A C U E R D O En la ciudad de La Plata, a 9 de abril de 2014, habiéndose establecido, de conformidad con lo dispuesto en el Acuerdo 2078, que deberá observarse el siguiente orden de votación: doctores Genoud, Soria, Pettigiani, Kogan, se reúnen los señores jueces de la Suprema Corte de Justicia en acuerdo ordinario para pronunciar sentencia definitiva en la causa L. 117.071, "García, Héctor Rubén contra 'Esferomatic S.A.'. Diferencias salariales". A N T E C E D E N T E S El Tribunal del Trabajo n° 2 del Departamento Judicial Quilmes hizo lugar a la demanda promovida, imponiendo las costas a la accionada (sent., fs. 700/707 vta.). Ésta dedujo recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley (fs. 719/734 vta.), concedido por el órgano de grado a fs. 735 y vta. Dictada a fs. 746 la providencia de autos y hallándose la causa en estado de pronunciar sentencia, la Suprema Corte decidió plantear y votar la siguiente C U E S T I Ó N ¿Es fundado el recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley? V O T A C I Ó N A la cuestión planteada, el señor Juez doctor Genoud dijo: I. El tribunal de origen, en lo que interesa, rechazó la defensa de prescripción articulada por la demandada "Esferomatic S.A." y admitió la acción incoada por Héctor Rubén García en cuanto pretendía el pago de diferencias salariales. a. Para así decidir, estimó acreditado que la accionada abonó al actor, en forma constante, desde el año 1998 hasta junio de 2003, un suplemento salarial denominado "a cuenta de futuros aumentos", el cual -entre enero de 1998 y junio de 1999- representaba el 132% de la sumatoria del sueldo básico, horas extras y antigüedad; luego pasó a ser del 105,03% durante el período comprendido entre julio de 1999 y junio de 2003. Desde esta fecha varió la forma en que se lo liquidaba, dado que comenzó a pagarse un monto fijo en lugar del porcentual aludido y se alteró su ubicación en el recibo de haberes (vered., 2° cuest., fs. 697 y vta.; sent., fs. 702 vta.). Consideró el juzgador que cualquiera fuere la denominación del referido plus, en tanto fue percibido en forma normal período y habitual prolongado, por revestía el trabajador naturaleza durante salarial un -conf. arts. 103, 104 y concs. de la Ley de Contrato de Trabajo-. En ese marco, advirtió que encontrándose controvertido en la especie el cobro de una parte de la remuneración del accionante y atento que la demandada admitió haber modificado la forma de su liquidación y que dejó de abonarlo por decisión unilateral, recaía en ella la prueba de sus afirmaciones conceptuales. Carga que reputó incumplida, puesto que de la única probanza arrimada -la experticia contable- no surgía que el mencionado rubro cumpliese con la argumentación que había esgrimido (vered., 3° cuest., fs. 698 y vta.). b. En la etapa de sentencia, de modo liminar, manifestó que la exigibles -en el prescripción caso, sobre opera sobre créditos retribuciones operadas mensualmente- y no sobre la forma de liquidar las mismas. En ese entendimiento, atento que el reclamo versaba sobre períodos no prescriptos anteriores a la interposición de la demanda, desestimó la defensa opuesta por la accionada (sent., fs. 702). Respecto peticionadas, de analizada las la diferencias cuestión bajo salariales el patrón de conducta de la buena fe, el órgano de grado sostuvo que carece de relevancia la denominación que se le dé a un adicional salarial en la medida que sea abonado en forma normal, habitual y permanente, toda vez que el mismo pasa a integrar la retribución y su percepción durante un lapso prolongado cobro. genera en el trabajador la expectativa del Expuso que la remuneración constituye uno de los elementos esenciales del contrato de trabajo que no puede ser modificada por la voluntad del empresario sin violar la normativa vigente y, además, se encuentra alcanzada por la regla de la intangibilidad que limita la autonomía de las partes del contrato. Señaló asimismo que la intangibilidad se halla íntimamente ligada al principio de irrenunciabilidad (arts. 12 de la L.C.T. y 39 inc. 3 de la Constitución provincial), el cual supone la existencia de un derecho adquirido. En el sub lite, estimó que al haber cobrado en forma habitual y permanente durante más de cinco años el plus salarial otorgado por la empresa, el actor adquirió el derecho a su percepción. Añadió que el silencio mantenido por el trabajador no podía ser admitido como renuncia a ningún derecho (conf. arts. 58 de la L.C.T. y 39 inc. 3 de la Constitución provincial). En ese contexto, entendió que si la patronal pretendía reducir el monto del mismo, hubiere resultado indispensable dependiente contar para con que el -por consentimiento vía de expreso excepción- se del le efectuaran deducciones que no proviniesen del cumplimiento de leyes, estatutos profesionales o convenciones colectivas, el cual -observó- no podía ser suplido por otra forma de manifestación (conf. art. 133 de la L.C.T.). En otro orden, subrayó que no se había acreditado que el referido adicional hubiera cumplido plenamente con su enunciado ("A cuenta de futuros aumentos"), ya que -por un lado- entre los años 1998 y 2003 permaneció inalterable en su porcentual, sin que se le hubiese efectuado descuento alguno. Por el otro, luego de modificarse la forma de liquidación, fue erróneamente aplicado, atento que cada vez que el actor era ascendido de categoría se absorbía el aumento que tal circunstancia implicaba del mentado rubro, manteniéndose su ingreso real. En función de ello, el tribunal interviniente concluyó que la retribución del accionante fue reducida unilateralmente para hacerlo, por razón la por empleadora la cual sin hizo razones lugar objetivas al reclamo salarial impetrado (íd., fs. 702 vta./704 vta.). II. Contra dicho pronunciamiento se alza la parte demandada con recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley (fs. 719/734 vta.), en el que denuncia la violación de los arts. 34 inc. 4, 163 inc. 6 y 375 del Código Procesal Civil y Comercial; 44 inc. "d" y 47 de la ley 11.653; 12, 63, 66, 133, 137 y 256 de la Ley de Contrato de Trabajo; 499, 622 y 1071 del Código Civil; 10 de la ley 23.928 (texto según ley 25.561); 2 de la ley 21.297; 5 del decreto 214/2002; 39 inc. 3 y 171 de la Constitución provincial; 19 de la Constitución nacional y doctrina que cita. De la presentación se extraen los siguientes agravios: 1. Controvierte la remuneración tenida en cuenta para establecer el quantum de la condena, como igualmente el monto de este último. Ello, en el entendimiento que el sentenciante ha incurrido en el vicio de demasía decisoria, vulnerando el principio de congruencia contemplado en los arts. 34 inc. 4 y 163 inc. 6 del Código Procesal Civil y Comercial y 47 de la ley 11.653. a. Por un lado, con atingencia a la remuneración, alega que en la demanda García expuso que pretendía como diferencia salarial el importe porcentual del 105,03% calculado por sobre la totalidad de los rubros cobrados en cada mes de los últimos dos años. Además, en oportunidad de evacuar la intimación efectuada por el tribunal, definió que el período objeto de reclamo comprendía los veinticuatro meses anteriores a agosto de 2009. Sin embargo, no obstante que la experticia contable producida a fs. 643/651 detalló las retribuciones abonadas mes a mes al trabajador durante todo el lapso comprendido en el reclamo, el a quo apartándose de lo peticionado determinó el capital de condena en base a la remuneración que percibía al momento de promover la demanda ($ 3169, agosto de 2009) y sobre ésta aplicó el porcentaje aludido (105,03%), multiplicándolo por veinticuatro meses. b. Por otro lado, sostiene que el capital de condena -$ 107.011,96- no guarda relación alguna con la decisión, atento que conforme a las pautas allí sentadas, a todo evento la acción debía prosperar por $ 79.881,61. Añade que la suma de $ 107.011,96 que surge de la experticia contable resultaría de calcular la totalidad de la deuda generada desde enero de 1998 a julio de 2011, fecha en que la perito compulsó los libros de la accionada. En su opinión, el fallo en este punto luce arbitrario e incongruente pues traslada un monto pericial de condena, contradiciendo los fundamentos de la decisión que circunscribió el reclamo al lapso comprendido entre los meses de noviembre de 2007 y agosto de 2009 y, también, los períodos peticionados en la demanda. c. Afirma que la apuntada transgresión normativa se agrava por el hecho de que el sentenciante dispuso el pago de intereses desde que "cada suma es debida" -es decir, desde que en cada mes del lapso comprendido entre el 21-VIII-2007 y el 21-VIII-2009 se produjo la diferencia invocada-, pero ha determinado el capital de condena en base al salario vigente en esa última fecha. Asimismo, aduce conculcado el art. 137 de la Ley de Contrato de Trabajo, en cuanto prevé que la mora en el pago de las remuneraciones se producirá por el sólo vencimiento de los plazos de pago, puesto que -señala- no es posible determinar que la mora que se dice verificada respecto, por ejemplo, de la retribución de septiembre de 2007 dé lugar al pago de intereses desde entonces, pero obtenidos sobre un valor salarial vigente en 2009. Estima indexación de expresamente que la la decisión pretendida vedada por la de grado deuda, ley la 23.928 consagra cual (texto una ha sido según ley 25.561) y el art. 5 del decreto 214/2002, criterio que a su vez ha sido convalidado por esta Corte en el precedente B. 49.193 bis, "Fabiano" (sent. int. del 2-X-2002). 2. Plantea su disconformidad en relación al progreso del reclamo de diferencias salariales, y sobre el particular: a. Alega que la conclusión relativa a que en el sub lite se ha configurado un derecho adquirido del actor a la percepción del rubro "A cuenta de futuros aumentos", en las mismas condiciones que en el mes de mayo de 2003, es el fruto de una absurda valoración de los hechos y de la prueba. Al respecto, considera que el sentenciante se ha desentendido del alcance concreto de dicho concepto, que surge tanto del significado gramatical de la expresión como de los recibos de haberes y la experticia contable que obran en la causa. Así, sostiene que el accionante siempre tuvo conocimiento que tal pago se efectuaba "a cuenta de futuros aumentos", dado que en cada recibo de sueldo se consignaba en forma expresa esa leyenda, la cual indica su naturaleza transitoria. Circunstancia que -además- resulta corroborada con el escrito de demanda y el informe pericial que dan cuenta de la persistente reserva y connotación con que la empleadora hubo de liquidarlo. Por ende, aquél nunca tuvo un derecho adquirido a continuar percibiéndolo en idéntica situación, ya que por su propio e inequívoco significado gramatical importaba un "anticipo", antes del es decir, tiempo la entrega regular. Ello, de una según suma el dineraria "más obvio entendimiento común", conforme la regla de interpretación que utiliza la Corte Suprema de Justicia de la Nación (Fallos 248:111). Añade que el dictamen pericial contable ha comprobado que con anterioridad al inicio de la demanda se registraron doce absorciones sobre ese rubro por aumentos del sueldo básico, sin que el accionante hubiere formulado ningún reclamo sobre el particular. De suyo entonces, en tanto su parte ha demostrado que nunca dejó de formular el inequívoco alcance con que lo otorgaba -manteniendo la leyenda respectiva en cada oportunidad de pago- y, además, haciéndola valer en doce ocasiones, estima desvirtuada la definición del juzgador concerniente a la orfandad probatoria de sus afirmaciones conceptuales relativas a la validez del cese de la controvertida erogación. En esa línea, aduce conculcado el art. 375 del Código Procesal Civil y Comercial, pues -apunta- se ha pretendido imponer una inversión de la regla del onus probandi (v. rec., fs. 727). Desde otro ángulo, sostiene que al determinar que el actor adquirió el derecho a percibir el mentado concepto con sustento en que fue abonado por la patronal en la misma proporción respecto de otras retribuciones, sin que lo hubiere absorbido durante un lapso prolongado, el tribunal de grado ha infringido la doctrina que fluye del precedente L. 54.011, "Salvatierra" (sent. del 28-II-1995), en cuanto esta Corte determinó que el hecho de que el empleador hubiere mantenido el rubro "a cuenta de futuros aumentos" sin practicarle absorción durante cierto tiempo, no obsta a que ésta pueda realizarse de conformidad a la variación de las pautas salariales de cada oportunidad. b. Denuncia que el pronunciamiento transgrede diversos preceptos, a saber: (i) Los arts. 12 y 133 de la Ley de Contrato de Trabajo, habida cuenta que, por lo ya expresado, el aludido adicional revestía carácter transitorio, no conformando un derecho adquirido, razón por que su absorción parcial o íntegra no vulnera el principio de irrenunciabilidad. De igual forma, considera que no aparece afectada en la especie la intangibilidad salarial, atento que -por un lado- ese principio no puede ser llevado al extremo de sacralizar todos y cada uno de los conceptos remuneratorios que se liquidan al trabajador -como pretende el fallo- desconectándolos de la reserva realizada por el empleador al delimitar el alcance del pago que efectuaba. Por el otro, la experticia contable comprobó que además de haberse liquidado escalas al actor salariales el salario vigentes básico del de acuerdo convenio a colectivo las de trabajo, siempre que se redujo el importe correspondiente al rubro "a cuenta de futuros aumentos", ello fue compensado con un aumento del "sueldo básico", es decir, que en ningún momento su parte disminuyó el importe total de las remuneraciones del actor. Tampoco quebranta el principio de intangibilidad, ni derecho alguno del trabajador, la circunstancia que se hubiere absorbido (hasta su concurrencia) del importe liquidado "a cuenta de futuros aumentos" el mayor salario básico resultante de un cambio de categoría, toda vez que se le pasó convenio, sin previamente, favor. a se liquidar mengua le de había el su nuevo valor retribución adelantado como del básico mensual, mejora de pues, en su En ese orden, reputa dogmática y violatoria de los arts. 499 del Código Civil y 171 de la Constitución provincial la definición del juzgador relativa a que la accionada efectuó una errónea aplicación del mentado rubro, a partir salarial de considerar "A incrementos cuenta en de la que cuando futuros se otorga aumentos" remuneración se (tanto un plus trata legales de como convencionales), pero de ningún modo comprende los cambios de categoría -aunque impliquen un aumento salarial-, dado que se desvirtuaría el concepto pagado, el cual en ese caso debería denominarse "A cuenta futuros aumentos de categoría". Ello así, pues -señala-, no existe norma alguna que imponga la obligación de consignar ese agregado. (ii) Los arts. 63 de la Ley de Contrato de Trabajo y 1071 del Código Civil, ya que -a su juicio- no puede calificarse que se aparta del principio de la buena fe el empleador que -sin que exista obligación legal ni convencional que impusiera su pago- otorga un importe "A cuenta de futuros aumentos" e, incluso, lo mantiene durante el mayor tiempo posible beneficiando al trabajador que lo percibe. Por el contrario, estima que quien ha infringido ese patrón de conducta es el actor, al pretender como inmutable e intangible en el tiempo un rubro que le fue liquidado bajo la inequívoca leyenda que exteriorizaba su transitoriedad. Más aún, asevera que al desatender esa circunstancia y hacer lugar a la pretensión, el fallo ha consagrado un ejercicio abusivo del derecho -vedado por el art. 1071 del Código Civil-, atento que -a su juicio- la compensación de unilateralmente las por mejoras el voluntarias empleador con las conferidas obligatorias posteriores impuestas por el convenio colectivo de trabajo se impone por estrictas razones lógicas y jurídicas, conforme lo ha establecido la jurisprudencia que refiere. (iii) El art. 66 de la Ley de Contrato de Trabajo, pues el informe pericial contable comprobó que en ninguna oportunidad se redujo el total retributivo percibido por el trabajador, razón por la que aun en el supuesto que se considerase que al absorber en determinado momento importes de lo que liquidaba "A cuenta de futuros aumentos" la empleadora actuó en forma unilateral, ello en manera alguna variandi que definitiva- supone un consagra sólo ha exceso dicha mediado en norma, un los límites toda cambio de vez del ius que -en imputación de sumas retributivas, no habiéndose afectado los elementos esenciales del contrato, ni causado perjuicio que habilite el reclamo. (iv) El art. 2 de la ley 21.297, que derogó la previsión contenida en el art. 133 de la Ley de Contrato de Trabajo -texto original-, en cuanto mantenía los mejores pagos que realizase el empleador por sobre lo establecido obligatoriamente en los convenios colectivos de trabajo. Afirma que el a quo soslayó tal circunstancia y culminó decidiendo exactamente lo contrario, en tanto no sólo ha obligado a su parte a mantener los pagos "A cuenta de futuros aumentos" sino que los ha hecho modular -incluso- sobre las mejoras que pudieran producirse en el salario básico, el adicional por antigüedad e incluso las horas extras, al ordenar su liquidación en forma porcentual (112,8 %) sobre las restantes remuneraciones. De ese modo, ha reestablecido por vía pretoriana la norma abrogada y, al así hacerlo, ha incurrido en un exceso jurisdiccional e infringido los arts. 171 de la Constitución provincial y 19 de la Constitución nacional. (v) El art. 58 de la Ley de Contrato de Trabajo, atento que entiende configurado en la especie el supuesto de excepción previsto en el parte final de la norma. Ello así, pues las sucesivas modificaciones que sufrió el rubro "A cuenta de futuros aumentos" a lo largo de más de seis años, consistentes en el cambio de la modalidad de liquidación en junio de 2003, las absorciones de su importe producidas en los años 2004, 2005, 2006, 2007, 2008 y 2009, sin que el actor efectuase reclamo alguno hasta la promoción de la demanda en agosto de 2009, permite concluir que su conducta ha distado de conformar un mero "silencio", sino que en realidad ha evidenciado un comportamiento inequívoco en el sentido de aceptar la forma en que se le liquidaba ese concepto. Añade que no obsta a lo expresado la invocación que realiza el a quo de la previsión contenida en el art. 39 inc. 3 de la Constitución provincial -en cuanto consagra en materia laboral el principio de irrenunciabilidad-, ya que en el caso no ha mediado renuncia del trabajador a ningún derecho adquirido dado que ningún pago "A cuenta de futuros derechos" lo genera (sic. recurso, fs. 733). Antes bien, se verifica una aceptación por parte del trabajador acerca del modo en que operaba el aludido plus. 3. Cuestiona el rechazo de la defensa de prescripción opuesta por su parte. Alega que en el caso lo que en rigor pretende el actor -y la sentencia recepta- es el reestablecimiento de un rubro ("a cuenta de futuros aumentos"), cuya mecánica de cálculo dejó de aplicarse en junio de 2003, es decir, más de seis años antes de interponer la demanda. La total inacción evidenciada por el trabajador durante el referido lapso, a su juicio, torna operativa la prescripción que regula el art. 256 de la Ley de Contrato de Trabajo respecto de todo reclamo. Considera que la sentencia ha tornado imprescriptible un concepto retributivo, pues no obstante haber transcurrido en exceso el plazo de prescripción desde que dejó de liquidarse con el alcance que se pretende e, incluso, desde que se suprimió, por vía de "reestablecer" el derecho al prescripción, cobro termina desnaturalizando haciendo la tabla finalidad rasa que de la persigue ese instituto, al permitir la apertura del debate sobre prestaciones salariales -o no- que por el motivo que fuere hubieren quedado discontinuadas en su otorgamiento muchos años atrás. Concluye que no se trata -como indica el fallode que prescriba la forma de liquidar las remuneraciones, sino que prescribe la acción relativa al rubro "A cuenta de futuros aumentos", que no puede reestablecerse como consecuencia de una demanda deducida varios años después, sin quebrantar el art. 256 de la ley sustancial, tal como -en definitiva- lo ha resuelto el tribunal de grado. III. El recurso no ha de prosperar. Inicialmente estimo propicio señalar que en la causa L. 116.490, "Álvarez, Miguel Ángel contra Esferomatic S.A. Diferencias proveniente del salariales", mismo tribunal sent. de del 27-XI-2013, trabajo, me he pronunciado acerca de la temática en examen, razón por la que -a excepción de las diferencias que se verifican respecto del agravio individualizado como 1.b.-, habré de reproducir en lo sustancial los argumentos allí expuestos. 1. abordar en Por cuestiones primer término de orden metodológico, el agravio concerniente cabe al rechazo de la defensa de prescripción. a. Al analizar este tópico, de modo liminar, el a quo señaló que la demandada fundó el planteo en que la pretensión versaba sobre diferencias salariales producidas en junio de 2003, siendo que -en atención al tiempo transcurrido- se había cumplido en exceso el plazo previsto en el art. 256 de la Ley de Contrato de Trabajo. Observó, asimismo, que la defensa se sostenía en el silencio mantenido por el actor desde que tuvo lugar la modificación salarial -junio de 2003- hasta la fecha en que interpuso la demanda -agosto de 2009-. Expuso que la prescripción opera sobre créditos exigibles -en el caso, sobre remuneraciones abonadas mensualmente- y no sobre la forma de liquidar las mismas. En consecuencia, dado que se reclamaban períodos no prescriptos anteriores a la interposición de la demanda, desestimó la aludida defensa. b. La crítica luce insuficiente (art. 279 del C.P.C.C.), a la vez que exhibe un planteo novedoso respecto de la posición asumida por la recurrente en la contestación de demanda. Como es sabido, la interpretación de los escritos constitutivos del proceso constituye una facultad privativa de los jueces de los tribunales del trabajo, quienes tienen amplias facultades para establecer el ámbito litigioso y las cuestiones que integran la relación jurídico procesal, principio que sólo cuestionamiento reconoce pueda una atenderse excepción en para casación: el que el absurdo (conf. causa L. 106.460, "Gauto", sent. del 12-IX-2012; entre otras). En el caso, lejos de denunciar la comisión de la mentada anomalía juzgador de su en el examen contestación que de hubo demanda de realizar y, menos el aún, demostrarla -lo cual sella por sí la suerte adversa del agravio-, la interesada de modo claramente impropio modifica el enfoque inicial. En efecto, allí sostuvo -tal como lo interpretó el a quo- que el accionante centró el motivo de las diferencias salariales peticionadas en el mes de junio de 2003, circunstancia que indicaba con claridad que a la fecha de interposición de la demanda -21 de agosto de 2009se encontraba varias veces cumplido el plazo de prescripción previsto en el art. 256 de la Ley de Contrato de Trabajo. Ello, sin perjuicio de que, al evacuar una intimación cursada por el órgano de grado, hubiese circunscripto el reclamo al lapso de 24 meses anteriores a la promoción de la acción (v. contestación, cap. IX, fs. 574 vta./575). En esta instancia, ante el desenlace adverso de su postulación, pretendía -y interpreta así lo que decidió el el actor en realidad sentenciante- el reestablecimiento del rubro "A cuenta de futuros aumentos", cuya mecánica de liquidación se modificó en junio de 2003. La absoluta inacción evidenciada por el trabajador desde el año 2003 hasta el mes de noviembre de 2009, en que promovió la demanda persiguiendo un concepto que había desaparecido del mundo jurídico varios años atrás, a su juicio, torna operativa la prescripción que contempla el art. 256 de la Ley de Contrato de Trabajo respecto de todo el reclamo (v. recurso, fs. 733 vta./734). Esta argumentación deviene claramente inatendible, atento que traduce el intento extemporáneo de modificar en el recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley el enfoque con que la cuestión fue articulada en la sede ordinaria (conf. causa L. 110.799, "Pedone", sent. del 21-IX-2011; entre otras). Por argumentos lo demás, novedosos en la el pretensión recurso de introducir extraordinario de inaplicabilidad de ley no se conforma con la garantía del debido proceso, en el sentido que las partes deben ejercer oportuna y plenamente sus defensas durante el trámite del litigio ante la instancia de grado (conf. causas L. 88.051, "Olmedo", sent. del 11-XI-2009; L. 71.537, "Acuña", sent. del 8-XI-2000; L. 41.603, "Gómez", sent. del 4-IV-1989). 2. Los agravios atinentes al progreso de las diferencias salariales tampoco merecen respuesta favorable. a. En su presentación inicial, el actor alegó que desde el año 1998 -como mínimo- hasta el mes de mayo de 2003, la patronal le había abonado un adicional designado como "A cuenta de futuros aumentos" -aun cuando no tenía ninguna absorción-, que representaba siempre el 105,03% de la sumatoria todos los demás conceptos remuneratorios que percibía mensualmente (salario básico, antigüedad y las horas extras). Afirmó que el mantenimiento a lo largo del tiempo de la mencionada relación de proporcionalidad indicaba que aquel plus lejos estaba de constituir una reserva efectuada por la patronal para poder deducir los eventuales aumentos que se otorgasen al personal, siendo que su denominación no se ajustaba a la realidad. En ese marco, sostuvo que la designación correcta del mismo debió ser "Adicional Empresa", ya que fue otorgado por decisión unilateral de la empresa y en tanto fue mantenido su pago en forma constante y sin variaciones por un lapso extenso -desde el ingreso del actor hasta mayo de 2003-, se había incorporado al contrato de trabajo como derecho adquirido del actor. Señaló que en el mes de junio de 2003 pasó a llamarse "A cuenta futuros aumentos fijo" y la empresa comenzó a liquidarlo en los recibos de haberes debajo del salario básico y sin guardar relación con los otros rubros retributivos. No obstante, no lo absorbió con las modificaciones de los básicos de convenio posteriores, sino que lo dejó fijo. Luego, detalló las oportunidades en que lo incrementó, así como aquéllas en que lo absorbió, entre las que citó los supuestos de ascensos de categoría del actor y de aumentos del sueldo básico. Añadió que "antojadizo" del oportunidades en la mismo, que empleadora dado disminuyó realizó que su en un las cuantía manejo limitadas no absorbió aumentos salariales, sino el costo de ascensos de categoría del actor que importaban el derecho a un salario mayor. Circunstancia que supuso una violación de los derechos del trabajador, a la vez que corroboró que para la demandada ese plus nunca se relacionó con los incrementos salariales. Concluyó que la sustracción de dicho adicional de la retribución que percibía el accionante implicó la violación del principio de irrenunciabilidad de derechos, al igual que la modificación de una condición esencial del contrato (v. demanda, fs. 258 y sgtes.). b. establecido A en su favor turno, del la actor accionada un concepto negó haber retributivo permanente (bajo la denominación que fuere) equivalente a un valor porcentual -105,03%- a aplicarse sobre todos los rubros salariales que percibía mensualmente, como también, que se hubiere determinado un porcentaje sobre el sueldo básico. Aseveró reclamante -y superiores a que al las su parte resto del fijadas en general personal- para cada abonó al remuneraciones período por el demanda se respectivo convenio colectivo de trabajo. Expuso que lo peticionado en la trataba de aumentos concedidos por la empresa sujetos a absorción por futuros incrementos resueltos por disposición oficial o convencional, razón por que se dejó expresa constancia de esa circunstancia en cada recibo de haberes bajo la expresión "A cuenta de futuros aumentos", los cuales fueron suscriptos pacíficamente por aquél en ocasión de los pagos. Explicó que a través del incremento voluntario que implica el adicional "A cuenta de futuros aumentos" el empleador reconoce con anterioridad los mayores valores retributivos que el convenio colectivo de trabajo pudiere establecer en el futuro, de forma tal que al concretarse un aumento del salario básico (por el motivo que fuere), la patronal se encuentra habilitada para absorberlo hasta su concurrencia con el nuevo monto de pago obligatorio Agregó que en las oportunidades en que el accionante accedió a otra categoría laboral, su parte le liquidó el salario correspondiente a su nueva situación, siendo que en ningún momento disminuyó el importe total de sus remuneraciones mensuales, no resultando por ende de todo afectado el principio de intangibilidad salarial. A todo evento, destacó que la falta cuestionamiento por parte del trabajador -durante el lapso comprendido entre junio de 2003 y agosto de 2009- de las modificaciones torna y posterior aplicable la supresión novación del mentado objetiva rubro, atento el comportamiento concluyente e inequívoco de las partes en ese sentido (v. contestación, fs. 560 y sgtes.). c. De la lectura de los puntos salientes de la decisión emerge -reseñados con demostrado en nitidez -tal el que como se apartado el I. tribunal postuló en de de la la presente- origen demanda- estimó que la patronal le había abonado a García por espacio de más de cinco años suplemento en forma salarial normal, habitual denominado "a y permanente cuenta de un futuros aumentos", el cual efectivamente representaba el 105,03% de todos los retribución. importancia conceptos Sobre la remuneratorios esa base, designación dada que sostuvo al que mismo, componían su carecía de pues -a su juicio- el pago concretado en las precitadas condiciones generó en el trabajador un derecho adquirido a su en juzgó percepción. En ese específico contexto, tanto probadas las modificaciones en la liquidación del mentado plus y posterior supresión dispuesta por la demandada, como igualmente, que ésta no demostró sus afirmaciones conceptuales que permitiesen validar ese proceder, admitió al reclamo. d. Anticipo que la impugnación deviene insuficiente, habida cuenta que la recurrente se mantiene en el plano del disentimiento personal, reiterando los argumentos esgrimidos en la instancia ordinaria -que fueron motivo de particular análisis por el juzgador de origensin concretar una réplica referidas conclusiones decisión-, ni adecuada -por evidenciar la cierto y eficaz de esenciales existencia de error las de en la la aplicación de las normas actuadas en el fallo (conf. causa L. 93.272, "Lagrotteria", sent. del 25-VIII-2010; entre otras). Veamos: (i) La denuncia de absurdo en la apreciación de los hechos y de la prueba luce estéril para conmover la decisión. a. El órgano de grado tuvo por probado el pago de un plus demanda, salarial como en las asimismo, condiciones las descriptas posteriores en variaciones la que sufrió el mismo, por conducto de la valoración de los recibos de haberes agregados en la causa, la experticia contable de fs. 643/651 y la respuesta a la medida para mejor proveer de fs. 685/688. Señaló el sentenciante que la perito contadora había cotejado tales instrumentos y el registro de hojas móviles que lleva la demandada desde enero de 1998 hasta julio de 2011, arribando a las siguientes conclusiones: La demandada liquidó al actor el adicional "A cuenta futuros diciembre de aumentos" 2010. Dejó desde de enero abonarlo de 1998 durante hasta el lapso comprendido entre enero y abril de 2011, y sólo en mayo de ese año lo pagó. Desde enero de 1998 hasta junio de 1999 dicho plus representaba el 132% de la sumatoria del salario básico, horas extras y antigüedad; luego pasó a ser del 105,03% durante el período comprendido entre julio de 1999 y junio de 2003. Desde junio de 2003 varió la forma en que se lo liquidaba, dado que comenzó a pagarse un monto fijo en lugar del porcentual aludido y, además, se alteró su ubicación en el recibo de haberes, pues pasó a ubicarse sólo debajo del "Sueldo Básico". También hasta junio de 2003 el mentado concepto mantuvo la misma proporción de aumento que el incremento del salario básico. Empero, a partir de esa fecha, cada vez que el actor ascendía de categoría disminuía el importe del rubro "A cuenta incrementaba el de futuros mes -o el aumentos", inmediato mientras siguiente- que se en que aumentaba el salario básico (vered., 2° cuest., fs. 697 y vta.). b. Lejos de controvertir la valoración realizada por el iudicante, particular punto la impugnante de vista se acerca limita de a cómo oponer su debieron apreciarse las aludidas pruebas; técnica -por cierto- no idónea para demostrar la referida anomalía. Como hemos visto, insiste en que el significado gramatical de la expresión "a cuenta de futuros aumentos" y la circunstancia de que en todos los recibos de haberes se hubiere consignado esa leyenda, comprueban el carácter transitorio de dicho pago, circunstancia de la que siempre tuvo conocimiento el trabajador. Soslaya denominación dada que al el aludido sentenciante adicional, analizó la restándole toda trascendencia en atención a las condiciones en que se había pagado. Asimismo, en cuanto entiende probada la naturaleza del mismo a partir de que la pericia contable corroboró que se realizaron absorciones de aumentos de salarios básico, desatiende que para el órgano de grado tal circunstancia, en el contexto examinado, evidentemente no resultó significativa, comprendió los máxime aumentos del cuando sueldo aquella básico mecánica derivados de ascensos de categoría del actor. En ese sentido, tiene dicho esta Corte que no acredita el vicio de absurdo el recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley que sólo exhibe un nuevo análisis de los hechos criterio y constancias valorativo del probatorias impugnante, según el personal evidenciando así la intención de disputarle al juzgador de grado la facultad que la ley le confiere para determinar el mérito y la habilidad de comprobar la sus prueba producida alegaciones por (conf. las partes causa L. impugnante que para 100.557, "Bardón", sent. del 1-VI-2011). (ii) No demuestra la el fallo hubiere conculcado el precepto que rige la distribución de la carga de la prueba. Procesal Dable es recordar Civil y Comercial que el sólo art. se 375 del vulnera Código cuando el juzgador, alterando las reglas del onus probandi, impone a una parte correspondían "Lazzarano", la obligación a sent. la otra del de acreditar (conf. 8-VIII-2012; causas L. hechos L. 96.682, que 111.055, "Hegler Britz", sent. del 21-III-2012; L. 102.993, "Mulle", sent. del 7-IX-2011, L. 103.049, "Olivan", sent. del 24-VIII- 2011, L. 94.178, "Pereyra", sent. del 20-VIII-2008; entre otras). En el caso, si bien se endilga al sentenciante la violación de la mentada regla, al adjudicar a la demandada la carga de probar sus afirmaciones, el planteo no supera el registro de una mera declamación en total orfandad de argumentos que provean a su adecuada sustentación y, por ende, inaudible. (iii) Por similares reflexiones a las expuestas en el ap. III. 2. d. i) b. de la presente, luce ineficaz la crítica de la definición relativa a que la demandada no acreditó los argumentos que hubo de esgrimir para validar el cese del pago del adicional. La recurrente sólo exhibe su personal valoración de las pruebas documental (recibos de haberes) y la experticia contable y, en su discurrir, soslaya confrontar los elementos considerados por el sentenciante para arribar a esa conclusión. (iv) En otro orden, he de señalar que en el precedente L. 54.011, "Salvatierra" (sent. del 28-II-1995), citado por la interesada, mediaron presupuestos de hecho y derecho diferentes a los propios del caso en juzgamiento, razón por la que su invocación no resulta idónea para justificar la denuncia de la violación de doctrina legal (conf. causas L. 101.909, "Garritano", sent. del 9-V-2012; L. 105.334, "Montoya", sent. del 29-II-2012; L. 96.273, "Baier", sent. del 5-V-2010; L. 87.212, "Antonucci", sent. del 16-IV-2008; L. 72.894, "Francano", sent. del 25-IV2001; entre otros). En efecto, en la mencionada, causa el tribunal de origen tuvo por probado que la empleadora había otorgado al trabajador un adicional transitorio sobre la base de que fue concebido mediante la fórmula "a cuenta de futuros aumentos", de modo que era susceptible de absorción. En ese escenario, juzgó que el hecho de que el empleador hubiere mantenido dicho concepto sin practicarle absorción durante cierto tiempo, no obstaba a que ésta pudiera realizarse de conformidad a la variación de las pautas salariales de cada oportunidad. La apuntada situación fáctica difiere de lo acontecido en autos, pues, a tenor de lo decidido, queda claro que el sentenciante arribó al convencimiento de que, aun cuando la patronal lo hubiere designado con la leyenda "a cuenta de futuros aumentos", el mismo no satisfizo plenamente su enunciado, tratándose en realidad de plus salarial que terminó conformando un derecho adquirido para el actor. (v) Tampoco acredita la impugnante el quebrantamiento de los arts. 12, 63, 66 y 133 de la Ley de Contrato de Trabajo; 499 y 1071 del Código Civil; 2 de la ley 21.297 y 171 de la Constitución provincial. Ello así, toda vez que ha cimentado la crítica en el carácter transitorio que -en su opinión- revestía el adicional en cuestión, circunstancia que, en tanto no acreditada, desmorona su estrategia recursiva. De todas formas, estimo propicio agregar que la quejosa no ha replicado idóneamente la definición afincada en que su parte no probó que el mentado rubro cumpliese plenamente con su denominación. En ese sentido, el a quo ponderó que entre los años 1998 y 2003 permaneció inalterable en los porcentuales que indicó descuento (132% alguno. liquidación en atento cada que categoría, y el 105,03%) Además, el año vez al 2003, que aumento el era sin se le efectuara modificarse la forma fue que erróneamente actor era absorbido aplicado ascendido del de de mismo, manteniéndose su ingreso real. Respecto de esa modalidad, añadió el juzgador que cuando se otorga un plus salarial "a cuenta de futuros aumentos" comprende los incrementos en la remuneración (tanto legales como convencionales), pero de ninguna manera puede ser aplicado a cambios de categoría, aunque conlleven un aumento salarial, pues se desvirtuaría el concepto del adicional abonado que debió denominarse "A cuenta de futuros aumentos de categoría" (sent., fs. 704 y vta.). La recurrente no ha denunciado, ni evidenciado, que la valoración realizada por el sentenciante, en uso de facultades privativas (art. 44 inc. "d" de la ley 11.653), estuviere viciada por absurdo. Antes bien, ha acotado el embate a un aspecto tangencial del fallo relacionado con la denominación que debió tener el adicional si se pretendía absorber los aumentos de categoría, el cual luce ineficaz para conmover la decisión. Respecto del insistente argumento basado en que la patronal nunca remuneración modificado vulnerado del una el disminuyó actor, razón condición principio el de por importe la esencial que del intangibilidad, total de no habría se la contrato, ni desatiende la impugnante que el a quo -a partir de que en el año 2003 cesó la relación porcentual con otros conceptos y pasó a abonarse un importe fijo mensual, como también, las sucesivas absorciones que se produjeron sobre dicho rubrojuzgó probado precisamente lo contrario (v. sent., fs. 704 vta.). (vi) El planteo relativo a la transgresión del art. 58 -in fine- de la Ley de Contrato de Trabajo, deviene insuficiente. El mantenido por órgano el de grado trabajador no estimó podía que ser el silencio admitido como renuncia a ningún derecho, con sustento en la precitada norma y en el art. 39 inc. 3 de la Constitución provincial. En su crítica la interesada aduce configurado el supuesto de excepción contemplado en el art. 58 in fine de la ley sustancial, esto es, que aquél ha evidenciado un comportamiento concluyente en el sentido de aceptar la forma en que se le liquidaba dicho concepto. Al respecto, dable es señalar que determinar si en un caso dado concurre un comportamiento inequívoco demostrativo de la renuncia del trabajador a un derecho, constituye una cuestión de hecho privativa del tribunal del trabajo y, por ende, irrevisable en casación, salvo absurdo. En el caso, la recurrente no ha denunciado -y menos aún acredita- la comisión de la referida anomalía en la valoración realizada por el sentenciante, circunstancia que determina el rechazo del agravio. Para más, tampoco ha desvirtuado la aplicación del art. 39 inc. 3 de la Constitución provincial, en tanto sustenta la crítica en que no ha mediado renuncia del actor a ningún derecho adquirido, pues ningún pago "A cuenta de futuros derechos" lo genera, argumento que resulta ineficaz a tenor de lo expresado en los apartados precedentes. 3. agravios condena. Igual vinculados suerte con el adversa quantum han del de correr capital de los la a. En primer lugar, en cuanto la impugnante controvierte la remuneración considerada por el juzgador para establecer el mismo ($ 3169,00 correspondiente al mes de agosto de 2009, en que se inició la demanda), considero que no le asiste razón. En efecto, más allá de lo manifestado a fs. 265, tercer párrafo, cierto es que en el capítulo VI. "LIQUIDACIÓN" se indicó: "En este caso el salario del actor debe estar compuesto por básico de convenio de $ 3.169,00 y los demás rubros como antigüedad y horas extras, y sobre dicha base liquidar el rubro a cta fut aum por todo el período de prescripción (24 meses)" (sic. fs. 267 y vta.). Habida cuenta que la precitada remuneración es la que -justamente- ha receptado el tribunal de origen en la sentencia verifica (v. en fs. la 704 vta.), especie la cabe concluir violación del que no se principio de congruencia. Para intimación más, formulada -contrariamente a en oportunidad por el lo órgano afirmado por de de contestar grado la (fs. quejosa-, una 401) el accionante ratificó que el monto de las diferencias había sido detallado en el apart. VI. "LIQUIDACION" de la demanda (v. fs.403 y vta.). Finalmente, he de añadir que el planteo resulta novedoso en tanto tal liquidación no fue cuestionada en la contestación de demanda. Además, aun cuando la decisión sobre este punto pueda aparecer opinable, la interesada tampoco ha denunciado que al determinar la retribución sobre la que se debían calcular las diferencias salariales el a quo hubiere incurrido en absurdo. Como Suprema Corte es conocido, está la potestad circunscripta al revisora contenido de la de la sentencia según la concreta impugnación que contra ella se formule en el recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley. De impida allí -como desacierto 97.658, de que la ocurre la insuficiencia en el decisión "Moriñigo", sent. casode del del remedio revisar origen el (conf. 9-VI-2010; deducido acierto causas L. o L. 92.636, "Drago", sent. del 7-VI-2010; entre otras). b. En segundo término, el cuestionamiento relativo al quantum del capital de condena tampoco ha de prosperar. Como hemos visto, la interesada postula que el importe de $ 107.011,96 no guarda relación con las pautas de la decisión, ni con el reclamo del actor, puesto que éste encontraba acotado a los dos años anteriores al inicio de la demanda, mientras que el aludido monto corresponde a la determinación realizada en la experticia contable acerca de la totalidad de la deuda generada desde enero de 1998 a julio de 2011. No se verifica en el fallo la contradicción alegada. Si bien es cierto que en el precitado dictamen se estableció que el total de la liquidación arrojaba la suma de $ 107.011,96, no lo es menos que la perito expresamente señaló que dicho importe correspondía al período comprendido entre los meses de septiembre de 2007 y agosto de 2009 (v. pericia, respuesta 9., fs. 648). He de agregar que la demandada consintió dicha pericia en la etapa procesal oportuna, de modo que el planteo sólo refleja una impugnación tardía de la misma y por tanto inaudible (conf. causas L. 100.539, "Miranda", sent. del 3-V-2012; L. 90.647, "Paredes", sent. del 13VIII-2008). 4. Si la propuesta que dejo formulada es compartida, se sigue de ello el rechazo de los agravios traídos respecto de los intereses aplicados y repotenciación de deuda. Firme la definición relativa a la cuantía de la remuneración sobre la que debían calcularse las diferencias salariales, no se verifica en el pronunciamiento una errónea aplicación de tales accesorios, ni menos aún una indexación de la deuda. IV. recurso Por lo extraordinario expuesto, deducido, corresponde con costas rechazar (art. el 289, C.P.C.C.). Voto por la negativa. Los señores jueces doctores Soria, Pettigiani y Kogan, por los mismos fundamentos del señor Juez doctor Genoud, votaron también por la negativa. Con lo que terminó el acuerdo, dictándose la siguiente S E N T E N C I A Por lo expuesto en el acuerdo que antecede, se rechaza el recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley traído; con costas (art. 289, C.P.C.C.). Regístrese, notifíquese y devuélvase. DANIEL FERNANDO SORIA LUIS ESTEBAN GENOUD HILDA KOGAN EDUARDO JULIO PETTIGIANI GUILLERMO LUIS COMADIRA Secretario HM