DE HISTORIA NATURAL 85 Quedó demostrado en aquel trabajo, que el criterio seguido por los neurólogos para la definición de la neuroglia legítima (que se basa en la existencia de radiaciones protoplásmicas o fibrosas extendidas entre las e s t r u c t u r a s nerviosas) c a r e c e de valor absoluto, desde el momento que se sabe que existe en los centros nerviosos un t e r c e r elemento diferente de la neuroglia, provisto de abundantes apéndices ramificados. Ahora bien, habiendo perdido gran parte de su valor los datos morfológicos, y teniéndole muy relativo todo lo concerniente a las estructuras protoplásmicas de c a r á c t e r general (espongioplasma, centrosoma, aparato de Golgi), ¿en qué debe basarse la clasificación de los corpúsculos intersticiales del tejido nervioso? La existencia de granulaciones específicas en el protoplasma sería, tal vez, el único detalle estructural que podría servir para la definición de la neuroglia, si por acaso no se prefiriese considerar como tal a todos los corpúsculos no nerviosos procedentes del epitelio ependimario dislocado. En nuestro sentir, se concede demasiada importancia a los car a c t e r e s de colorabilidad de la neuroglia, pues no d e b e olvidarse que en las coloraciones específicas (y más tratándose del tejido nervioso) interviene multitud de factores, extraños a la propia composición y substancia celular, que hacen variar constantemente los resultados. Cierto es que el método áurico tiñe a la perfección la glía de cortas y de largas radiaciones, dejando incolora a la oligodendroglía; pero es c i e r t o también que el método urano-formóíico no sólo tiñe a los gliocitos protoplásmicos y fibrosos, sino también al soma de las células enanas, con el arranque de sus prolongaciones (observaciones de Cajal), y que nuestro método al carbonato de plata es capaz de revelar las prolongaciones de toda suerte de células intersticiales con sólo cambiar ligeramente el tiempo de fijación para cada una de ellas (1). (1) No sólo el tiempo de fijación influye en los resultados. Con sólo variar el tiempo de permanencia de los cortes en la solución de carbonato argéntico puede obtenerse coloraciones: 1.", de la glía aplanada perivascular con abundantes prolongaciones musgosas; 2.°, de la glía intersfascicular; 3.°, de la glía protoplásmica; 4.°, de la glía fibrosa. El simple calentamiento del licor argéntico hace cambiar también los resultados, incluso para la microglia, que forma grupo aparte. Análogos resultados pueden obtenerse con la plata de Bielschowsky, diluida y usada en iguales condiciones que el carbonato argéntico.