utilizarlas como ejemplos de la exposición, después de plantear primero otros más ‘asépticos’. Para explicar la importancia de la mediación de las creencias a la hora de responder ante una situación concreta, nos apoyamos en la teoría cognitiva de A.Ellis, en la que basa su Terapia Racional Emotiva. A partir de ejemplos clásicos, como el del lápiz y el cuchillo, o sacando ante los asistentes algún objeto sorpresivo (por ej. una botella de licor, una pistola, una navaja, una diapo con una imagen preparada) y recogiendo las distintas reacciones que pueda tener cada uno, trabajaremos el posible origen de las diferencias en base a creencias, ideas, antecedentes o preocupaciones de cada uno (B), que median de manera automática entre la circunstancia activadora (A) y la reacción consecuente (C). ⇒ diapo ABC presentando cada letra conforme se vaya explicando. Antes de pasar a plantear situaciones más cercanas a nuestro tema, han de quedar claras todas las dudas que aparezcan sobre el modelo y sus posibles aplicaciones. El formador expondrá la transparencia denominada “expectativas”. Se trabajarán las respuestas que se habían dado en los grupos pequeños, tanto si van en la línea de lo que se presenta en la diapo, como si se han aportado otras ideas, pidiendo que imaginen situaciones en las que pueda influír, por ejemplo, una expectativa concreta, o un estereotipo de algún país de origen, o un sentimiento provocado por los posibles antecedentes del hijo adoptado. Se puede volver a presentar la transparencia ABC para situar cada aportación, y también a continuación los ejemplos desarrollados en las transparencias disponibles, utilizando éstas del siguiente modo: - Se presenta mostrando sólo la A (el resto permanece oculto) - Se piden posibles reacciones ( C ) - Se muestran una detrás de otra las propuestas (siguen ocultas las B) - Se piden posibles creencias mediadoras - Se muestran las creencias propuestas. Hay que tener en cuenta que, en los ejemplos que se proponen, no necesariamente hay una opción claramente mejor. Cada una tiene sus ventajas e inconvenientes, por lo que no se busca que se seleccione una u otra, sino que se reflexione sobre cada planteamiento y sobre sus implicaciones. En esta sesión no se pretende profundizar demasiado en casos concretos, sólo se trata de lanzar la idea de la mediación, con el objetivo de despertar el interés de los asistentes por la reflexión sobre sus propias creencias y expectativas. En la próxima sesión se propondrán actividades para practicar situaciones en esta línea, con el objetivo de aproximarse a lo que puede ser la relación con el niño real. CIERRE DE LA SESIÓN Resumen de las ideas principales. Propuestas para la próxima sesión. TERCERA SESIÓN: “PATERNIDAD PSICOLÓGICA: EL ENCUENTRO INICIAL Y LO QUE VIENE DESPUÉS” I. ESTRUCTURA DE LA SESIÓN. INTRODUCCIÓN (15 minutos) - Resumen de la sesión anterior. - Objetivos de esta sesión. - Aclaraciones a dudas. EXPOSICIÓN TEÓRICA: EL NIÑO ADOPTABLE Y LAS FASES DE LA ADOPCIÓN. (30 minutos) ? Exposición sobre la adopción día a día, en base a tres fases: 1ª. Los primeros momentos de la relación. 2ª. La ilusión o “luna de miel”. 3ª. La desilusión. ? Retrato del niño adoptable, sus características en las distintas áreas: - desarrollo evolutivo - desarrollo afectivo - conducta - socialización ? Aclaraciones ACTIVIDAD: PUESTA EN ESCENA DE PROBLEMAS COTIDIANOS Y REVELACIÓN. ? Trabajo en grupo pequeño (45 minutos) Preparación del guión y representación de escenas (una distinta para cada grupo) sobre situaciones de convivencia de la familia adoptiva. Técnica empleada: rol-playing. ? Escenificación en gran grupo (120 minutos) Representación de las escenas preparadas por cada uno de los grupos pequeños y reflexión de todo el grupo después de cada una (30 minutos en cada caso) CLAUSURA DEL CURSO(30 minutos) - Conclusiones generales - Pase de Cuestionarios de Evaluación de la Formación Recibida - Entrega de Certificados de Asistencia - Despedida. II. CONTENIDOS DE LA SESIÓN. EXPOSICIÓN TEÓRICA: EL NIÑO ADOPTABLE Y LAS FASES DE LA ADOPCIÓN ? Exposición sobre la adopción día a día (el formador se apoyará en transparencias confeccionadas al efecto). 1ª. Los primeros momentos de la relación Los expertos plantean que los primeros momentos de la vida en adopción son muy parecidos a lo que ocurre en un nacimiento; llegan a hablar de un renacimiento. Todo parece suceder como si, en un primer tiempo -y es la gran sorpresa de la adopción- el niño adoptado quisiese borrar, olvidar todo lo que ha vivido, no sólo en su pasado más reciente, sino también en su primera infancia. Antes de la adopción se sitúa el hecho del abandono, y se puede tener urgencia por superar las huellas de ese abandono para construír una nueva historia. Hay una especie de ‘olvido necesario’, incluso en los niños más mayores. El niño pasa por un período muy importante durante el cual no puede oír hablar de las cosas ni de las personas que acaba de dejar. 2ª. La ilusión o “luna de miel” En el momento de la adopción ocurre algo como un idilio, una luna de miel entre padres e hijo/a. Este periodo de ilusión, bastante frágil, es un momento privilegiado que parece ser un encuentro muy semejante al que una madre puede tener con su recién nacido, cuando lo descubre después del parto. Cuando se trata de un niño ya mayor, tiene que descubrir a unos padres que le provocaban cierta incertidumbre. Pero, una vez descubiertos, una relación de consuelo es necesaria, tanto por parte de los niños como por parte de los padres. Existe como una especie de encantamiento que parece ser fundamental en la creación del nuevo vínculo. Es fundamental que el niño se sienta colmado y rodeado por la satisfacción de sus padres. Es una fase inicial en el establecimiento de un vínculo afectivo primario. El niño acapara no sólo el espacio de la casa y los objetos de la familia, sino también las costumbres, el lenguaje de los adoptantes, como si necesitase acceder a algo de lo que sus padres quieren hacerle vivir. Existen cambios físicos en la fisonomía, el peinado, la entonación de la voz… Muy rápidamente puede querer cambiar rápidamente de apellido e incluso de nombre. Todo por el deseo de corresponder al deseo de sus padres. Tal apetito de reconocimiento mútuo merece todo el respeto: el niño va a hacer durante ese idilio una especie de piel nueva común con sus padres, particularmente con la madre, redescubriendo comportamientos parecidos a los de un bebé. Son momentos marcados por lo que se llama ‘regresiones’. El niño pide caricias, ‘maternage’, besos en la boca, como para tranquilizar sus deseos. Este periodo se vive bajo el signo de la exclusividad. Ser el único objeto de atención de la pareja es una necesidad para el niño que llega en adopción. Es importante tenerlo en cuenta, porque en las familias en las que hay otros niños, este periodo será penoso para los hermanos, en la medida en que el niño adoptado reivindica en cierta forma el ser el niño único de la pareja. Necesita ser el primero, el único, lo que se explica por la situación de la que acaba de salir y que vivía como amenazante. Hay una especie de vuelco con respecto al período anterior. Cuanto más marcada de abandono, castigos, malos tratos, haya sido la vida anterior del niño, más exclusivistas serán sus expectativas con respecto a sus padres adoptivos. Estos no sabrán nunca hasta qué punto es urgente para él, que ha vivido lo peor, estar en brazos, ser amado, acariciado, y esto sea cual sea su edad, e incluso si está cerca de la adolescencia. Todo esto puede ser difícil de vivir en el funcionamiento de la vida diaria, no compatible a veces con las demandas del niño. No obstante, no puede haber anclaje real en la vida adoptiva sin este rodeo. Rodeo que puede tomar diversos matices. El niño intenta convertirse en héroe de su vida de adopción: el más guapo, el más grande, el mejor. Se considera como alguien que ha pasado todas las pruebas, particularmente la prueba de fuego. 3ª. La desilusión Llega después otro periodo mucho más doloroso, pero también necesario y al final, sin duda, satisfactorio. Es un periodo de desilusión, fase tan dolorosa para el niño como para los padres. Con lo apegado que estaba, va a tener que despegarse de esta piel común que había empezado a tejer con sus padres y especialmente con sumadre. Al arrancársela así, el niño se va a construír paulatinamente una identidad que le hará singular e independiente. Es un periodo de tensiones. Asistimos a rabietas, estallidos, rebeliones, fugas a veces, mutismo. “Puesto que no sois mis verdaderos padres, me marcho”. Es muy ambiguo y contradictorio, comparado con lo que ha podido decir anteriormente. Es totalmente sorprendente para los padres que no hayan sido avisados previamente de esta oposición necesaria. Este periodo resulta, sin embargo, tan fundamental como el anterior, porque en caso de no poder vivirlo en su momento, la situación se presentará más tarde. Y coincidirá probablemente con la adolescencia, porque es un periodo éste en el cual, de forma bastante brusca e intempestiva, se efectúan reorganizaciones muy profundas. También puede coincidir con la interiorización de su condición de adoptado. Esta fase de despegue, distanciamiento, arranque, puede ser decisiva y conllevar fracasos si no se comprende en su significado profundo. Pero también es el inicio de un vínculo afectivo mucho más firme y duradero de lo que puede ser el contacto y la proximidad básicamente física que se había dado hasta entonces. ? Retrato del niño adoptable, sus características en las distintas áreas (el formador se apoyará en las transparencias confeccionadas al efecto): - desarrollo evolutivo - desarrollo afectivo - conducta - socialización ? Aclaraciones a dudas que se hayan producido durante la exposición. ACTIVIDAD: PUESTA EN ESCENA DE PROBLEMAS COTIDIANOS Y REVELACIÓN. ? Trabajo en grupo pequeño A cada grupo se le dará una descripción de una situación que se pueda plantear en la convivencia diaria de una familia adoptiva. Sobre esta descripción, se pedirá a cada grupo que prepare un guión, para la posterior representación de una escena. Las cuatro descripciones que se proponen inicialmente son las que se consideran básicas. Pero, en función de la evolución que pueda haber seguido cada grupo concreto hasta este momento, puede ser más útil plantear otras distintas, debido a las condiciones particulares de los componentes del mismo. Por ello, en cada caso se seleccionarán las que se consideren más adecuadas. 1ª. Revelación e intento de elaboración de novela familiar con poca comprensión, por parte de los padres, de las condiciones del niño previas a la adopción, siendo un niño de 3-5 años. 2ª. Manejo de problemas emocionales y de conducta (pesadillas, manías con comidas, mentiras) en un niño con antecedentes de malos tratos intuídos por los padres. 3ª. Solicitud, por parte de un adolescente adoptado a sus padres, de conocer su país de origen y sus antecedentes. 4ª. Intentos de manipulación y de tiranía por parte de un niño ante unos padres inseguros de sus propios criterios educativos ? Escenificación en gran grupo Representación de las escenas preparadas por cada uno de los grupos pequeños y reflexión de todo el grupo después de cada una. FORMACIÓN DE SOLICITANTES DE ADOPCIÓN INTERNACIONAL: TRANSPARENCIAS Y AUDIO. Word: • paternidad biológica-paternidad adoptiva • reacciones del niño ante la revelación Power: • • • • • • introducción el duelo expectativas y ret fases de la adopción retrato del niño adoptable la convivencia-la identidad Audio: Æ cinta audio “fantasía guiada”